Abordamos un problema recurrente desde que existen las primeras monturas y visores, este es la sujeción permanente de nuestras ópticas a las monturas que sirven de nexo a nuestro rifle. Un visor con holguras sobre la montura nos arruinará una sesión de caza o tiro, normalmente sucede después que nos percatemos que fallamos disparos que habitualmente acertaríamos o en el campo de tiro cuando observamos agrupaciones que no se corresponden con la precisión acostumbrada de nuestro rifle. Es algo de lo que nadie puede sustraerse, tengo que decir que personalmente me ha llegado a suceder en alguna larga sesión de pruebas.
Inmediatamente surge la pregunta: ¿Cuánto tenemos que apretar los tornillos de nuestras monturas para que el visor no se mueva? La respuesta no admite discusión: lo que recomiende el fabricante de las monturas y del visor. Por una sencilla razón, porque un apriete mayor puede producir daños en el tubo del visor que la garantía de la marca no cubrirá en ningún caso, ya que se considerará una mala manipulación del usuario o incluso de nuestro armero.
El problema de apretar las anillas
Las consecuencias de un apriete excesivo pueden ser un descascarillado de la pintura interior del tubo, que se traduce en manchas o puntos negros al mirar a través del ocular. En realidad son restos de pintura desprendidos por el agrietamiento del cuerpo del visor. En los casos más graves pueden producirse fisuras en el tubo, acompañadas incluso de la rotura de alguna de las lentes. Otro aspecto importante a considerar es si esto le ocurre a todos los visores o algunos son más proclives que otros a sufrir este tipo de problema. Realmente la sensibilidad a este problema dependerá del grosor de las paredes de nuestro tubo. Es obvio por tanto que los visores de tipo táctico, especialmente preparados para el trato más duro, presentan una mayor resistencia estructural a la negligencia de un exceso de apriete de la tornillería de las monturas. Los visores de caza y tiro en los que prima muchas veces la ligereza, suelen presentar paredes más delgadas, en aras de la mencionada reducción de peso. También es cierto que hay marcas que parecen sufrir esta situación más que otras, esto puede ser por el material empleado en la fabricación de los tubos y/o por el grosor estándar definido para ellos. Agravándose esta situación para aquellos modelos que pugnan por ser los más ligeros del mercado. Hay una pequeña señal de aviso que nos indica que hay un exceso de apriete sobre el tubo de nuestro visor. Esta es que alguna de las torretas muestre una resistencia inusual en su accionamiento.
Las soluciones para no marcar las anillas
No existen soluciones mágicas, aunque sí que durante años de andadura en el mundo de la caza y el tiro hemos visto soluciones más o menos ingeniosas a este problema. Algunas son directamente peregrinas y otras, aunque interesantes, no dejan de ser experimentos que o bien son de vida efímera o pueden dañar el visor por otros motivos. No recomendamos la colocación de cuerpos extraños entre el tubo y las anillas tales como papel de lija o finas láminas de goma. Tampoco variar los aprietes recomendados por el fabricante, ni el uso de arandelas tipo grower para la tornillería. Son dos soluciones las que proponemos: Una el uso de un sellador para la tornillería que pueda ser retirado sin dañar monturas, bases, rieles, ni tornillos. Por ejemplo para calibres standard el Loctite 222, que es ideal para roscas de paso fino y es de fácil desmontaje por medios mecánicos. En el caso de calibres magnum puede usarse el Loctite 243, que tiene mayor resistencia a la vibración mecánica que el anterior. Es importante limpiar de grasa y otros residuos los tornillos para garantizar que actúe correctamente el fijador. No sólo los tornillos de las anillas deberán ser fijados con loctite, sino también los empleados en bases o riel weaver/picatinny que instalemos y los que fijan las anillas a las bases o riel. Para evitar el desplazamiento del visor en el interior de las anillas, en los calibres estándar y sobre todo en los calibres magnum, es preferible aplicar una pequeña película de pegamento ARALDITE de dos componentes en el interior de la anillas, a modo de refuerzo. De esta manera evitaremos estrangular el tubo del visor con un exceso de apriete y en consecuencia dañarlo de la forma que hemos comentado antes. Esta medida es absolutamente reversible y no implica daño alguno a nuestro equipo, siempre que utilicemos los adhesivos y disolventes adecuados, como el mencionado ARALDITE.
Otra solución que proponemos es más trivial y consiste en el apriete regular de la tornillería de las monturas, anillas y bases, utilizando llaves dinamométricas con los par de apriete recomendado por el fabricante del visor y anillas. Por ejemplo en el caso de las monturas WARNE, esta marca tiene a la venta en su catálogo dos llaves para el ajuste de la montura a las bases y otra para la tornillería de las anillas. Siguiendo una rutina de apriete antes de cada jornada de caza o tiro, nos aseguraremos de no sufrir incidentes desagradables con nuestro visor. Otro aspecto importante es que la rutina de re-apriete de los tornillos debe ser progresiva y simultánea para cada par de tornillos en X o zig-zag.
Las vibraciones de los disparos van a aflojar los tornillos de las anillas más o menos por igual, el apriete de los mismos debe ser en parejas opuestas. Puede suceder que exista conflicto o diferencias
de apriete entre las recomendaciones del fabricante de anillas y el del visor. Normalmente los fabricantes de monturas simplemente suelen especificar los aprietes máximos. En este caso deberemos seguir la pauta del menor apriete, vamos a poner un caso práctico. Por ejemplo, en el caso de los visores KAHLES la marca recomienda un apriete máximo de 2,4 Nm (una medida bastante usual en varios fabricantes), pero si decidimos utilizar para su montaje unas anillas WARNE, veremos que la casa estadounidense indica un apriete máximo recomendado de 25 In-Lib, que convertidos a Nm resultan ser 2,8. Por tanto el apriete que manda y deberíamos aplicar es 2,4 Nm, aunque posiblemente 2,8 Nm esté dentro del margen de seguridad. Lo que no ofrecerá dudas es el apriete de las bases al riel picatinny, que en el caso de WARNE es de 65 in-Lib o lo que es lo mismo 7,34 Nm.
Resumen
Hemos propuesto dos soluciones que dan cobertura a todo tipo de usuarios, aquellos que delegan todo el mantenimiento de su óptica y/o rifle a su armero de confianza, solo tendrán que solicitar el sellado de sus tornillos. Otra donde los más manitas podrán ocuparse del apriete regular de sus monturas, con las correspondientes llaves dinamométricas. Obviamente también caben soluciones intermedias, como sellar sólo los tornillos de las anillas y riel, apretando regularmente los tornillos de las bases. La conclusión es que deberemos evaluar nuestro nivel de actividad con nuestra óptica/rifle y nuestro nivel de pericia para elegir la mejor solución.
Los mejores visores al alcance de tan solo un click en Armería BlackRecon a través del siguiente enlace: Visores