Mensajepor Hoplon » 23 Oct 2012 10:23
Bueno, pues mi nombre arrastrado por el fango, y sin culpa mia, me parece, o tal vez si.
Recomendé a mi mejor cliente que encargara un proyecto a un ingeniero conocido mío, y este señor me ha agradecido el acordarme de él desatendiendo el trabajo.
Por supuesto que ha cobrado por adelantado a través de su Colegio profesional: Ha faltado a citas concertadas sin tomarse la molestia de avisar, no una sino varias veces, y me ha dejado en evidencia.
En el resto del mundo occidental faltar a una cita de trabajo se considera una grosería, un desprecio hacia los demás concurrentes que sí han dedicado su valioso tiempo a acudir. Aquí no pasa de ser una broma.
He quedado como un irresponsable, bien empleado me está: con mis 45 años me dan ganas de llorar, no por esto, sino porque no es la primera ni la segunda vez que veo esto, me dan ganas de llorar por todos los que madrugan para andar como puta por rastrojo intentando que esto se mueva ante la indiferencia de los demás, por todos los que sacan un duro del banco y lo arriesgan en mover algo, y antes de dar un paso cien parásitos se arrojan sobre él, por todos los que hemos entregado documentación a alguien para que haga un trabajo y la pierden o la traspapelan, y nos toca andar de oficina en oficina sacando copias, testimonios y certificaciones, por todos los que aún creen que España se merece algo mejor que ser el orgullo del tercer mundo.
A ver si de esta al fin escarmiento.