Mensajepor meatonthetable » 11 Ago 2007 23:51
Bueno, como no abundamos y soy un "shermanófilo", permitidme que haga una pequeña defensa del mismo.
Cierto es que enfrentado a los últimos panzer alemanes lo pasaba muy mal, pero fue un carro (no, ¡tanque! Ay madre me habéis contagiado
) que sirvió bien y con distinción hasta el final de la guerra, cuando debería haber sido retirado ya en 1943, y sustituido por el T-23, que luego daría lugar al m-26 Pershing.
Era fiable, fácil de fabricar, y servía perfectamente como base de cualquier adaptación que se le hiciese.
No se incendiaba más que el T-34 por ejemplo al ser alcanzado, y al final de la guerra se vio que la inmensa mayoría de los incendios eran debido al exceso de munición, sobre todo HE que llevaban sus tripulantes para "reconocer" con ellos posibles escondrijos de infantería AT. Estaba mejor blindado que el anterior, y de hecho había una versión que podía soportar el impacto de un 88 mm en arco frontal sin ser perforado. En el Pacífico, no tuvo rival, y cuando terminó la guerra diversos países lo usaron con gran éxito en sus guerras, ver sino al ejército israelí.
Entonces, ¿Qué falló con el Sherman? ¿Qué sucedió con él? La respuesta debe buscarse en la fecha antes citada: 1943 cuando el sustituto, es decir, el Pershing, debería haber entrado en servicio, y la respuesta tiene nombre y apellidos: Lt Gen Lesley McNair, jefe del Army Ground Force o AGF, organismo encargado de dirigir y solicitar el equipamiento preciso para las fuerzas armadas. No era tarea fácil, pues tenía que conseguir buen equipo, fácil de fabricar, que se adaptase a las embarcaciones (incluidos LST y LCM) ferrocarriles y transportes existentes, que usase el máximo común posible de componentes existentes. Además, hay que contar que había que suministrar tanques modernos a los aliados (recordad la calidad media del tanque británico), incluidos los rusos.
Según fuentes de ellos mismos, se mandaron unos 2007 M4A2 de 75 mm y 2095 con cañón de 76 mm, y los relatos de las unidades que los usaron son favorables, prefiriéndolos, especialmente por su fiabilidad, sobre el T-34, incluso el T-34/85, y siendo para ellos inferiores solamente en la munición de HE del 76 mm y en su comportamiento sobre terreno embarrado.
La citada AGF, enfrentada así a una serie de elecciones muy difíciles, tomó las decisiones que estos acontecimientos les imponían
pero como muchas burocracias se intentaron justificar tanto
que mintieron como bellacos.
En las pruebas del cañón de 76 mm, por ejemplo, decían que la munición normal M-62 APC-T, podía perforar el arco frontal de un Panther a 900 mm!!! La realidad mostró que no era capaz de hacerlo a ninguna distancia, y que la munición mejorada T4 HVAP de tungsteno sólo lograba a 600 m y eso contra el mantelete del cañón. Se cuenta que el cabreo de Einsenhower cuando se enteró del tema en agosto de 1944 fue enorme.
Pese a todo, merece un lugar arriba, era fiable, fácil de fabricar, y con tácticas adecuadas y buena cooperación con armas de apoyo e infantería hizo el trabajo que se le pidió.
Para finalizar, recordar las palabras de un oficial de la Luftwaffe al cargo de una batería de 88 mm en Anzio: "los americanos atacaron con sus Sherman al principio del día, al caer la tarde mi batería se había quedado sin municiones, los americanos no se quedaron sin Sherman"