El primer revólver semiautomático
Patentado en 1896, entró en producción en 1901, el revólver semiautomático Webley-Fosbery fue una creación del coronel británico George Vincent Fosbery. Un militar de carrera, oficial del ejército británico, que había servido en la India durante muchos años, donde se haría acreedor de la Cruz Victoria (la más prestigiosa de las condecoraciones británicas) en 1863. Este hombre, era también un fanático de las armas de fuego y su tecnología, la mejor prueba de ello es que este revólver, el Webley-Fosbery, fue solo uno de sus varios inventos en esta materia, con relativo éxito.
El motivo de Fosbery para diseñar el revólver de autoarmado, fue la búsqueda de un arma de fuego corta que combinara el disparo rápido y el disparador de la pistola semiautomática, pero con el pesado cartucho .455, de servicio en el ejército británico. Las pistolas semiautomáticas disponibles a fines de la década de 1890 estaban todas recamaradas para cartuchos bastante pequeños y Fosbery creía firmemente que, los proyectiles grandes eran mucho más adecuados para el combate, una polémica que en mayor o menor medida aún hoy en día continúa.
Es por lo que Fosbery ideó una forma de aprovechar la energía de retroceso de un revólver, de tal manera que se usase para montar el martillo y rotar el cilindro. Su primer prototipo se basó en un Colt SAA, pero debido al poco interés de este fabricante, comenzó a trabajar con la compañía Webley, utilizando sus armas para desarrollar su diseño.
En esta imagen puede apreciarse su imponente vista frontal
Características del revólver
Mecánicamente, el Webley-Fosbery funciona en virtud de que el conjunto de cilindro, martillo y cañón es independiente del armazón inferior, montado en ranuras mecanizadas sobre el otro. Por lo tanto, cuando se dispara, la empuñadura y el armazón inferior permanecen en su lugar y el conjunto del cilindro, martillo y cañón se desliza hacia atrás, como lo haría una corredera en una pistola semiautomática.
Mientras que un pasador de leva en el interior del armazón inferior, se desliza en las ranuras visibles del cilindro, girándolo a la siguiente recámara y volviendo a retroceder el martillo.
Este sistema funciona bien cuando está limpio y hace que el tirador tenga un tirón constante del gatillo al estar siempre en simple acción. Este sistema proporciona la capacidad para disparar bastante rápido, tan rápido como cualquier pistola semiautomática, absorbiendo parte del retroceso de ese cartucho relativamente potente.
El Webley-Fosbery es uno de los pocos revólveres que cuenta con seguridad manual, algo necesario por su sistema de funcionamiento. El mecanismo del disparador solo funciona en simple acción, por lo que para disparar se pueden hacer dos cosas, tirar del martillo hacia atrás o desplazar el conjunto cañón, cilindro y martillo a modo de corredera. Esto significa que para poder llevar el arma lista para disparar, hay que llevar el martillo montado. Para que esto sea seguro, se instaló una palanca de seguridad manual en el lado izquierdo de la empuñadura, que bloquea el gatillo y que mantiene el armazón deslizante en su lugar.
Otro elemento interesante que pretende acercarse al funcionamiento de una pistola, es el eyector de las vainas vacías. Para abrir el revólver tenemos una palanca junto a la izquierda del martillo, tras la apertura se produce la eyección de las vainas. La recarga de un modelo .455 se puede hacer un cartucho cada vez o con un cargador rápido Prideaux.
Cartuchos .455 y .38
El Webley-Fosbery estaba disponible en dos cartuchos diferentes, el .455 y el .38. A menudo se supone que las armas de calibre .38 usaban munición .38-200, también conocida como .38 S&W, porque esta era el cartucho utilizado en revólveres Webley calibre .38 estándar, pero esa suposición es incorrecta. El .38-200 no fue adoptado por el ejército británico hasta la década de 1920, mientras que el .38 ACP era un calibre nuevo y popular en el mercado estadounidense, que se introdujo en 1900.
Fue este cartucho .38 ACP el que utilizaron los más pequeños Webley-Fosbery, como se trataba de cartuchos de pistola (sin pestaña) se utilizaban clips tipo luna de 8 cartuchos El diseño de esos clips de luna, era un poco diferente de lo que estamos acostumbrados a ver hoy en día. En cualquier caso, el calibre más común para el Webley-Fosbery fue el cartucho británico de servicio .455, que no necesitaba de un clip. En este calibre, el arma tiene un cilindro de 6 cartuchos.
Detalle del cilindro donde se aprecian las acanaladuras que permiten su giro.
Variantes
En el momento de su introducción, los oficiales británicos tenían permitido aprovisionarse de forma particular de sus propias armas cortas, con la única condición que utilizasen el cartucho de dotación estándar .455 Webley. Esta fue un arma muy popular entre la oficialidad, aunque el arma nunca se adoptó formalmente por el ejército británico. El modelo más común era un cañón de 6″ y un acabado en pavón azulado, pero Webley fabricó los revólveres en otras configuraciones.
El arma se podía comprar también con un cañón de 4″ o 7,5″. Por otra parte, era posible adquirirlo con múltiples cañones además del de 6 ″ para los entusiastas del tiro deportivo o que tuviesen la necesidad del porte oculto. El acabado de níquel era otra opción, que por otra parte no era especialmente popular. El cañón más largo también se configuró con miras más propias de un arma para la competición, ya que el Webley-Fosbery se consideró un arma bastante precisa en su momento.
Fabricación
Hoy en día, el Webley-Fosbery es un arma de coleccionista especialmente codiciada, ya que su producción solo alcanzaría aproximadamente los 4.200 revólveres. Aunque los números de serie llegan hasta aproximadamente el 4.500, se sabe que se omitieron algunos bloques de números. La gran mayoría de estas armas se fabricaron en calibre .455, solo 417 se produjeron originalmente en .38 ACP, de las cuales 141 de ellos fueron desmantelados en la fábrica y utilizados para piezas. Otros 72 al menos se convirtieron a .455 en la fábrica, por lo tanto, no más de 200 se llegarían a vender, lo que hace que los revólveres Fosbery calibre .38 sean particularmente valiosos hoy en día. Dado que el mercado principal era militar, esta descompensación en la producción, con respecto a los calibres, no es sorprendente.
La producción se extendió desde 1901 hasta 1924, generalmente a un ritmo de 10 revólveres por semana, aunque hubo períodos en los que no se fabricaron, como durante la Primera Guerra Mundial, cuando la producción de revólveres Webley estándar era prioritaria. El Webley-Fosbery se sometió a las pruebas de selección de arma corta de dotación para el ejército de EEUU en 1907, donde se descartó con bastante rapidez, porque no ofrecía ninguna ventaja útil que compensase sus dimensiones y sensibilidad a la suciedad.
Resumen
El Webley-Fosbery fue un revólver de poco éxito, que nunca llego a ser de dotación, pero que tuvo su predicamento entre los oficiales del ejército británico, amén de unas ventas residuales entre tiradores deportivos. Estas armas fueron utilizadas por los pilotos británicos antes de que las ametralladoras se convirtieran en armamento común de los aviones y sirvieron lo suficientemente bien con tal propósito. Fueron utilizados por oficiales de infantería en la Primera Guerra Mundial, pero presentaba el inconveniente de que el mecanismo de retroceso deslizante era propenso a quedar incapacitado por la suciedad u otros residuos. En cualquier caso, se trata de un arma muy interesante debido a su diseño singular que no tuvo continuidad.
Por último os mostramos este interesante vídeo en el que puede apreciarse el mecanismo interno que se efectúa durante cada disparo: