El revólver Taurus 669 CP es uno de los más reconocidos de toda la producción de la firma brasileña. Con cachas de madera y armazón de acero inoxidable, es un arma realmente elegante.
Hace más de 60 años, una empresa brasileña Taurus que producía herramientas en Porto Alegre, la Forjas Taurus, se introdujo en el sector de la producción de armas cortas con el lanzamiento al mercado en 1941 de su primer revólver. Esta arma estaba basada en varios modelos ya impuestos en el mercado por Smith & Wesson, Colt y algunas armas españolas de la época. Ya en 1968 la Taurus se aventuró en el mercado estadounidense, donde logró diversas representaciones y distribuidores, y donde empezó a dejar su impronta en la historia de las armas.
Por aquellos tiempos, Smith & Wesson había sido comprada por Bango Punta, y en 1970 la misma empresa adquirió el 54% de Taurus, quedando así Taurus y S&W como empresas hermanas, aunque totalmente independientes. A pesar de esta independencia inicial, durante los siete años que siguieron a la compra, Taurus y Smith & Wesson compartieron gran parte de su tecnología y metodología productiva. En 1977 la compañía Forjas Taurus adquirió los derechos de Bango Punta y logró independizarse por completo de S&W. Esta operación posibilitó que cinco años después, concretamente en 1982, Taurus creara en Miami (Florida) su propia filial estadounidense. Nacía así la empresa Taurus USA, una firma que pronto gozó del respaldo de los norteamericanos gracias a sus políticas de reparaciones gratuitas y garantías de por vida en todos sus productos.
En 1994 la firma de origen brasileño logró el certificado de calidad ISO 9001, lo que supuso un paso definitivo en su normalización como fabricante de armas de primer nivel. Actualmente, la casa Taurus cuenta con un extensísimo catálogo de pistolas, revólveres, e incluso algunas armas largas.
Revólveres Taurus
Siempre fueron el tipo de armas Taurus que más me gustaron. Hay modelos como el 66, el 689 o el 669 de las primeras series que ya pueden ser considerados como auténticos “clásicos”. Estos modelos, en distintos calibres, representaron en su día una buena opción para aquellos tiradores que no podían acceder a un revólver estadounidense por su elevado precio. Más adelante llegó la serie Racing Bull, un pesado y exagerado revólver con personalidad propia y que abrió una nueva vía más económica para aquellos que querían adquirir un arma del calibre .454 Casull.
Las familias de los modelos 66 y 669, así como sus variantes sin banda ventilada, son claros exponentes y herederos de la saga S&W, con un estilo, construcción y acabados a la vieja escuela. Hoy en día estos modelos siguen estando presentes en el catálogo de Taurus junto a otros centenares de modelos en acero inoxidable, pavonado, o fabricados con aleaciones especiales. Del mismo modo, la clásica madera va desapareciendo de las cachas y se va sustituyendo por la goma. Tal vez, esto suponga una ventaja para muchos tiradores, quienes encuentran que estas empuñaduras ofrecen un mejor agarre. Sin embargo, quiero apuntar a modo de crítica que las fábricas de armas deberían dejar más espacio a la personalización de modelos, es decir, ofrecer la posibilidad al cliente de elegir un arma a su gusto. Con cachas de madera o de goma, con el armazón pavonado o acabado en acero inoxidable, etc. En cualquier caso, y dejando a un lado esta pequeña puntualización, reconozco que los revólveres Taurus disfrutan actualmente del aprecio de los agentes del orden, tiradores y cazadores de todo el mundo.
Modelo 669 CP
El revólver evaluado en este artículo corresponde a los que podríamos definir como de segunda serie. Se trata de un modelo que nació a caballo entre aquellos primeros revólveres Taurus y los más actuales. Esta segunda serie salía equipada con cachas de madera (opcionales de goma), banda del cañón rallada, entre otros detalles de los modelos clásicos. Para examinarlo con profundidad, iremos parte por parte.
A diferencia de los primeros Taurus, la pletina que cubre el mecanismo de disparo de este modelo 669 CP de segunda serie está sujeta con cuatro tornillos, en lugar de los tres que figuraban en los antiguos modelos. Además, esta versión integra el escudo derecho trasero del tambor, un mecanismo más similar al de los revólveres S&W o Rossi, por ejemplo. Otros elementos diferenciadores presentes en la segunda serie son su alza regulable al estilo Smith & Wesson, o sus cachas de madera de mayor tamaño. En cuanto a su presentación, el Taurus 669 CP viene en una caja de cartón rellena con espuma de poliuretano, sus correspondientes manuales de uso y seguridad, un certificado de garantía y una baqueta de cerdas.
El armazón de este revólver se caracteriza por su estampación en caliente y maquinado posterior. Se trata de un “chasis” muy sólido y robusto que da forma al arco del guardamontes, al alojamiento del mecanismo de disparo, al tambor y al cañón. Sobre esta última pieza fundamental, comentar que se maquina y se conforma partiendo de una barra de acero. Dispone además de una banda superior sólida y un contrapeso inferior que se extiende hasta la boca del cañón. El cañón de esta versión CP también lleva una cámara compensadora disimulada al estilo Magnaport. Por otro lado, apuntar que de sus 4 pulgadas (10,1cm), sólo 3 están estriadas, reservando la pulgada restante para dar forma al compensador. Personalmente, no creo que estos compensadores sean necesarios en tipo de armas, por lo que preferiría aprovechar las 4 pulgadas de cañón.
El tambor de este 669 CP es el encargado de “engullirse” los seis cartuchos del calibre .357 Magnum. Gracias a diversas pruebas realizadas con éste y otros revólveres de la firma Taurus, puedo asegurar que esta importante pieza está muy bien fabricada, sobre todo sus recámaras. De hecho, a la hora de vaciar el tambor, las vainas vacías caen por la propia gravedad, con una leve ayuda de la baqueta extractora. Por lo demás, el pulido y su ajuste es óptimo, incluyendo el alojamiento del freno del tambor.
Mecanismo de disparo
Este es el punto que diferencia a Taurus de los demás revólveres: una simplificación mecánica y constructiva que no sacrifica la fiabilidad, durabilidad y resistencia de su disparador. Los modelos de Taurus se caracterizan por su sistema de aguja percutora flotante y por disponer de un sistema de seguridad muy sencillo. Éste consta de una barra, denominada de transferencia, que asciende y se interpone entre el martillo y la aguja sólo cuando la cola de disparo está oprimida a fondo. La simplificación e innovación propias de Taurus también se puede apreciar en cómo retorna la cola de disparo, la cual en vez de utilizar el estuche con resorte, se vale de un simple eje empujador y un muelle helicoidal. Más simple, imposible.
Por lo que respecta a los elementos de puntería de este Taurus 669 CP, decir que están compuestos por un guión en la banda superior del cañón, y un alza regulable en altura y deriva. En modelos anteriores, el alza era de estilo S&W, con un fleje largo atornillado en la parte superior del armazón. El alza y el guión de este 669 CP cumplen muy bien con su cometido, permitiendo hacer buena puntería y regular el arma según la munición utilizada.
El revólver está construido íntegramente en acero inoxidable, con un pulido brillante y con la parte superior del cañón y del armazón en acabado mate. El guión también presenta un rallado longitudinal y transversal para evitar reflejos indeseados que afecten a la correcta puntería. En cuanto a su empuñadura, es de madera, lo que en mi opinión aporta al arma mayor calidez y belleza que la moderna goma. Para quien tenga dificultades a la hora de agarrarlo, el mercado ofrece distintas soluciones, como por ejemplo las cachas comercializadas por firmas como Hogue o Pachmayr, entre otras.
Prueba de fuego
Cuando este revólver cayó en mis manos, rápidamente pude comprobar “en seco” que su comportamiento en simple y doble acción era bastante satisfactorio. Sobre todo, teniendo en cuenta que estaba ante un arma de serie, sin ningún tipo de rodaje, y que además era más ligera que otros modelos que había probado con anterioridad. Ya en las pruebas de fuego real, y tras una serie de disparos, pude verificar su notable comportamiento. Gracias a su peso, su balance y su empuñadura, el disparo se torna muy controlable, lo que hace más placenteras las sesiones de tiro con este revólver. Como digo, disparar en simple y doble acción, con una y dos manos, resulta muy agradable. En cuanto a su precisión, se pueden lograr agrupaciones muy cerradas a 25 metros, algo muy loable dadas las 3 pulgadas reales de su cañón estriado. Gracias a su equilibrado peso y a la posibilidad de regular el alza a gusto del tirador, el arma se comporta muy bien en la diana y con pericia se logran muy buenos resultados.
Para finalizar, podemos decir que el Taurus 669 CP y demás modelos contemporáneos de la firma brasileña son armas muy robustas, fiables y precisas, que si bien están en un segundo plano respecto a un S&W 586/686, también es cierto que han sabido conjugar una buena terminación con un precio ajustado. En definitiva, estamos ante un revólver útil como arma de servicio y de buenas prestaciones en el plano deportivo.
