Ventajas y desventajas de las pistolas de bolsillo

¿Pero son estas armas las que se utilizan como segunda arma, arma de back-up o arma de respaldo? Pues no siempre. Hay un porcentaje de usuarios que no las considera adecuadas, no se siente cómodos con su manejo o piensan que son poco efectivas, decidiéndose por una pistola no tan pequeña, eligiendo normalmente un modelo subcompacto de cargador bifilar o mono hilera. Por el contrario, hay usuarios que las utilizan como armas primarias, por sus innegables cualidades para la ocultación, sea cual sea la época del año. Desde luego no son la mejor opción como arma principal, pero el adagio a este respecto es claro: "Cualquier arma es siempre mejor que no tener ninguna”. Resumamos por tanto sus puntos fuertes y débiles:

Ventajas de las armas de bolsillo

• Su punto más fuerte es sin duda su capacidad de ser ocultadas y la comodidad de porte. Su reducido tamaño en longitud, espesor y poco peso son decisivos. Esto permite que se adapten a la mayoría de las prendas y formas de vestir.
• El porte diario es algo crítico, en relación a lo anterior. Al no suponer un inconveniente para nuestro modo de vida, tenderemos a llevarla siempre o al menos más a menudo que un modelo de tamaño completo. En ambientes y/o épocas calurosas nos permite portar cómodamente el arma sin llamar la atención.
• Las posibilidades de que se te identifique como portador de un arma son prácticamente nulas, frente a otras circunstancias con armas más grandes, que en algún momento pueden mostrar la silueta de la misma en alguna postura. Nos aseguramos el factor sorpresa, salvo en el caso de algunos usuarios poco experimentados, que tienden a “juguetear” con el arma en su bolsillo de forma innecesaria y por tanto delatando la tenencia de esta.
• Nuestra condición física ya no es un hándicap para el porte. Si estamos pasados de peso, a veces es complicado llevar un arma en la cintura sin que se note.

Desventajas de las armas de bolsillo

• En general aun contando con una buena funda y un pantalón adecuado, la velocidad de reacción se ve coartada por la dificultad de acceso al arma, frente por ejemplo a un porte en la cintura. Sumemos a lo anterior que nos encontraremos en una situación de estrés, con lo que nuestras capacidades psicomotoras estarán mermadas y por tanto nos será más complicada su accesibilidad. Además, la extracción en determinadas posiciones puede ser realmente complicada, por lo que la practica en seco desde posturas variadas es fundamental con este tipo de armas.
• Aun con la evolución de nueva tecnología en las municiones expansivas, es innegable que a igualdad de bala, un cartucho de mayor diámetro y velocidad tiene mayor poder de parada.
• Por otra parte la cantidad de munición es limitada, ya que hablamos de cargadores monohilera de pequeño tamaño. Son pistolas normalmente de 6+1 cartuchos de capacidad. Si en las pistolas de mayor tamaño es recomendable llevar un par de cargadores adicionales, en estas aún más, sobre todo si se usan como primarias.
• Las pequeñas dimensiones de su canon hacen que las velocidades de salida de los proyectiles sean inferiores que en uno más largo. Además, la cantidad de pólvora que queda sin quemar y que deflagra en la boca del mismo, en condiciones de baja luminosidad, sirve para identificar nuestra posición y puede producir cierto nivel de deslumbramiento. A este respecto, hay que comentar que por ejemplo Remington fabrica munición específica para armas de bolsillo que mitiga este y otros problemas.
• Su reducido tamaño presenta dificultades de Ergonomía, especialmente con manos muy grandes. Además, su poco peso y falta de firmeza en el agarre hace que, dependiendo del calibre, sea difícil controlar el retroceso. Esto nos dificultara repetir el disparo, ya que nos veremos obligados a corregir el agarre cada vez que apretamos el gatillo. Un solo disparo instintivo raramente es lo suficientemente incapacitante.
• Su reducida distancia entre miras o incluso la ausencia de las mismas, no favorece en absoluto la precisión, aunque bien es cierto que son armas pensadas para enfrentamientos por debajo de los cinco metros o menos con disparos instintivos.
• No todas las prendas de vestir se adaptan al porte de pistolas de bolsillo ocultas. Por ejemplo, puede ser necesario que cambiemos nuestros hábitos de uso de pantalones por unos que acomoden perfectamente funda, arma y el consiguiente acceso a la misma a través de una apertura de bolsillo adecuada.
• Finalmente considerad que los que llevamos otros accesorios encima como navajas, multiherramientas, linternas, etc.; además de los habituales elementos como llaves, tarjetas, móviles; perdemos un área de almacenamiento.