La otra noche, pa mear y no echar gota. Fui de espera a la finca de un amigo y me coloqué por primera vez en un cebadero que a él le da buenos resultados, pero que en las últimas semanas no ha tenido suerte. Acababa de instalar un puesto nuevo y se ve que recelan. Aunque la comida de los cebaderos se la comen. El caso es que me coloco en el puesto a eso de las 6 de la tarde. La espera fue trascurriendo sin pena ni gloria. Cayó la noche y yo soportando las temperaturas de manera estoica. Luego una vez finalizada la espera miré el termómetro que marcaba -8ºC. El caso que sobre las 10 y media, escucho un ruido por la zona del cebadero, que estaba a unos 50 metros de mi. Mas oscuro que la boca de un lobo. No me lo creo que pueda ser un jabali, tantas horas y ya casi me había resignado a irme bolo. Vuelvo a oir un crujido, entonces digo "Pues va a ser que si" y lentamente enciendo el monocular nocturno que llevo. ( la verdad que no sin trabajo pq tantas horas estaba totalmente entumecido)Y empiezo a vislumbrar unos relucientes ojos . Aparece un jabalí enorme de tamaño, y detras otro, y otro y otro, así hasta 15 pude contar. Yo estaba allí que me iba a dar algo....... no sabia si relamerme o desmayarme. El caso es que veo a uno rompiendo a cabezazos el hielo del pequeño socabón que hay detras de los cebaderos que sirve de abrevadero para ellos. Y macho, empieza a meterse dentro ( yo pensando que estos bichos están locos ) . El resto bastante nerviosetes rondando por alrededor de la charca pero costantemente mirando hacia mi posición pues una rama del árbol que había encima de mi ,se había descolgado y no paraba de rozar contra mi puesto por culpa del viento. El caso es que empecé a diseñar el plan de acción. Tenía el rifle en el regazo y el puesto era bastante estrecho. Y la cosa no me daba confianza, los veia muy nerviosos y escrudiñadores del entorno. Pensé que si sacaba el rifle mas o menos rápido y ademas tendría que encender la linterna y jugármela a un disparo sobre la charca que estaba mas escorada y lejana del cebadero, que tenia memorizado durante el atardecer ( o eso pensaba yo pues luego decubrí que la charca estaba supercerca , al encender la linterna y el disparo era mas que fácil). El caso es que decidí esperar a que entraran al cebadero y se relajasen comiendo para sacar el rifle, pues estaba viendo que me iba a costar sacarlo sin rozar nada. Espero y espero , ellos cada vez mas inquietos, y nada cuando se bañaron todos se fueron sin mas por donde habían venido, en un santiamen, sin dar tiempo a nada, sin correr pero a la marcha.
Me quedé con dos palmos de narices y con una sensación de ridículo hecha que aun me dura. Cierto es que disfruté contemplándolos y es como si me hubiese quedado hipnotizado al verlos , pq aun sigo dándoles vueltas y no entiendo porque no se me ocurrió sacar el rifle y disparar.
En fin sigo lamentándome y seguiré por mucho tiempo.
Un saludo, esto de las esperas es solo para los que entendemos los avatares de dicha forma de caza, pq cuando se lo cuento a la gente , solo les salen sinónimos de pirados, locos etc.
Aqui podeis ver una foto del cebadero realizada a diez metros en otro momento que visité dicho cebadero, esa noche me aposté en otro sitio. La manada entra por la parte posterior de la charca y se dispuso en semicirculo alredeor de ella, sin cruzar nunca hasta los cebaderos de maiz. Yo con la caraja nocturna pensé que estaba mas lejos y que era mas dificil el disparo, pues tenia que iluminar con la linterna y disparar al bulto. Así que decidí esperar a que entraran a comer y me di de bruces contra el suelo y la realidad.
