El 13 de marzo de 1986 la Unión Soviética lanzaba al espacio la nave Soyuz T-15. Su objetivo era convertirse en la primera misión tripulada enviada a la estación espacial MIR, pero también iba a ser el primer viaje espacial con una pistola a bordo: la TOZ TP-82.
El 13 de marzo de 1986 la Unión Soviética lanzaba al espacio la nave Soyuz T-15 desde el cosmódromo de Baikonur. El objetivo del lanzamiento era convertirse en la primera misión tripulada enviada a la estación espacial MIR, pero también se iba a convertir en el primer viaje en el que se embarcaba una pistola a bordo: la TOZ TP-82. Algunos lectores pensarán que su finalidad no era otra que la de repeler el ataque de algún extraterrestre hostil, pero en realidad la TP-82 sólo era parte del kit de supervivencia terrestre de los astronautas (NAZ-3).
Para conocer un poco más los antecedentes de esta pistola y las razones que originaron su inclusión en el equipo, nos tenemos que remontar a marzo de 1965, cuando la nave espacial soviética Vosjod 2, tripulada por Aleksey Leonov y Pável Beliayev, fue puesta en órbita con la misión de realizar el primer paseo espacial de la historia. Aunque la misión fue calificada como un éxito, no estuvo exenta de grandes dificultades que bien pudieron significar la muerte de los dos astronautas soviéticos. Siendo el desarrollo completo de la misión sumamente interesante, lo que nos atañe en este artículo tuvo lugar a su regreso a la Tierra.
Un problema en los cohetes retropropulsores, en el sensor de orientación solar y en el módulo de servicio, hizo que la Vosjod 2 se desviara de la trayectoria de reentrada planificada. La nave aterrizó en la zona de los Urales, a cientos de kilómetros de cualquier parte habitada por seres humanos, y lejos de los equipos de rescate. Durante 48 horas nuestros protagonistas tuvieron que sobrevivir aislados y rodeados por una manada de lobos hambrientos que les acechaban. Resulta chocante que después de todas las dificultades inherentes a un vuelo espacial, Leonov y Beliayev estuvieran a punto de sucumbir devorados por los lobos. Años después, Aleksey Leonov visitó la fábrica en la que se empezó a fabricar la TP-82. Quizás sus vivencias en la misión Vosjod 2, fueron de utilidad a la hora de perfilar esta excepcional arma como parte del equipo de supervivencia.
La TOZ TP-82, diseñada en la Fábrica de Armas de Tula por el ingeniero soviético Vladimir Alexandrovich Paramonov en 1982, era un arma de tres cañones a la que se le podía acoplar un culatín que hacía las veces de funda de transporte. Su tamaño contenido y su versatilidad la convertían un arma idónea para acompañar a las tripulaciones soviéticas al espacio. Esta pistola estaba pensada para disparar cartuchos de escopeta, de rifle y bengalas señalizadoras. Los dos cañones superiores, de ánima lisa, estaban situados en paralelo, y podían disparar cartuchos del calibre 12.5mm, mientras que el inferior, de ánima rayada, disparaba cartuchos del calibre 5.45x39mm. El proceso de recarga y extracción era manual, basculando los tres cañones hacia adelante para introducir y sacar los cartuchos de las recámaras. El alcance efectivo para los cartuchos de fusil era de 200 metros, lo suficiente para abatir presas medianas, y para la escopeta se estimaba en 150 metros. Las municiones se guardaban en un cinturón de tela y podían contener 20 cartuchos de escopeta, 20 de rifle y 10 bengalas de color rojo. La culata albergaba un machete de supervivencia. Con el culatín acoplado la longitud de la pistola era de 670 mm y su peso total de 2,4 kg.
La TP-82 fue evaluada en diferentes escenarios climáticos y en las más duras condiciones antes de entrar en servicio. Los resultados obtenidos fueron satisfactorios, teniendo en cuenta el uso al que estaba destinada. A causa de las reducidas dimensiones de las cápsulas espaciales, el aprovechamiento del espacio era fundamental. La TP-82, diseñada bajo estas circunstancias, era colocada en un recipiente metálico que iba ubicado entre dos de los tres asientos destinados a la tripulación. Era costumbre que al final de cada misión, el comandante de la misma fuera obsequiado con la pistola. La TOZ TP-82 está actualmente en desuso por una sencilla razón. La munición que emplea ya no se fabrica y la que se conservaba en stock se ha vuelto inestable para los viajes espaciales. En el año 2007, las autoridades rusas decidieron no emplear más la TP-82 ante el riesgo que suponía embarcar un arma cuya munición no ofrecía garantías de seguridad. En la actualidad se emplea una pistola semiautomática, que posiblemente sea la Makarov PM.
La presencia de la TP-82 en las naves Soyuz desencadenó una fuerte polémica desde su inclusión en las misiones al espacio. Teniendo en cuenta que las naves Soyuz se acoplan a la Estación Espacial Internacional (ISS), podemos entender las declaraciones de James Oberg, ex ingeniero de la NASA y periodista especializado en temas espaciales, el cual afirmaba que “las personas que se encuentran en el espacio tienden a experimentar fuertes tensiones psicológicas y cuando explotan, sus compañeros temen que pueda ocurrir una desgracia”. En ningún caso se podía y se puede en la actualidad, descartar la posibilidad de que ocurra un grave altercado entre los rusos y estadounidenses que viven largos períodos de tiempo en la ISS. Quizás por eso la NASA, dentro de su política de “no armas de fuego a bordo”, sólo ha permitido desde el programa Mercury un cuchillo o machete como única arma en el equipo de emergencia de los astronautas.
En el curso de supervivencia que se organizaba antes de 2007 en Rusia para los cosmonautas que tenían que viajar a la ISS, y que formaba parte del programa de entrenamiento obligatorio, los participantes tenían la oportunidad entre otras actividades de disparar con la TP-82. El curso, que duraba nueve días, incluía una sesión de dos jornadas en las que los comosnautas tenían que sobrevivir en el bosque. Era entonces cuando los participantes eran adiestrados en el uso de esta pistola. El astronauta de la NASA Dave Wolf comentó después de los entrenamientos que la TP-82 era una pistola bien equilibrada, de alta precisión y fácil de usar. Otro astronauta estadounidense, James Voss, recuerda que durante el entrenamiento de supervivencia que realizaron cerca del Mar Negro, lanzaban botellas vacías a 20 o 30 metros para entrenar la puntería con la TP-82. Para él, resultó bastante fácil alcanzar el blanco con los cartuchos de escopeta y no mucho más con los de fusil.
Fuera o no fuera fácil disparar con ella, la TOZ TP-82 tuvo el honor de convertirse en la primera arma de fuego ideada para viajar al espacio, y por lo tanto merece su lugar en el elenco de armas que marcaron un hito en el pasado siglo XX.