Cosas de escribir desde el móvil.
Problema número uno: LOS CARGADORES.
Dificultad, de alta a extrema, para introducirlos y, más, para extraerlos, que no expulsarlos.
Construidos en metal robusto. Nunca me ocurrió a mí, no los ví nunca rotos o deformados.
Prácticamente todas las interrupciones que presencié se debieron a introducción incompleta.
Las tolerancias a nivel constructivo, un desastre. Cada cargador, de su padre y de su madre. Una vez seleccionados los adecuados, el problema se minimizaba bastante.
La muni SantaBarbara, potente y sucia. No recuerdo interrupciones debidas a la munición; no debí presenciarlas un número significativo de veces.
Problema dos: tendencia al sobrecalentamiento durante tiro intensivo.
Con un cañón más pesado, una bocacha cerrada más eficiente, un picatinny superior, un pistolete más ergonómico y confortable y un guardarnos optimizado y con algún carril... igual aún lo teníamos dando guerra.
Esas modificaciones, pienso, se hubieran podido asumir.
En buenas manos, con buena instrucción y adecuado mantenimiento, vaya que si podía dar guerra...
Mi opinión.
