Fernoked escribió:torpedo1936 escribió:El Estado hace bien protegiéndonos (o al menos intentándolo) de tales iluminados y poca o ninguna honra se puede haber ganado combatiendo en semejantes berenjenales.
No entiendo la necesidad de ser protegido de alguien que
no parece tener intención de cometer ningún acto de terrorismo en España y que
el bando al cual se ha unido tampoco parece tener interés en actuar en nuestro país.Podrá no gustarnos que se hubiera ido a combatir allí, pero nuestros gustos no lo hace merecedor de una condena a prisión. El enrolamiento de extranjeros es algo normal en muchos conflictos, sin necesidad de irnos muy lejos podemos recordar que en nuestra guerra civil ambos bandos se nutrieron de extranjeros, o que en la guerra de marruecos y en la del Ifni-Sahara también se alistaron foráneos en La Legión.
Un Estado de derecho tiene sus mecanismos para condenar determinadas conductas, y si se quiere tipificar como delito el unirse a bandos en conflicto es tan sencillo como ponerlo en la Ley, tal como lo han hecho otros países, y no acusar como terrorista a alguien que evidentemente no lo es.
Conste que asumo mi parte alícuota de responsabilidad (como varón occidental, blanco, católico, etc, un machirulo opresor, vamos) en que en esa parte del mundo lleven mil años matándose entre ellos en el nombre de su dios (usando la última tecnología disponible en cada momento, eso sí).
Dicho lo cual, insisto en que lo que de verdad me preocupa es la posibilidad de que alguien que ha ido allí, y a pesar del carajal montado ha decidido que tenía derecho a elegir bando y "en consecuencia" tenía derecho a matar gente,
pueda mañana volver a hispañistán y pueda ser mi vecino, gracias a su pasaporte español.
Porque si mañana clavando una alcayata en la pared me golpeo el dedo y me cago (inadvertidamente, por supuesto) en Alá o en Stalin y sus respectivos ascendientes y/o descendienetes, lo que no quiero es desencadenar un conflicto vecinal.
O igual estoy exagerando, puesto que en definitiva en España nunca nadie se ha creido con derecho a acabar con la vida de su vecino por razones teológicas y/o políticas, ¿verdad?.
Aunque en realidad no debería poder ser mi vecino, porque para eso está el art. 575 del Código Penal, pero a la vista de cómo se cumplen los 574 artículos anteriores, fíate tú...
Artículo 575
1. Será castigado con la pena de prisión de dos a cinco años quien, con la finalidad de capacitarse para llevar a cabo cualquiera de los delitos tipificados en este Capítulo, reciba adoctrinamiento o adiestramiento militar o de combate, o en técnicas de desarrollo de armas químicas o biológicas, de elaboración o preparación de sustancias o aparatos explosivos, inflamables, incendiarios o asfixiantes, o específicamente destinados a facilitar la comisión de alguna de tales infracciones.
2. Con la misma pena se castigará a quien, con la misma finalidad de capacitarse para cometer alguno de los delitos tipificados en este Capítulo, lleve a cabo por sí mismo cualquiera de las actividades previstas en el apartado anterior.
(...)
3. La misma pena se impondrá a quien, para ese mismo fin, o para colaborar con una organización o grupo terrorista, o para cometer cualquiera de los delitos comprendidos en este Capítulo, se traslade o establezca en un territorio extranjero controlado por un grupo u organización terrorista.
Y mira que son ganas de meterse en berenjenales, cuando la vida está llena de ejemplos
recientes, de extranjeros luchando en nuestros propios conflictos internos, como la Guerra Civil, que fue hace sólo ochenta años, o la de Marruecos, que pasó hace menos de cien...
Nada, que estoy paranoico.
Ah, y la cita sobre el gobierno de Assad no es mía. A mí el Derecho Internacional Público como asignatura siempre me dio mucha pereza.
torpedo1936 escribió:Lo del gobierno legitimo de Assad, me imagino que es una coña marinera, aquello es una dictadura de tipo familiar con estructura de clan tribal, solo los alauitas (el 10% de la población de Siria) apoya a los Assad, siendo ellos los que acaparan la casi totalidad de puestos de responsabilidad, a los que tras la irrupción de Daesh (que casualidad) se han unido los Chiies y los cristianos, los cuales antes eran contrarios a Assad