Hace tiempo que no aparecía por las páginas de nuestro periódico un revólver y menos de la contundencia del que hoy analizamos. Obviando su preponderancia en tiempos del lejano oeste norteamericano y después de su pugna en los años 80 donde “enfrentados” a las pistolas semiautomáticas, sobrevino su ocaso como arma de dotación en cuerpos policiales y como arma de defensa entre usuarios civiles.
En nuestro país sigue teniendo cierta visibilidad a través de los vigilantes de seguridad armados, ya que es el arma corta que nuestro reglamento les permite para ejercer sus funciones.
Aunque sin duda siguen teniendo su mercado entre aficionados a las armas y tiradores deportivos, que gustan del sabor de lo clásico y en este caso concreto de las sensaciones fuertes. En algunos países europeos como Alemania, la licencia de caza ampara el uso de armas cortas como armas de remate, siendo para este cometido un arma ideal. De hecho como veremos cuando hablemos del cartucho, fue diseñado teniendo en mente precisamente el mundo de la caza, como apoyo para el remate y defensa ante presas grandes y peligrosas en norteamérica.
En EEUU el revólver sigue teniendo su cuota de mercado y la serie 629 de Smith & Wesson está siempre en todas las listas de los más vendidos. En aquel país hay numerosas modalidades deportivas pensadas para ellos y debido a su fauna es muy apreciada como arma de defensa ante osos y otros animales peligrosos por su contundencia. Al igual que en Canadá los kits de supervivencia para campistas, senderistas y montañeros suelen incluir un revolver de estas características, debido a su simplicidad de funcionamiento y fiabilidad.
En cuanto a su valoración como arma defensiva su mayor hándicap está precisamente en su contundencia, la potencia del cartucho obliga a su solidez, peso y tamaño, algo que afecta a sus posibilidades de porte y a la capacidad para repetir el disparo en un tiempo razonable. Por si esto no fuera poco, hay que sumarle los inherentes a todos los revólveres: carga demasiados pocos cartuchos y es lento de recargar. Pero es que además en este calibre la munición es cara, lo que afecta a los entrenamientos y uso profesional, etc., sin entrar en consideraciones de tipo legal. Dicho todo lo anterior, no tengo dudas que con las cargas y puntas adecuadas, en manos de tiradores expertos, pueda tener cierta oportunidad.
Hablando de esto último esta arma se hizo tremendamente famosa gracias a la saga de películas de “Harry el sucio” en los años 70 y 80, donde un joven Clint Eastwood, que daba vida al inspector Harry Callahan, hizo célebres frases como: "Sé lo que estás pensando, si disparé las 6 balas o sólo 5. La verdad es que yo también he perdido la cuenta, pero siendo este un Magnum 44, el mejor revolver del mundo, capaz de volarte los sesos de un tiro... no crees que debiéras pensar, ¿que eres afortunado?... ¿Verdad que sí vago?” o “Venga, alégrame el día”, forman parte de la historia del cine. El revolver empleado era el modelo 29 de Smith & Wesson de 6 ½”, aunque también se utilizó en algunas escenas el de 8 3/8” de cañón, antecesor de la actual serie 629. Para nuestra prueba hemos usado una versión de 6” de acabado acero inoxidable satinado. Hoy en día el modelo 29 en pavón negro de 6 ½” sigue en el catálogo del fabricante en lo que denomina la serie “Classics”.
El .44 Magnum y el revólver más potente del mundo
Realmente ni cuando se estrenó la película y menos ahora, es el revólver más potente del mundo. Siendo precisos en el momento de su aparición había revólveres con cartuchos experimentales o “wildcat” de mayor potencia, el .454 Casull de Dick Casull fue creado en 1957, aunque si es cierto que en términos generales fue uno de los revólveres de uso civil con munición comercial más potente del momento. No soy partidario de aseveraciones categóricas dentro del mundo de las armas, porque siempre hay muchos matices, sobre todo cuando hablamos de potencia de un arma de fuego.
Este cartucho y revólver fue un desarrollo conjunto de Smith & Wesson y Remington, Remington sería responsable de estandarizar el cartucho experimental, produciéndose en diciembre 1955 un nuevo revolver de armazón pesado, que pasaría a denominarse modelo 29 en 1957. El primer revólver fabricado sería enviado a Remington, el segundo a un miembro destacado del equipo técnico de la NRA y el tercero a Elmer Keith, de quien hablaremos a continuación. Decir como anécdota, que muchos revólveres de la primera serie fueron devueltos, junto con las cajas de munición casi llenas, por sus compradores a las armerías donde los adquirieron, ya que los tiradores nunca habían experimentado un retroceso tan fuerte en un arma de mano. De todas formas, la verdadera fiebre por este revolver se desataría en los 70, a raíz de las mencionadas películas de “Harry el sucio”. Porque anteriormente el interés por el arma era realmente bajo, baste decir que aunque permanecía en el catálogo, estaba fuera de producción. Fue en esa época durante la cual los pedidos se acumulaban con demoras en el servicio que duraban meses y haciendo que fuese habitual pagar el triple del precio de lista, que era de 194 USD.
Finalmente otra anécdota al respecto del modelo 29 y el cine, la primera aparición del revólver en una película fue en 1967. La película se llama “Point Blank”, traducido en España como “A quemarropa”, protagonizada por otro “duro” del cine, Lee Marvin, pero él en versión 4” pasó totalmente desapercibida.
Volviendo al origen del cartucho, como es habitual cuando hemos hablado sobre otros, esto no fue un desarrollo desde cero por parte de estos fabricantes, sino que se basó en trabajos anteriores de Elmer Keith (una leyenda del tiro y del periodismo especializado en armas de fuego) y otros fanáticos de los “cañones de mano” de su tiempo, obsesionados con la precisión, alcance y poder de parada. Para hacernos una idea de sus gustos e inquietudes, decir que fue Keith, junto con Phil Sharpe and Doug Wesson, quienes desarrollarían el .357 Magnum en 1935. En el caso del .44 Magnum, este entusiasta de las armas de fuego y su equipo (autodenominados los .44 Associates) partieron de la vaina del .44 S&W Special alargándola 3,5 milímetros para que pudiese contener más pólvora, es por ello que este revólver es compatible con dicho cartucho, pero no al contrario, lo que representa una medida de seguridad. Prueba de que este calibre estaba específicamente pensado para un revolver, es que las primeras carabinas en .44 Magnum no aparecerían hasta 1961 (Ruger) y 1967 (Marlin).
Una característica poco mencionada, eclipsada sin duda por su poder de parada, es su magnífica precisión. Algo que muchos cazadores conocen, ya que es un cartucho que en nuestro país es relativamente popular para batidas y monterías del jabalí, donde los tiros por debajo de los 100 metros son lo habitual. El hecho que los rifles que usan este calibre sean especialmente ligeros no hace más que acrecentar esta popularidad, es un cartucho muy común entre los rifles de palanca. En EEUU es uno de los pocos cartuchos comúnmente admitidos para la caza con arma corta, siendo algunas variantes del S&W 629 muy populares, ya que suele ser el arma de entrada para nuevos aficionados en esta modalidad.
En la época de su aparición tuvo cierto predicamento entre oficiales de policía, por su capacidad para penetrar en el bloque motor de los vehículos con facilidad. Como he dicho anteriormente, desde mi punto de vista, no es un cartucho recomendable ni para defensa ni para dotación de personal uniformado. Como así lo corrobora el hecho que no es utilizado en la actualidad por ningún cuerpo policial conocido.
Para darnos una idea de la potencia de esta munición, la empleada en las pruebas se acerca a los 1300 fps (396 m/s) para puntas de 240 grains (15,55 g), cuando por ejemplo un 9 mm Parabellum desarrolla una velocidad alrededor de 1.100 fps (335 m/s) para una punta de 124 grains (8 g).
Características del S&W 629 6”
Es un revólver de armazón de la serie N (grande) de S&W introducido en el mercado en 1978 como versión de acero inoxidable del modelo 29, por lo que mecánicamente es prácticamente idéntico salvo algunas actualizaciones y mejoras. Este fabricante tiene la costumbre de marcar con un número “6” por delante del modelo original las variantes que usan este material. En el caso analizado es la versión de aspecto más clásico, con contrapeso recortado debajo del cañón. El peso del arma es de 1,290 Kg. y la longitud total de 26,7 cm, por lo que mantenerlo levantado a una mano no es tarea para cualquiera, aunque en honor a la verdad me esperaba que con ese cañón fuese “cabezón”, sin embargo es muy equilibrado. Hacía años que no disparaba este calibre, pero tenía un grato recuerdo y efectivamente me ha vuelto a sorprender lo bien que absorbe el retroceso, también sin duda las cachas de goma HOGUE ayudan lo suyo. Aunque no son tan estéticas como unas de madera con cuadrillado, son sin duda mucho más efectivas.
Las miras son una auténtica delicia, grandes con un punto de mira en rampa en color anaranjado y un alza ajustable, con bastante luz y un perfilado blanco alrededor del corte rectangular que ayuda a enrasarlas. El alza tiene un perfil redondeado y estriado especialmente diseñado para evitar reflejos. Además los 200 mm de distancia entre miras son en parte responsable de su alabada precisión.
Volviendo a su uso, el dispararlo es toda una experiencia vital para cualquier aficionado a las armas de fuego, el ruido atronador, el fogonazo y la relevación del arma producen un casi un inevitable vertido de adrenalina las primeras veces que se emplea, siempre que quien lo haga sea un apasionado de las armas potentes, claro está. Todo el proceso de montado del revólver tirando hacia atrás del gatillo es acción simple (SA) son unos livianos 2,4 kg y es además ultracorto. Otra historia es la acción doble (DA), simplemente exagerada. Es necesaria fuerza y decisión para tirar de él: ni más ni menos que 5,5 kg. Además el recorrido es muy largo, aunque no hay parones ni arrastres. Seguramente con entrenamiento y la munición adecuada será posible alcanzar cierta pericia en la DA.
Como hemos mencionado anteriormente, con respecto a la precisión más de uno se verá sorprendido por sus cualidades en este aspecto. Disparando en simple acción es realmente fácil hacer muy buenas agrupaciones. Ahora bien, no es un arma para largas sesiones de tiro.
Versiones
Desde su aparición se han ido sucediendo diferentes versiones variantes del modelo 29. Algunas buscaban mejorar el funcionamiento del arma, otras eran versiones personalizadas del Performance Center y algunas simplemente eran series conmemorativas con diversos grabados o damasquinados.
Tal vez la variante más extraña haya sido una versión silenciada denominada QSPR (acrónimo en inglés de Revólveres Silenciosos de Propósito Especial) desarrollada desde 1967 a 1971. Fue diseñada para dotar de armamento especial a una unidad muy peculiar del ejército USA denominada las “ratas del túnel”, que combatió en Vietnam limpiando en solitario los temidos túneles del Vietcong. Aunque fue probado en combate, oficialmente nunca entró en servicio. Profundizaremos en esta unidad y sus armas en un próximo artículo.
RESUMEN
Es un arma icónica y singular que encandilará a aficionados de las armas, en nuestro país será comprada casi exclusivamente por practicantes del tiro deportivo que quieran disfrutar de las intensas sensaciones que proporciona. No es un arma para principiantes, sin embargo los usuarios más experimentados y si encima son aficionados a la recarga, encontrarán gran variedad de posibilidades para domar su potencia.
Agradecimiento
Agradecemos a BORCHERS, distribuidor para España de Smith & Wesson y FIOCCHI la cesión del material para la elaboración de este artículo.
