fierabras escribió:El problema que tenemos con el Islam es un asunto peliagudo y muy grave, como se está demostrando, pero como se trata de uno de esos temas tabús que nos hemos impuesto en nuestra civilizada y avanzada sociedad bajo el epígrafe de "políticamente incorrecto" pues no se puede hablar libremente de ello sin que enseguida te tilden de xenófobo, nazi y demás lindezas ...
Para mi esto es lo más grave, que nos oculten o nos priven esta información y este debate. Y eso es algo que preocupa a mucha gente, solo hay que echar un vistazo a los comentarios de noticias relacionadas con el Islam en cualquier periódico, ya sea de izquierdas o de derechas y los que opinan, sea cual sea su tendencia política suelen coincidir en su mayoría en este asunto.
Para mi está más que claro, el día que sean mayoría nos impondrán sus normas. Eso sí, lo harán democráticamente, fundarán un partido político, ganarán las elecciones y a cambiarlo todo. No está tan lejos este futuro como algunos se piensan.
Obviando los datos aportados, mas que nada para no extender el post, se podrían aportar muchos más.
Por citar alguno, casualidad de las casualidades, los primeros niños del año en las 4 provincias catalanas, eran todos mahometanos.
Ya he manifestado en varias ocasiones que opinión me producen los "cuelgaetiquetas", por muy "políticamente correctos" que se arroguen ser.
Coincido contigo en lo preocupante de como , de forma deliberada, se oculta u opaca información sobre los hechos.
Conductas como la protagonizada por las autoridades y prensa alemana a raíz de los sucesos, que todos hemos conocido, sólo pueden ser producto de la idiocia institucional. Claro que, en Alemania, esas "etiquetas", han de escocer mucho más.
Ignoro cuantas generaciones serán necesarias para que la conducta del III Reich no salpique y condicione a los alemanes no natos.
Aunque, tal vez, como se cometieron contra el pueblo bíblico por definición, sean algo como el "pecado original" de Adán y Eva. Vamos, expiación eterna.
En cuando a las excusas oficiales del "acogimiento", vemos que tiene en su atolondrada concepción, un factor mutágeno e imprevisto.
Lo que empezó como,"necesitamos de obra" (para pagar las pensiones y sanear la Seguridad Social) se ha transformado en "pobrecitos refugiados que huyen de la guerra, la intolerancia y la violencia.
Si analizamos como acabó la primera oleada, veremos que, lejos de trabajar, cotizar y sanear la seguridad social, la cosa ha terminado en vaguear, vivir de pensiones "integradoras" y saturar la seguridad social con toda la parentela que han traído a vivir a nuestra costa.
Así, cabe suponer, la segunda oleada habrá de traernos lo contrario de la excusa dada.
Traduciendo, guerra, intolerancia y violencia.