Llevo cuarenta años entre armas, sobre todo en precisión, y hace unos años que también le doy al plato. Lo primero que me enseñaron en relación con las armas es que la seguridad es fundamental, y la experiencia me ha hecho reconocer muchas actitudes y comportamientos que, en mayor o menor plazo, conducen a la pérdida de la misma.
Hace meses que asisto a un campo en que, con frecuencia, comparto escuadra con algunos tiradores que no saben estar en un "planchet". Vocean unos a otros, acompañan sus aciertos con exclamaciones que no vienen a cuento, se molestan entre ellos mientras apuntan, y todo lo excusan con el pretexto de que "van a divertirse, no a una olimpiada".
No quiero describirlos como gamberros con escopeta (algunos de ellos son buenos tiradores), pero a los demás nos hacen sentirnos muy incómodos, aunque por aquello de la amistad mal entendida, nadie quiere "cantar la gallina". Quizás por ser el recién llegado me ha tocado dirigirles varias indirectas que han sido desoídas. Hoy ya he reventado y me he retirado de la cancha, advirtiendo que no volveré a tirar si ellos están en la escuadra. Evidentemente eso ha traído discusión generalizada entre unos y otros, de la que me siento responsable.
¡Joder! ¿Tan difícil es comprender que con armas hay que mantener SIEMPRE unos hábitos de seguridad?
Bueno, total, que me siento fatal y buscaré otro campo de tiro por las inmediaciones... y disculpar el rollo

