Hola compañeros:
Os voy a contar una historia de una miseria moral, que provocó el nacimiento de una exitosa empresa de semilleros.
Un matrimonio de payeses trabajaban para un gran propietario rural de mi comarca y vivían en una muy pequeña casa, con unas huertas alrededor, todo propiedad del amo.
El hombre, que ahora tiene 90 años y que si no me confundo se llama Ramón y que como la mayoría de los campesinos estamos muy unido al terruño y que al parecer aún maneja la azada.

, se le ocurrió llenar todo un gran bancal (terraza) de semillero de cebollas, y fue un gran éxito y vendió o cambió los planteles de cebollitas con muchos vecinos.
Un vecino, ya difunto, que se dedicaba profesionalmente a los semilleros, lo denunció (hablamos de los años 60), pero esta urraca no sabía que la esposa (R.I.P) de Ramón pagaba la S. Social Agraria y que la Ley le autorizaba a vender libremente sus productos agrícolas.
Ramón y su esposa se molestaron mucho por esa denuncia de miseria y decidieron dedicarse profesionalmente a los semilleros y con su buen hacer fundaron una empresa familiar y eclipsaron completamente al miserable denunciante, que tuvo que dejar el negocio de los semilleros porque no podía competir.
Hace cosa de un año, el hijo de Ramón me dijo que el miserable había muerto y yo le contesté:
"¿No habéis asistido al funeral?"
Se quedó muy extrañado por la pregunta y yo le recordé que su empresa se originó por la miserable denuncia del finado.
Reflexionó y me dijo que yo tenía razón y que debía haber asistido al funeral, pues sin aquella miserable denuncia ahora sería simples jornaleros.
Saludos:
Brugent.
" ...
porque con las armas se defienden las repúblicas, se conservan los reinos, se guardan las ciudades, se aseguran los caminos, se despejan los mares de cosarios... "El Quijote" de MIGUEL DE CERVANTES.