Preámbulo -necesario-
al apartado boinasPor Real Orden Circular de 10 de octubre del año 1.908 fue oficialmente reglado como emblema a añadir a los tocados de cabeza de las unidades del Arma de Caballería, un distintivo metálico, confeccionado en latón plateado (recuérdese…plata es el metal del Arma de Caballería, como el oro lo es al Arma de Infantería) consistente en dos lanzas cruzadas, las cuales estaban –de forma preceptiva- timbradas de real, mediante una corona, igualmente plateada, colocada en la parte superior aunque, dispuesta de forma independiente, quiérase decir, que no formaba una sola pieza con las anteriores.

Esta corona presentaba una curiosa peculiaridad de fabricación , y es que, al igual que las lanzas, era hueca, de tal forma que, con el paso del tiempo, se adoptó la costumbre de colocar por su reverso un pequeño retal de color rojo, a modo de “relleno”, de tal forma que vista de frente, la corona terminaba por presentar cierto realce, al dejar entrever en la misma el mencionado retal de tejido. El emblema pasaría ulteriormente a ser conocido como “de tipo Alfonsino”.
Como no pudo ser de otra forma, el entonces Regimiento Caballería “Lusitania”, perteneciente por aquellas fechas al Instituto de Cazadores, rápidamente adoptó e hizo suyo el nuevo emblema pero, ”personalizándolo” bajo la característica impronta de sobreponer en la intersección de las lanzas el emblema del propio Regimiento, esto es, la famosa calavera sobre dos tibias cruzadas, concedida por el Rey Felipe V (he localizado el historial, lo he leído y repasado….
efectivamente, se indica ser TIBIAS,
no fémures),siendo este emblema (la calavera sobre lanzas….en adelante “Timoteo”. para seguir ésa maniática costumbre tan
“a la española” de motear todo aquello que sea susceptible de ser moteado) oficialmente reglado pocos días después del anterior, es decir, el 7 de noviembre del mismo año por Real Orden Circular del día antes indicado.

Estos emblemas –muchos de ellos-, olvidados en ajadas cajas de cartón, perdidas en no se sabe realmente qué dependencia de viejos recintos, donde se encontraban acuarteladas tropas montadas , llegarían milagrosamente a sobreponerse al inexorable paso del tiempo y las innumerables vicisitudes históricas por las que ha atravesado nuestro país…la desaparición de la monarquía que los creo y regló, el gobierno del General Primo de Rivera, la II República…¡¡hasta la Guerra Civil!!.
Sobrevivieron (como a otras muchas cosas y efectos antiguos) en cuarteles, así como en las denominadas tiendas de efectos militares, pequeños establecimientos cuya presencia en cualquier ciudad española donde hubiera (o hubiése) presencia militar,por "testimonial" que fuera (o fuese) era tan habitual como las mismas fuentes públicas, siendo hoy un comercio en vías de inevitable desaparición, al menos, tal y como los hemos conocido siempre tradicionalmente hasta hoy. Se sabía de la existencia de este tipo de emblemas pero...¿para colocar dónde y cómo?, habiendo resultado posible encontrar hasta hace relativamente pocas fechas, en principio las lanzas aunque, con paciencia y mucho insistir al dependiente, incluso hasta la corona.
Con este preámbulo -necesario por otra parte-,seguiremos con las boinas....
Cordiales saludos.
"Galiana"
