LÓGICA MATEMÁTICA
Intentaremos usar la lógica matemática para dilucidar detalles sobre la poca información que nos filtran en los medios de comunicación sobre el ya famoso caso de Ciudad Real.
Para comenzar, tengo entendido que el patio ya es vivienda y tendrá en él mobiliario, bienes y acceso a ventanas sin rejas que en noches veraniegas estarán abiertas totalmente.
-El señor es despertado de su plácida cama por uno o unos ruidos.Viendo la imagen de la entrada de su vivienda con gruesos y altos muros y con similares características de la puerta; por lógica matemática, el ruido fue fuerte para alcanzar el desgastado sistema auditivo de un cazador de 77 años.
Es decir, un ladrón que forzando ese portón con una palanca de acero u otra herramienta y provoca un estruendo en el silencio de la madrugada; lo normal es que huya por delatarse. En cambio, en vez de largarse siguió en el empeño de entrar en la vivienda por la fuerza.
Y aquí es cuando el razonamiento tiene que desenredar la aparente contradicción de seguir adelante con el asalto a pesar del alboroto en la puerta. En el mundo natural, las serpientes más venenosas no suelen escabullirse al confiar en su mortífera mordedura.
Sería muy extraño e ilógico que un solitario y desarmado asaltador a base trompazos entrase en una vivienda como un elefante en una cacharreria. Para entrar con esa serenidad y seguridad, o entraba con compinches, o armado hasta los dientes; o una combinación de ambas cosas.
-Tres disparos de escopeta del dueño, uno de ellos mortal para el asaltador.Es muy conocido que los disparos de escopeta a cortas distancias como un patio, suele ser fácil acertar en un blanco.
Sin entrar en la incógnita si fue escopeta convencional o de corredera, sería irracional que el primer tiro de los tres fuese el mortal. Por lo tanto, la lógica matemática nos dice que como mínimo hubo una descarga al aire o de advertencia.
Si a partir del atronador aviso de fuego, el delincuente no levanta las manos o reacciona de forma hostil confiando en su arma o cómplices; pues se puede producir el desenlace ya conocido.
La supuesta proporcionalidad que nos exige la ley española ante un asalto del hogar es un concepto totalmente imposible de cumplir.
Sencillamente porque en el momento de nuestra reacción nunca sabremos:
- Cuantos asaltantes son.
- Cuantas y qué tipos de armas disponen.
- Cuáles son sus objetivos: robo, secuestro, asesinato, etc.
Jamás habrá proporcionalidad en un asalto de vivienda, pues los delincuentes siempre tendrán la desproporcionada ventaja del factor sorpresa.
El señor de 77 años dormía en su cama en pijama, descalzo, sin gafas y desarmado; mientras el otro u otros le atacaban despiertos y totalmente equipados. ¿Por qué no se tiene en cuenta esa desproporcionada desventaja del asaltado?
El jubilado tuvo la suerte de despertar con suficiente tiempo de pillar su arma y el mérito de defenderse medio dormido.
Tiene todo mi respeto y admiración. Y la lógica matemática indica un caso de defensa propia.
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