La Walther Q5 Match SF es la reinterpretación metálica de su exitosa pistola de polímero Q5 Match, una de las armas en 9 mm Parabellum mejor valoradas en el circuito de IPSC en la división de Producción y Standard. Su nacimiento es consecuencia de la demanda de los clientes de la marca alemana, que buscaban sumar a sus buenas características, las ventajas intrínsecas de un armazón de acero.
Las pistolas de calidad con este tipo de armazón, reducen el retroceso y proporcionan un tacto y un equilibrio que las pistolas de polímero no pueden reproducir. Quiero señalar que en sí mismo el material no es garantía de estos atributos, sino que es la ingeniería aplicada detrás de ello, es la que permite que eso sea así. En este tipo de armazones, la correcta distribución del peso, junto con la ergonomía, juegan un papel fundamental. Aquí Walther juega con ventaja, ya que la empresa tiene larga experiencia en la fabricación pistolas semiautomáticas de acero y armas pensadas para la competición olímpica. Todas las variables de la ecuación, por tanto, están perfectamente alineadas.
Si hasta ahora la versión de polímero había plantado cara a las armas metálicas de otros fabricantes, es porque también ese material tiene sus ventajas. La principal es el manejo más ágil del arma por su peso más reducido, lo que se traduce en la falta de inercias en movimientos rápidos o bruscos. Tampoco y no menos importante es, la reducción de costes de producción, que se traduce en un precio más contenido.
Hablábamos de las buenas características del diseño de polímero, que lógicamente se conservan en la versión metálica. Carece de sentido rediseñar lo que es alabado por su excelencia. Tratándose de la misma arma lógicamente mantiene su funcionamiento por aguja lanzada y acerrojado tipo Browning.
Corredera
La corredera es exactamente la misma en ambas versiones, posee los mismos rebajes y perforaciones para reducir el peso y mejorar la refrigeración del cañón. Tiene un contorno de formas biseladas heredado de la PPQ, que como sabemos es el origen de estas armas. Se mantiene su ergonomía con cortes delanteros y traseros para montar cómodamente el arma o realizar la maniobra de “press chack”, que tanto predicamento tiene entre los usuarios tácticos. Una maniobra por otra parte innecesaria, considerando que esta arma tiene un avisador visual de cartucho en recámara, a través de la ventana de la uña extractora.
Hay otras características importantes como el lomo estriado, desde el alza hasta el punto de mira para evitar reflejos o la ventana de expulsión sobredimensionada para asegurar la fiabilidad. El acabado sigue siendo el conocido comercialmente como Tenifer, un proceso de nitrurado por baño de sal especialmente resistente.
Sistema de puntería
El sistema de puntería está firmado por LPA y es otro de los aspectos especialmente valorados por la comunidad de tiradores. El punto de mira es de fibra óptica en color rojo, montado sobre un armazón metálico cuadrado, que se alinea perfectamente con la muesca practicada en el alza tipo “partridge”. Esta tiene poca luz, como corresponde a unas miras de carácter deportivo. Como era de esperar, la parte posterior del alza viene estriada para evitar brillos y reflejos en su superficie.
Esta pistola de Walther fue una de las primeras del mercado en apostar por la división OPTICS de IPSC, algo que se constata por el corte cuadrado mecanizado que se observa en la parte posterior de la corredera. Este segmento de la misma, está protegido por una tapa metálica sujeta por dos tornillos Allen, sobre la que está instalada el alza. La pistola viene de serie con un sistema de tres placas adaptadoras, que cubren los puntos rojos más populares del mercado: Trijicon, Leupold y Docter. A este respecto, hay que tener en cuenta que muchas otras marcas, utilizan las mismas disposiciones de tornillería que alguna de las placas incluidas. De todas formas, para aquellos que no sean coincidentes con esas configuraciones, existen en el mercado placas adaptadoras.
El cañón
Se trata de un cañón de 5” (127 mm), cilíndrico de seis estrías a derechas, con un paso de estría de 1:10. Este tipo de cañón, ofrece gran polivalencia a la hora de aceptar toda clase de proyectiles, desde los económicos de plomo hasta los monolíticos de cobre.
El disparador
Sin duda uno de los elementos más destacados de estas armas y que es alabado por todo aquel que lo prueba, es su disparador “Quick Defense” (QD). Está entre los mejores que se pueden encontrar en las pistolas de polímero actuales. Lo primero que llama la atención es su distintivo color azul, pensado para diferenciarlo de los disparadores de combate, se trata de una configuración deportiva.
Tiene un recorrido relativamente corto, tras vencer la lengüeta del seguro en un recorrido de apenas 5 mm que podíamos calificar como de “take-up”, tiene un recorrido o “travel” de unos 10 mm antes de romper abruptamente, de forma muy limpia, para a continuación tener un “over-travel” de 2 mm, que es el recorrido del “reset”. Este último es realmente enérgico y audible, permitiendo muy rápidas secuencias de disparo.
Tiene un peso que se sitúa alrededor de los 2,2 Kg aproximadamente, la media que arrojó tras seis lecturas de nuestro medidor Lyman. En el reportaje probamos también la versión “Champion” e inmediatamente detectamos que era diferente, con un peso de 1,9 Kg. En esta variante, el disparador es ajustable en cuanto a la desconexión del fiador, este no se vende como accesorio.
Yendo a lo práctico, la sensación que transmite el disparador es de tener dos etapas muy nítidas, tres si incluimos el “reset”. Esta característica da como resultado un gran control del mismo, un activo importante que se refleja en la precisión.
El nuevo armazón
Aunque los recortes y curvas del marco de polímero son más suaves y redondeados que los del armazón de acero, ambas pistolas se perciben inmediatamente como casi gemelas. El nuevo armazón es algo más de 400 g más pesado que su versión de polímero, llevando la pistola a los 1.200 g de peso total. Presentando algunas pequeñas diferencias, tanto constructivas como ergonómicas. De entre las primeras, las más notables son la extensión del guardapolvos con riel Picatinny asociado hasta el final de la corredera y la guía del muelle recuperador que es metálica.
Las cachas son otro elemento que varía ostensiblemente, pero que no suponen hándicap alguno, al contrario, el tacto del nuevo patrón de la cacha refuerza el agarre, decir que conserva las populares jorobas laterales. Además, se trata de un sistema semi-envolvente que incluye las cachas laterales y cubre el lomo trasero de la empuñadura. Eso sí, pierde el sistema de lomos intercambiables, aunque pudimos comprobar que el tamaño es de tipo medio. En cualquier caso, Walther ya ha anunciado que en breve presentará nuevas cachas de diferentes tamaños y patrones. No cabe duda además que en breve el mercado de terceros también sacará sus propuestas.
La única parte de la cacha que no cubre es la parte delantera de la empuñadura, esto se complementa con un trabajado cuadrillado de 25 líneas por pulgada (lpi), en el acero del lomo delantero. Con esta solución se han perdido los proto separadores de dedos, esta nueva configuración favorece a los usuarios con dedos más grandes.
Un trabajo de mecanizado que se extiende a la parte delantera del guardamontes, en el armazón de polímero existe también una superficie plana estriada pero menos elaborada, pensado para aquellos que apoyan los dedos ahí, durante el agarre. Por otra parte, la rabera se extiende, no tanto porque la corredera vaya a “morder” la mano, sino porque asegura un empuñe alto del arma, cerca del eje del cañón.
Otra de las diferencias menores, con respecto a la versión de polímero, es el sistema de desmontaje básico. En la versión de acero, el botón de desmontaje solo puede girarse hacia arriba 90° cuando la corredera se haya bloqueada en la posición más retrasada. Esto es la consecuencia de un sistema de bloqueo más grande y sólido. En la versión de polímero el desmontaje se hace tirando hacia abajo del control de desmontaje. También podemos apreciar que las patillas del sistema de plano inclinado de debajo del cañón han sido reforzadas. Tanto el control de retenida de la corredera como el de retenida del cargador, son idénticos en diseño a las versiones de polímero. Ambos mantienen los patrones de mecanizado estriado, para asegurar su interacción sin resbalones con los dedos.
Especialmente agradable es la palanca ambidiestra de retenida de la corredera, que gracias a que está sobredimensionada, pero con un perfil plano, permite su operativa sin alterar el empuñe del arma. El botón de retenida del cargador es lo suficientemente “discreto” pero accesible para que no se produzcan pulsaciones accidentales. Es reversible, una opción que agradecerán los tiradores zurdos.
Cargadores
Es en este apartado donde señalaremos las diferencias entre dos versiones de armazón metálico, que están disponibles en la actualidad, la Q5 Match SF y la Q5 Match SF Champion. Al igual que en las pistolas de polímero, todas las versiones se sirven con TRES cargadores, de 15 y 17 disparos respectivamente, que por cierto NO son intercambiables, ya que el “funnel” dificulta la inserción de los de base plana. Este aumento de dos cartuchos se logra con una base de extensión de aluminio anodizado azul.
Finalmente, señalar que la versión Q5 Match SF Champion, lleva de serie un “funnel” de Magwell desmontable en el mismo aluminio anodizado, utilizado en la base de los cargadores. Por cierto, quiero señalar que es posible usarlo en la versión de polímero. Ya solo por este accesorio, esta versión está avocada a competir en la categoría Standard de IPSC. Recordad que este “funnel” tampoco se puede utilizar en la división Optics.
Diferencias a la hora de disparar
Para la prueba del arma nos hicimos con varias versiones y empleamos diferentes jornadas, con el objeto de apreciar mejor las diferencias entre kos diferentes modelos, más aún teniendo en cuenta que mi anterior prueba de la versión de polímero fue hace casi 18 meses. En una de las jornadas, chequeamos los dos modelos metálicos con la ayuda del Club de tiro IPSCan, quien las probó durante una jornada de entrenamiento.
Tenemos que tener presente, que la evolución de las modernas pistolas defensivas, encontró en los nuevos materiales de polímero su mejor aliado para alcanzar una importante reducción del peso y por tanto mejorar las condiciones de porte. La primera Q5 es la evolución deportiva de la familia de pistolas de defensa PPQ. Es por tanto que no es de extrañar que este primer modelo tuviese un armazón plástico. Es obvio que el porte no es una variable a considerar en una pistola destinada al IPSC, aunque si es cierto que el peso reducido aporta una gran maniobrabilidad del arma.
Porque no solo es importante poder tener un gran control del arma para repetir el disparo, sino también es muy importante poder cambiar rápidamente de objetivo dentro del ejercicio. Cualquier tirador de esta disciplina conoce la necesidad de realizar transiciones rápidas, que en el caso de una pistola en exceso pesada puede motivar inercias no deseadas y por tanto generar descontrol. La clave no está por tanto en el peso, como sí en el equilibrio del arma.
Es decir, en que sea un peso adecuado y esté repartido de acuerdo a los aspectos estructurales de la pistola, teniendo en cuenta además sus características ergonómicas. Unido a esto último, están los aspectos morfológicos del tirador, es por tanto fácil entender que la valoración de estas características es subjetiva.
Después de haber probado las dos, personalmente me decanto por la versión metálica, me parece más fácil de repetir el disparo, es claramente mucho menos “saltarina” permitiendo recuperar miras muy rápidamente. El mayor peso obra milagros en la absorción del retroceso y no repercute en la manejabilidad del arma, porque está muy bien equilibrada. En la versión de polímero, es necesario ser más enérgico a la hora de agarrarla y tensar más los brazos para controlar los efectos del disparo, aún así es una gran arma.
Como dije en una evaluación y no me canso de insistir, en lo que destacan ambas versiones es el magnífico disparador, que permite secuencias muy rápidas de disparo y ayuda a ejercer un gran control. Preguntados los componentes del equipo IPSCan sobre las dos principales cualidades del arma, todos coincidieron en el control por su escaso retroceso, escasa relevación y su magnífico disparador para ser una pistola de aguja lanzada.
También es importante señalar que es una pistola con una fiabilidad a toda prueba, durante las dos sesiones de evaluación en las chequeamos las tres versiones, no se produjo una sola interrupción.
En el caso de las metálicas, además de original Remington UMC, se utilizó munición recargada de diferentes tiradores, sencillamente se lo tragaron todo tipo de cartuchos sin interrupción alguna.
Resumen
En este apartado final surge la pregunta de si esta nueva versión supone un aporte significativo a las disciplinas de Producción, Standard y Optics. La respuesta es que rotundamente SÍ, tanto la versión de polímero como la metálica son magníficas pistolas, pero esta última transmite un aplomo y un control superior, parece no moverse en la mano. El único inconveniente que podemos tener con este nuevo modelo es únicamente su precio.
Agradecimientos
Agradecemos a BORCHERS, distribuidor exclusivo Walther para España, la cesión del material necesario para la elaboración.
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