Mensajepor Joseph_Porta » 07 Jul 2008 18:04
Una un poco larga pero merece la pena.
La muerte del general Sikorski, un misterio sin desvelar
Tras la derrota de Polonia el antiguo primer ministro Wladyslaw Sikorski, antiguo primer ministro, logró escapar a Inglaterra junto a su esposa y su hija, convirtiéndose en jefe del Gobierno en el exilio. Gran Bretaña se vió obligada a jugar un difícil papel diplomático entre polacos y soviético ya que los rusos mantenían sus aspiraciones sobre suleo polaco una vez concluyera la guerra y eran muy remisos a la liberación de los prisioneros polacos capturados en 1939. Ante esta situación Sikorski defendía en la medida de sus posibilidades los derechos de la sufrida Polonia, enfrentándose a un Gabinete británico demasiado transigente en esta cuestión.
A comienzos de 1943 los alemanes descubrieron las fosas de katyn con lo que las relaciones ruso-polacas no podían ser más tirantes. El 24 de mayo de 1943, el general Sikorski decició inspeccionar a las fuerzas polacas que combatían en Oriente Medio al mando del teniente general Wladyslaw Anders, recientemente liberado de una prisión rusa. Le acompañaban su hija Sofia jefa del cuerpo auxiliar femenino polaco; el mayor general Tadeusz Klimecki, jefe de Estado Mayor; su jefe de Operaciones, coronel Andrzej Marecki, su ayudante naval, su secretario personal y el oficial de enlace británico Victor Cazalet. Despegaron del aeródromo de Lyneham, cerca de Bristol, en un bombardero Liberator AL523, pilotado por el teniente piloto checo Edward Prchal y, tras repostar en Gibraltar llegaron el 26 de mayo a El Cairo donde permanecieron seis semanas. A petición del propio Sikorski el viaje de vuelta se hizo en el mismo avión y con el mismo piloto. A ultima hora surgieron tres pasajeros de ultima hora: aparte de los seis polacos y el oficial de enlace británico, el brigadier J.P. Whiteley parlamentario inglés y dos civiles, Walter H. Lock y el "señor Pinder" de identidad real desconocida qunque probablemente se tratara de agentes del Servicio Secreto británico. El avión llegó a Gibraltar a las seis y media de la tarde del día 3. Sikorski fue recibido por el gobernador, Noel Manson-Macfarlane y el oficial polaco de enlace Ludwik Lubienski. A la mañana siguiente aterrizó en el Peñon el embajador soviético en Londres, Ivan Maisky, quien fue recibido por el gobernador. Este no le comunicó la presencia de los polacos para evitar un incidente internacional. Maisky siguió viaje a Argel esa misma mañana.
El día 4, Sikorski después de atender varios asuntos, se dirigió junto al gobernador al aeropuerto para embarcar en el Liberator a las diez de la noche y partir hacia Londres. El avión recorrió los 1.650 m de la pista con sus diecisiete ocupantes a bordo y se elevó a una altura de 690 metros. Cuando todo parecía marchar perfectamente, el avión picó de forma brusca y el piloto apenas pudo cortar los motores antes de que el aparato, ante la aterrorizada e incrédula mirada del gobernador y sus ayudantes se estrellara conta el mar a casi una milla de la costa. :8:8
"Si el Rey de España tuviera
cuatro como Barceló,
Gibraltar fuera de España
que de los ingleses, no."
Coplilla popular. Cadiz, siglo XVIII