gumersindo escribió:...A quien se le ocurre meterse en un coche lleno de gente con el arma cargada y a punto de hacer fuego, a mí desde luego no.
Claro, ni a mí, ni a ninguno de los que hemos participado aquí, al parecer. El problema es que con eso no basta y, por desgracia, el ejemplo es muy reciente.
Entonces, si no estás de acuerdo con limitaciones, sanciones, obligaciones o prohibiciones, ¿qué te parece que se podría hacer?.
Insisto en que no es suficiente con que tú, o yo, o setecientosmil cazadores seamos muy escrupulosos, mientras cualquiera pueda ir a una armería, comprar un rifle, pagar un puesto y liarse a tiros sin ningún entrenamiento previo.
¿No estás de acuerdo con que para conducir un coche haya que pasar unas pruebas teórico-prácticas, digamos, serias? ¿O que si te pillan a 200 o circulando en sentido contrario o con un par o tres de carajillos te metan un paquete de órdago? Yo sí, y creo que con las armas habría que ser, al menos, igual de exigente.
Las normas no necesariamente atentan contra nuestra libertad. Que en el puesto de al lado haya un tío que me puede volar la cabeza porque no sabe lo que hace, no es libertad, es un sindiós o un cachondeo, o como quiera llamarse.
En lo del ansia por disparar estoy muy de acuerdo contigo, pero el ansia se controla con adiestramiento y, en su defecto, se castiga. Es como fijar la muestra de un perro. Sin entrenamiento, el perro se avalanza sobre la caza sin pensar hasta que, a base de entrenamiento y mano firme, aprende a controlarse, y es entonces y sólo entonces cuando está listo para salir al campo a cazar
Un saludo