El arma viene dentro de un funcional maletín de Walther en el que hay espacio para la baqueta, una caja de cartuchos, y alguna herramienta de pequeño tamaño. Junto con el arma viene un sencillo manual en castellano y un solo cargador. Según parece, adquirir otro adicional cuesta unos 18 euros, lo cual no es demasiado caro.
Las cachas anatómicas que trae de serie la Baikal se acoplan rápidamente a la mano del tirador, siendo regulables en altura por medio de unos tornillos. Las cachas son de madera, lo que permite trabajar muy bien sobre ellas en caso de querer mejorar su adaptación al tirador, si bien quienes las hemos probado no hemos considerado necesario ningún retoque. Por otra parte, desde el principio se aprecia que el arma está bien compensada, con su centro de gravedad cercano a la empuñadura.
El cargador se introduce fácilmente en su alojamiento de la empuñadura, donde también se halla el botón para soltarlo una vez finalizada la serie. Aquí, al principio nos ha chocado un poco que al sacar el cargador nos lo impedían nuestros propios dedos, atrapados entre la empuñadura y el propio cargador. En cuanto le hemos encontrado el truco, el cargador sale perfectamente y sin molestias. Dicho truco consiste en presionar el botón de retenida del cargador con el dedo pulgar y extraerlo del alojamiento con el dedo índice a la vez, haciendo como una especie de pinza.
Respecto al armazón, es de suponer que está fabricado con el mejor acero ruso, y se presenta pavonado en negro. Ciertamente, no es ninguna obra de arte, pero es suficiente para el tipo de pistola que tenemos entre manos.
La corredera se encuentra situada en la zona media del arma, entre el armazón y el cañón. Se desplaza longitudinalmente hacia el cañón, como sucede en muchas pistolas de tiro, como por ejemplo la Hammerli 280. Se aprecia bastante holgura, aunque esto no afecta al conjunto del cañón, y se acciona fácilmente con los resaltes laterales, los cuales están tallados para evitar deslizamientos no deseados. En cuanto al cañón, éste es fijo y como ya he dicho anteriormente será del mejor metal ruso. Por tanto poco más se puede decir, salvo que proporciona una buena precisión en el tiro.
La Baikal dispone de un seguro de empuñadura consistente en un resalte en la parte alta de ésta. Según las instrucciones, se puede anular accionando un tornillo. Lo hemos intentado y no hemos podido, pero como he dicho no somos especialistas. Para más datos sobre este tema aconsejamos consultar al armero. El otro sistema de seguridad es visual, y muy efectivo por cierto. Consta de una placa con un punto rojo situada delante del alza y que se presenta al accionar la corredera.
Como toda pistola, la Baikal IZH 35 dispone de alza y punto de mira. El alza es regulable en deriva y altura, mientras que el punto de mira no lo hemos probado, pero dispone de un tornillo que da a entender que es regulable en altura. Más que suficiente para un arma de competición.
Por su parte, el disparador viene de fábrica con un peso de unos 2 kilos. En la parte superior de la corredera, un poco por delante de la ventana de expulsión, hay un tornillo que regula la fuerza del disparador. Rápidamente nos hemos hecho con él y con un kilo de presión el arma va perfecta para tirar en Standard.
Prueba de disparo
Hemos probado el arma tal cual ha llegado a nuestras manos. Los probadores hemos sido un tirador medio-avanzado con una puntuación habitual en Standard de unos 510-525 puntos, y otro novel que apenas ha realizado algunos disparos con una TS-22.
En el caso del tirador novel, ha realizado una agrupación más que aceptable de cuatro impactos, perdiendo el restante unos centímetros a la izquierda.
Conclusión
La Baikal IZH 35 es un arma que podríamos denominar con un acabado “tosco", como viene siendo habitual en productos de la extinta Unión Sovietica, pero el resultado general ha sido bueno. Con un precio de 450 euros, consideramos que es un arma superior a las habituales y más que machacadas TS-22 o similares. No sólo permite aprender y entrenar, sino que puede servir para competir a un nivel medio, facilitando mucho la labor a tiradores con poca experiencia. Si tenemos en cuenta que uno de sus equivalentes como la X-esse cuesta más de 600 euros y la CZ del .22 cuesta unos 130 euros menos pero sin cachas anatómicas, la Baikal IZH 35 es una buena opción a tener en cuenta. Además, estoy seguro de que durará toda la vida.