Básicamente, es el modelo 22 es prácticamente el mismo que el 23DA, del cual hereda gran porcentaje de su diseño y mecánica. Para no reiterar sus detalles, sólo nombrare las diferencias exteriores y aspectos mecánicos del arma. En este sentido, un detalle estético diferencial de la corredera es la ausencia del rebaje cerca de la punta. En esta ocasión, con el objetivo de acoplarse a las nuevas tendencias y reducir los costes acelerando la producción sin mermar la calidad, el chasis está fabricado en aleación ligera de tipo aeroespacial maquinado de manera excelente (es el mismo que usan muchos de los fabricantes actuales de armas cortas y largas). Este hecho propició que el peso del arma bajara de los 700 gramos de la 23, por ejemplo, a los 535 gramos de la actual Thunder 22.
El retén de la corredera de mando exterior tiene unas líneas similares a las del resto de series de calibres más grandes. Esta palanca y el botón retén del cargador no son ambidiestros. Al igual que el modelo 23DA, la BERSA 22 tiene la palanca de desamartillado bloqueando la aguja percutora e interponiendo su eje al martillo en su caída. También cuenta con seguro del cargador, para cuyo funcionamiento el muelle debe estar ejerciendo una presión constante sobre el seguro. Cuando se libera el cargador, éste sale empujado con fuerza hacia el exterior de la empuñadura, ayudando a su extracción.
Una buena característica, que no muchas armas de fuego anular poseen, es que el percutor, aún liberando el martillo sin cartucho en recámara, no llega a estropear el borde de la recámara, como pasa en otras pistolas del .22 (aunque, lógicamente, no se recomienda abusar de esta práctica). El cañón de seis estrías de paso derecho está fuertemente ajustado por un pasador al chasis de aleación. Estos modelos se ofrecen con cachas de plástico negro de alto impacto, segrinadas con el logo de la marca, y con los mimos aparatos de puntería que el modelo 23DA. Por último, las más actuales opciones de acabado son pavonado, niquelado y dos tonos.
Firestorm
Analizando las pistolas BERSA importadas observé que hay modelos que son diferentes en el diseño exterior pero no mecánico de las comercializadas en Argentina. Estas pistolas muestran otro tipo de diseño de cachas, incluso de goma, arco de guardamonte redondeado y en la 380 hasta con nuevo estilo de martillo, cachas, palancas, botón retén del cargador, aparatos de puntería fijos fresados en la misma corredera y muchos posibles resaltes del arma rebajados. Todo ello bajo la marca comercial Firestorm.
Aunque siempre figura su origen argentino, parece que en Estados Unidos solicitan estos modelos con diseños a criterio del importador y cambio de denominación de un modelo o algo así. Lo que es habitual en todas las armas BERSA actuales de hace un tiempo es la llave de seguridad que bloquea el uso y desarme de las pistolas, dejándolas inútiles en la mano de personas no autorizadas.
BERSA Thunder 22: comentarios y prueba de fuego
La avaluada es una pistola de las primeras Thunder sin las rayas verticales en frente y dorso de la empuñadura, que con sus 90mm de cañón agrupa muy bien de los 25 hasta los 50 metros inclusive. La Thunder 22 no tiene nada que envidiar a la 22-6 que probé conjuntamente. Para un buen ciclo operativo del arma recomiendo el empleo de cartuchos de alta velocidad. Respecto a sus cargadores, los de diez cartuchos no son de los que hay que tenerlos con ocho o nueve como pasa con otros en los que, con el paso de los años, con la carga completa la calidad del cuerpo del cargador y su muelle demuestran deformaciones o fatiga. Los cargadores de la Thunder 22 son fácilmente desarmables por su base para la limpieza.
La presentación del los cartuchos a la recámara es precisa y los cartuchos son llevados a la rampa de alimentación de forma correcta. Esto hace que aunque se usen puntas sólidas o huecas, la alimentación siempre sea buena. Ni el extractor, el expulsor, ni la aguja percutora me dieron ningún tipo de problema. Sólo dos muelles de retorno de la cola de disparo se me cortaron y fueron sustituidos sin cargo por la propia BERSA. Una palanca de desamartillado me fue reemplazada en fábrica (nueva no bajaba bien la pieza que desmonta el martillo), el chasis de aleación siempre fue mantenido limpio y aceitado aunque demuestra más desgaste que una vieja 23, a pesar de sus muchos años de buen uso.
Mi pistola se transporta cómodamente, funcionando a pleno rendimiento con cartuchos Remington, Thunder Bolt y Ciclone. Tampoco demostró problemas con los CCI Stinger, aunque sí un golpe más violento de la corredera. En este sentido, creo que no está justificado fatigar un arma corta con estos cartuchos porque no se obtendrán los resultados de velocidad esperados. El expulsor está en su punto justo, eyectando las vainas usadas enérgicamente. El disparador tiene un escape muy suave en simple acción, mientras que la doble no es para nada dura de accionar, lo que permite efectuar disparos precisos debido a que no está afectada de durezas y arrastres cuando se presiona la cola de disparo. Con cartuchos de baja velocidad en ocasiones no recupera bien, lo que no es un defecto del arma, sino que simplemente no es un cartucho ideal para la misma.
A continuación, procederemos a limpiar la zona de asiento del cartucho en la corredera y las guías de la misma junto al chasis de aleación. También limpiaremos la rampa de alimentación, pasando una baqueta con cuerpo de bronce o aluminio y un cepillo de cobre para limpiar el interior del cañón. Es necesario introducir la baqueta desde la zona de la recámara y luego pasar un trapo limpio y no aceitar el interior del tubo. Por el contrario, sí es conveniente lubricar ligeramente las guías de enlace. El cargador es desarmable por su base deslizante. Una vez libre de la misma hay que hacer coincidir el botón de ayuda de carga cerca de la parte inferior del cuerpo del cargador para extraer el elevador de chapa estampada y pasar un cepillo adecuado. Por ultimo, hay que repasar el exterior del arma con un trapo aceitado primero y luego con un trapo limpio. Así se mantendrá operativa el arma para su buen funcionamiento y conservación.
También resulta bastante curiosa la serie 95 del calibre .380 ACP, por ser una versión con arco de guardamonte redondeado para el extranjero. Y todo sin olvidar las armas largas que BERSA produjo en su primera época: carabinas del calibre .22LR y escopetas plegables de diversos calibres (36, 32, 28, 24, 20 y 16). El tiempo dirá cuál será el siguiente paso de la actual serie Thunder.
En definitiva, la Thunder .22LR se presenta como un arma idónea para iniciarse o terminar en el tiro informal. Sencilla, económica, precisa, muy conocida en el mercado extranjero y de gran reputación. Un trueno argentino que se escucha en todo el mundo.
Un escritor estadounidense simplificó: es una de esas pocas pequeñas grandes armas que pueden cumplir varios cometidos…