Mensajepor oscashooter » 09 Ene 2015 00:30
Inercias, hábitos, falta de adecuación de estructuras administrativas a un Estado social y democrático de derecho. Improvisación, penduleo, ante la duda no...
Es el panorama. Hay inercias, costumbres, mentalidades y talantes estilos, que parecen haberse quedado enquistados desde una época oscura, una de la que se debió pasar página... pero que no. Porque, a ver, con un simple ejemplo, "inocente" si se desea,pero definitorio: que alguien me explique porqué, tantas veces, en un control de carreteras el agente de turno te espeta: "¿a dónde va?"
Ganas me dan de contestarle con el articulo 19 de la Constitución Española que consagra la libertad de circulación por todo el territorio nacional. Inercia y hábito, feo hábito e inútil e insultante inercia que con toda seguridad viene de cuando hacía falta "salvoconducto" para ir a ver a los parientes del pueblo.
Hace unos años, pasando revista, no pude menos que escuchar a un cabo que, dirigiéndose a un "número" (que entonces así llamaban a los guardias civiles sin graduación) con sonsonete cuartelero le espetaba que : "era necesario controlar, porque con los rifles de caza existentes en la localidad se podrían formar dos compañias de fusiles". Perdone, la mili ya la tengo hecha -le podría haber dicho- y formar, formar... todavía pueden llamarme, que eso dice mi cartilla militar en la que, por cierto, figura que tengo más graduación que usted...
"Le ha sido otorgada o concedida la licencia de armas tipo,,,," Pues no, ni otorgada ni concedida, no en puridad aunque el léxico así lo exprese. En realidad, la licencia que uno solicita que se le extienda corresponde a un derecho, el que tiene a realizar una determinada actividad (caza, tiro, coleccionismo) un ciudadano y que, con arreglo a la Ley, debe serle extendida si nada -de lo previsto en la Ley- lo impide. Pero no me das ni otorgas ni concedes, simplemente certificas que nada se opone y la extiendes, que es tu función, tras haber cotejado los requisitos correspondientes.
Armas, hay que controlar su tenencia y uso. De acuerdo, claro que sí... pero no con más razón de lo que requieren otras como el uso y conducción de un vehículo a motor, o una licencia para pilotar planeadores, o patronear embarcaciones. A ver, no hago demagogia fácil, me explico: según la naturaleza del instrumento o herramienta necesarios y la de la actividad a desarrollar en uso de los mismos, pero nada más. Están bien las revistas, el renovar la licencia y la necesidad de un seguro en algunos casos... y bien está la normativa que pena el uso indebido. Pero de eso a la persecución, la paranoia no ya de los casos fuera de lo reglado, sino generalizados y aplicados a todo ciudadano independientemente de su conducta... pues creo que no. Debe aplicarse la pena correspondiente a quien infringe la Ley, pero no se puede hacer ni tabla rasa ni penalizar o limitar con carácter "previo y preventivo", menos cuando todo demuestra que el ciudadano en cuestión cumple escrupulosamente con los requerimientos legales.
Este país, los juristas lo saben, tiene una verdadera selva normativa en cualquier rama de actividad humana que se plantee. Leyes, Decretos Leyes, Ordenes Ministeriales, Reglamentos, circulares internas "explicativas" que desarrollan e interpretan... y muchas veces si no contradictorios, sí envolviendo y ocultando lo que también se llaman "normas penales en blanco"; es decir, actividades sin terminar de definir que, demasiadas veces sujetas a interpretación o desarrollo legal menor (reglamentos, instrucciones, directivas...) vienen a tipificar, de manera indirecta, actividades por las que se limitan derechos, se penalizan actividades y se condicionan los límites para el desarrollo de una actividad hasta extremos exagerados, tendenciosos que jamás estuvieron siquiera en la mente del legislador. Mediante via de desarrollo reglamentario o la aplicación de instrucciones y órdenes, se contradice o cercena lo recogido en la Ley marco sobre la que pivota el ejercicio de la actividad.
Mentalidades, talantes, ciudadanos y no súbditos, Toda administración es una estructura tendente a servir al común de los ciudadanos, o debiera serlo. Por el contrario, parece demasiadas veces, que la administración sea una superestructura nacida para controlar y limitar a esos mismos ciudadanos. No digo que no tenga que haber límites, o control, en absoluto... lo que afirmo es que esa en una, sólo una de las funciones delegadas, y que por eso mismo, precisamente, no puede ni convertirse en el único fin, ni tampoco sobredimensionarse esa faceta con el resultado de convertir la administración implicada en omnipotente e inapelable juzgadora, intérprete y decisora en última instancia. tampoco es de recibo el saltarse a la torera, o salir del trance con vaguedades, a la hora de razonar y justificar, motivar en suma, las decisiones tomadas.
No se entiende bien, no se entiende en absoluto, ese "ir contra los propios actos" que el mismo y elemental derecho civil no admite. Hoy se puede, cabe, es legal... mañana, dentro de un rato, ya se verá. Improvisación, cabildeo de despachos, gustos o neuras de algunos que hemos de tragar todos. Legalizamos, prohibimos,,, en un pis pas.
Así nos va, asi nos cae encima. No se trata de meterse con la benemérita, que siento cercana y familiar, de la que nunca podría decir nada que no sea expresión de mi más profunda admiración... pero a veces, como ahora, tendría que decir aquello de: "Ah, que buen vasallo si hubiera buen señor". Hay madera, buenos mimbres... lástima que a veces se lía la cosa y no termina de salir el cesto.
Homo sum, humani nihil a me alienum puto