Mensajepor ElCaboPistolo » 01 Ago 2011 10:50
De mis 30 años de mis dos profesiones (una es Abogado -con declaración de compatibilidad para el Dcho. Privado-), la otra politranca judicial)en una cosa puedo concluir:
En el peor de los casos, si alguien tiene que llevarme flores, prefiero que sea a la cárcel que a la tumba.
Por otra parte, si hacemos desaparecer (cosa nada fácil) las pruebas, evitaremos cualquier complicación.
Por otra, distinguir y conocer claramente nuestro Dcho. Penal y la Jurisprudencia ("mayor o propia" y "menor") respecto de la figura conocida como "legítima defensa".
Nuestro problema jurídico es, entre otros, la estrechez de interpretación o interpretación sumamente restringida de la eximente. Por desgracia, entre nuestras sentencias del T.S. no suele (al menos no las he conocido) considerarse, respeto por ejem. a la "proporcionalidad del medio utilizado para impedirla o repelerla (la agresión ilegígima), que si el homicida o asesino que nos ataca utiliza un cuchillo, QUIEN DESENCADENA LA SITUACIÓN EXTREMA ES ÉL y, además, nosotros no somos ni navajeros ni diestros en el uso de cuchillos, por lo que suponiendo encontrásemos un cuchillo ("por favor, para un momento de darme puñaladas porque tengo una pistola pero necesito un cuchillo") nos va a zurzir con él antes que nosotros podamos hacerle un rasguño. Y, repito, NO SOMOS NOSOTROS QUIENES HEMOS DESENCADENADO LA SITUACIÓN, ni hemos ido a su casa para entablar con él un duelo a cuchillo u otra arma; sino que hemos sido sorprendidos (casi siempre buscan un medio alevoso que impida, dificulte nuestra defensa o, en dicción de nuestras sentencias nos ataca "súbita e inopinadamente") con intención de herirnos o matarnos ("animus necandi" o "animus accipendi", dependiendo de lo bruto y salvaje del personaje agresor).
En suma: NUESTROS TRIBUNALES DEBERÍAN DAR GRAN RELEVANCIA AL HECHO DE QUIÉN HA SIDO QUIEN HA DESENCADENADO LA SITUACIÓN DE NECESIDAD DE DEFENSA y, a partir de ahí, valorar en muchísima mayor medida la atenuante como muy cualificada o, desde luego, eximente pura y dura. El malo al hoyo y el vivo al bollo. Y chimpun.
¡¡¡Santiago y cierra, España!!!