yulbriner escribió:De todos vuestros comentarios, concluyo que los fusiles militares de francotirador en la Iª y IIª Guerras Mundiales, básicamente son unidades escogidas de entre las de producción normal por su exactitud en el montaje y otros factores que convierten a dichas unidades en armas de más precisión intrínseca. No se trata de una sección aparte de la fábrica en la que se hace un material específico; algo así como un taller de preparación.
Me parece muy esclarecedor el comentario acerca de lo que se esperaba generalmente de un francotirador de aquella época: tocar dentro de una figura humana a 200-300 metros. Desde nuestra perspectiva actual, eso lo hace una gran mayoría de fusiles de fabricación moderna.
Por mi parte queda un poco desmitificada la "increíble" precisión pero comprendo que el valor sentimental o histórico sí tenga un precio y haya que pagarlo para meter en el armero una de estas piezas.
Gracias por la lección.
Un saludo.
Esto que comentas es impreciso. Una cosa es que los rifles de francotirador empezasen así y otra muy distinta que no se fabricasen aparte, ya en la 2ª Guerra Mundial, a partir de un momento dado. Como comenté, en 1935 Alemania hace su primer contrato militar de rifles de francotirador, esto ya provoca que se fabriquen en arsenales conocidos por su mejor calidad y en líneas de producción diferenciadas, aunque posiblemente no sea comparable con lo actual. Se escogía lo mejor de la producción y claro que se llevaba a una sección aparte.
Por otro lado, que el tiro medio realizado anduviese por los 200 / 300 metros, no quiere decir que las unidades de francotiradores no se entrenasen y estuviesen preparados, tanto los "indios" como sus fusiles, para hacer blanco a mayores distancias. Creo que comenté que sus visores venían graduados hasta los 1.000 metros, aunque los de más magnificación fuesen de 8x. Ese tiro medio venía dado más por las condiciones y usos de la contienda, que por la calidad y tecnología.
Añadamos a esto que se trataba de abatir al enemigo, inutilizarlo, no necesariamente matarlo, por lo que el blanco no se reducía a medio moa.
Y esa supuesta increíble precisión, claro que lo era, un fusil con óptica ajustada y graduada, en contraposición a los fusiles de serie de miras abiertas, un cañón escogido frente a los de serie, un tirador entrenado frente a la tropa y por último cartuchos específicamente cargados para ese cometido, en contra de los cartuchos de serie.
Pues claro que eran precisos. ¿o es que la precisión sólo se da a partir de los 500, 1.000 o más metros?
Es el problema de valorar lo antiguo, conforme a la tecnología actual, simplemente una imprecisión.
Saludos,