TomasTorquemada escribió:Paz y bien.
Este puede ser uno de los hilos mas extraños que se pueden encontrar, en el que un comprador, que no ha realizado la compra en el sub foro, cuenta sus problemas con un vendedor, que no ha vendido el arma en el sub foro, con el afán de denunciar las actitudes del vendedor.
En principio parecería una mera distracción del comprador, sería comprensible y humano vista su desesperación ante una compra fallida, que la denuncia pública de su verdad haya ido a caer en el sub foro equivocado. Pero esta apreciación se desvanece en tanto a la repercusión mediática del mismo, cuantificable en visitas, de mayor influencia que otros sub foros. Luego, ¿que es lo que pretende el comprador?, denunciar sin duda unos hechos en un sub foro de máxima repercusión mediática, y ahí esta el quid de la cuestión, una denuncia en un foro de máxima repercusión mediática acarrea, y es de Perogrullo, una publicidad, un número determinado de intervenciones a favor o en contra, un número determinado de lecturas, y un crédito, o descrédito, tanto a los intervinientes, como a los afectados, o a terceras partes que no tienen la posibilidad de intervenir por desconocimiento de la existencia de esta plataforma para la publicidad de esta denuncia.
Establecida la denuncia del comprador en un foro público, y establecida la denuncia de lo acontecido con el vendedor, ¿que es lo que se pretende?, el foro en modo alguno puede intervenir y obligar a cumplir un dictamen, porque en primer lugar, ni tiene la autoridad ni la potestad, ni norma alguna le ampara jurídicamente. Podrán sus integrantes, eso si, tomar decisiones en su fuero interno, expresarlas en público, o en privado, y esas decisiones estarán encaminadas, básicamente, a dos aspectos, la solidaridad con el comprador, o con el vendedor, siendo la derivada lógica, la animadversión hacia la parte considerada como culpable. Luego, dentro del planteamiento lógico de esta denuncia, en un foro público, se pretenden dos aspectos, la solidaridad hacia el denunciante, el comprador, y la animadversión hacia el denunciado, el vendedor. Todo ello dentro, como ya quedado planteado, de un sub foro de máxima repercusión mediática. Y así ha sido, las repercusiones de solidaridad y rechazo, hacia el comprador y el vendedor no se han hecho esperar, y como era lógico, el crédito de uno ha generado el descrédito del otro. Posturas encontradas, confrontaciones, calificaciones y descalificaciones, como en todo foro se han sucedido. Unas con mayor fortuna, y otras con menor fortuna, por las formas utilizadas, y, con el descrédito moral de quienes las vertieron, no ya por los errores semánticos u ortográficos de los que se valieron, si no más bien por el fondo tan alejado de la educación y la cortesía, y que tampoco bien hacen a la convivencia de cualquier foro público.
Presentada la denuncia pública, las reacciones previsibles se materializan, la condena del vendedor, y su castigo, que no es otro que el de obviar su oferta y sus servicios. Condenado al ostracismo mercantil. Hundir su negocio, y su actividad. Condena terrible, sin posibilidad de recurso e inapelable. ¿O, no?.
El vendedor, la otra parte de la cuestión, utilizando el mismo medio que el comprador para denunciar, lo usa para la defensa de sus intereses. En su relato coincide, aumenta, y revisa la parte del comprador, se reconocen unos hechos, y se aportan otros, novedosos, porque en ésta extraña partida da pie a la entrada de otros jugadores, los responsables de la entrega del arma, y, los cuerpos de seguridad del estado.
El vendedor, en su relato, aporta datos valiosos como son la prueba fehaciente de la entrega del arma, de quien fue la última persona que la tuvo en sus manos, un repartidor de la empresa de mercancías, a quien curiosamente pocos prestan atención y que puede ser la pieza clave de esta denuncia pública es este sub foro, y, lo que es fundamental en cualquier proceso judicial, el vendedor aporta que es él denunciante de unos hechos. Es el vendedor el que denuncia ante los cuerpos de seguridad del estado unos hechos gravísimos, y es el propio comprador el que reconoce que su figura es la de testigo, que no la de denunciante, porque en modo alguno se es denunciante y testigo a la vez, o se es una figura, o se es la otra.
Luego establecido quien es el denunciante y el testigo del proceso que conduce a la desaparición de un arma, y, quien según la prueba documental recibe el arma, pues ambos, comprador y vendedor, coinciden en que es el repartidor el que firma por el producto enviado, luego, es él mejor que nadie, quien sabrá el paradero del arma. Y aquí es donde entra la empresa de transportes, la responsable del trabajador de reparto, la responsable de la mercancía a entregar, y, a quien tampoco nadie le presta excesiva atención. Lo cual es mas todavía curioso en este extraño proceso mediático.
El vendedor, en el momento de su defensa en este sub foro, aporta que ha recibido indicaciones de los cuerpos de seguridad del estado de no hacer nada hasta el final de la investigación. Detalle interesante. Un arma desaparecida. Una responsabilidad de reemplazar el arma no entregada al comprador. Y, con una posibilidad muy elevada de ser linchado mercantilmente en un foro más que real. Pero, aun con esto, sigue las indicaciones de los cuerpos de seguridad del estado, y siendo denunciante, que no testigo, ni investigado, aun con el riesgo de sufrir en sus carnes de una caída de las ventas, cumple lo que le indican. Claro, podría tacharse la recomendación de los cuerpos de seguridad del estado como aventurada, de crear un dolo económico al denunciante, el vendedor, de una forma imprudente. Pero, ¿quién puede llegar a imaginar que el comprador, testigo en los hechos, puede convertirse en denunciante en un foro público, cuando no ha sido denunciante de los hechos, que tanto comprador como vendedor coinciden, falsificación y usurpación de identidad?. Nadie, puede llegar a intuir o sospechar tal denuncia mediática, nadie puede llegar a intuir las consecuencias de tal denuncia mediática, ni el alto coste económico que va a sufrir el vendedor, un dolo económico que de cara a las ventas navideñas se adivina tremendo.
En esta denuncia mediática de los hechos, en este sub foro se han librado del escarnio, cuanto menos de forma curiosa y extraña, la figura del repartidor de mercancías, y la empresa a la que pertenece. Algunos que con saña atacan al comprador, muestran una caridad sorpresiva con el repartidor y la empresa de transportes. Uno, fue el que firmó la recepción de la mercancía, tal como relata el vendedor, la otra, la empresa, responsable de la mercancía y el trabajador, de momento no ha tomado cartas en el asunto. Pero eso no extraña a nadie, ni tampoco el detalle aportado por el vendedor, en el que los cuerpos de seguridad del estado le indican la responsabilidad del repartidor en la firma falsificada y sus circunstancias. No se aprecia el mismo trato para ellos, como el que esta recibiendo el vendedor, no. No es previsible que en el balance de resultados de la campaña navideña sufran descalabro alguno, no. Curiosa la impunidad de los responsables de la entrega.
Se ha señalado en esta denuncia mediática el ajuste de cuentas aparente que se desprende de la misma. Puede ser. El camino correcto para formular un agravio es la vía judicial. El comprador debería de haber cogido ese camino, y no lo ha hecho. El comprador ha preferido utilizar la vía extra judicial de la denuncia mediática. Un camino que va a acarrear al vendedor unas posibles y cuantificables perdidas económicas a priori. El vendedor ha seguido el camino de la denuncia ante las autoridades correspondientes. A pesar de tener la espadas de Damocles sobre su actividad económica, y se defiende en última instancia en este sub foro.
¿Debió de reponer el arma no entregada el vendedor?, si.
¿Debió de emprender esta vía mediática el comprador?, no.
Uno, el comprador, de momento no tiene el artículo comprado.
Otro, el vendedor, va a tener que afrontar un daño económico más que previsible.
Otro, el repartidor, lo que la justicia, y la empresa, digan, él sabrá donde está el arma y porqué.
Otra, la empresa de transporte, seguirán tan felices, en tan felices fiestas.
Una denuncia mediática, en un sub foro de alta visibilidad, que no es el más indicado porque ni se ofertó el arma en el mismo, ni se compró en el mismo, lleva de momento como consecuencias, la denuncia de unos hechos, y el daño a un negocio.
¿Es justa esta situación?. Eso quedará en el fuero interno de cada lector de este hilo. De momento lo que hay son, malos modos, víctimas, culpables, y gente que se irá de rositas. Es mas sencillo confiar en la Justicia, seguir sus protocolos, aseosrarse por sus oficiales, y, que su Señoría decida. El resto es un linchamiento.
Paz y Bien.
Tomás Torquemada.
Esta muy bien como primer post, no has pasado ni por presentaciones.....
(Por supuesto no lo he leido, demasiado extenso para mi)
No metamos mas mierda.
Zuloski tienes todo mi apoyo y espero que este tema se solucione rapido.