Cinco tiros escribió:Yo le he preguntado a mi esposa...""Que has sacado en claro de lo has visto..??? ...
"" que es un deporte para ricos,, que es muy fácil hacerse con un arma,, que hay armas rusas de querra,,y que el tiro al blanco lo practican poca gente""
Es difícil, muy difícil, hacer un resumen tan bueno y con tanto sentido común como el que ha hecho tu mujer de lo visto.
El título del programa ("Jugar con fuego") no presagiaba ya de entrada nada bueno. Y es que ya se sabe: El niño inconsciente que juega con fuego acaba quemándose...
A partir de ahí, TVE nos ha servido un programa caótico en las formas, sin más edición que el hacer un resumen de las horas de grabación para no acabar de madrugada.
El despropósito llega a tal punto que, tras la entrevista a Jesús Madriñán, aparece un señor con cara de bueno tocando una guitarra y rodeado de niños...

¿Será una guitarra-lanza cohetes como la que aparece en el Mariachi 2?, me pregunté. Pues no. Resulta que al interfecto, de Zaragoza, le han vendido un piso en una urbanización a medio hacer donde Cristo perdió la alpargata y, claro, denuncia dolido la situación.
Con todo, no hay libro malo que no tenga algo bueno. Se ha tratado de un cajón de sastre, de un totum revolutum donde cabía todo... Hasta un presentador simpático y menos artificial que otros, a pesar de ese "uff" suyo más pusilánime que un martillo de mazapán.
El contenido ha sido harina de otro costal. El programa no ha necesitado hacer sangre con los propietarios de armas. Ha eludido hacer juicios de valor. ¿Para qué? No los ha necesitado. Ya se ha encargado un supuesto vigilante privado de seguridad, auténtica carne de presidio, de mostrar a la cámara un arsenal de armas prohibidas y/o sin licencia. Lo de siempre, vamos.
Veremos qué hace ahora el juez, el Ministerio Fiscal y la propia Guardia Civil en torno a ese señor. Probablemente nada. Y no por el supuesto "secreto profesional" del periodista, sino porque aquí llueve sobre mojado. Qué se puede esperar de un país donde han aparecido grafiteros presumiendo en un periódico de haber arruinado fachadas enteras de catedrales con más impunidad que un serbio violando a bosnias durante la guerra de Los Balcanes. Y así nos va.
Pero más allá del retrasado mental de los puños americanos y las pistolas de matute, tenemos una vez más al enemigo en casa. Al típico tonto útil que por un minuto de gloria en la caja tonta aparece diciendo, con aire de catedrático de la luna llena, que lo más fácil del mundo es convertir una detonadora en pistola de fuego real. Que haga la prueba y nos lo cuente cuando le explote el invento en plena cara.
Por lo demás, se hace un repaso por la caza y el dinero que generan los matarifes adinerados entre comida y merienda, las prácticas de tiro policial, las mafias rusas, la fabricación de escopetas, los grabados caros y el banco de pruebas de Eibar para concluir con Madriñán, de lejos el más atinado de todo el invento.
El presidente de Anarma capea la pregunta tendenciosa sobre la NRA americana, se centra en algunos de los postulados de Anarma (la mayor parte de su intervención ha sido mutilada) y recalca que esto no es jauja. Que aquí hace falta un test psicotécnico, pasar un examen, limpieza de antecedentes penales, cajas fuertes homologadas, lograr un permiso y... seriedad.
Y es que esto no es como comprarse una bicicleta para hacer el tour de la cuesta abajo. Por mucho que el encapuchado de las herramientas ilegales nos diga que "cualquiera" puede comprarse una a la vuelta de la esquina para asueto y regocijo de la liga antiarmas, a la que ya le estará goteando el colmillo una vez más. Si es que no aprendemos.
El tiro deportivo pasa de puntillas pero, por lo menos, se ve una galería. Menos es nada. En definitiva y resumiendo: No se han cebado y han hecho incluso un programa aparentemente aséptico. Y es que cuando se tiene a un friki como el de los puños americanos y los gases lacrimógenos en bote grande, a ningún programa le hace falta pontificar de manera explícita en contra de algo, trabajar demasiado con una edición que vaya más allá de recortar metraje, presentar guiones elaborados o tener documentación previa. ¿Qué esperábamos?
P.D. Los buenos de la película acaban siendo los nacionales. Dicen las malas lenguas que cualquier tirador deportivo de primera categoría pega en un año más tiros que ellos en media vida pero, viendo sus prácticas, hasta parecen expertos. Casi tanto como los escoltas privados. Si ya lo dijo un cineasta italiano: "Yo hago cine, no realidad, porque para describir las miserias de la vida ya está Victorio de Sica, y eso antes de hacerse millonario". O el gran Mario Monicelli, el de "Los olvidados de siempre".
Saludos cordiales.