IVAN-HK escribió:En resumen, que los barbudos seran como siempre unos narcotraficantes y terroristas, pero el problema mas grande va a ser CHINA, van a hacer una nueva "ruta de la seda":
El que no arriesga, no gana, esto era lo que se hablaba en el 2015 cuando se esperaba que USA se retirara en el 2016:
A pesar de que fue en 2010 cuando se conoció el potencial de Afganistán, los proyectos puestos en marcha se cuentan con los dedos de una mano, lo que no es de extrañar con el clima de violencia que ha vivido el país y sobre todo con el que se espera vivir una vez se retire totalmente Estados Unidos en 2016. Ya en 2007, la metalúrgica china MCC decidió pujar por el yacimiento de cobre de Aynak, al sureste de Kabul. En ese estilo chino de los negocios caracterizado por el win-win y tan empleado en África, a cambio de una concesión por treinta años ofreció una inversión de 3.000 millones de dólares, una serie de industrias auxiliares – una central energética, una mina de carbón, una planta de procesamiento, etc. –, la construcción de un ferrocarril para llevar el mineral a China y generosos royalties de explotación al gobierno afgano. La inversión oriental se valoraba en un 10% del PIB afgano.
Siete años después, los chinos no están tan dispuestos a la generosidad como antes y presionan para modificar el contrato. La caída del precio del cobre, de un 30% desde la firma en 2007, el deterioro de la seguridad en Afganistán y las menores expectativas de crecimiento de la potencia asiática han obligado a MCC a intentar reconducir los términos de la explotación. No habrá ferrocarril sino una carretera y todas las instalaciones añadidas no se harán realidad en la nueva oferta china. Además, la metalúrgica oriental pretende rebajar el pago de derechos de explotación al estado afgano. A pesar de este traspiés económico para Kabul, parece que aceptarán, puesto que es un todo o nada para la república afgana.
A pesar de ello, tampoco se descartan sobrecostes por parte de los chinos para asegurarse ganar el contrato y poder extraer cobre en paz. La oferta de MCC era 800 millones de dólares superior a sus competidoras, algo clave para llevarse el concurso. Ahora, regatean hasta las cifras verdaderamente competitivas que debían haber ofrecido en un principio. Igualmente, la empresa asiática habría pactado con gobierno y grupos armados rebeldes la protección del lugar, por lo que a base de talonario se habría asegurado un santuario en el que poder trabajar sin miedo a sabotajes o atentados.
Al contrario que los chinos, la empresa Steel Authority of India no se ha atrevido a invertir finalmente al oeste de Kabul en un proyecto de 11.000 millones de dólares en un yacimiento de hierro. Las dudas en cuanto a la seguridad del país y la discusión sobre quién debe pagar la infraestructura necesaria para transportar el material extraído han provocado que los hindúes acaben desistiendo.
El resto de las inversiones y explotaciones están a cargo de empresas públicas afganas, de un tamaño tan reducido y con un capital tan pequeño que su ritmo productivo es mínimo, por lo que apenas tiene un impacto real en la economía nacional.
La situación política interna tampoco es mucho mejor. Las inversiones extranjeras se muestran reticentes con un gobierno tan corrupto y clientelar como el afgano, cuya permanencia en el poder se mantiene o ve en peligro en tanto en cuanto favorezca o no los intereses de las distintas tribus repartidas por el país, que actúan a modo de gobiernos autónomos, que por supuesto también quieren su parte del pastel minero. No sería extraño que la competición entre empresas acabara dirimiéndose en ser la que más partes deja satisfecha dentro de la política afgana.
Puede que USA quiera que China se desgaste en Afganistán ó por lo menos no dejárselo tan fácil con ellos guardando el polvorín.
Un saludo.
Nuestro carácter es el resultado de nuestra conducta.