En el ámbito de los vehículos blindados, nos encontramos con una situación compleja, ya que por un lado, desde el concepto estratégico se busca la utilización de materiales ligeros para facilitar la capacidad de proyección aerotransportable y por el lado de la seguridad se buscan vehículos mejor protegidos y por tanto mas pesados y menos proyectables por vía aérea.



En los vehículos blindados de cadenas, que se utilizan para transporte de personas y de combate de Infantería, existe una clara tendencia a un mayor blindaje y peso, observándose en la evolución de los distintos tipos de vehículos. Un aumento de peso en las ultimas versiones, el Bradley americano de 22 a 30 toneladas, el Warrior británico de 24 a 30 toneladas y el VCI Puma alemán de 31,5 a 43 toneladas.
En los vehículos blindados de ruedas también se ha producido el aumento de peso para mejorar la protección del personal transportado, así tenemos que el VAB francés ha pasado a 15 toneladas, el BMR-600 español también a 15 toneladas, y el Boxer alemán a 25 toneladas.
La tendencia actual se esta fijando en lograr la protección de ambos tipos de vehículos para resistir el impacto de proyectiles de hasta 14,5 milímetros y también a las cargas huecas, por medio de blindajes espaciados o reactivos, siendo por tanto el aumento de peso inevitable.