Rescatamos el análisis de la pistola Smith & Wesson M&P 2.0 en calibre 9 mm P que publicamos en el anterior número de Armas.es.
La Smith & Wesson M&P apareció en 2005 y fue la apuesta firme del gigante norteamericano por presentar batalla en el competido mercado de las pistolas de polímero de aguja lanzada. Este año se ha presentado la segunda generación en la feria sobre armas ligeras más grande del mundo, el Shot Show de las Vegas, con la que Smith & Wesson quiere seguir ganando terreno en este segmento. En el presente artículo haremos un recorrido por los diferentes aspectos del arma, centrándonos en las mejoras más significativas introducidas.
Para ello evaluaremos la variante de armazón completo, destinada a un uso primordial como pistola de servicio y deportiva. Aunque también en menor medida como arma de defensa, donde las variantes más compactas sobresalen en las preferencias de los usuarios por su mayor portabilidad. Hemos elegido una versión recamarada en calibre 9 mm P que en Europa copará las ventas, aunque existen versiones en .40 S&W y .45 ACP.
El armazón
El armazón tiene ahora un chasis interno de acero inoxidable que se ha extendido completamente. Es una característica importante, que pasará desapercibida para todos aquellos que no hayan poseído o probado en profundidad la generación anterior. El objetivo es presentar mayor resistencia a la flexión y la torsión cuando se produce el disparo. Sin duda este aporte a la rigidez estructural se hará notar cuando se cuelguen accesorios en el riel picatinny.
Esta mejora se puede apreciar a simple vista, ya que en su parte anterior existen dos pequeñas ventanas asimétricas a ambos lados del armazón que lo delatan. Las del lado derecho contienen serigrafiado el número de serie en formato tradicional y un código de matriz de datos. Este código contiene toda la información sobre la construcción del ese arma específicamente. Las ventanas del lado izquierdo, a veces suelen ser usadas por algunas agencias de seguridad para su propia codificación e inventario.
Además si nos referimos a aspectos funcionales del armazón, es donde se ubica un seguro de cargador reversible, seguro de retenida de la corredera y opcionalmente un doble seguro manual de aleta. Digo opcional porque es una variante que está disponible para aquellos que quieran un seguro tradicional manual operable con el dedo pulgar denominado en inglés “Thumb Safety”. Algo que desde hace algunos años vuelve a estar en boga entre algunas armas de polímero, que antes sólo contemplaban los seguros automáticos. El motivo no es otro que dar solución a aquellos usuarios preocupados por algunos incidentes puntuales de disparos fortuitos, por cierto muy magnificados por algunos medios de comunicación especializados. Estos se han producido con armas con bala en recámara, cuyo disparador se ha enganchado en los bordes de fundas de cuero o pliegues de la ropa al enfundarlas.
El disparador
En mi opinión una de las mejoras más importantes y una de las señas de identidad de esta nueva generación. Algo que se ha conseguido gracias al pulido de las piezas que lo componen y a una nueva geometría del fiador, la nueva M&P 2.0 ha perdido el pequeño arrastre que se percibía hacia la mitad del recorrido, ganando en limpieza y teniendo una rotura incluso más nítida que antes. El “reset” es ahora más enérgico, más rápido y se deja sentir más que antes. Con respecto al peso del mismo, después de cinco lecturas, nuestro medidor lyman arrojó una media de 2,6 kg aproximadamente.
El cargador
De cuidada manufactura son los mismos que usaba la antigua M&P y son objeto de mi única queja, por lo difícil que resultan de amunicionar con el primer cartucho debido al diseño de la teja. Por lo demás una magnífica decisión mantener los mismos cargadores, lo que será un punto a favor para la migración de antiguos usuarios de la M&P, que podrán rentabilizar su inversión. Con respecto a su capacidad siendo bifilares, esta dependerá del calibre, 10 cartucho para el calibre .45 ACP, 15 para el .40 S&W; y hasta 17 cartuchos, en el caso del modelo en 9 mm P.
La corredera
Esta sigue siendo en acero inoxidable con un nuevo tratamiento exterior, del que hablaremos más en detalle en la sección de acabado, ha variado algo sus formas con unos rebajes ligeramente más pronunciados. Esto ha obligado a algunos fabricantes, de fundas de servicio con niveles de retención, a ofrecer las correspondientes variantes. La venta de expulsión también ha cambiado su geometría siendo más amplia ahora, lo que redundará en una mayor fiabilidad durante el proceso de expulsión de la vaina. Debido a esto último, también el perfil de la uña extractora ahora es diferente. El corte donde se asienta la leva de retenida de la corredera es ahora más pronunciado, siendo un espacio con algo de más altura.
En la cara superior de la misma, podremos apreciar como el orificio de testigo de cartucho en la recámara se ha reducido. Por último y seguramente lo más notable en este apartado de cara al usuario, es el menor peso del muelle recuperador, que ahora es algo más suave.
El cañón
Los modelos iniciales disponibles han sido como es habitual en 9 mm y 40 S&W, el paso de estría en ambos casos es de 1:10, posteriormente aparecería en el popular .45 ACP con 1:15. Esta es otra de las diferencias significativas, ya que en la anterior generación el paso de estría para el 9mm P y 40 S&W era de 1:18,75. Hemos realizado algunas pruebas de precisión entre ambas versiones y los resultados han estado parejos, por lo que en este aspecto se mantiene su tradicional buena precisión.
Es obvio que en esta categoría de pistolas lo que se busca es más la fiabilidad que la precisión, aun así con todo, la bondad de su disparador y su ergonomía sorprenderán a más de uno en este aspecto. Aun así, en este apartado es importante señalar que es diferente al anterior y que se ha buscado aumentar el retado de desbloqueo del cañón y corredera en el ciclo de disparo. Con ello se ha pretendido mejorar la precisión del arma.
Las miras
Siguen siendo las mismas metálicas de puntos blancos, con alza tipo “Novak”. Que fuesen de este material ya significó en su momento una ventaja competitiva frente al uso generalizado del “plástico”, instaladas en otras insignes pistolas del segmento de polímero de aguja lanzada. Seguramente habremos experimentado o al menos conoceremos la fragilidad de algunas de ellas, algo de lo que es seguro no sufrirá esta M&P 2.0.
La ergonomía
Es uno de los puntos fuertes de la pistola y de los que ha potenciado especialmente en esta nueva generación. Empezaremos por comentar el ángulo de su empuñadura que como no podía ser de otra manera perpetúa los 18° ya vistos anteriormente, una herencia directa de la 1911. Algo que gustará a los aficionados a esta arma y que permitirá un más rápido acomodo a aquellos que provienen de la misma o las utilizan indistintamente por diferentes razones.
El ángulo tiene especial importancia en tanto en cuanto hablamos de una pistola de defensa o servicio, donde a buen seguro la memoria muscular y la mecanización de movimientos son claves en una situación de estrés. Con esto quiero decir que no dudo que cualquier tirador es capaz de acomodarse con facilidad a cualquier arma de forma consciente, pero sólo el entrenamiento continuado con el arma que portemos nos permitirá un empuñe instintivo correcto. El ajuste de la muñeca y los dedos de la mano en el empuñe es clave para una correcta alineación del arma, toma de miras y el control del retroceso para realizar una rápida repetición del disparo.
Por otra parte el uso de cuatro lomos diferentes para la empuñadura, frente a los tres anteriores, hace fácil acomodar casi cualquier mano a la culata de esta arma. El nuevo lomo se encuentra situado entre el mediano y el grande. También sorprende la conocida facilidad con que se realiza la operación de su cambio, gracias al ingenioso sistema de pasador giratorio situado en su base. Lo que sí es una novedad es el patrón de textura de los mismos y del resto de la empuñadura, que por cierto ha ganado en superficie de aplicación. Es notablemente más agresivo, teniendo mayor mordiente y es sin duda uno de los responsables del buen control del arma incluso con las manos húmedas. Al principio puede ser chocante al tacto, parece que el granulado “pincha”, pero es fácil acostumbrase. En este mismo sentido también hay unas nuevas estrías en la parte anterior de la empuñadura. Por lo demás se mantiene el agarre alto de la pistola cerca del eje del cañón del arma, que como sabemos proporciona un mayor control de arma y una rápida recuperación en la alineación tras cada disparo.
Algo que llamará rápidamente la atención en la silueta de la pistola es la reducción del tamaño de la rabera, que ahora queda al ras de la parte posterior de la corredera. La medida fue tomada principalmente para cumplir con los requisitos de pistola modular del ejército norteamericano. Esto no ha supuesto merma alguna ni en la ergonomía, ni en la seguridad de manejo del arma, recordemos que las raberas pronunciadas pretenden guiar el empuñe del arma, dar mayor control y en algunos casos evitar la temida mordida de la corredera en el dorso de la mano.
Siguiendo con las mejoras ergonómicas, podemos observar en la corredera nuevos cortes en la parte anterior de la misma. Esto permitirá un agarre más seguro y firme para aquellos que les gusta montar el arma tirando de la parte delantera.
El acabado
El acabado de las piezas metálicas ha cambiado, el nuevo tratamiento pasa a ser Armornite®, que de acuerdo a la información proporcionada por S&W, es superior en protección frente al anterior Melonite®. Su aplicación cambia las propiedades del metal, endureciéndolo y proporcionándole una gran resistencia a la corrosión, al desgaste y los arañazos. Este nuevo acabado posee otra característica importante para un arma de carácter táctico, disminuye los reflejos, por lo que su aplicación sobre la corredera beneficia la toma de miras. Por último mencionar que disminuye el rozamiento entre las superficies tratadas, lo que mejora la mecánica entre los diferentes componentes.
RESUMEN
Estoy sorprendido muy positivamente con esta nueva generación de la M&P y si tuviese que destacar que aspectos más notablemente han mejorado con la versión anterior, no dudaría en señalar su ergonomía y su disparador. Smith & Wesson ha hecho una estudiada renovación que en verdad merece la denominación 2.0 y la ha convertido en una de las referencias del segmento de pistolas de polímero de aguja lanzada.
Agradecimiento
Agradecemos a BORCHERS distribuidor exclusivo Smith & Wesson para España, la cesión del material para la elaboración de este reportaje.