Mensajepor jabaliviejo » 20 Ago 2014 18:41
Hola Novatín:
No soy recargador de munición metálica (para rifle) pero sí recargo algo para escopeta, concretamente para el calibre 20; aún así me atrevo a explicarte: a menudo el último propósito de la recarga es la rentabilidad. Desde luego que para quien practica el tiro es mucho más rentable adquirir pistones (que a veces son difíciles de conseguir), pólvora (que está carísima) y proyectiles y reciclar las vainas limpiándolas y recalibrándolas PERO EN LA RECARGA HAY MUCHO MÁS QUE ESO.
Se recarga por alguna de estas razones o incluso por todas juntas:
Para empezar hay aficionados con armas de calibres que actualmente son difíciles o imposibles de conseguir en el mercado y que de estar disponibles no son accesibles por estar en el extranjero o ser carísimos. Ese, inevitablemente tiene que recurrir a la recarga cuidando mucho las vainas y hasta creándolas a partir de vainas de otro calibre. Incluso puede que tenga que hacerse sus propios proyectiles con una turquesa.
Otros recargan porque pretenden obtener diferentes resultados en los mismos calibres. Con eso consiguen adecuar su munición a su/s rifle/s y a cada situación que se les presente. Pero también pueden hacerlo por todo lo contrario: conseguir una carga exactamente igual en todos los cartuchos sin dejarla al azar de la munición una comercial que puede dar al traste con una puntuación en un campeonato.
Hay una tercera razón para recargar que no es precisamente la menos importante: el placer de hacerlo. Es entretenido, enriquece los conocimientos sobre la afición y da una íntima satisfacción hacer dianas con cartuchos que has recargado.
En mi caso, recargar con mi hijo munición del 20 compartiendo ratos agradables y que luego él use esos cartuchos para cazar, me hace sentirme más partícipe del reto de la caza. El día que hizo un doblete de perdices con munición recargada por nosotros, casi me echo a llorar porque además me trajo a la memoria el tiempo en que yo también recargaba (el 12) junto a mi ya anciano padre.
Como no soy recargador, seguro se me escapan otras muchas razones prácticas; pero como ves, tengo mis propias razones sentimentales. Y también prácticas, porque un famoso recargador, Ángel Polvorosa me regaló gran cantidad de vainas del 20, que es el calibre que emplea mi hijo. Como tenía herramientas para la recarga decidí aprovecharlas y no sabes lo contento que estoy de hacerlo y lo que agradezco su regalo a Ángel.
La munición semimetálica recargada tiene tan poca diferencia de precio con la comprada, que no merecería la pena. En este caso, al tener las vainas empistonadas, sí que ahorro algo; pero más que nada lo hago por placer.
B.U.A.
Beatífica Unión Apostólica 30.06
(establecida en 1906)
"bonus venator grosso munitio numquam requirere"