Curiosidades Militares

La historia se escribe con fuego: todo sobre operaciones militares, tácticas, estrategias y otras curiosidades
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Re: Curiosidades Militares

Mensajepor Brasilla » 14 Mar 2018 20:38

La revuelta Irmandiña (1467-69)


Para el profesor Carlos Barros, la revuelta Irmandiña se trata de una revuelta social paradigmática para poder entender el tránsito a la modernidad de nuestra patria. La sociedad se libera de la vieja clase feudal, y, en el caso de Galicia, surge desde abajo, pasando a la modernidad en el 1467, con la destrucción de las fortalezas.

Se da por sus propios medios, un mínimo de violencia social, espontánea pero consciente, y un fuerte protagonismo social. Los Reyes Católicos llegan en los años 80 y consolidan su poder sobre los señores. El trabajo duro ya estaba hecho. Aquí, tenía como problema para el poder la nobleza levantisca, derrotada por los Irmandiños, pero que intentaban de nuevo restaurar el orden social existente antes de la revuelta. A los restantes nobles les conceden el exilio dorado.

La fuente directa es el “Pleito Tabera- Fonseca”, concordia entre el arzobispo de Compostela Alonso III de Fonseca, y su sucesor en el cargo Juan Tabera. Esta es una fuente documental para la comprensión fundamental del patrimonio del arzobispado en los siglos XV y XVI y los hechos relacionados con las guerras Irmandiñas, consta de 204 declaraciones verbales de protagonistas y descendientes. Es la propia voz de la revuelta.

El origen de la revuelta está en el aumento de la presión por parte de los señores sobre sus vasallos. Aquí, los malos usos significan recurrir al secuestro, al robo, a la violencia pura y dura. En 1465, las ciudades de Galicia piden Hermandades al rey Enrique IV, que, a comienzos de 1467, concede la extensión de la Hermandad de Castilla y León, con el fin de mantener el orden público. Guardar esa orden, para ellos, era destruir las fortalezas y expulsar a los señores —malhechores—. Esta tardanza se puede deber al miedo, transmitido por la alta nobleza, a que esas Hermandades fuesen movimientos de revuelta. Aquí, las alianzas entre campesinos, burgueses y nobles se dieron en el marco de la Hermandad. También participó la Iglesia, sobre todo, cabildos catedralicios, clérigos y el capitular, así como la baja y media nobleza y agraviados, caso de Alonso de Lanzós. El rey Enrique IV también apoyó este movimiento. Ruy Vázquez, clérigo irmandiño escribe en la “Crónica de Santa María de Iria” que “los señores quedaron desnudos como vinieron al mundo, sin tierras y sin vasallos”.

En dos meses, entre que viene un corregidor de Enrique IV a Compostela a la Iglesia de Santa Susana y la destrucción de fortalezas, viene a confirmar la teoría de la nobleza, sobre todo de don Pedro Álvarez Osorio, conde de Lemos. También, don Pedro Pardo de Cela le dijo al conde de Lemos que “ynchiese los carballos con sus vasallos,” aunque el conde de Lemos habría de vivir de esos “carballos”. La existencia de las Hermandades daría lugar a un movimiento señorial. Fue una especie de comunidad de agraviados por parte de los señores de las fortalezas.

Los Irmandiños detentaron el poder durante dos años, desde la primavera de 1467 a la primavera de 1469, en nombre del Rey, mediante la Junta General del Reino de Galicia. Vivieron dos años sin señores. En 1469, tres ejércitos señoriales penetran en Galicia al mando de don Pedro Madruga (Portugal), del arzobispo de Santiago (Salamanca), y del conde de Lemos (León), derrotando a los Irmandiños.

Las ciudades aguantaron, por lo menos, dos o tres años el intento de recuperación por parte de los señores, llegándose a negociaciones. Hubo, por tanto, un intento de restauración, con, incluso la ejecución, mediante la horca, de varios alcaldes de la Hermandad en la tierra de los Andrade. Fernando de Acuña y García López de Chinchilla llegaron enviados por los Reyes Católicos para imponen la autoridad real, activando, de paso, a los irmandiños mediante milicias, para luchar con la nobleza levantisca. A través de la Audiencia de Galicia se inicia un proceso de regresión de las rentas jurisdiccionales.

Todos los grupos que integraron la Revuelta Irmandiña acabaron por triunfar. Los campesinos se libran de lo más duro de la presión señorial, y acceden a la pequeña propiedad a través de los foros. La burguesía consigue el apoyo directo del Rey, a quien compensan con su apoyo durante la Guerra de las Comunidades. La Iglesia sustituye a la nobleza laica, una vez que esta es descabezada, primero por los Irmandiños y después por los Reyes Católicos. Al mismo tiempo la Iglesia gallega se ve cada vez más dependiente a la castellana, por lo que va dejando sus tierras en manos de la hidalguía, que será la clase dirigente a partir del XVI.

En conclusión, el tránsito a la Modernidad no es algo superestructural, sino que afecta al conjunto de la sociedad, además de ser un cambio en el modo de producción. El concepto de modernidad se aplica al Antiguo Régimen.

Fase final de la Guerra Irmandiña. Reacción de la nobleza


El Estado recupera, ahora, el control sobre el ejército, la hacienda y la administración de la justicia, imponiéndose a la nobleza, y con el apoyo de las clases populares y la burguesía. La nobleza pasa a ser una nobleza de servicio. Pesan más las rentas públicas que las jurisdiccionales. Otro cambio estructural importante es el papel que, el comercio y las ciudades, van a jugar en la Modernidad.

En el ámbito de las mentalidades, digamos que el primer motor importante es la nueva mentalidad sobre la justicia, la seguridad y la paz, algo que consiguen los Reyes Católicos, desde arriba. Los Irmandiños lo intentaron desde abajo. Se produce en el ámbito de la cultura y las mentalidades una convergencia entre el humanismo social y el humanismo letrado, así como el imperio de la ley, que pasa a ser un elemento indispensable con las “Partidas”. Pasamos de la sociedad tri‑funcional a la sociedad estamental, bajo la soberanía de una monarquía católica que tenía, ya, el monopolio de la violencia.

Pero el acceso a la Modernidad tuvo un precio. En el ámbito religioso, homogenización forzada en torno al cristianismo (expulsión judíos en 1492 y de los moriscos en 1609, obligados antes con los Reyes Católicos a convertirse). Nace la Inquisición que margina la cultura popular.

Otro precio a pagar fueron las nacionalidades históricas surgidas en la Baja Edad Media, en Castilla éstas son desprovistas de sus instituciones propias; mientras que en Aragón fueron conservadas. Con el matrimonio entre Fernando e Isabel se impuso el centralismo castellano al pactismo aragonés. En el ámbito de las lenguas, no hubo un decreto que los prohibiese, sino simplemente un proceso administrativo de la imposición cotidiana. Ese proceso se da de una manera más clara en el siglo XVIII. Los caminos del progreso y la modernidad no son lineales, y es tarea del historiador explicarlos siempre con la idea de no entender la historia como un movimiento de élites, sino como una evolución de la que participa toda la sociedad.

Ssaludos :saluting-soldier: :saluting-soldier: :saluting-soldier:
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Re: Curiosidades Militares

Mensajepor Brasilla » 14 Mar 2018 20:44

Las Atarazanas en el sitio de Barcelona de 1714 durante la Guerra de Sucesión


Al morir Carlos II, el último Rey de la casa de Austria, el 1 de noviembre de 1700, reconoció como heredero a la Corona Española a Felipe de Anjou quien, recién llegado a España, se apresuró a organizar el Ejército a la manera francesa, sustituyendo los mosquetes, arcabuces y picas por fusiles con bayoneta y sustituyendo la orgánica de las unidades militares de los Austrias por el modelo regimental francés.

La situación económica en que se encontraba España a principios de siglo obligó a una acción reformadora, desde el punto de vista mercantilista, asumiendo el Estado un papel protagonista al modelo francés, apoyando en el sector metalúrgico las Reales Fundiciones; este apoyo se materializó fomentando la tecnología, dotando de maquinaria para el desarrollo de los procesos de producción, animando la investigación técnica y científica con la creación de centros de enseñanza y aumentando la calidad de los conocimientos al integrarse tecnológicamente en Europa, enviando a técnicos militares a estudiar al extranjero e importando conocimientos, al atraer especialistas de otros países a nuestros centros de producción.

El 2 de mayo de 1710, para guarda y servicio de trenes de Artillería, Felipe V promulga la “Real Ordenanza para la dirección y servicio de la Artillería; creación de un Regimiento, sueldos, fuero, grados, preeminencias y proposiciones de empleos” y se crea el Regimiento Real de Artillería de España. Se organiza en tres batallones a doce compañías cada uno: tres de artilleros, una de minadores y ocho de fusileros. El primer batallón es destinado al Ejército de Aragón, con cabecera en Valencia, para guardar las plazas de este Reino y las de Cataluña, Valencia, Navarra y Guipúzcoa. De este batallón se destinan a Barcelona varias de sus compañías, las cuales se ubicaron en las Atarazanas, en aquel momento Parque de Artillería.

Se debió a que como consecuencia de la guerra de sucesión en España, las urgentes reparaciones del material necesitaba de muchos trabajadores con conocimientos y aunque de antiguo las Atarazanas contaban con personal experto, muchos de estos no pertenecían a la plantilla del Ejército, por lo que a más de la custodia se intentó proveer de trabajadores militares. Por ese motivo el Reglamento del 2 de mayo de 171O obligaba a que cada una de las compañías del Regimiento, tuviera diez obreros entre carpinteros, toneleros, herreros armeros y calafates.

Durante la guerra de sucesión, entre 1712 y 1714 se produjo el célebre sitio de la ciudad de Barcelona, que había decidido continuar la guerra por su cuenta defendiendo la causa del Archiduque Carlos. El mando militar de la Ciudad lo el teniente mariscal Antonio de Villarroel y Peláez y el asedio fue dirigido en principio por Restaino Cantelmo-Stuart y Brancia, duque de Popoli, que había sido nombrado capitán general de Cataluña por Felipe V.


El bloqueo fue planteado por el general Jorge Próspero de Verboom, prestigioso militar conocido por sus estudios sobre fortificaciones, el cual vio difícil el mantenimiento del cerco, en vista de la cantidad de Artillería que tenía la Ciudad, recuperada de los almacenes de las Atarazanas, por lo que hizo una petición de la Artillería que a su juicio era imprescindible para la operación consistente en 90 cañones, 50 morteros y gran cantidad de municiones y pólvoras, comenzando el cañoneo sistemático en abril de 1714.

Al resistir la Ciudad el intercambio de fuego artillero y no dar muestras de debilidad, Felipe V solicitó apoyo francés, siéndole enviado el prestigioso mariscal James Fitz-James, duque de Berwick con unos 20.000 soldados franceses y una fuerte Artillería, al mando del conde de Grandpré, compuesta por 87 cañones y 33 morteros, así como numerosas piezas de pequeño calibre.

Tras encarnizados combates con numerosas bajas por ambas partes y tras rechazar los barceloneses las propuestas de paz del duque de Berwick, éste procedió, el 11 de septiembre, al asalto final. Tras abrir la artillería borbónica una gran brecha entre los baluartes del Llevant y Portal Nou las tropas penetraron en la ciudad y obligó al gobierno del Conseller en Cap, Rafael Casanova, a rendir la ciudad bajo amenaza de pasar a sus habitantes a cuchillo.

Finalmente el 12 de septiembre la ciudad capitula y el 13 el duque de Berwick entra en la ciudad prohibiendo el saqueo y respetando la vida de sus habitantes.

El sitio de Barcelona se cerró con un balance de 12.000 personas muertas entre sitiados y sitiadores, a pesar de ser cerca de 40.000 hombres los sitiadores, necesitaron dos años y sangrientos combates para lograr la rendición.

El uso de la Artillería producía gran cantidad de heridos de guerra y mutilados, se pensó en aprovechar los conocimientos de algunos de ellos y así darles un empleo digno, por lo que una vez firmado el tratado de Utrecht y acabada la guerra de sucesión entre Felipe V y el Emperador Carlos VI, se crearon en 1717 los batallones de inválidos para oficiales y soldados inválidos y estropeados.

Con fecha de 23 de marzo se dicta una orden que habla de la formación de Batallones de Inválidos que habrían de estar compuestos por compañías, ubicadas, en un primer momento, en Palencia. El 29 de mayo, una orden dispone que los inválidos pertenecientes a las compañías de Palencia pasen a Galicia. El 26 de octubre, Felipe V firma el “Reglamento para el establecimiento de los Oficiales y Soldados de las Tropas destinadas a Inválidos y sueldos que respectivamente deben gozar”, donde se disponía que con los oficiales y soldados impedidos que disfrutaban, entonces, del sueldo de inválidos, se formaran compañías compuestas por: dos capitanes, dos tenientes, dos subtenientes, tres sargentos y cien soldados. Se hablaba ya entonces de que la mitad estuvieran lo más sanos posible y que la otra mitad la conformaran los que se encontraran más impedidos.

El 20 de diciembre de ese mismo año se promulga la “Real Ordenanza sobre la residencia, sueldos y disciplina de los Oficiales y Soldados inválidos o impedidos, incluso los de Reales Guardias”. Doce años más tarde, en 1729 se dispone por Real Orden que se considerase a las Unidades de Inválidos como unidades militares y en servicio. Siendo destinados a Barcelona una compañía de ellos.

Esta compañía reunía a los inválidos útiles de Artillería, formados por artilleros, bombarderos y minadores, con la finalidad de ser empleados en las tareas propias de alma, fundición y fábrica de armas de las Atarazanas, la cual estaba en proceso de expansión, debido a que en 1714 Felipe V había mandado cerrar la antigua fundición del Refino.

Para apoyar el crecimiento de la Artillería en Barcelona y completar las defensas de la Ciudad, en lo referente al perímetro de la Ciudadela, recién construida por el ingeniero Jorge Próspero de Verboom, y al castillo de Montjuic, el 25 de noviembre de 1717 para la reparación de Artillería, se formó una compañía especial compuesta por carpinteros, toneleros herreros, armeros y calafates, procedentes de la reagrupación de todos los de las compañías del Regimiento de Real Artillería, que fue complementada el 27 de agosto de 1718 con una compañía de obreros para el servicio del tren de Artillería de campaña, esta compañía al mando de un Capitán del Cuerpo, tenía entre su personal dos torneros, dieciséis carreteros, dos fundidores y un maestro armero.

De estas normas y de la transformación de las Casas de Munición, nacieron las Maestranzas, con la idea de que funcionaran como fábrica y como centros de formación de especialistas de la metalurgia militar.

La Ordenanza del 15 de julio de 1718, unificó los calibres y modelos de las piezas de Artillería de uso en el Ejército, para evitar la gran diversidad de material que en aquel momento se utilizaba.
Las Atarazanas, con estos apoyos, aumentaron sus misiones de Maestranza de Artillería, siendo esta la que en 1732 preparó las 82 piezas de grueso calibre con sus correspondientes municiones, pertrechos y efectos, que fueron utilizadas para la expugnación de Mahón.

Para la configuración de la artillería como un cuerpo dirigido por militares altamente cualificados en las artes de fundición, metalurgia, diseño, tipología de cañones, etc., se promulga un Real Título, el 13 febrero de 1732, creando el cargo de Inspector General de la Artillería.Para el puesto se nombra al conde de Mariani, con el empleo de coronel de artillería.

En 1733, el Ingeniero Militar Carlos Beranger, proyectó las Estancias de Hornos de Afino, para la Real Fundición de Bronce de Barcelona, situándolo fuera de las murallas de la ciudad y muy próxima a las Atarazanas. En 1749, el comandante de Artillería Juan Rafael de Silby remite un nuevo proyecto para ampliar el edificio con el objetivo de aumentar la producción y efectuar con más rapidez las labores de fundición. El ingeniero militar Juan Martín Zermeño a partir del proyecto de Silby propone algunas modificaciones ampliando el edificio en sentido longitudinal a lo largo de las ramblas.

Saludos :saluting-soldier:
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Re: Curiosidades Militares

Mensajepor Brasilla » 14 Mar 2018 21:03

La Diada, el día en que Cataluña se rindió a Felipe V


Cada 11 de septiembre muchos catalanes celebran su fiesta o «Diada». ¿Por qué el 11 de septiembre y no cualquier otra fecha del calendario? Porque el 11 de septiembre de 1714 la ciudad de Barcelona se rendía a las tropas del rey Felipe V, de la dinastía de Borbón. ¿Luchaban los catalanes por su independencia? No, luchaban por colocar en el trono español al archiduque Carlos de Austria, una pretensión que la derrota les arrebató.

El 11 de septiembre de 1714 se enmarca en los estertores de la Guerra de Sucesión (1700-1714). Esta guerra dividió en dos bandos no sólo a los españoles, sino también, y primero, a los europeos. Cuando los aliados austracistas (Inglaterra, Holanda, Portugal, Austria) se dieron de baja en la contienda, ésta quedó sentenciada. Entonces Barcelona aún aguantó 13 meses de bloqueo antes de ser entregada. Rafael Casanova, conseller en cap, cayó herido, que no muerto, en esta batalla final.

Para rememorar este lance histórico es necesario viajar más de tres siglos atrás. En 1700 el rey de España Carlos II, apodado El Hechizado, moría sin descendencia. En su testamento instituyó como heredero del trono a Felipe, duque de Anjou, nieto del rey francés Luis XIV y también de la infanta española María Teresa de Austria. Rompía así, por voluntad propia y a pesar de las muchas presiones, con dos siglos (XVI y XVII) de reinados de la Casa de Austria en España e instauraba los reinados de la Casa de Borbón, que llegan hasta nuestros días. Pero esta ruptura iba a resultar traumática. Así lo explica el insigne historiador Ricardo de la Cierva en su monumental Historia total de España:

«El testamento de Carlos II, abierto a raíz de su muerte entre una enorme expectación de España y de toda Europa, fue de momento respetado en Europa pero pronto desencadenó la repulsa del Imperio austriaco –a la que se unió la Corona británica, por razones de conveniencia y equilibrio- y con ella la guerra de Sucesión española, que fue una guerra europea en el interior de España y una guerra civil española porque mientras la antigua Corona de Castilla aceptaba a Felipe V los territorios de la antigua Corona de Aragón reconocieron por Rey de España al archiduque Carlos, denominado aquí Carlos III».

Siguiendo la citada obra, el rey francés Luis XIV sabía que aceptar el testamento de Carlos II significaba la guerra europea contra Francia y España. Pero lo aceptó y presentó a su nieto Felipe como nuevo Rey de España ante la Corte reunida en el salón de los Espejos del Palacio de Versalles. Le dio los siguientes consejos: debía ser un buen español pero no olvidar su origen francés; respetar las instituciones españolas, viajar continuamente por el país, sentir y demostrar un gran respeto por la Iglesia, cuyo poder e influencia en España eran decisivos, y acometer una profunda política de reformas para modernizar España.

Con sus 17 años (había nacido en Versalles el 19 de diciembre de 1683), Felipe V entró en España con una resolución y confianza que le valieron el apelativo de El Animoso. Escribe De la Cierva: «Todos los reinos de Europa le reconocieron con mayor o menor sinceridad y los pueblos y ciudades de Guipúzcoa y Castilla le acogieron con entusiasmo desbordante». Después de aguardar unos días en Irún a que la reina viuda Mariana de Neoburgo se retirase a Toledo, llegó a Madrid el 18 de febrero de 1701. El 8 de mayo siguiente juró solemnemente como Rey de España ante las Cortes de Castilla reunidas en el convento de San Jerónimo el Real.

Casi al tiempo, la parisina Ana María de la Trémoille, princesa de Orsini o de los Ursinos, concertaba en Turín el matrimonio de Felipe V con la princesa María Luisa Gabriela de Saboya, que por entonces tenía 13 años. Antes de conocer a su mujer, «Felipe V salió para Barcelona y en el camino juró los Fueros aragoneses en la basílica del Pilar de Zaragoza en medio del entusiasmo popular. En Lérida juró por primera vez los Fueros de Cataluña y luego renovó sus promesas ante las Cortes reunidas en Barcelona el 12 de octubre. Se presentó ante los catalanes, que recelaban de sus propósitos, como celoso defensor de sus libertades —dice el gran historiador catalán Jaime Vicens Vives— y promotor de su progreso. Aprobó en Barcelona concesiones muy importantes como un puerto franco para la ciudad y el establecimiento del comercio catalán con las Indias…» El 3 de noviembre de 1701 se encuentra por fin con su esposa en Figueras, y los reyes instalan ese invierno su Corte en Barcelona.

La alianza austracista entra en liza

La guerra se empezó a gestar en Europa, no en España. «El emperador Leopoldo de Austria intrigaba en las cancillerías protestantes y marítimas de Inglaterra y Holanda contra la alianza dinástica franco española, que podría dominar con facilidad todo el continente americano (…) Entonces Guillermo de Orange, rey de Inglaterra y archienemigo holandés de España, concertó en La Haya el 7 de septiembre de 1701 la gran alianza europea contra Luis XIV; la firmaron Inglaterra, Holanda, Dinamarca, el elector de Brandeburgo a quien el emperador Leopoldo reconoció como rey de Prusia y por supuesto el propio emperador de Austria, cuya dinastía se consideraba la gran perjudicada por la sucesión borbónica española».

Las hostilidades estallan en Flandes e Italia en la primavera de 1702.Felipe V El Animoso llega por mar a Nápoles y consigue grandes victorias en la región del Po. Pero pronto la amenaza naval de las escuadras inglesa y holandesa se cierne sobre las costas españolas. Gracias al empuje y a las órdenes de la adolescente Reina María Gabriela, Cádiz resiste un asedio. Como dice Ricardo de la Cierva:

«Pronto creyó toda Europa que Felipe V perdería su trono inevitablemente; pero los agoreros no contaban con una especie de milagro, la adhesión inquebrantable y absoluta de la antigua Corona de Castilla a unos Reyes que apenas habían tenido tiempo de arraigar en España. La victoria final de Felipe V y María Gabriela se ganó en los campos de batalla de España, pero dependió sobre todo de la adhesión popular, un factor moral».


Sin embargo, el camino a la victoria sería largo y tortuoso. Entre 1704 y 1706 los borbónicos cosecharon importantes derrotas. Entre ellas, una muy dolorosa cuyas secuelas llegan hasta nuestros días: la pérdida de la ciudad de Gibraltar. El 4 de agosto de 1704, la escuadra anglo-holandesa del almirante Rooke consigue, gracias a una apabullante superioridad de fuerzas, la rendición de la plaza, defendida por don Diego de Salinas con 80 soldados y 470 milicianos. Los gibraltareños abandonan su ciudad solemnemente para instalarse en San Roque. El príncipe Darmstadt toma posesión de la Roca en nombre del Rey Carlos III de España. Inglaterra reconoce que ha conquistado Gibraltar para España el 17 de noviembre. Pero Rooke, que no consigue conquistar Ceuta, iza en el Peñón la bandera inglesa. Y desde entonces.....

La causa de Carlos III arraigó en España en los territorios de Aragón, Valencia y Cataluña. El motivo político fundamental es que recelaban de la Administración centralista borbónica, y temían por la pérdida de sus propios fueros e instituciones, como finalmente sucedió. «El 8 de agosto la escuadra aliada fondea junto a Denia (…) la rebelión prende con fuerza en el reino de Valencia, sobre todo desde el éxito decisivo de la escuadra en Barcelona, frente a la que apareció el 22 de agosto». En Barcelona también se produce una división entre borbónicos y austracistas, pero pronto el apoyo a Carlos III se convierte en hegemónico: «Antes de acabar el año 1705 toda Cataluña le reconocía por Rey menos la ciudad de Rosas; y todo el reino de Valencia menos la ciudad de Alicante enarbolaba también su pendón».

La remontada borbónica


No cabe aquí un recorrido exhaustivo por la Guerra de Sucesión, pero es importante destacar dos batallas decisivas, que terminaron de inclinar la balanza del lado de los borbónicos. El 25 de abril de 1707 los dos ejércitos chocaron en Almansa (Albacete), donde las tropas del duque de Berwick infligieron a las de Lord Galloway y el marqués das Minas una severísima derrota. A raíz de este destrozo en el ejército rival, Berwick reconquistó Valencia el 8 de mayo y Játiva el 20 de junio, mientras que el duque de Orleans recuperó Zaragoza el 26 de mayo y Lérida el 14 de octubre. La segunda batalla decisiva es la de Villaviciosa y Brihuega, donde el duque de Vendôme obtiene una victoria total frente a los hombres de lord Stanhope. El duque de Vendôme, por cierto, dijo en cierta ocasión sobre Felipe V: «Jamás vi tal lealtad del pueblo con su rey».

Fuera de los campos de batalla, otro hecho determinante vino a dejar la Guerra de Sucesión vista para sentencia. Se trata de la muerte del emperador José de Austria, hermano mayor del archiduque Carlos, lo que significa la sucesión de este al trono como Carlos VI. Ante este panorama, Inglaterra y Holanda deciden poner fin cuanto antes a la guerra para que no haya un Carlos III de España y VI de Alemania. Para Inglaterra, el equilibrio europeo ya no es lo que era. Los ingleses inician conversaciones en Utrecht el 29 de enero de 1712, de momento sin contar con España. Felipe V renuncia solemnemente al trono de Francia el 9 de noviembre de 1712. El 10 de julio de 1713 España firma el Tratado por el que entrega a Inglaterra Menorca y Gibraltar.

Cataluña se sabe y se siente sola y abandonada. Felipe V miraba ya hacia Barcelona con inevitables ganas de revancha política, sin perjuicio de cierta magnanimidad. En el Tratado de Utrecht el Rey de España concedía a los rebeldes catalanes «la amnistía y todos los privilegios que poseen y gozan y en adelante puedan poseer y gozar los habitantes de las dos Castillas, que de todos los pueblos de España son los más amados del Rey católico». En cambio, la emperatriz Isabel Cristina, esposa del ya Carlos VI del Sacro Imperio Romano Germánico, engañaba a los representantes y gobernantes catalanes con promesas cada vez más vanas.

Cataluña decide resistir

El gobierno de Cataluña estaba formado entonces por tres instituciones: los Consejeros de Ciento, que administraban la ciudad de Barcelona, la Diputación del General o Generalidad y la Junta de Brazos. Estas tres instituciones se reúnen en junio de 1713 y deciden resistir hasta el final. Juega un papel principal la Junta de Brazos, donde destacan tres claros líderes: el gobernador Pedro de Torrellas, el conseller en cap Rafael Casanova y el general en jefe de la defensa, Antonio de Villarroel y Peláez. Ante la negativa de Barcelona a entregarse, el duque de Pópoli inicia un bloqueo de la ciudad.

El 14 de febrero de 1714 fallece la Reina María Luisa Gabriela, cuya actuación había sido importantísima para lograr la victoria de la causa borbónica. El Rey de España entra en depresión. Los dos hijos vivos que quedaban del valeroso matrimonio llegarían a ser reyes de España como Luis I y Fernando VI. Es posible que sin su esposa María Luisa Gabriela Felipe de Borbón no hubiera llegado a convertirse en el Rey que más tiempo ha reinado en España: 45 años (1700-1746, con una interrupción de nueve meses en 1724).

Cuando Felipe V vuelve a ocuparse de Cataluña, sus gobernantes no solo exigen el mantenimiento de sus fueros e instituciones, sino además tres millones de libras para compensar los daños de la guerra. Como contestación, Felipe V releva al duque de Pópoli por el duque de Berwick, el vencedor en Almansa. Este se pone al frente del asedio el 6 de julio, con un importante contingente francés y sin la más mínima oposición de Inglaterra. Cuenta con 40.000 hombres y 140 cañones para el tercer y definitivo asedio. «El mes de agosto es un asalto continuo» y el último amago de Inglaterra de interceder por los catalanes se queda en eso, en un amago.

La batalla final

Y así llega el 11 de septiembre de 1714. A las cuatro y media de la madrugada se inicia el asalto borbónico, que emplean en la ofensiva a más de 20.000 hombres. «La resistencia se encona, algún bastión, como el convento de san Pedro, cambia de mano once veces. A las dos horas de lucha, y a ruegos del general Villarroel, Rafael Casanova tremola la bandera de Santa Eulalia que enardece a los defensores en el punto más comprometido». Tanto Casanova como Villarroel caen heridos. La dura batalla se prolonga durante todo el día, hasta que, «ya cerrada la noche, algunos consellers enarbolan bandera blanca».

Casanova, añade De La Cierva, «consiguió ocultarse y pocos años después, incitado por sus familiares, se acogió al perdón real y residió hasta su muerte sin que nadie le molestara en San Baudilio de Llobregat».

No menos reseñable es el comportamiento del vencedor, el duque de Berwick. Escribe De la Cierva:

«El duque de Berwick, asombrado por el valor de los defensores, con quienes no se ensañó en momento alguno, otorga bajo palabra, pero sin firma, la capitulación; en la que ofrece la vida y la seguridad personal a quienes depongan las armas y la pena de muerte a quienes, de uno u otro bando, se desmanden después del armisticio. Tan admirable o más que la heroica defensa es el comportamiento de la ciudad al empezar la mañana: las tropas borbónicas entraban con orden, sin tropelías ni abusos, pero con sorpresa desmedida al contemplar cómo los barceloneses emprendían, en los comercios, los talleres y ante las casas, su quehacer diario como si no hubiese pasado nada».
Al gran periodista Jaime Campmany le gustaba recordar estos versos de Manuel Machado: «Que lo que sucedió no haya pasado, cosa que al mismo Dios es imposible». Esta idea, traducida al lenguaje vulgar, se expresaría, hoy, más o menos así: «Lo que pasó pasó, entre tú y yo».

Del Artículo publicado en ABC. Historia Militar de España por Francisco Delgado-Iribarren

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Re: Curiosidades Militares

Mensajepor Brasilla » 14 Mar 2018 23:16

La Venus de Milo en el Exilio


Después de la conquista de Francia por parte de la intratable Wehrmacht, París se convirtió en el destino soñado por cualquiersoldado alemán. Aunque para muchos de ellos la estancia en la Ciudad de la Luz suponía, sobre todo, la irresistible combinación de vino, diversión y bellas mujeres, cuando tales aspectos festivos se veían ya satisfechos, su atención se fijaba en la extraordinaria oferta cultural que presentaba la capital gala.

Del mismo modo que en la actualidad no hay turista que omita en su agenda una visita el museo del Louvre, los más de 200.000 soldados alemanes que estuvieron en París no quisieron pasar por alto el histórico edificio que se encuentra a orillas del Sena, y que encierra tesoros culturales de valor universal, como la Gioconda, la Victoria de Samotracia o la Venus de Milo.

Esta célebre estatua representa a Venus —Afrodita en la mitología romana—, la diosa del amor. El nombre de Milo se debe a que fue encontrada en la isla del Egeo del mismo nombre, en 1820. Se desconoce a su autor, aunque podría tratarse de un discípulo del gran escultor Escopas, por lo que pudo haber sido esculpida en el siglo I ó II a.C.

Aunque el término Wehrmacht hace referencia al conjunto de las fuerzas armadas alemanas, las terrestres (Heer), las navales (Kriegsmarine) y las aéreas (Luftwaffe), es habitualmente empleado como sinónimo de las fuerzas de tierra.

Los franceses engañaron a los alemanes, colocando una Venus de Milo falsa en lugar de la auténtica en su lugar del Museo del Louvre. Los alemanes no lo descubrieron.

No obstante, los visitantes germanos que, en el Louvre, admiraban la célebre estatua, estaban siendo víctimas de un monumental engaño por parte de los sometidos franceses. La figura que tenían ante sus ojos no era la auténtica Venus de Milo, pues esa estaba a buen recaudo, esperando que los alemanes se marcharan de Francia para volver a salir a la luz. La Venus que estaban admirando no era más... ¡que una reproducción en yeso!

En efecto; las autoridades galas, cuando los panzer alemanes se estaban aproximando a París, decidieron ponerla a salvo para evitar que sufriese algún daño o incluso que fuese robada y trasladada a Alemania. Para mantenerla alejada de las consecuencias de la guerra, fue cuidadosamente embalada, quedando oculta en los sótanos del Castillo de Valençay.

Aunque la famosa Venus no fue objeto de la codicia nazi, los hechos posteriores demostrarían que esa precaución no fue exagerada, puesto que numerosas obras de arte pertenecientes a museos franceses o a ciudadanos particulares, sobre todo judíos, fueron “adquiridas” por Goering, convertido ya en Mariscal del Reich y segundo en la línea de sucesión del Führer

El expolio de la riqueza cultural de los países ocupados fue uno de los objetivos principales de los nazis. A Francia se envió un equipo formado por sesenta personas, entre historiadores de arte, peritos tasadores y fotógrafos, con la misión de confiscar, clasificar y embalar las obras que serían posteriormente enviadas a Alemania. Entre noviembre de 1940 y julio de 1944, el Tercer Reich se apropió de 203 colecciones privadas, la mayoría de ellas procedentes de familias judías, sumando más de 20.000 objetos. Se utilizó como almacén el museo del Jeu de Paume, frente a la plaza de la Concordia, en París.

Para su transporte a Alemania se emplearon 29 convoyes ferroviarios compuestos de 138 vagones cargados con un total de 1.170 cajas. El objetivo de Hitler era que pasasen a formar parte del fondo de un futuro museo a construir en la ciudad austríaca de Linz, pero la realidad es que una buena parte de estas obras de arte llegó a poder de Hermann Goering, cuya intención, según sus propias palabras, era “reunir la colección privada más grande de Europa”. Sobre este asunto, Hans Frank, gobernador de Polonia, aseguró durante el juicio de Nuremberg que “si Goering hubiera dedicado más tiempo a la Luftwaffe y menos al saqueo de obras de arte, es posible que yo no estuviera ahora sentado aquí”.

Cuando los Aliados entraron triunfalmente en París, el 25 de agosto de 1944, acabando así con los cuatro años de ocupación germana, ya nada podía poner en riesgo a la famosa estatua. Así pues, la Venus de Milo fue rescatada de su “exilio” en un húmedo sótano y pudo regresar al Louvre para seguir siendo admirada en el lugar que corresponde a la mítica diosa.

Inexplicablemente, ningún experto alemán en arte había detectado la burda falsificación, y durante esos cuatro años permaneció en el pedestal que había ocupado antes la obra auténtica. Además, es extraño que no se plantease la posibilidad de trasladar esta estatua a Alemania.

Este hecho es más sorprendente si tenemos en cuenta lo ocurrido a primeros de abril de 1944, cuando unos soldados alemanes destinados en Grecia desenterraron por casualidad una estatua en las cercanías de la ciudad de Tesalónica, mientras estaban realizando trabajos de fortificación. El oficial al mando decidió entregar a los griegos el hallazgo, que resultó ser una figura vestida de la época de Constantino el Grande, con la autorización del ministerio de Propaganda dirigido por Joseph Goebbels, que aprovecharía este episodio para transmitir la imagen de que las tropas germanas estaban interesadas en la cultura clásica y en la conservación de las obras de arte.

Pero esta donación provocó las iras de Hitler en cuanto tuvo conocimiento de la noticia a través la prensa. El Führer ordenó que, a partir de ese momento, todas las obras de arte que fueran descubiertas por el Ejército alemán se trasladasen a Alemania.

Hitler no solo quería que las principales obras de arte fuesen a parar al Reich, sino que impidió por todos los medios que alguna de ellas pudiera salir del país, tal como hemos visto con el caso del busto de Nefertiti.

Un caso similar sucedió con 26 cañones antiguos de origen español, de los siglos XVII y XVIII, confiscados por las tropas alemanas en la población francesa de Schneider-Creusot. Sin que Hitler fuese consultado, el embajador germano en Madrid anunció la próxima entrega de los cañones a Franco, presentándolos como “un regalo del Führer.
”. Cuando el dictador alemán fue informado de este hecho también mostró su indignación, asegurando: “Esa gente va haciendo regalos en mi nombre de los que yo no sé nada. Además, yo no tengo por costumbre regalar nada histórico. Yo solo regalo coches”.

Al comprobar la oposición de Hitler, el Alto Mando de la Wehrmacht (OKW) dio la orden de que los cañones no fueran entregados. Por su parte, Franco tampoco los reclamó; posiblemente prefirió quedarse sin el obsequio del Führer, puesto que a esas alturas de la guerra le convenía marcar diferencias con la Alemania nazi para ganarse así el favor de los Aliados.

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Si ignoras lo que pasó antes de que nacieras, siempre serás un niño.
Marco Tulio Cicerón.

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Re: Curiosidades Militares

Mensajepor Brasilla » 14 Mar 2018 23:37

La Revolución Cantonal


Durante la Primera República ocurrieron en España unos sucesos que, al ser escasamente divulgados, han pasado con frecuencia desapercibidos, pero que podrían servir de punto de partida para una novela chusca o una opereta cómica si no fuese porque trajeron consigo el derramamiento de la sangre de muchos españoles.

El Presidente federalista de la Primera República Española, Pi y Margall, estuvo a punto de romper la unidad de España al reflejar y sancionar en la Constitución Federalista que las regiones eran Estados Soberanos. Tras esa decisión, el país se enfrentó a un caos total y estuvo a punto de desintegrarse.

Se declararon las repúblicas independientes de Cataluña, Málaga, Cádiz, Valencia, Granada, Sevilla, Alcoy, Cartagena, Algeciras, Almansa, Andújar y varias más. Muchas de ellas se enfrentaron entre sí dando lugar a situaciones cómicas si no fuese por lo trágico de sus desenlaces.

Por un conflicto de intereses, la república independiente de Jumilla amenaza a la también independiente republica de Murcia: "La Nación jumillana desea vivir en paz con todas las naciones vecinas y, sobre todo, con la nación murciana, pero si hoyara (sic) su territorio, Jumilla se defenderá, como los héroes del Dos de Mayo, y triunfará en la demanda, resuelta completamente a llegar, en sus justísimos desquites, hasta Murcia, y a no dejar en ella piedra sobre piedra."

Ante ese estado de cosas Cartagena decide ser neutral entre Jumilla y Murcia y se declara a su vez Cantón Independiente y Soberano. A tal efecto, los cartageneros se hacen con el Gobierno Civil y el Militar, asaltan el Ayuntamiento y crean una Junta que, en nombre del Cantón Independiente, gobierne el nuevo Estado. Toman también el control del Arsenal y del puerto, donde estaba amarrada una buena parte de la Flota española, que se une a la sublevación. En el Castillo de Galeras se iza la bandera cantonalista. Toman una bandera turca que había por allí, pintan de rojo la media luna y la estrella blancas, y ese estandarte rojo se identifica como símbolo del Cant

Lógicamente, el proyecto cantonalista es rechazado por las Cortes y dimite el presidente Pi y Margall que no era partidario de actuar contra los cantonalistas: "No hay más que dos caminos, o la política o las concesiones y, por supuesto, mi idea es conceder lo que el pueblo pide".

El 18 de julio le sustituye Salmerón, que no le hace ni caso y envía tropas a Cartagena para abolir la independencia declarada por el Cantón. Los cartageneros, con el armamento del arsenal y con su flota, resisten el ataque de las fuerzas del Gobierno. La armada cantonalista, mandada por el militar progresista Antoñete Gálvez ("Toñete"), natural de Torreagüera, continúa la ofensiva. A la orden de "a toda máquina", y reforzada con 500 hombres del Batallón de Cazadores de Mendigorría a bordo, llega a bombardear el puerto de Alicante y a desembarcar en la ciudad. En esta acción bélica se recaudan 8.000 duros de plata que "voluntariamente" entrega la ciudad conquistada.

El 29 de Julio, las fragatas cantonales fondean en aguas de la capital almeriense, exigiendo la evacuación de las fuerzas militares, la proclamación del cantón y el pago inmediato de 400.000 pesetas de la Administración de Aduanas y 500.000 más procedentes de comerciantes y banqueros. Al no ser satisfecho este pago, las tropas cartageneras desembarcan para conquistar la ciudad, pero las fuerzas almerienses evitan, tras furiosos tiroteos, el desembarco de los cantonales lo que conduce, el día 30 de julio, al bombardeo naval de la ciudad.

El objeto de aquellas incursiones por mar y tierra era incorporar tierras y poblaciones al cantón, así como recaudar fondos o “contribuciones de guerra”, "voluntarias" por supuesto, para mantener la independencia.

Cartagena era en ese momento un país independiente "de facto" y, como tal, tenía derecho a moneda propia. En consecuencia, se acuña el "duro cantonal", con sus respectivas "pesetas cantonales", monedas con las que se pretendía costear los gastos generados durante el periodo de lucha por su independencia.

El gobierno independiente se pone en contacto con el de los Estados Unidos de América y solicita su ingreso como un estado más de la unión, al tiempo que pide ayuda, principalmente armas y pertrechos de guerra, para mantener su independencia frente al poder centralista de Madrid. Los Estados Unidos estudian seriamente la propuesta y, finalmente, su presidente rechaza el ofrecimiento. El general Ulises S. Grant, quizás el peor gobernante y el mejor general que hayan tenido los norteamericanos, no quiso tener problemas con España.

Pero eso no quiere decir que la oferta no se estudiara. Se valoró mucho la opción ya que a los Estados Unidos, entonces potencia emergente, no les parecía nada mal tener en la base naval de Cartagena un apoyo sólido en el Mediterráneo. La propuesta era tentadora y su rechazo fue un golpe bajo a la autoestima de los cantonales. A "Toñete" se le sube a la cabeza el presunto éxito sobre las fuerzas gubernamentales y organiza una marcha para tomar Madrid, llegando victorioso hasta Chinchilla (Albacete), donde las tropas del Cantón son derrotadas y tienen que regresar a Cartagena.

Mientras tanto, en el resto de España las cosas tampoco andan demasiado bien. Granada y Jaén se declaran la guerra por diferencias en sus "fronteras nacionales". Utrera se independiza de Sevilla, que no sólo no reconoce esa ruptura unilateral, sino que le declara la guerra. Una guerra que, sorprendentemente, ganó Utrera, tras la muerte en combate de 400 hombres de ambos bandos. Coria, capital episcopal famosa por su tonto (el famoso "tonto de Coria"), quiere independizarse, pero no de Madrid, de donde ya era independiente de hecho, sino de Badajoz. Betanzos se declara independiente de La Coruña. Jerez proyecta su cantón, pero finalmente prefiere rendirse a Madrid antes que someterse a la República Independiente de Cádiz.

El presidente Salmerón envía al general Martínez Campos y sus tropas a Levante y Andalucía. Los cantones, desorganizados y en estado de guerra entre sí, van cayendo uno tras otro y la revolución queda sofocada en menos de dos meses. En los paredones de los consejos de guerra acaban los restos de la revolución cantonal, uno de los episodios más surrealistas de la Historia de España.
Es triste pensar que los problemas que nos preocupan hoy son muy similares a los que arrastraron a nuestros antepasados a tan inconcebible comportamiento:

1.- Crisis económica.
2.- Niveles de paro insoportables.
3.- Población al límite de su resistencia política, económica y moral.
4.- Falta de voluntad política para afrontar reformas estructurales.
5.- Incompetencia de los políticos para manejar la situación.

Y de esto hace ya 140 años. Si a los cantonalistas de entonces les contáramos sólo una parte de lo que nos está ocurriendo hoy, su respuesta sería: "Toma mi fusil, te va a hacer mucha falta".
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Re: Curiosidades Militares

Mensajepor JotaErre » 14 Mar 2018 23:42

Brasilla escribió:La expedición vasca, el incidente de Talambó y la ocupación de las islas Chinchas


En 1860 el hacendado peruano Manuel Salcedo que tenía una hacienda algodonera en la provincia de Chiclayo, llamada Talambó con el apoyo de su socio Ramón Azcárate, hombre que gozaba de gran prestigio en varias comarcas guipuzcoanas, contrató a 300 trabajadores vascos para trabajar sus propiedades de algodón. Los campesinos debían ser de ambos sexos, además de un párroco, un cirujano, un administrador y de algunos carpinteros, herreros y artesanos. Los gastos del viaje y la alimentación durante el trayecto corrieron a cuenta de Azcárate. Al llegar a la hacienda debían construir las casas, los graneros y todas las instalaciones necesarias para la recolección del algodón. La idea era alcanzar los 20000 quintales al año, siendo la mitad de ellos para los campesinos excepto los dos primeros años para compensar los gastos del viaje.

El 14 de abril de 1860, la expedición guipuzcoana embarcó en el barco francés L’Asie con rumbo a Perú. El número total de embarcados fue de 95 hombres, 49 mujeres y 125 niños entre 0 y 9 años. Tras 92 días de navegación llegaron al puerto del Callao. Finalmente llegaron a la hacienda Talambó el 1 de agosto.

Los problemas surgieron ya al día siguiente de la llegada a la hacienda, Manuel Salcedo varió a su propio provecho las promesas hechas a los asalariados españoles obligándoles a también al cultivo de grano y hortalizas corriendo por cuenta de los trabajadores la mitad de los gastos de herramientas y granos. Además se les equiparaba al resto de los trabajadores de la hacienda, haciendo cosas impropias de su condición lo que propició el aumento de las protestas y el descontento general.

Las relaciones de los colonos y Salcedo llegaron a un punto crítico el 4 de agosto de 1863 cuando en una discusión entre Salcedo y el líder vasco Marcial Miner casi llegan a las manos. Salcedo contrató a un grupo de hombres armados en el pueblo de Chepén, pagándoles 4 pesos a cada uno además de bebidas y tabaco, para intimidar los españoles.

El grupo armado se presentó en la hacienda solicitando la presencia de MIner, los campesinos intentaron evitarlo y se produjo un tiroteo y una pelea con armas blanca que tuvo como resultado cuatro españoles heridos y uno muerto. Al día siguiente el juez de Chepén detuvo a los vascos involucrados en la refriega e interrogó por separado a Salcedo haciendo caso omiso a la versión de los españoles y exculpando al hacendado peruano y a los hombres armados contratados por este.

Los colonos pusieron, mediante una declaración jurada, los hechos acaecidos en Talambó en conocimiento de la Cancillería del Consulado español en Lima, quien nombró una Comisión para esclarecer los hechos. El Comisionado fue asesinado, el juez de Chiclayo condenó a dos colonos vascos, lo que no se consideró acertado por parte de la Corte Superior de La Libertad, quizás presionada por las autoridades del país que sabían que este hecho podría propiciar el enfrentamiento con el Gobierno español.

En aguas peruanas se encontraba la Escuadra española al mando del Almirante Luis Hernández Pinzón, entre cuyas órdenes estaban las de proteger y velar por los intereses de los ciudadanos españoles. Su presencia influyó en las tomas de decisiones, así la Corte Superior declaró nula la sentencia anterior y mandó capturar y enjuiciar a Miguel Salcedo y a los peones armados que contrató, además de procesar al juez de Chepén. Sin embargo, la la Corte Suprema de Justicia declaró nula la sentencia de la Corte de La Libertad y ordenó la reposición de las cosas a su estado anterior. Esta decisión motivó la enérgica reclamación del gobierno español y del Almirante Pinzón. Decidiendo una acción enérgica que mostrase a las autoridades del Perú, donde no existía representación diplomática española, que no se iban a tolerar actos hostiles contra los súbditos españoles residentes en territorio peruano.

Para solucionar las tensiones entre España y Perú, se envió al embajador español en Bolivia con el título de Comisario Especial, lo que provocó la irritación peruana y la negativa de su gobierno a recibirle en condición de tal.

Como medida de presión, el Almirante Pinzón, a instancias del plenipotenciario español, ocupó las islas Chinchas, situadas a unos 20 km de El Callao y ricas en guano. El 14 de abril de 1864 el Almirante Pinzón ordenó a los trozos de desembarco que ocuparan las islas, lo que fue realizado con prontitud y sin hallar resistencia entre los 300 soldados peruanos de guarnición, que fueron enviados de vuelta a El Callao, ni por parte de la corbeta Iquique, que fue apresada y dotada de una tripulación de presa española.

El Almirante realizó la ocupación a título de reivindicación y exigió al gobierno de Lima tres millones de pesos como indemnización a los vascos y amenazó con bombardear el Callao si no se cumplían sus exigencias. El presidente del Perú, general José A. Pezet, terminó aceptando estas exigencias.

A pesar de la ocupación, la producción de guano no fue interrumpida y continuó bajo la supervisión de los técnicos peruanos y los beneficios resultantes de su explotación y exportación siguieron redundando en beneficio de Perú.

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Buena parte de la culpa de aquella guerra la tienen dos personas muy concretas: la primera fue un diplomático español llamado Eugenio de Salazar, al que el gobierno español envió a la zona con el objetivo de calmar la situación, pero lo que hizo fue incitar al almirante Pinzón a la guerra (nuna se supo si porque creía que era la mejro opción para España o por ambiciones personales). Cuando Pinzón encontró por casualidad las instucciones que el Gobierno había dado a Salazar y que empezaban diciendo "guarde V.E. especial atención al hecho de que la misión que el Gobierno le encomienda es de paz...". Cuando Pinzón leyó esas lineas, se sintió simultáneamente desautorizado por su Gobierno y traicionado por Salazar, por lo que presentó su dimisión al mando de la Escuadra y regresó a España. Fue sustituído por el almirante Pareja, que tenía la misión explícita de llegar a un acuerdo con Perú.

Y lo consiguió, el gobierno de Perú, encabezado por el general Pezet, no tenía ganas de iniciar una guerra con España (la escuadra de Pareja era probablemente, en aquel momento, la fuerza naval más poderosa en el océano Pacífico) y se avino a negociar. La negociación acabó en el Tratado Vivanco-Pareja (llamado así por los nombres de los negociadores, el ministro de asuntos exteriores peruano y el almirante español), que fijaba una solución amistosa que implicaba el pago de una indemnización a los colonos vascos, el abandono de la ocupación española de las Islas Chinchas, el saludo mutuo a las banderas y el establecimiento de relaciones diplomáticas entre España y Perú...

... pero este tratado fue la excusa que tuvo un personaje ambicioso, el general peruano Mariano Ignacio Prado (nuestro segundo culpable), para alzarse contra el gobierno de Pezet. Según Prado, este tratado suponía una humillación para Perú, y el retorno a un régimen colonial. Prado se alzó en armas y provocó una guerra civil, que ganó. Con Prado como nuevo presidente de Perú, la guerra contra España fue inevitable. Chile, Ecuador y Bolivia hicieron causa común con Perú. Los siguientes episodios fueron el bloqueo naval de la costa del Pacífico, declarado por Pareja, la batalla naval de Papudo, en la que la goleta española "Covadonga" fue derrotada y capturada por la corbeta chilena "Esmeralda", lo cual llevó al suicidio del almirante Pareja, la toma del mando de la Escuadra del Pacífico por Méndez Núñez, y el bombardeo de Valparaíso y la posterior batalla del Callao...

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Re: Curiosidades Militares

Mensajepor JotaErre » 14 Mar 2018 23:51

Brasilla escribió:La Revolución Cantonal


Durante la Primera República ocurrieron en España unos sucesos que, al ser escasamente divulgados, han pasado con frecuencia desapercibidos, pero que podrían servir de punto de partida para una novela chusca o una opereta cómica si no fuese porque trajeron consigo el derramamiento de la sangre de muchos españoles.

El Presidente federalista de la Primera República Española, Pi y Margall, estuvo a punto de romper la unidad de España al reflejar y sancionar en la Constitución Federalista que las regiones eran Estados Soberanos. Tras esa decisión, el país se enfrentó a un caos total y estuvo a punto de desintegrarse.

Se declararon las repúblicas independientes de Cataluña, Málaga, Cádiz, Valencia, Granada, Sevilla, Alcoy, Cartagena, Algeciras, Almansa, Andújar y varias más. Muchas de ellas se enfrentaron entre sí dando lugar a situaciones cómicas si no fuese por lo trágico de sus desenlaces.

Por un conflicto de intereses, la república independiente de Jumilla amenaza a la también independiente republica de Murcia: "La Nación jumillana desea vivir en paz con todas las naciones vecinas y, sobre todo, con la nación murciana, pero si hoyara (sic) su territorio, Jumilla se defenderá, como los héroes del Dos de Mayo, y triunfará en la demanda, resuelta completamente a llegar, en sus justísimos desquites, hasta Murcia, y a no dejar en ella piedra sobre piedra."

Ante ese estado de cosas Cartagena decide ser neutral entre Jumilla y Murcia y se declara a su vez Cantón Independiente y Soberano. A tal efecto, los cartageneros se hacen con el Gobierno Civil y el Militar, asaltan el Ayuntamiento y crean una Junta que, en nombre del Cantón Independiente, gobierne el nuevo Estado. Toman también el control del Arsenal y del puerto, donde estaba amarrada una buena parte de la Flota española, que se une a la sublevación. En el Castillo de Galeras se iza la bandera cantonalista. Toman una bandera turca que había por allí, pintan de rojo la media luna y la estrella blancas, y ese estandarte rojo se identifica como símbolo del Cant

Lógicamente, el proyecto cantonalista es rechazado por las Cortes y dimite el presidente Pi y Margall que no era partidario de actuar contra los cantonalistas: "No hay más que dos caminos, o la política o las concesiones y, por supuesto, mi idea es conceder lo que el pueblo pide".

El 18 de julio le sustituye Salmerón, que no le hace ni caso y envía tropas a Cartagena para abolir la independencia declarada por el Cantón. Los cartageneros, con el armamento del arsenal y con su flota, resisten el ataque de las fuerzas del Gobierno. La armada cantonalista, mandada por el militar progresista Antoñete Gálvez ("Toñete"), natural de Torreagüera, continúa la ofensiva. A la orden de "a toda máquina", y reforzada con 500 hombres del Batallón de Cazadores de Mendigorría a bordo, llega a bombardear el puerto de Alicante y a desembarcar en la ciudad. En esta acción bélica se recaudan 8.000 duros de plata que "voluntariamente" entrega la ciudad conquistada.

El 29 de Julio, las fragatas cantonales fondean en aguas de la capital almeriense, exigiendo la evacuación de las fuerzas militares, la proclamación del cantón y el pago inmediato de 400.000 pesetas de la Administración de Aduanas y 500.000 más procedentes de comerciantes y banqueros. Al no ser satisfecho este pago, las tropas cartageneras desembarcan para conquistar la ciudad, pero las fuerzas almerienses evitan, tras furiosos tiroteos, el desembarco de los cantonales lo que conduce, el día 30 de julio, al bombardeo naval de la ciudad.

El objeto de aquellas incursiones por mar y tierra era incorporar tierras y poblaciones al cantón, así como recaudar fondos o “contribuciones de guerra”, "voluntarias" por supuesto, para mantener la independencia.

Cartagena era en ese momento un país independiente "de facto" y, como tal, tenía derecho a moneda propia. En consecuencia, se acuña el "duro cantonal", con sus respectivas "pesetas cantonales", monedas con las que se pretendía costear los gastos generados durante el periodo de lucha por su independencia.

El gobierno independiente se pone en contacto con el de los Estados Unidos de América y solicita su ingreso como un estado más de la unión, al tiempo que pide ayuda, principalmente armas y pertrechos de guerra, para mantener su independencia frente al poder centralista de Madrid. Los Estados Unidos estudian seriamente la propuesta y, finalmente, su presidente rechaza el ofrecimiento. El general Ulises S. Grant, quizás el peor gobernante y el mejor general que hayan tenido los norteamericanos, no quiso tener problemas con España.

Pero eso no quiere decir que la oferta no se estudiara. Se valoró mucho la opción ya que a los Estados Unidos, entonces potencia emergente, no les parecía nada mal tener en la base naval de Cartagena un apoyo sólido en el Mediterráneo. La propuesta era tentadora y su rechazo fue un golpe bajo a la autoestima de los cantonales. A "Toñete" se le sube a la cabeza el presunto éxito sobre las fuerzas gubernamentales y organiza una marcha para tomar Madrid, llegando victorioso hasta Chinchilla (Albacete), donde las tropas del Cantón son derrotadas y tienen que regresar a Cartagena.

Mientras tanto, en el resto de España las cosas tampoco andan demasiado bien. Granada y Jaén se declaran la guerra por diferencias en sus "fronteras nacionales". Utrera se independiza de Sevilla, que no sólo no reconoce esa ruptura unilateral, sino que le declara la guerra. Una guerra que, sorprendentemente, ganó Utrera, tras la muerte en combate de 400 hombres de ambos bandos. Coria, capital episcopal famosa por su tonto (el famoso "tonto de Coria"), quiere independizarse, pero no de Madrid, de donde ya era independiente de hecho, sino de Badajoz. Betanzos se declara independiente de La Coruña. Jerez proyecta su cantón, pero finalmente prefiere rendirse a Madrid antes que someterse a la República Independiente de Cádiz.

El presidente Salmerón envía al general Martínez Campos y sus tropas a Levante y Andalucía. Los cantones, desorganizados y en estado de guerra entre sí, van cayendo uno tras otro y la revolución queda sofocada en menos de dos meses. En los paredones de los consejos de guerra acaban los restos de la revolución cantonal, uno de los episodios más surrealistas de la Historia de España.
Es triste pensar que los problemas que nos preocupan hoy son muy similares a los que arrastraron a nuestros antepasados a tan inconcebible comportamiento:

1.- Crisis económica.
2.- Niveles de paro insoportables.
3.- Población al límite de su resistencia política, económica y moral.
4.- Falta de voluntad política para afrontar reformas estructurales.
5.- Incompetencia de los políticos para manejar la situación.

Y de esto hace ya 140 años. Si a los cantonalistas de entonces les contáramos sólo una parte de lo que nos está ocurriendo hoy, su respuesta sería: "Toma mi fusil, te va a hacer mucha falta".
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Sobre la Revolución Cantonal y el Cantón de Cartagena, escribió Ramón J. Sénder una novela: "Mr. Witt en el Cantón".

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Re: Curiosidades Militares

Mensajepor Brasilla » 15 Mar 2018 01:30

De este autor me quedo con Requiem por un campesino español y Cronica del alba, tanto por el tema como por el estilo.

Saludos cordiales
Si ignoras lo que pasó antes de que nacieras, siempre serás un niño.
Marco Tulio Cicerón.

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Re: Curiosidades Militares

Mensajepor Brasilla » 15 Mar 2018 09:02

Gaugamela e Hidaspo dos grandes victorias de Alejandro Magno

En la batalla de Gaugamela alcanzó el ejército de Alejandro su máxima eficacia. Rehusando a su flanco derecho para evitar ser flanqueado, aprovechó un hueco en elcentro de la línea persa para lanzar sobre él a su caballería pesada y su falange. Aún superado en número, la soberbia estructura y disciplina del ejército macedonio lefacilitó la victoria. La batalla de Hidaspo o Hidaspes fue la última batalla de AlejandroMagno, tuvo lugar en la India en la que se enfrentó al rey indio Poros. Esta batalla secaracterizó por el empleo, por parte india, de los elefantes como animales de guerra y dela gran cantidad de bajas que se produjeron por ambas partes contendientes.

La batalla decisiva de las campañas de Alejandro Magno tuvo lugar, cerca del ríoTigris, en la llanura de Gaugamela, hacia el 1 de octubre del año 331 a.C.El ejército macedonio contaba con unos 40.000 infantes y 7.000 jinetes. Los efectivos persas son prácticamente imposibles de determinar ya que las cifras que barajan las fuentes son desmesuradas: Arriano habla de 1.000.000 de infantes y 40.000 jinetes. Lo que sí está claro es que el ejército persa de Darío era más numeroso eimpresionante que el de Alejandro

Su línea de batalla mucho más larga y mucho máspotente en caballería, pero gran parte de las levas de infantería de segunda línea erancompletamente inútiles e incluían a escitas de las orillas del mar Negro y bactrios de las estribaciones del Himalaya. Además reclutó a 6000 mercenarios griegos como guardias personales. La única infantería sólida era la formada por alrededor de 4.000 hombresentre mercenarios griegos y la Guardia Real a pie (los meloforos): escasos y desmoralizados poco podían hacer contra la más numerosa infantería greco-macedonia.La caballería era la principal baza de Darío, contaba con arqueros a caballo y catafractos con armadura. La ancha llanura de Gaugamela era favorable para superar a la caballería de Alejandro que, superior en calidad, era notablemente inferior en número a la persa: unos 7000 jinetes frente a los aproximadamente 40000 de Darío. Era muy probable que la caballería macedónica, aunque llevaba armadura y casco, combatiese

Darío ofreció a Alejandro un gran soborno en un desesperado intento de garantizar la paz. Parmenio le comentó a Alejandro: "Si estuviese en tu lugar, yo lo aceptaría".

Y Alejandro le respondió con aspereza: "Si, yo también lo aceptaría si fuese tú"

. En cambio, los 34.000 jinetes de buena calidad en la línea principal explican la revolucionaria táctica adoptadapor Darío, junto con la presencia de algunos elefantes y unos 200 carros falcados. El número de las levas de retaguardia es irrelevante porque no jugaron ningún papel en labatalla, que había de ser ganada por la superioridad de la caballería persa.

El ejército persa había acampado cerca de Gaugamela («La Casa del Camello»), unaciudad situada al lado del río Bumodus, a 75 millas al oeste de Arbela. Dándose cuentadel error cometido en Isso, Darío había elegido una amplia llanura como campo debatalla donde aplicar su táctica, en la que se basaba en aprovechar la superioridad de sucaballería para envolver por ambos flancos al ejército macedonio: si se destruían sus alas, la terrible falange carecería de la capacidad de obtener una victoria decisiva.

La caballería pesada , era la llamada «hetairoi o de los compañeros», era reclutada entre la nobleza deMacedonia y estaba formada en Asia por 1500 jinetes. Estaba dividida en 12 escuadrones, el primero era el Escuadrón Real que formaba la vanguardia y se componía de 300 jinetes, y el resto de 250. La ila era unidad básica, un escuadrón de 250 jinetes mandado por un ilarca , y dividida a su vez en dos lochoi , yestos en dos tetrarquías de 60 caballeros, bajo el mando de un tetrarca

Cada jinete o caballero erapropietario de su caballo, iba cubierto con un casco de modelo beocio. Estaba equipado con una lanza de3 m llamada syston, provista de dos puntas, y una espada curva kopis. En la época de Alejandrono llevaban escudo.

La caballería ligera, estaba compuesta por los portadores de sarissa y era empleadapara misiones de reconocimiento, de persecución y para provocar el inicio de las batallas. Estos jinetes estaban armados con jabalinas, actuaban como tiradores y aseguraban los flancos del ejército durante la batalla, realizando misiones de reconocimiento. La caballería se completaba con varios cientosde jinetes aliados, provenientes de diversos lugares, que llevaban a cabo distintos roles y empuñaban distintas armas.

La caballería tesalia, estuvo desde Filipo II bajo protectorado macedonio. Su organización y el equipamiento eran similares a los hetairoi. Alejandro llevó a Asia a 1.800 jinetes tesalios. Era mandada por Parmenio.

El motivo de combatir en la llanura era favorecer, a parte del empleo de la caballería, el ataque de sus carros, destinados a desordenar y frenar el avance de la infantería macedonia. En cuanto supo Alejandro que Darío le esperaba, detuvo su avance y estableció uncampamento fortificándolo con un foso y una empalizada donde dejó su bagaje y sus animales de carga, junto a los acompañantes, tropas no combatientes y prisioneros para, por la noche, avanzar en orden de batalla, ligero de equipo, a excepción de las armas. Su objetivo era enfrentarse al enemigo al amanecer. Los campamentos de ambos ejércitos estaban separados unas siete millas y no eran visibles entre sí. Alejandro se acercó hasta divisar las posiciones persas, desplegó a su ejército para la batalla, celebró un consejo con sus oficiales y decidió vivaquear, en las posiciones ocupadas,manteniendo el despliegue al tiempo que reconocía el terreno elegido por Darío.

A pesar de que alguno de sus generales, como Parmenio, le instaron a realizar un ataque nocturno, Alejandro prefería realizar sus combates con luz diurna. El orden de batalla persa se conoce con cierta precisión, ya que se recuperaron las órdenes escritas de Darío después de la batalla. El ala izquierda, frente al mismo Alejandro situado a la derecha de la línea de frente macedonia, era mantenida por la caballería bactriana con los escitas asiáticos y arichotianos. Los persas se posicionaron en el centro donde se situaba el rey con su séquito.

El ala derecha estaba protegida por tropas sirias, mesopotámicas y del Golfo Pérsico; una fuerza avanzada protegía el ala izquierda, compuesta por la caballería escita, 1.000 bactrianos y 100 cuádrigas conguadañas acopladas a las ruedas. Los elefantes, junto a 50 cuádrigas, estaban situados frente al propio Darío. Los mercenarios griegos, con las tropas persas de la Guardia Real estaban desplegados en el sector central y eran las únicas tropas fiables para poder enfrentarse a la falange macedonia.

En ninguna de las batallas de Alejandro se pusieron de manifiesto sus cálculos tácticos como en Gaugamela. Conocedor de que la falange quedaría aislada casi con toda seguridad mientras él y su caballería operaban en el extremo derecho, tomó medidas especiales para salvaguardar su posición. Primero reforzó con una doble formación la retaguardia para que, en caso de fueran rodeados, pudiera dar media vueltay enfrentarse al enemigo en dirección contraria. Dispuso también los medios para que la falange pudiera extender su línea o cerrar sus filas en el último instante antes de que se iniciara la batalla, y para protegerla apostó unidades de protección de arqueros agrianos y macedonios, en formaciones curvas, en ambos flancos.

La táctica de Alejandro consistía en avanzare en oblicuo, rehusando su flanco izquierdo para dificultar ese doble envolvimiento, y golpear con su caballería pesada,apoyada por la falange, en el centro de la línea persa donde aguardaba Darío.El plan general favorecía a Darío, ofreciéndole todas las oportunidades para explotar su superioridad numérica. Los primeros ataque persas sobre el extremo del ala derecha macedonia fueron contrarrestados por Alejandro con cierta dificultad, mientras que el ataque de los carros aqueménidas, con sus guadañas en las ruedas, sobre la falange fracasó por completo. Justo en ese momento, cuando buena parte del centro-izquierdapersa se desplazó para apoyar el ataque sobre el flanco derecho macedonio, abriendo un hueco en su línea, Alejandro se lanzó por la brecha con sus "compañeros" en cuña, apoyados por los hipapistas y la falange, directamente sobre el lugar donde el mismo Darío estaba situado.

Los hipaspistas era un cuerpo de infantería del ejército macedonio del que no se conocen con exactitud sus detalles y hay discrepancias entre historiadores ya que para algunos formaban una unidad de elite dentro de la falange, mientras que para otros era una infantería ligera de tipo comando.

Darío huyó abandonando a su ejército, como ya lo había hecho en Isso, y desde ese momento la batalla estaba perdida, pese a que el ataque persa sobre el ala izquierda macedonia creaba grandes dificultades a Parmenio, e incluso aunque otro ataque menor de la caballería persa penetró el centro macedonio por un hueco entre los batallones de la falange, llegando al campamento de bagajes macedonio, que fueron saqueados. Parmenio, muy presionado en el ala izquierda macedonia, requirió la ayuda de Alejandro.La formación de retaguardia de la falange, que había sido especialmente situada y entrenada para hacer frente a una rotura de la línea como la que se había producido, giró sobre sí misma y avanzó rápidamente para rescatar el campamento, amenazando al mismo tiempo a la caballería persa que se había vuelto contra el ala de Parmenio.

Se supone que tuvieron que dividir sus fuerzas para poder conseguir ese doble objetivo. Esto fue una demostración del control y disciplina de Alejandro que fue capaz de hacer volver a sus hombres de una fácil y satisfactoria persecución del enemigo en fuga y con ello responder a la llamada de Parmenio.

La operación de ayuda de Alejandro, junto con la falange de retaguardia, eliminó la amenaza a la derecha de Parmenio, y la caballería macedónica estuvo entonces en mejores condiciones para enfrentarse al movimiento envolvente de Mazaeus, jefe de la caballería de Darío del ala derecha persa. Éste había avanzado perdiendo el contacto con el rey, y durante cierto tiempo no fue consciente de la huída de Darío y delderrumbe del ejército persa en el centro y en el ala izquierda. Fue la caballería tesalia la que tomó directamente la ofensiva contra las tropas de Mazaeus que cedían terreno ante ellos.Alejandro se lanzó a la persecución de Darío, seguido por su ejército al completo que acosaba a un ejército persa en plena huida. Lo persiguió hasta el anochecer, cruzó el río Lycus y tras dar un descanso a sus hombres reanudó la persecución, esperaba capturar a Darío en la ciudad de Arbela, 75 millas al oeste del campo de batalla. Darío no fue hallado allí, su tesoro y posesiones fueron capturados por Alejandro, su cuadriga y sus armas.

Los historiadores de la Antigüedad dan cifras diferentes de las bajas producidas en la batalla, la mayoría difíciles de creer. Según Arriano, Alejandro sufrió sólo 100 muertos entre sus soldados y 1.000 caballos, mientras que las pérdidas persas fueron unos 300.000 muertos y un número similar de prisioneros.

CONCLUSIONES

La victoria de Alejandro fue completa y con un coste escaso, aunque no fácil,solamente fracasó en su intento de capturar a Darío. Al final de la batalla Darío era un fugitivo sin capacidad de recuperar su reino y poco después moriría asesinado.

LA BATALLA DE HISDASPO (326 A.C)

La batalla de Hidaspo o Hidaspes fue la última batalla de Alejandro Magno y tuvo lugar en la India en el año 326 a.C., en la que se enfrentó al rey indio Poros, el Rajá de Apuraba. Esta batalla es considerada como la más fácil, tácticamente hablando, de las que tuvo Alejandro en su periplo por Oriente y se caracterizó por la novedad del uso,por parte india, de los elefantes como animales de guerra y de la gran cantidad de bajas que se produjeron por ambas partes contendientes.La crónica más extensa y autorizada sobre la batalla de Hidaspo es la de Arriano ,un experimentado general romano, de origen griego, que sirvió en las guerras de oriente con el emperador Trajano y, que la escribió basándose en las memorias de algunos delos oficiales de Alejandro.

El ejército con que el rey Poros se enfrentó a Alejandro era inferior, a todas luces, alejército macedonio y el empleo de los elefantes no fue un elemento determinante sino más bien un elemento exótico sin incidencia en el desarrollo del combate. Los distintos autores difieren en cuanto a la composición real del ejército de Poros: Curcio la estima en 30.000 hombres de a pie y 300 carros; Plutarco, en 20.000 tropas de infantería y 2.000 de caballería; y Arriano, en 4.000 de caballería, 30.000 de infantería y 300 carros.

Sin embargo, todos coinciden en que Poros comandaba un poderoso ejército combinado, en el que formaban los mejores soldados a los que se había enfrentado Alejandro y que incluía el arma más terrible de los campos de batalla de la antigüedad,unos 200 elefantes de guerra sobre los que montaba un guía y unos guerreros armadosde jabalinas. La infantería de Poros también famosa y respetada. Sus miembros eran kshartya, soldados profesionales, al igual que los macedonios.

Se dividían en dos tipos: los arqueros, con largos arcos de caña de 1,4 m. que disparaban flechas de punta de hierro o hueso y aunque poderosos, su precisión no era buena, y probablemente los indios se basaban más en el peso del disparo que en la puntería; y a continuación estaban los lanceros, provistos de lanzas o jabalinas y con escudos de piel tendidos sobre mimbre.Todos, salvo los más pudientes, iban sin armadura, con la vestimenta acostumbrada de una larga falda, y armados con espadas de hoja de hierro. Por su parte, el ejército de Alejandro estaba compuesto por cerca de 34.000 infantes,unos 7.300 jinetes y alrededor de unos 5.000 aliados indios.

El Jhelum estaba crecido y Alejandro decidió no cruzarlo a la vista de los elefantes. Estableció el campamento e hizo ver que aguardaría a que el Jhelum descendiera,mientras que lo que estaba considerando era buscar un paso alternativo oculto a la vistade su enemigo. Los indios veían las maniobras de distracción y los amagos de intentos para cruzar elrío que, por diversos puntos, realizaban los macedonios. Finalmente, Alejandro encontró un lugar para cruzar el Jhelum unos 27 km arriba de su campamento, engañando a Poros con una serie de brillantes maniobras.

Durante la noche trasladó a una parte importante de su ejército, incluida la caballería, hacia el punto donde debíancruzar el río, permaneciendo el grueso del ejército, dos “taxeis” de la falange y una fuerza montada, al mando de Crátero, en la orilla del río para realizar el paso cuando Alejandro hubiese anulado a los elefantes y estuviese combatiendo con Poros, para atrapar a los indios entre las dos fuerzas macedonias.

Para despistar completamente a Poros, Attalos, de apariencia semejante a Alejandro,fue vestido con la armadura de éste y encargado de dejarse ver esporádicamente para que los indios lo tuviesen vigilado. Mientras que Meleagro debía fingir ataques simulados en las orillas del río, entre el campamento macedonio y el punto de cruce para terminar de confundir a Poros y cruzar una vez lo hubiese hecho Alejandro. Alejandro, cruzó el Jhelum con sus fuerzas más experimentadas; los por
hipaspistas dos taxeis de la falange, arqueros cretenses y peltastas tracios

Al amanecer, Poros se encontró con que una fuerza indeterminada de macedonios 0había cruzado el río. Pensando que se trataba de una maniobra de diversión, ya que veía los movimientos del grueso del ejército de Alejandro al otro lado del Jhelum, mandó un pequeño contingente, formado por unos 120 carros y unos 4.000 jinetes, dirigido por supropio hijo para detener a los griegos, que fue completamente aniquilado por Alejandro. Al recibir esta noticia, Poros decide hacer frente a Alejandro con todo el grueso de su ejército, dejando una pequeña fuerza en la orilla del río para dificultar el paso de Crátero.

Poros formó a sus hombres en una línea, con la caballería y los carros a la izquierday los elefantes repartidos a la cabeza de la larga línea. Alejandro formó también una línea, una larga falange con los hipaspistas a la izquierda, flanqueados por la caballería macedonia al mando del rey, la falange macedonia, la falange griega y los infantes tracios. Cuando los elefantes de Poros atacaron fueron frenados por el bloque compacto que ofrecía la falange: una auténtica muralla de bronce erizada de hierro que detuvo en seco a los elefantes. Entonces la infantería ligera de Alejandro atacó a los elefantes con hachas y jabalinas, éstos sevolvieron contra sus propias líneas mientras Alejandro, con un hábil movimiento envolvente, derrotaba a la caballería india provocando la desbandada general y catastróficas pérdidas en las filas indias.

Arriano detalla así el despliegue de Poros:

“En vanguardia dispuso a los elefantes distanciados unos 30m unos de otros, en un amplio frente, para formar una pantalla ante todo el cuerpo de infantería e infundir terror entre la caballería de Alejandro. No esperaba que ninguna unidad enemiga se aventurara a abrirse camino por los huecos entre los elefantes… el terror haría incontrolable el gobierno de los caballos, y era aún menos probable que lo hicieran las unidades de infantería, ya que se encontrarían con la infantería pesada y serían destruidas por los animales al volverse contra ellos y pisotearlos” (Arriano V.16.).

Consecuencias de la batalla

En la batalla de Hidaspo se dieron cita dos conceptos distintos de ejércitos: por un lado un potente ejército macedonio muy superior táctica y técnicamente a su oponente y; por otro, un valiente ejército indio pero impotente ante el formidable ejército de Alejandro.

La batalla fue tremendamente sangrienta y de una duración muy larga para lo que eran las batallas de la Antigüedad, cortas e intensas. La valentía y arrojo de Poros impresionó profundamente a Alejandro quien le perdonó la vida y firmó un tratado de amistad con él que le permitió seguir gobernando en su nombre.

Cuentan las crónicas que una vez derrotado, herido en un hombro y erguido en presencia de Alejandro, éste le preguntó cómo deseaba ser tratado, a lo que el gigante rey indio, medía casi dos metros de altura, respondió: “Trátame, ¡oh Alejandro!, como a un rey”

En el ejército macedonio, las bajas en la caballería, unos 280 jinetes, fueron muyinferiores a las sufridas por la infantería, donde perecieron cerca de 4.000 infantes y unos 12.000 fueron heridos. El elevado número de muertos se debió a la carga de los elefantes de guerra ya que para ahuyentarlos tuvieron que sacrificar un gran número de efectivos. Fue aquí donde de verdad sufrieron los efectos de la carga de los elefantes, ya que en anteriores combates con los ejércitos persas , los elefantes apenas tuvieronincidencia en las batallas.

Curcio relata que, antes de la batalla, Alejandro había despreciado el valor de loselefantes:
“Nuestras lanzas son largas y robustas; nunca nos servirán mejor que contra estos elefantes y sus guerreros. Desalojad a éstos y atravesad a las bestias. Son una fuerza militar de dudoso valor, y su ferocidad será mayor contra los suyos; son conducidos hacia el enemigo por la fuerza de las ordenes, pero también por el temor de los suyos”
(Curcio VIII.14.16).

El ejército de Poros sufrió unos 12.000 muertos y cerca de 9.000 hombres fueronhechos prisioneros por los macedonios. Arriano calcula las bajas indias en 20.000hombres de infantería, 3.000 jinetes y todos los carros; la mayoría de los elefantes quesobrevivieron fueron capturados e integrados en el ejército macedonio.

CONCLUSIONES

Dos son los factores que influyeron en la victoria de Alejandro sobre Poros: por un lado el cruce por sorpresa del río Hidaspes con una fuerza lo suficientemente fuerte y, por otro, la orden dada a su caballería de envolver al enemigo y atacar por el otro flanco, tras ver la disposición táctica del ejército indio. Esta batalla fue la que mayor número de bajas le produjo y la que marcó el final de sus campañas en Oriente. Tras esta batalla, los oficiales de Alejandro se opusieron a su intención de proseguir hacia el este ya que el ejército estaba exhausto y agotado por los más de ocho años de campañas y atemorizados de tener que volver a enfrentarse con ejércitos que contasen con un gran número de elefantes de guerra.

Probablemente, si Poros hubiese sido mejor estratega, habría concentrado sus elefantes contra el ala derecha del despliegue macedonio, la más débil, ya que si lograban abrir brecha en ella podrán haber enviado a los carros para favorecer así el camino a la caballería india hacia la retaguardia macedonia. Pero Poros no era ese estratega capaz de hacer frente a la estrategia militar de Alejandro. En la actualidad han surgido historiadores indios que argumentan que Alejandro fue realmente fue derrotado por Poros, y que fue este hecho el motivo real que propició su regreso a Babilonia. Lo cierto es que victorioso o derrotado aquí se frenó la expansión de Alejandro por el valle del Indo.

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Re: Curiosidades Militares

Mensajepor Hoplon » 15 Mar 2018 10:29

A veces he mirado con compasión a los grandes derrotados de la historia, como Dario, rey poderoso que lo perdió todo, todo, todo. Su muerte por sed, sólo, abandonado hasta por el último de sus criados, en una región desértica, es realmente trágica.

Yo he leído otra versión de la conversación entre Poros y Alejandro: es mas o menos así: Alejandro le dice al rey Poros que le puede pedir una merced, y este le responde que pide que su gente sea tratada bien, Alejandro le replica que eso lo hará por su propia voluntad e interés, y que por lo tanto Poros puede pedir algo para sí.

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Re: Curiosidades Militares

Mensajepor Brasilla » 15 Mar 2018 15:06

En cuanto a lo primero que indicas Hoplon, no vamos a olvidar el destino de Anibal, o el de Craso, y el de Marco Antonio, mas recientemente podemos referirnos al de Abd el Krimm, pero así es la historia, y ya se dice claramente que la historia la escriben los vencedores, y eso es un hecho real.

Por otra parte solamente conocía lo que he indicado de la conversación entre Poros y Alejandro, pero no sería de extrañar la versión que aportas, máxime si tenemos en cuenta que Poros siguió reinando en la India, y lo cierto es que Alejandro no continuó por una u otra razón acabando allí su campaña.

Saludos cordiales,
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Re: Curiosidades Militares

Mensajepor Brasilla » 15 Mar 2018 15:45

Picasso se enfrenta al embajador alemán


Pablo Picasso residía en París durante la ocupación alemana. Aunque muchos amigos suyos habían huido antes de la llegada de las tropas germanas, el universal pintor malagueño prefirió quedarse en la ciudad que le había visto consagrarse como artista, afrontando todos los riesgos que entrañaba esta decisión.

Los alemanes conocían perfectamente su identificación con la derrotada República Española, lo que le hacía sospechoso de emprender actividades contrarias al dominio nazi. No obstante, quizás impresionados por la fama del personaje, optaron por no importunarle, algo a lo que ayudó el que el pintor tuviera especial cuidado en mantener su documentación en regla para no dar motivo a una detención.

Por otro lado, Picasso permaneció al margen de la lucha que llevaba a cabo la Resistencia, pero aún así siempre fue respetado por los que combatían a los alemanes, que lo consideraban “uno de los nuestros”. Pese al escaso compromiso práctico con la resistencia, circuló una anécdota que ponía en evidencia la alta estima que se le tenía a Picasso entre los defensores de la causa de la libertad.

De vez en cuando, algunos agentes de la Gestapo llegaban a su estudio para llevar a cabo un registro por sorpresa, aunque en ningún caso con actitud violenta, sino más bien con una predisposición rutinaria a cubrir el expediente. Del mismo modo, también se presentaban altos oficiales en su domicilio con la intención de atraer a Picasso a la causa nazi, proponiéndole raciones extra de comida o de carbón a cambio de su colaboración.

Sin embargo, lo único que llegaban a obtener de Picasso era que les regalase alguna postal, que curiosamente solía ser una reproducción de su famoso cuadro Guernica, inspirado en el bombardeo que esta ciudad vasca sufrió el 26 de abril de 1937 por parte de la Legión Cóndor, integrada por aviones alemanes.

En una ocasión, quien visitó el estudio de Picasso fue Otto Abetz, el embajador alemán en París. Aparentando interés por sus obras y observando que en una pared había una fotografía del Guernica, le preguntó cortésmente, con el ánimo de romper el hielo:

—¿Es obra suya, monsieur Picasso?
A lo que el célebre pintor le respondió secamente:
—No, suya.

Con tan solo dos palabras, Picasso denunciaba todo el horror que la aviación germana había abatido sobre la indefensa Guernica, un trágico destino que más tarde sufrirían otras ciudades como Varsovia, Rotterdam, Coventry o Cabra en el año 1938

Aunque esta genial respuesta merecería ser cierta, la realidad es que existen serias dudas sobre su veracidad. Aún así, el supuesto desafío de Picasso al embajador alemán sirvió de ejemplo y estímulo para los que luchaban en Francia contra la opresión nazi.

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Re: Curiosidades Militares

Mensajepor Hoplon » 15 Mar 2018 16:47

https://elpais.com/diario/2011/09/28/cu ... 50215.html

¿Qué vida llevaban Picasso, Camus, Sartre, Simone de Beauvoir, Marguerite Duras y los centenares de artistas e intelectuales que se quedaron en el París ocupado por los nazis? ¿Qué tipo de relación mantenían los marchantes de arte, los editores, los productores, los directores de orquesta o los empresarios teatrales con los censores alemanes y el Propaganda Staffel que Goebbels había creado para subyugar a la cultura francesa? Esto y otras cosas cuenta Alan Riding, uno de los grandes maestros del oficio de periodista, en Y siguió la fiesta. La vida cultural en el París ocupado por los nazis (Galaxia Gutemberg).

El periodista no juzga a quienes se rozaron con el enemigo para vivir

"Sí, la vida cultural de París se reanudó muy pronto. Por muchas razones, incluida la francofilia confesa de muchos alemanes. Sartre, Camus, Picasso y muchos otros pasaron toda la guerra y las fiestas que hacían acababan en inmensas borracheras. Lo cuenta muy bien Simone de Beauvoir: como había toque de queda se quedaban toda la noche bebiendo", explica el autor, "pero tengo que decir que yo he vivido en situaciones como las de Argentina bajo la junta militar y había mucho menos alegría que en el París ocupado".

Y eso que es "El Pais"

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Re: Curiosidades Militares

Mensajepor Brasilla » 15 Mar 2018 17:31

Entrada Triunfal en el Cairo

Mientras Francia languidecía bajo la opresión nazi, las fuerzas germanas continuaban extendiéndose, no solo por Europa, sino también por el norte de Africa. En el verano de 1942, nada hacia pensar que los alemanes, liderados por el mariscal Erwin Rommel, pudieran ser detenidos en su camino hacia El Cairo.

Tras la caída de Tobruk, el Afrika Korps y las tropas italianas tenían aparentemente via libre hacia el Canal de Suez. El pánico que se desató en la capital de Egipto ante la inminente llegada de los panzers fue tal que los británicos iniciaron la quema de toda la documentación oficial para que no cayera en manos de sus enemigos.

Mussolini asistía a estos momentos cruciales con un sentimiento agridulce. Por un lado, se sentía feliz porque estaba a punto de conseguir su ansiado objetivo de expulsar a los británicos del norte de Africa. Pero, por otro, era consciente de que el mérito de la conquista de Egipto se anotaría en el haber de Rommel, convirtiéndose así la campaña en un éxito alemán.

De todos modos, el Duce no estaba dispuesto a dejarse arrebatar fácilmente los laureles del triunfo; embriagado por sus ensoñaciones imperiales, decidió hacer su entrada en la capital egipcia a lomos de un caballo blanco. La música que acompañaría a los italianos en esa marcha triunfal sería la de la más célebre ópera de Verdi: Aida

Sin embargo, los británicos, pese a su temor ante el incontenible avance de Rommel, no estaban dispuestos a entregar El Cairosin lucha. Así que, apostados en la pequeña aldea de El Alamein, resistieron las furiosas embestidas de las tropas del Eje hasta que el Zorro del Desierto se vio obligado a colocarse a la defensiva, alejándose para siempre la posibilidad de tomar la capital egipcia.

Entre los italianos capturados durante estos combates se encontraban los encargados de organizar la entrada triunfal en El Cairo. Los británicos se quedaron muy sorprendidos al encontrarla partitura, los instrumentos y hasta los trajes de ceremonia que pensaban usar en esa representación que, pese a los intensos preparativos, sería finalmente cancelada.

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Re: Curiosidades Militares

Mensajepor Brasilla » 15 Mar 2018 17:43

Hoplon escribió:ç

Qué vida llevaban Picasso, Camus, Sartre, Simone de Beauvoir, Marguerite Duras y los centenares de artistas e intelectuales que se quedaron en el París ocupado por los nazis? ¿Qué tipo de relación mantenían los marchantes de arte, los editores, los productores, los directores de orquesta o los empresarios teatrales con los censores alemanes y el Propaganda Staffel que Goebbels había creado para subyugar a la cultura francesa? Esto y otras cosas cuenta Alan Riding, uno de los grandes maestros del oficio de periodista, en Y siguió la fiesta. La vida cultural en el París ocupado por los nazis (Galaxia Gutemberg).

El periodista no juzga a quienes se rozaron con el enemigo para vivir

"Sí, la vida cultural de París se reanudó muy pronto. Por muchas razones, incluida la francofilia confesa de muchos alemanes. Sartre, Camus, Picasso y muchos otros pasaron toda la guerra y las fiestas que hacían acababan en inmensas borracheras. Lo cuenta muy bien Simone de Beauvoir: como había toque de queda se quedaban toda la noche bebiendo", explica el autor, "pero tengo que decir que yo he vivido en situaciones como las de Argentina bajo la junta militar y había mucho menos alegría que en el París ocupado".

Y eso que es "El Pais"



Totalmente de acuerdo contigo compañero, y eso me remite a lo que ya indicaba en un post anterior, la historia la escriben los vencedores, y en el mundo de los artistas destacan todos por haber lamido la mano del dictador del momento y luego ponerlo a parir cuando se encuentran fuera de su alcance, ejemplos hemos tenido de sobra en nuestra reciente historia, cuando los famosetes y famosetas iban invitados a la Granja y aún a algún otro sitio, que perdian salva sea la parte por aparecer en la foto con S.E. y luego a partir del año 75 fueron "democratasdetodalavida" y por supuesto "luchadoresantrifranquistas", así pues no me extraña nada de lo que indica El Pais, además pienso si eso es lo que dice El País, la realidad sería que andaban de francachelas y con buen rollito por si acaso.

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Re: Curiosidades Militares

Mensajepor Brasilla » 15 Mar 2018 17:57

La Guerra de los Seis días Árabe-Israelí

Tras la crisis de Suez de 1956, los cascos azules de la ONU separaron a las tropas egipcias e israelíes en un marco de paz muy inestable. Mientras las dos superpotencias consolidaron sus posiciones en el Oriente Próximo.

El 18 de mayo de 1967, Nasser pidió al entonces secretario general de la ONU, U Thant, la retirada de las fuerzas de la ONU estacionados en territorio egipcio. En un ambiente de creciente tensión, Egipto recibió el apoyo soviético y de los demás países árabes, mientras que Estados Unidos apoyó firmemente a Israel.

Israel acabó con la tensión lanzando un ataque por sorpresa el 5 de junio de 1967 en la llamada Operación Foco. La guerra fue un paseo militar para el ejército hebreo. El Sinaí egipcio, la franja de Gaza, Cisjordania, la ciudad vieja de Jerusalén y los Altos del Golán sirios cayeron en solo seis días en manos de Israel. El territorio ocupado por el estado hebreo pasó de poco más de 20.000 kilómetros cuadrados a 102.400.

Pese a las protestas de la ONU y el desacuerdo de las grandes potencias, el Parlamento israelí acordó el 23 de junio la anexión de la parte árabe de Jerusalén.

Las reacciones a la derrota árabe no se hicieron esperar, en la Conferencia de Jefes de Estado Árabes celebrada el 28 de agosto en Jartún (Sudán) se constituyó el "Frente del Rechazo". Los participantes se comprometieron a no reconocer y a no negociar ni concluir la paz con Israel. Mientras la OLP comenzaba a tratar de obtener su propia autonomía, dirigiendo la batalla contra el ocupante israelí.

Las Naciones Unidas adoptaron el 22 de noviembre de 1967 la resolución 242 en la que se estipula que Israel debe de retirarse de los territorios ocupados, según la versión francesa del texto, y de ciertos territorios ocupados, según la inglesa, y se afirma el derecho de cada nación en la región de vivir “en paz en el interior de fronteras seguras”.

La gran victoria de Israel en 1967 inicia el elemento esencial del problema palestino hasta nuestros días: la situación de los territorios ocupados de Gaza, Cisjordania y la parte árabe de Jerusalén.

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Re: Curiosidades Militares

Mensajepor Brasilla » 15 Mar 2018 18:12

Volviendo a lo que indicabamos sobre la vida que pudieron llevar los "intelectuales" en París, teniendo en cuenta la filiación procomunista de todos ellos, y que en la época en que los alemanes llegarón a París, aún estaba en pleno vigor el pacto de no agresión entre Molotov y Ribentrop, de hecho se estaban repartiendo Polonia entre Stalin e Hitler, pues no lo debieron pasar nada mal, ya que su jefe estaba de completo acuerdo con los alemanes.

Otra cosa son los intelectuales polacos si los hubiera, por cierto lo de anexionarse Polonia por parte de Stalin se lo tomó muy en serio, y con unos métodos bastante drásticos, vease Katyn, con un sistema muy parecido a Paracuellos, y es que en eso evolucionaron bastante poco.

Saludos
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Re: Curiosidades Militares

Mensajepor Brasilla » 15 Mar 2018 20:21

La fallida «Operación Reconquista de España»


A finales de octubre de 1944, se produjo uno de los acontecimientos más insólitos de la posguerra civil, la invasión del Valle de Arán por más de tres mil guerrilleros comunistas con la intención de sublevar al pueblo español, derrocar el régimen de Franco y devolverle el Gobierno a Juan Negrín.
La «Operación Reconquista de España» comenzó cuando el 21 de septiembre de 1944, el Estado Mayor de la Agrupación de Guerrilleros le la orden al coronel Vicente López Tovar, jefe de la XV División, para que se haga cargo de la Unidad que se va a constituir para tal fin y establezca su PC —Puesto de Mando— en el Pirineo, informando de las medidas adoptadas para ello.

La Agrupación de Guerrilleros estaba compuesta por los miembros de la FFI francesa y los de la UNE española. La FFI —Forces Françaises de l’Interieur— estaba formado por el ejército guerrillero gaullista: Armée Secrète, y el ejército guerrillero comunista: Francs-Tireurs et Partisans Français. Por su parte la UNE —Unión Nacional Española—, creada en el seno del Partido Comunista Español para evitar la entrada de España en la II GM tras la invasión de la URSS en 1941, quería aunar a todas las fuerzas antifranquistas para derribar a la dictadura.

La Agrupación de Guerrilleros españoles era el brazo militar de la UNE y, por tanto, del Partido Comunista. La unión con la FFI implicaba la dependencia española del Estado Mayor francés, aun así conservó cierta independencia. La entidad era de un Cuerpo de Ejército, compuesto por nueve divisiones con un total de unos 30.000 partisanos. A una de estas divisiones se la rebautizó como la «204» y se le asignó la ocupación del Valle de Arán.

Al mando de la «204» se designó al coronel Vicente López Tovar, miembro del Partido Comunista y que ya había ejercido el mando de una división durante la guerra civil española. Tovar, conocido como Albert en los medios de resistencia gaullistas, era uno de los jefes guerrilleros con más experiencia militar y de mayor prestigio y por ello fue designado para llevar a cabo la «Operación Reconquista de España».

Según contaba el propio coronel Tovar, para saber a qué atenerse envió a España algunos enlaces para sondear a la población corroborando lo que ya pensaba, que la población no solo no los recibían con los brazos abiertos sino que incluso salía con hachas en la mano enfrentándose a ellos. Pero pese a informar al Estado Mayor de la Agrupación de Guerrilleros, finalmente se le dio la orden por escrito de crear la «204» e invadir el Valle de Arán. En el número de octubre de “Anónimos”, suplemento de Lucha de la 204 División, se felicita a López Tovar por el mando de la división y se publica un editorial que incitaba a la insurrección nacional contra Franco y su Falange.

López Tovar era consciente de las escasas posibilidades de éxito de las que disponía y comenzó por asegurar la retirada de sus hombres antes que emprender el ataque, posicionando a la salida del valle las tropas necesarias para apoyar el repliegue. La «Operación Reconquista de España» dio comienzo el 19 de octubre de 1944 con el objetivo de ocupar el valle de Arán y avanzar sublevando al pueblo. López Tovar veía este avance, sin objetivos definidos, como suicida y preveía una maniobra envolvente del enemigo si se alejaba demasiado de la frontera, así que decidió asegurar las comunicaciones con Francia, establecerse en el valle y no continuar la progresión hasta estar seguro de que la insurrección triunfaba.

Esta operación no podía realizarse sin el consentimiento del Gobierno francés, pero como es natural no se podía producir una aprobación oficial. El coronel Calvetti, jefe de las fuerzas fronterizas francesas, le dijo a López Tovar que tenía orden de no dejarle pasar la frontera, pero, le ofreció apoyo proporcionándole hospitales de campaña en territorio francés, haciéndose así cómplice de la operación.

La incursión guerrillera

Al anochecer del día 19 de octubre, el Estado Mayor de la 204 División penetró en automóvil hasta alcanzar el pueblo de Bossost, ya libre de los guardias civiles que lo defendían, estableciendo en la localidad el Puesto de Mando.

Los efectivos de la «204 División» apenas superaba los 3.000 hombres de los cerca de 30.000 que componían la Agrupación de Guerrilleros.

La incursión de la «204 División» de Guerrilleros se inició en la madrugada del 19 de octubre, pero la operación había sido previamente detectada por el espionaje franquista: desde el 12 de octubre y se habían dado instrucciones a las fuerzas del servicio de fronteras para que extremaran el control y si penetraban grupos de infiltrados aprehenderlos o exterminarlos si ofrecieran resistencia.

La invasión se inició con éxito tanto por el Bajo como por el Alto Arán, sin embargo, hubo algunos puntos donde se desarrolló una fuerte lucha. La «410 Brigada» entró a través del Port de Tavascan y se enfrentó en Las Bordas con segunda compañía del Batallón "Albuera". La mayor parte de la compañía, sorprendida se rindió pero, una parte de la tropa, más la Guardia civil, siguió luchando. El combate se produjo en la pequeña plaza mayor del pueblo donde resistían un teniente, un sargento varios soldados y guardias civiles.

La «11 Brigada» penetró por Port de Benasc, hacia el Hospital de Viella, con el fin objetivo de cerrar el paso al ejército que quisiera entrar en el valle por aquel lugar.

La «551 Brigada» penetró por Port d'Era Roqueta y se dividió en tres columnas: la primera se dirigió hacía Bausén, pasando por Caneján donde al verlos venir la Guardia Civil huyó hacia el Bosque; la segunda se dirigió hacia Les, y capturó a 10 guardias civiles y; la tercera pasó por los pasos de Estiuera y Cuma y se dirigió hacía Bosssot, donde la Guardia civil ofreció resistencia en la casa cuartel.

Hasta el día 23 de octubre, fecha en que se detuvo el avance, fueron tomados Bausén, Caneján, Porcingles, Pradell, Lés, el Portillón, Bosost, Arrós, La Bordeta, Arró, Vilamós, Benós, Las Bordas, Aubert, Betlán, Vilach, Mont, Montcorbau, Vilach y Begós.

La actitud de los araneses salvo contadas excepciones se caracterizó por la pasividad e inhibición ya que no se encontraban en condiciones ni morales ni materiales de secundar ningún alzamiento.
Guerrilleros de la UNE en Bossost en octubre de 1944

La reacción del ejército

Mientras que el Bajo Aran se conquistaba de una manera vertiginosa, en el Alto Aran, ya no fue tan fácil. El intento de ocupar el Alto Arán se vio truncado cuando por el Puerto de la Bonaigua, llegaron los primeros refuerzos del ejército, el 5ª Batallón de Cazadores de Montaña "Barcelona" y también la Legión y Regulares. Los guerrilleros tuvieron que retroceder.


Hay que añadir que la presencia en Viella del general Moscardó, capitán general de Cataluña y héroe del Alcázar de Toledo, sirvió como revulsivo de las fuerzas defensoras, y sus peticiones de ayuda fueron inmediatamente cumplidas enviando las unidades que se encontraban más próximas al valle.

La capital Viella, fue hostilizada por las fuerzas guerrilleras des de Vilach y Pla de Vias. Pero, el coronel Tovar no dio la orden de atacar Viella porque la ciudad estaba fortificada por la guardia civil, y por batallones y compañías del ejército. El general Moscardó había instalado su Puesto de Mando en el Hotel Internacional. Otra razón de Tovar para no atacar Viella fue porqué temía un ataque por la retaguardia por parte de la «42 División» del ejército franquista al mando del general Marzo, que les habría cortado la retirada hacia Francia.

Ante esta situación y con los refuerzos del ejército, guardia civil y policía armada que llegaban a sumar más de 30.000 hombres, el coronel Tovar ordenó la retirada, antes de que fuese demasiado tarde, en contra de las órdenes recibidas del Estado Mayor de UNE, con el fin de salvar las vidas de sus hombres. Parte del valle estuvo 11 días bajo control guerrillero hasta el 30 de octubre en que las tropas del ejército llegaron a la frontera por el Pont de Rei y reocupa todos los pueblos.
El valle recuperó la calma y sus gentes fueron premiadas, aunque también se solicitaron los nombres de los que habían colaborado con los guerrilleros maquis.

Factores del fracaso

Los principales factores de este fracaso fueron muchas: las peleas internas y purgas dentro del PCE; la pérdida en Francia del prestigio ganado por los guerrilleros españoles; el ascenso de Santiago Carrillo a la cúpula del PCE y la muerte política de Jesús Monzón, verdadero impulsor de la «Operación Reconquista de España»; la fortaleza del régimen franquista y; el cambio de estrategia en renunciar a más incursiones.

Es de destacar el escaso número de bajas entre los guerrilleros gracias a la ordenada retirada, mandada por López Tovar.

Las cifras más fidedignas de aquella operación, según Aguado es de 32 muertos, 248 heridos y 330 prisioneros en las fuerzas del ejército y guardia civil, mientras que entre los guerrilleros hubo 129 muertos, 588 heridos y 241 prisioneros. Otras fuentes estiman que entre los guerrilleros apenas hubo 21 muertos y unos pocos heridos.

Parece ser que fue Santiago Carrillo quien ordenó la retirada ante la inminencia de un desastre total, ya que las fuerzas de Moscardó y Marzo eran muy superiores. En sus memorias, Carrillo lo relata así:

"A la salida del túnel de Viella estaba esperándonos el general Moscardó con varias decenas de miles de soldados, tanques y artillería; en conjunto una fuerza contra la que no teníamos ninguna posibilidad. Permanecer en el Valle de Arán no hubiera tenido ningún sentido; nos desalojarían fácilmente y avanzar por el túnel de Viella, como pensaban algunos, era meterse de cabeza en una trampa (S. Carrillo, Memorias, 1993).

La frustrada «Operación Reconquista de España» fue el último episodio organizado de resistencia al franquismo. Aunque algunos elementos guerrilleros maquis permanecieron por territorio español hasta aproximadamente 1948, a partir del fallido intento de ocupación del Valle de Arán, Franco no tuvo más oposición a su régimen hasta su muerte en 1975.

Es cuando menos extraña tanta preocupación de Santiago Carrillo, y tan buena memoria sobre estos hechos, y tan mala memoria sobre su papel en los asesinatos de Paracuellos y de Madrid y las checas, vamos lo que se dice memoria selectiva

Bibliografía
Martín, E. (1999). “Enviados al Matadero”. La Aventura de la Historia, 13, 21-31.
Junquera, N. (2009). “1944: “Operación Reconquista de España”. Madrid. El País, Edición Impresa.
Martínez de Baños, F. (2003). Maquis y guerrilleros. Zaragoza. Delsan
Moreno, F. (2005). “Huidos, maquis y guerrilla: una década de rebeldía contra la dictadura. Ayer, 43, 111-137.
Aguado, F. (1975). El maquis en España: su historia. Madrid. San Martín
Vargas, R. “El maquis a Catalunya 1939-1963”. https://www.sindominio.net/marxa-maquis

Saludos :saluting-soldier:
Si ignoras lo que pasó antes de que nacieras, siempre serás un niño.
Marco Tulio Cicerón.


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