HISTORIA DE MILITARES Y GUERREROS DE ESPAÑA

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Re: HISTORIA DE MILITARES Y GUERREROS DE ESPAÑA

Mensajepor Brasilla » 13 Abr 2016 23:31

Excmo. Sr. D. Salvador DE MURO Y SALAZAR Capitán General Gobernador de Cuba

Salvador de Muro y Salazar. Marqués de Someruelos. Gobernador y Capitán General de Cuba (1799-1812). Su gobierno en Cuba se caracterizó por la dura represión de la rebelión liderada por José Antonio Aponte. Construyó el cementerio de Espada e inició la vacunación en el país, práctica promovida por Tomás Romay.

Nació en 1754 en Rioja, España, hijo de Don Pedro Salvador de Muro y Alonso y de Doña Teresa Josefa de Salazar y Morales. Mantiene por sucesión el Título de Marqués de Someruelos al fallecimiento de su padre. En 1791 se casó con María Concepción de Vidaurreta y Llano, vecina de Logroño. De ese matrimonio nació Joaquín José de Muro y Vidaurreta quien lo sucedió como Marqués de Someruelos y fue un militar destacado en campañas en Francia, España y África.

El 13 de mayo de 1799 Salvador de Muro y Salazar ocupó el cargo de Capitán General y Gobernador de Cuba, en sustitución de Juan Procopio Bassecourt y Bryas, conde de Santa Clara.

Una insistente reclamación de los productores cubanos, que habían tenido como vocero a Francisco de Arango y Parreño, era que se eximiera de todo tipo de impuestos (derechos, alcabalas y diezmos) a las producciones de café, algodón y azúcar. Esto se logró finamente en 1804. Igualmente se concedieron exenciones a la entrada de esclavos y de maquinarias para la industria azucarera.

A partir de 1808 la lucha política entre hacendados y comerciantes entró en una nueva fase. El Marqués de Someruelos y Francisco de Arango y Parreño propusieron la creación de una Junta Superior de Gobierno, integrada fundamentalmente por los hacendados y comerciantes, siguiendo el ejemplo de las Juntas que dirigieron la lucha contra Napoleón en España. A esto se opusieron la intendencia de la Real Hacienda, la superintendencia de tabacos y la comandancia de la Marina, que veían mermados sus privilegios. Someruelos se vio obligado a abandonar el proyecto de la Junta Superior de Gobierno.

Tomó el mando en una época en que la gesta libertadora hispanoamericana, que ya venía gestándose, se desencadenó como un reflejo de las consecuencias que tuvieron las invasiones napoleónicas a Portugal (1807) y España (1808), que arrojaron de sus tronos a los monarcas respectivos. En España se constituyó una Junta en la escasa zona no ocupada por las tropas francesas, que ejercía un gobierno local, y además se inició una guerra por la independencia, que duró hasta 1814. En varios países americanos los criollos se negaron a reconocer a los franceses y exigieron a las autoridades la formación de juntas locales que tuvieran como base a los cabildos.

En La Habana un grupo de acaudalados criollos, entre los cuales descollaba Francisco de Arango y Parreño intentó en julio de 1808 convencer al gobernador de la conveniencia de formar una junta, pero tuvieron que abandonar el plan por la hostilidad de la intendencia de la real hacienda, la superintendencia de tabacos, la comandancia de la marina y los comerciantes españoles. Los grandes propietarios de ingenios, de hatos de ganado y de cafetales comenzaron desde entonces a inclinarse a evitar la ruptura con las autoridades metropolitanas y establecer acuerdos con éstas que garantizaran la preservación del aparato estatal y con ello la tranquilidad de sus dotaciones de esclavos.

Un aspecto importante de esta etapa fue el movimiento popular ocurrido en 1809 con el propósito de «arrojar a los franceses de la isla». Éstos se habían establecido con parte de sus esclavos tras la insurrección haitiana, y ya para esa fecha la mayoría miraba a este suelo como su patria. Los disturbios causaron numerosos muertos y provocaron un daño inestimable a la agricultura del país, que ellos habían hecho florecer.

El marqués de Someruelos en el ámbito económico interno desempeñó una política de apoyo a los ricos contra los pobres. Por esa fecha comenzaron los análisis del gobierno norteamericano para estudiar la anexión o la compra de Cuba, sondeando la posición de los terratenientes criollos al respecto.

Otro aspecto importante durante su gobierno fue el movimiento popular ocurrido en 1809 con el propósito no claro de “arrojar a los franceses de la isla”. Éstos se habían establecido con parte de sus esclavos tras la insurrección haitiana en un número calculado en 30 000, pero ya para esa fecha ya miraban a este suelo como su patria. Los disturbios causaron numerosos muertos y provocaron un daño inestimable a la agricultura del país, que ellos habían hecho florecer.

El marqués de Someruelos abordó importantes reformas, lo que evitó tomasen más importancia los movimientos de separación. Entre ellas se encuentra la construcción del cementerio general, llamado después Cementerio de Espada, lo que incluyó la prohibición de enterrar en las iglesias. Se inició la vacunación en el país, práctica promovida por Tomás Romay.

Durante su mandato se produjo la rebelión liderada por el negro libre José Antonio Aponte, que reprimió duramente. Aponte, perteneciente al cabildo Shangó Tedum, se constituyó en uno de los principales líderes de las actividades netamente subversivas. Para ello se apoyó en los cabildos africanos y dentro de estas instituciones logró unir a esclavos y libres, negros y mulatos, y personas de diferentes etnias en proyectos que contemplaban no sólo la emancipación, sino también la independencia.

Ya desde 1810, Aponte, con el pretexto de reuniones religiosas, había comenzado a reunirse con pardos y morenos para conspirar contra la corona española. La reacción española no se hizo esperar. El 29 de enero de 1812 tuvieron lugar las primeras ejecuciones en Camagüey contra la conspiración antiesclavista y separatista de Aponte. El 11 de marzo de 1812 se denunció la existencia de un grupo conspirador en Holguín. Como resultado de la indagatoria se detuvo a más de 50 personas y en el juicio sumario se condenó a la horca a su líder local, el esclavo de origen congo Juan Nepomuceno y varios a cadena perpetua.

El 15 de marzo estalló la sublevación en el ingenio Peñas Altas en Guanabo, liderada por Francisco Javier Pacheco, Juan Bautista Lisundia, y otro de apellido Barbier, pero fracasaron al intentar extender la sublevación a otras dotaciones cercanas en los ingenios Trinidad, Santa Ana y Rosario. En Camagüey se sublevaron las dotaciones de los ingenios Maragúan, El Jobo, La Candelaria y Magantilla.

El gran temor de los esclavistas los llevó a una represión implacable. Aponte fue apresado junto con un grupo de seguidores. El brigadier Martín Ugarte desde Guanabacoa trasladó a La Habana los esclavos capturados pertenecientes a la dotación del ingenio Peñas Altas, los cuales fueron enviados a la prisión donde se hallaba Aponte. También fueron encerrados los esclavos procedentes de Alquízar Francisco González Galano, Juan Briñas y Desiderio Malagamba, que estaban involucrados en el movimiento liderado por Aponte.

La orden de ejecución sin fórmula de juicio emanó el 7 de abril por orden del capitán general de la Isla, el marqués de Someruelos. Dos días después, el 9 de abril de 1812 era ahorcado y decapitado José Antonio Aponte, junto a ocho de sus compañeros.

Le sucedió en la Capitanía General de Cuba Juan Ruiz de Apodaca, que tomó posesión el 14 de abril de 1812. En ese mismo año, de regreso a España, Salvador de Muro fue nombrado consejero de Guerra. Murió en España en diciembre de 1813.

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Re: HISTORIA DE MILITARES Y GUERREROS DE ESPAÑA

Mensajepor Brasilla » 13 Abr 2016 23:55

Excmo. Sr. D. José CIENFUEGOS JOVELLANOS Capitán General Gobernador de Cuba

José Cienfuegos Jovellanos (Oviedo, 1 de febrero de 1763 – Madrid, 29 de abril de 1825) fue un militar y político español. Durante la Guerra de Independencia de España tuvo intensa actividad y fue ascendido por sus méritos de guerra hasta que una vez finalizada esta fue enviado con el cargo de Gobernador de a la Capitanía General de Cuba, donde estuvo entre el mes de julio de 1816 y el 29 de agosto de 1819, tiempo en el cual combatió con decisión a los piratas antillanos. Durante el Trienio Liberal, fue Ministro de la Guerra de España entre enero y febrero de 1822.

José María Cienfuegos Jovellanos nació el 1 de febrero de 1763, en la casa que tenían los Condes de Marcel de Peñalba junto a la plaza de la Catedral en Oviedo, España. Fue el segundo hijo de seis que tuvo el matrimonio formado por los nobles de antigua familia asturiana Baltasar González de Cienfuegos, V Conde de Marcel de Peñalba, y doña Benita de Jovellanos y Ramírez, nieta por línea materna de los Marqueses de San Esteban, e hija de don Francisco Gregorio de Jovellanos, que durante muchos años fue Alférez mayor de Gijón. Era sobrino materno del celebre Gaspar Melchor de Jovellanos

José Cienfuegos Jovellanos entró como cadete de artillería al Real Colegio Militar de Segovia en octubre de 1777, ascendiendo a subteniente el 28 de septiembre de 1780. Con este grado se enrolo en la expedición que salió de Cádiz el 23 de julio de 1781 para recuperar Menorca que estaba en poder de los ingleses. Allí se enfrentaron ocho mil españoles y cuatro mil franceses a las fuerzas inglesas. Tras ocho meses de dura campaña en la que la conquista del fuerte de San Felipet era absolutamente prioritaria por su posición estratégica, se alcanzó la victoria el 12 de abril de 1782 con la rendición de Gobernador Murray y sus hombres, así se cumplieron todos los objetivos previstos por el mando aliado franco-español.

Tras la victoria en Menorca paso a Gibraltar, donde los ingleses ocupaban el último territorio español. José Cienfuegos llegó con los soldados enviados para atacar ese territorio el 13 de septiembre de 1782. La fuerza estaba integrada por unos cuarenta mil hombres, diez baterías flotantes –invento del ingeniero francés D’Arcon–, y cuarenta y siete barcos de línea, entre franceses y españoles. Se lanzaron varios ataques contra los ingleses que no lograron su objetivo victorioso así que permanecieron sitiando la plaza militar inglesa hasta que estos fueron ayudados por el almirante lord Ricardo Howe, quien llegó en su socorro al frente de cincuenta navíos por lo que tuvieron que retirarse del lugar.

En 1783 fue promovido a teniente. En 1793 fue destinado al ejército que invadió la república francesa por la parte del Rosellón, siendo a continuación ascendido a capitán, y dos años después a teniente coronel.

Tras la paz de Basilea sirvió en diferentes departamentos; y ya era coronel cuando, en mayo de 1808, lanzó desde Oviedo el grito de guerra contra los franceses. La Junta Provincial allí formada, le elevó al grado de teniente general de ejército, confiriéndole el mando de las armas, y la presidencia de la junta de guerra, en mayo de 1810.

En 1811 fue nombrado director del departamento de artillería de Galicia; y en 1812, comandante general de artillería del 5º ejército. Con el mismo cargo pasó al tercer ejército, con el que realizó la decisiva campaña de 1813. Tras la paz se le asignó una plaza en el Consejo de la Guerra.

Ocupó el cargo de capitán general de Cuba el 2 de julio de 1816 en sustitución de Juan Ruíz de Apodaca, en un momento caracterizado por las circunstancias de que el rey Fernando VII había sido restaurado en el trono español en 1814 tras la derrota de los ejércitos franceses en Europa. A partir de entonces se estableció en el viejo continente la Santa Alianza, unión de los regímenes triunfantes contra los movimientos revolucionarios, nacionalistas y liberales. Por tanto el mandato de José María Cienfuegos coincidió con la supresión en España de las libertades constitucionales, lo que se manifestó en Cuba con un nuevo pacto de poder con la oligarquía dominante.

Traia la misión de proponer un sistema nuevo para la defensa militar de la Gran Antilla, auxiliar desde La Habana las operaciones del ejército expedicionario de Morillo en tierra firme, y conservar las plazas de las dos Floridas, amenazadas por los Estados Unidos.

El contubernio de los hacendados y plantadores cubanos con las autoridades coloniales hizo que obtuvieran importantes reivindicaciones económicas: había que satisfacer algunas de sus demandas para que no se alzaran como estaba ocurriendo en otros países americanos. De su colaboración con el Intendente Alejandro Ramírez nacieron un buen número de las múltiples reformas que en Cuba se llevaron a cabo bajo su mandato, quedando constancia de ello en el nombre de una ciudad que perpetúa su memoria. Fue relevado a petición propia el 29 de agosto de 1819, llegando a España a la par que nacía un nuevo régimen político.

El intendente general de la Isla, Alejandro Ramírez, alentado por Francisco de Arango y Parreño, firmó en 1817 el decreto de colonización blanca, que ofrecía a cada inmigrante pasaje gratis, pensión alimenticia y una caballería de tierra libre del pago del diezmo y la alcabala por diez años. Las causas de ello era el crecimiento extraordinario de la población negra, por lo cual los hacendados querían traer agricultores blancos de España que pudieran utilizar en caso de estallar una revolución negra. También se necesitaban estos agricultores blancos para producir alimentos con los cuales poder alimentar a sus esclavos. El predominio de las pequeñas estancias (fincas), comenzó a manifestarse.

En 1817 Fernando VII accedió a eliminar el estanco del tabaco, en 1818 estableció la libertad de comercio, y en 1819 autorizó que se declarara como legítimos dueños de la tierra a los que la poseían por otorgamientos hechos por las autoridades coloniales. Esto último favoreció a los grandes latifundistas ganaderos, no a los pequeños agricultores, los cuales ocupaban parcelas de tierras sin documentación alguna.

También las reformas incluyeron la disminución de los impuestos que frenaban el fomento de ingenios, cafetales y otras producciones agrícolas, en especial la supresión de impuestos a los ingenios que se fomentasen, a lo cual se añadía la liberalización del comercio.

Otro aspecto importante de su gobierno fue la fundación de la ciudad de Cienfuegos, que llevó su nombre. Don Juan Luis Lorenzo De Clouet era un teniente coronel nacido en Burdeos, Francia y radicado en Luisiana. Agregado en 1818 al Estado Mayor de La Habana, presentó al Capital General José Cienfuegos y al intendente Ramírez, el 1 de enero de 1818, la proposición de colonizar la bahía de Jagua. Un año antes, valiéndose de sus altos grados como masón, había fundado en La Habana la primera Cámara de Altos Grados Masónicos que existió en Cuba.

El 8 de marzo de 1819 De Clouet formalizó la contrata de la colonización con el Capitán General y su Intendente, basados en la Real Cédula de 21 de octubre de 1817.

En abril llegó a la bahía de Jagua y se estableció en el sitio Hurtado, cercano a las márgenes del río Salado, junto a 46 colonos franceses, el médico Domingo Monjenié y el agrimensor Domingo Dubroc. Allí se instalaron en chozas abandonadas y en ocho tiendas de campaña y comenzaron a trazar los primeros planos. Sin embargo, pronto Don Agustín de Santa Cruz y de Castilla, convenció a De Clouet de ubicar la población en la Península de Majagua, lugar que era propiedad de su esposa, Antonia Guerrero, quien lo ponía a su disposición.

El 22 de abril de 1819, De Clouet tomó posesión de las tierras en nombre de Su Majestad el Rey de España, ante los vecinos que le escuchaban arrodillados.

Durante 1819 entraron en Jagua un total de 231 pobladores, en su mayoría, de origen francés, incentivados por la distribución gratuita de dos caballerías de tierra y la aceptación por el gobierno de parte de los gastos, además de facilitarles la compra de esclavos y recursos para las fincas. Nuevos colonos llegaron desde Burdeos, Nueva Orleans, Baltimore, Filadelfia y otras ciudades norteamericanas.

Ya en España, y débil de salud fue, durante unas semanas de 1822, Ministro de la Guerra del Trienio Liberal. Al caer el régimen constitucional reingresó en el Consejo de Guerra, y fue nombrado miembro de varias juntas y director general de artillería.

Falleció en Madrid, el 29 de abril de 1825.

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Re: HISTORIA DE MILITARES Y GUERREROS DE ESPAÑA

Mensajepor Brasilla » 14 Abr 2016 15:01

Excmo. Sr. D. José María ECHEVERRI Y MANRIQUE DE LARA Capitán General y Gobernador de Cuba y el Yucatán

Juan María Echeverri, fue un político español del siglo XIX. Último gobernador colonial de Yucatán y primer gobernador del Yucatán independiente en 1821, año de la proclamación de la independencia de México. Estando en el poder público, siendo capitán general de Yucatán por nombramiento real, se acordó el 15 de septiembre de 1821, de manera incruenta, la independencia del territorio yucateco (entonces conformado por los actuales estados de Yucatán, Campeche, Quintana Roo) de España, continuando brevemente en el poder el propio Juan María Echeverri.


Llegó a la península de Yucatán para hacerse cargo de la Capitanía General de la provincia el 1 de enero de 1821. De ideas anticlericales (jacobino) exigió desde su llegada al Obispo de Yucatán el cumplimiento estricto de las disposiciones de las cortes españolas en el sentido de sustituir a los frailes franciscanos por sacerdotes seculares. En enero de 1821 las cortes expidieron una ley que establecía la reducción del número de monasterios además de impedir el funcionamiento de más de un convento por orden religiosa por localidad. Echeverrí puso en vigor esta disposición con gran severidad.

Clausuró un número de conventos, entre ellos el de la Barrio de La Mejorada que ocupó con tropas del ejército, convirtiéndolo en cuartel (llamado Cuartel de Dragones) militar. A excepción de los conventos de Ticul y Calkiní, se cerraron las casas franciscanas de toda la península, desalojándose a sus moradores, sin tomarse precauciones para resguardar los tesoros artísticos que los diversos recintos habían guardado a lo largo de 300 años de colonialismo.

Echeverri no fue partidario de la independencia de México pero no actuó en contra de la corriente libertadora que se dio en Yucatán y que estuvo principalmente representada por los Sanjuanistas. Cuando el Ejército Trigarante se presentó en Tabasco y fue informado de ello, Echeverri no reaccionó en contra del hecho. El 13 de septiembre de 1821 el gobierno de Campeche que estaba bajo su mando como Capitán General, le envió una nota manifestándose favorable al movimiento de independencia de México.

En ese punto, Echeverri decidió reunirse con la Diputación Provincial (bajo las leyes de la constitución gaditana de 1812) y con el Ayuntamiento de Mérida, para deliberar en torno a la situación y dos días más tarde, el 15 de septiembre de 1821, convocó a una asamblea general, en cabildo abierto, que presidió el propio Capitán General, en la que sin violencia de ninguna especie, se decidió colectívamente por la independencia de Yucatán. Echeverri presentó entonces su dimisión que no fue aceptada con el argumento de que se gestaría una situación anárquica. Se le pidió que continuara en el poder y lo hizo. Se declaró pues la independencia y se sostuvo en el poder a un funcionario español que no juró los preceptos independentistas.1

Esta situación irregular generó protestas de toda laya y Campeche decidió, a pesar de que le fue negado el permiso, izar la bandera tricolor, símbolo de la nueva nación insurgente, en sustitución del lábaro español. El hecho provocó que Echeverri y la Diputación Provincial se reunieran y cesaron en sus funciones al teniente de rey que actuaba en Campeche, Duque de Estrada y a Juan José de León regente de la ciudad. Como respuesta el pueblo de Campeche, en reunión de cabildo abierto, decidió jurar solemnemente la independencia de México, el contenido del Plan de Iguala y de los Tratados de Córdoba, así como restituir en sus puestos al Duque de Estrada y a de León.

Echeverri se inconformó con los hechos y presentó nuevamente su dimisión que volvió a ser rechazada, aunque a los pocos días el gobernante insistió y renunció definitivamente el 8 de noviembre de 1821. La Regencia de México decidió enviar para sustituirlo al Mariscal Melchor Álvarez, jefe realista de Oaxaca, quien llegó a Mérida para tomar posesión de su cargo el 9 de marzo de 1822, quedando mientras tanto como gobernante interino el tesorero (había sido tesorero real) regional Pedro Bolio y Torrecillas.

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Re: HISTORIA DE MILITARES Y GUERREROS DE ESPAÑA

Mensajepor Brasilla » 14 Abr 2016 15:10

Excmo. Sr. D. Nicolas DE MAHY Y ROMO Capitán General Gobernador de Cuba


Militar español nacido en Madrid el 10 de septiembre de 1757 y muerto en La Habana (Cuba) el 22 de julio de 1822.

Hijo de un brigadier de guardia de Corps de su mismo nombre, a los trece años entró en el ejército y continuó su educación hasta los dieciséis. A los veinte años de servir en este cuerpo llegó a exento de Guardias, graduación equivalente a la de coronel de Caballería.

En la guerra con Francia de 1793 se le destinó a las órdenes del general José Simón de Crespo, con mando en Navarra, con quien intervino en multitud de encuentros. El 5 de diciembre de 1798 fue ascendido a brigadier de ejército, y en 1803 obtuvo el mando político y militar de la provincia de Tuy.

En 1808 la Junta de Galicia y luego la Central del Reino le confirieron el grado de mariscal de campo y el mando de la primera división del ejército, que formó en aquella zona el teniente general Joaquín Blake. El 1 de abril de 1809, el marqués de la Romana le nombró su segundo en el mando y le confirió después el de todas las tropas que operaron en Asturias.

Por sus méritos la Junta Central le ascendió a teniente general, siendo luego proclamado capitán general de Galicia. Dos proclamas: Valerosos gallegos y Gallegos se publican en Diario Mercantil de Cádiz, del 31 de marzo y 5 de noviembre de 1810: en ellas exalta a la patria, la religión y los derechos de nuestro amado rey Fernando VII, y presenta a los gallegos la imagen de Austria, Prusia, Suiza y Alemania vencidas, mientras España resiste.

Les pide que restauren el imperio de las leyes, "reanimad la confianza pública: arrojad lejos de vosotros las preocupaciones, las intrigas, las semillas de división : sacrificad los intereses privados a las urgencias públicas : jurad eterna guerra al egoísmo", etc. Acaso sólo palabras, pues García Quintana en 1811 le clasifica entre las autoridades odiadas, débiles o indolentes.

Trasladado a la región valenciana, fue derrotado en Denia. En 1814, el régimen absolutista le destinó a Galicia como inspector de las plazas existentes, aunque en realidad constituía un destierro en compensación a sus ideas liberales.

Restablecida la Constitución en 1820, tomó el mando en Valladolid, el 2 de abril de 1820, y se le nombró capitán general de Castilla la Vieja, y pocos meses después de la isla de Cuba. Desembarcó en La Habana el 3 de marzo de 1821, y hubo de verse inmediatamente asediado de problemas de todo tipo, que trató de resolver drásticamente, aunque en ocasiones se viera desbordado por los mismos.

Dio una proclama A los ilustrados habitantes de esta preciosa capital y su partido, en La Habana el 28 de septiembre de 1821, en favor de la Constitución (publicada por Valdés Domínguez). Se sintió enfermo el 19 de julio de 1822 -al parecer de vómito negro-, falleciendo tres días después. Poseía las grandes cruces de San Hermenegildo, desde 1815, y de San Fernando, 1816, y era miembro de la Asamblea Suprema de esta última, 1818-1819.

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Re: HISTORIA DE MILITARES Y GUERREROS DE ESPAÑA

Mensajepor Brasilla » 14 Abr 2016 19:18

Excmo. Sr. D. Sebastián KINDELAN O'REGAN Capitán General Gobernador de Cuba

Sebastián Kindelán y O'Regan, también conocido como Sebastián de Kindelán y Oregón (Ceuta, 30 de diciembre de 1757 – Santiago de Cuba, 4 de mayo de 1826) era un coronel en el Ejército español quién sirvió también como gobernador de Florida del Este (11 junio 1812 – 3 junio 1815) y de Santo Domingo (1818 – 1821), así también como gobernador provisional de Cuba (1822 – 1823).

Sebastián Kindelán nació el 30 de diciembre de 1757 en Ceuta, España. Era hijo del Vicente Kindelán Luttrell —oriundo de Luttrellstown en el este de Irlanda, hijo de Miguel Kindelán y de Cecilia Lutrell — y de María Francisca O’Reagan. Su padre era un irlandés establecido en España y enrolado en la infantería del Real Ejército español, logrando las posiciones de brigadier y gobernador militar de Zamora. Su madre era nativa de Barcelona pero ella probablemente era de ascendencia irlandesa. Tenía un hermano, Juan de Kindelán y O'Regan, y una hermana, María de la Concepción Kindelán y O'Regan. Kindelán se unió al Ejército español como cadete el 18 de noviembre de 1768. Durante este tiempo fue un soldado del regimiento de infantería de Santiago de Cuba.

Kindelán asumió la gobernación de Santiago de Cuba y todo el territorio oriental de Cuba el 28 de marzo de 1799 durante un periodo políticamente sensible de la historia de la isla. En una carta fechada el 19 de febrero de 1804, algunos de los ciudadanos influyentes informaron a la Corona española la situación peligrosa de la isla, afirmando que el Gobernador Kindelán había alentado a los refugiados blancos de las revueltas en el Santos Domingo francés para asentarse en Cuba tras la retirada francesa de la porción occidental de Hispaniola.

Se quejaron de que algunos veinte mil o más inmigrantes franceses ya habían adquirido tierra en Cuba, e importaban esclavos negros para trabajar sus plantaciones. La misiva acusó al gobernador de irreligión e impudicia, denunciando sus hábitos licensiosos y su mal ejemplo para la sociedad. Kindelán refutó las denuncias enérgicamente, y defendió a los colonos franceses, exponiendo que estos eran pacíficos, y que no tenían intención alguna de incitar una revolución como la ocurrida en el Santo Domingo francés.

En una epístola a las autoridades en España fechada el 17 de mayo de 1804, Kindelán advirtió sobre recientes ataques en las colonias británicas por corsarios afincados en Cuba. Más tarde solicitó su traslado, y fue transferido a Florida del Este el 22 de septiembre de 1811. Fue promovido a brigadier de Infantería en diciembre de aquel año. El 11 de junio de 1812, Kindelán era nombrado oficialmente Gobernador Real de Florida del Este, siendo nombrado por las Cortes de Cádiz.

En 1812 grupos rebeldes de georgianos intentaron tomar la Florida, queriéndola hacer parte de los Estados Unidos. Los semínolas y sus miembros tribales de raza negra, algunos de ellos esclavos, fueron en ayuda de España.

El gobernador Kindelán envió algunos dirigentes de la milicia negra para encontrarse con el cacique semínola Rey Payne y su sucesor Bowlegs, quién permitió a algunos de sus guerreros luchar junto a los españoles como gesto de fondo de buena voluntad.

Kindelán expresó su satisfacción cuándo Bowlegs tomó doscientos de sus hombres para colaborar con el ejército español en el río St. Johns pero lamentó que cada vez los semínolas capturaban un esclavo, un caballo o cualquier objeto de valor, dejaban el campo de batalla para saquear los poblados, así que su utilidad como combatientes era sólo provisional.

Como sus predecesores, Kindelán utilizó traductores afrodescendientes —como el mulato libre Benjamin Wiggins, y el esclavo Antonio Proctor (Tony Doctor), a quien describía como "el mejor intérprete conocido de lenguas indias en la provincia"— para promover una alianza entre españoles, negros e indios. En julio de 1812, Proctor viajó a la villa semínola de Alachua para encontrarse con el cacique Payne, quién ordenó a varios centenares de sus guerreros a asistir al español.

Kindelán dejó la posición de Gobernador de Florida del Este el 3 de junio de 1815, cuándo esté nombrado agregado a la Plana Mayor de Cuba, pero el 12 de agosto de ese año a Kindelán le fue dado el rango de Lugarteniente en La Habana. Tres años más tarde, en 1818, fue nombrado gobernador suplente de la Colonia española de Santo Domingo, sucediendo a Carlos de Urrutia y Matos.

Como gobernador, enfrentó el problema de que los haitianos quisieron anexarse esa parte de la isla Española. El de 12 de septiembre de 1819, a Kindelán le fue otorgada la Cruz Magnífica de San Fernando, en tercera clase, por sus esfuerzos en Florida en 1813 para detener los ataques estadounidenses en la colonia; fue creado Caballero de la Orden de Santiago.

Kindelán fue reemplazado por el brigadier Pascual Real como capitán general y gobernador de Santo Domingo en 1821, quien gobernó brevemente pues fue derrocado por José Núñez de Cáceres quien declaró la independencia de Santo Domingo como Haití Español. En 1822, como Cabo Subalterno, fue nombrado provisionalmente Capitán General y Gobernador de Cuba para reemplazar a Nicolás Mahy y Romo. Al igual que su predecesor, Kindelán se esforzó en unir el poder civil y el militar y en el cargo de Capitán General; este esfuerzo despertó el antagonismo entre las tropas españolas y la milicia local. Entre 1824 y 1826 fungió como mariscal de campo del ejército real; falleció en Santiago de Cuba el 4 de mayo de 1826, ostentando dicho rango.

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Re: HISTORIA DE MILITARES Y GUERREROS DE ESPAÑA

Mensajepor Brasilla » 14 Abr 2016 19:24

Excmo. Sr. D. Joaquin EZPELETA ENRILE Capitan General Gobernador de Cuba


Joaquín Ezpeleta Enrile (La Habana, 19 de septiembre de 1788 - Madrid, 24 de marzo de 1863) fue un político, militar y gobernador colonial español.

Hijo del gobernador de Cuba José Manuel de Ezpeleta y de María de la Paz Enrile y Alcedo y sobrino de Pascual Enrile y Alcedo, gobernador de Filipinas, se encontraba en Barcelona como ayudante de campo de su padre, capitán general de Cataluña, cuando en 1808 las tropas napoleónicas del general Duhesne atacaron la ciudad, haciéndole prisionero y llevándole a Francia. Escapó poco después y se reincorporó al ejército español, pero volvió a ser hecho prisionero en 1812, permaneciendo en Francia hasta el final de la guerra de independencia.

A su regreso a España se le reconoció el grado de coronel. En la sublevación de la Guardia Real de 1822 en Madrid resultó herido. En 1830 fue ascendido a mariscal de campo con destino en la Guardia Real, y en 1834 fue nombrado caballero gran cruz de la Orden de Isabel la Católica. En 1835 fue nombrado gobernador político y militar de Jaén, pero la fuerza que iba cobrando la Primera Guerra Carlista motivó su traslado al frente en el alto Ebro y Navarra al mando de las tropas realistas. Entre 1838-40 sirvió como gobernador de Cuba.

Durante su carrera política fue elegido diputado por la circunscripción de Navarra entre 1834 y 1836. y senador vitalicio desde 1845,4 presidente del Senado en 1853.5 En 1852 fue ministro de guerra y posteriormente de marina en el gobierno del presidente Juan Bravo Murillo.

Sus hermanos José María y Fermín también fueron políticos y militares. Su hermana María Concepción se casó con el general Pedro Agustín Girón, por lo que fue tío de Francisco Javier Girón Ezpeleta, fundador de la Guardia Civil.

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Re: HISTORIA DE MILITARES Y GUERREROS DE ESPAÑA

Mensajepor Brasilla » 14 Abr 2016 19:46

Excmo. Sr. D. Pedro DE ALCANTARA TELLEZ-GIRON Y PIMENTEL Capitán General Gobernador de Cuba


Pedro de Alcántara Téllez-Girón y Pimentel (Quiruelas, Zamora, 1776-1851), también conocido como el príncipe de Anglona, fue un destacado militar durante la Guerra de la Independencia Española. Fue director del Museo del Prado de 1820 a mediados de 1823, cuando el ejército francés invade de nuevo a España y tiene que exiliarse en Italia. En 1840 fue nombrado gobernador y capitán general de Cuba.

Fue asimismo director de la Real Academia de San Fernando de 1849 a 1851,3 cargo que ostentó hasta su muerte.

Hijo menor de Pedro de Alcántara Téllez-Girón, IX duque de Osuna y María Josefa Pimentel y Téllez-Girón, ambos importantes mecenas de las artes y las letras españolas de la época. Francisco de Goya les hizo de la familia el retrato Los duques de Osuna y sus hijos que se encuentra en el Museo del Prado.

Bajo las órdenes del duque del Parque, estuvo luchando en Salamanca al mando de una división de caballería durante las batallas de Tamames (1809), y Alba de Tormes (1809) y, más tarde, bajo las órdenes de Manuel la Peña en la batalla de Chiclana (1811).

El 30 de octubre de 1812, en plena Guerra de la Independencia, fue enviado por las Cortes de Cádiz a arrestar al general Francisco Ballesteros, jefe del 4º Ejército, quien, a principios de ese mes, había llamado a la rebelión en protesta por el nombramiento de Wellington como generalísimo del Ejército de España.

En septiembre de 1813, al mando de una división del III Ejército, llegó para participar en el sitio de Pamplona. A principios de 1814, ya estaba al mando de ese mismo ejército, con 21 000 efectivos, y en abril de ese año cruzaron los Pirineos para ocupar Pau.

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Re: HISTORIA DE MILITARES Y GUERREROS DE ESPAÑA

Mensajepor Brasilla » 14 Abr 2016 20:44

Excmo. Sr. D. Francisco Javier ULLOA Y REMIREZ DE LAREDO Capitán General Gobernador de Cuba

Vigésimo segundo Capitán general de la Real Armada.

Nació en la Isla de León, Cádiz, el día diecisiete de agosto del año de 1777. hijo de don Antonio de Ulloa de la Torre Guiral.

Sentó plaza de guardiamarina a los diez años de edad, en el año de 1787 y recibió casi al mismo tiempo el nombramiento de, caballero de Justicia en la Orden de San Juan de Jerusalén.

Cuando terminó sus estudios en enero del año de 1790, embarcó en el navío San Julián, realizando varios viajes por América del norte, recalando en La Habana y dándole la noticia en el mes de noviembre de su ascenso a alférez de fragata.

Con el grado de alférez de fragata, estuvo embarcado en el navío Soberano y en la fragata Rosa, realizando cruceros entre las isla Azores y los cabos de San Vicente, Cantín y Espartel para evitar el apresamiento de nuestro tráfico con las Indias.

Embarcado en el navío Reina Luisa, participo en la defensa de Tolón contra los convencionales franceses, en el año de 1793; cuando las tripulaciones hicieron pie a tierra en la defensa, se distinguió por su valor, estando a las órdenes de don Federico Gravina.

Realizó después en el mismo navío a las órdenes del general Lángara, donde éste enarbolaba su insignia, el viaje para traer desde Liorna a Cartagena al príncipe de Parma.

Fue ascendido en el mes de febrero del año de 1794 a alférez de navío.

Poco después tomó parte en la defensa de Rosas, yendo embarcado en el navío Mejicano, en la escuadra del general don Federico Gravina, con la cual estuvo en la defensa del cabo de Rosas.

Terminada la guerra, llevó a cabo varias comisiones, primero a bordo de la fragata Esmeralda y poco después en el navío San Justo.

Estuvo en el desdichado combate del cabo de San Vicente, del catorce de febrero de 1797, combatiendo a bordo del navío insignia de don José de Córdova, el Santísima Trinidad contra la escuadra británica del almirante Jerwis.

Sólo catorce días después, estando el buque tan mal tratado e intentando llegar a la bahía de Cádiz, tuvo que repeler el ataque de una fragata británica, la Terpsícore, causándole graves daños.

Tomando parte, a las órdenes de Mazarredo, en la defensa de Cádiz, embarcado en el navío San Telmo, esto sucedía en el año de 1797.

Con este mismo navío, salió en el año de 1799, para Brest.
En el año de 1802 fue ascendido a teniente de fragata.

En el año de 1804, por el apresamiento de cuatro fragatas españolas, al mando de Bustamante y en viaje de Montevideo a Cádiz, siendo tiempos de paz, España declaró la guerra al Reino Unido.

Recibió orden de embarcar en el navío Santa Ana, ya en el año de 1805, pasó a embarcar en el navío Castilla, y de nuevo recibió orden de transbordar al navío San Leandro, con todos ellos formaba parte de las fuerzas navales, que defendían el saco de la bahía de Cádiz, contra el bloqueo al que los británicos la tenían sometida, apoyando con los navíos las escaramuzas y combates de las lanchas cañoneras, que lograban que los enemigos no se acercaran en demasía.

Estuvo a bordo del navío Príncipe de Asturias, en el combate del veintiuno de octubre de 1805, llamado de Trafalgar, en este navío enarbolaba su insignia el teniente general don Federico Gravina, siendo él el primero en acudir al lugar, recogiendo en sus brazos a éste general al caer herido.

Por su comportamiento, dando muestras de gran valor en éste combate, fue ascendido a teniente de navío.

Estando en Cádiz, entre los días nueve y catorce de junio del año de 1808, fue uno de los muchos que participaron en los combates y posterior rendición de la escuadra francesa del almirante Rosily, cuya acción estaba al mando del general Ruiz de Apodaca.

Fue transbordado como comandante de una de las lanchas cañoneras, siendo destinado a la línea avanzada de combate, que la formaba una división de estos pequeños buques, acometiendo con terrible voluntad, estando al mando de las operaciones el brigadier Quevedo.

En el año de 1809, estaba embarcado en la fragata Atocha, siéndole ordenado el cañonear las baterías de la ciudadela y de la Linterna de Barcelona, realizando y cumpliendo la orden, al mando de cinco faluchos, siendo éste una ataque para confundir y esconder las verdaderas intenciones del mando, que no era otra que el facilitar el avance del ejército.

Se le dio posteriormente el mando de la corbeta Sebastiana, con la que realizó cruceros por el Mediterráneo, siéndole encomendado por el mando, la realización de un viaje a Tierra Firme, para transportar al Comisionado de las Cortes don Feliciano Montenegro, quien nada mas llegar desertó en la Guayra, y se unió a los disidentes.

Regreso a Cádiz en junio de 1810, continuando en el mando de la corbeta.

En el mes de septiembre del año de 1811 fue ascendido a capitán de fragata y se le dio el mando de la fragata Prueba, con la que volvió a América, realizando cruceros contra los insurgentes, visitando los puertos de Montevideo, Antillas y Méjico.

Regresando a la península, e incorporado a la división de don José Rodríguez de Arias, compuesta de cuatro buques, haciéndose a la mar en el mes de febrero 1816, realizando varios cruceros y comisiones por las aguas del Mediterráneo y el cabo de San Vicente, al regresar quedó desembarcado.

En el año de 1818, el gobierno proyecto una fuerte expedición de castigo contra las provincias del virreinato de Buenos Aires.

Como la escasez de buques era alarmante, tal proyecto no se podía realizar, interviniendo el valido del rey Fernando VII, don Antonio Ugarte, quién concertó con Rusia la compra de una escuadra, que resultó tan inoperante y maltrecha, que fue desechada por los mandos de la Armada, se habían invertido en la compra de dicha flota medio millón de libras esterlinas, por el resultado de tan nefasta compra y el escándalo que produjo, que provocó la dimisión del ministro de marina Vázquez de Figueroa y para terminar de arreglar las cosas, los mandos de la armada fueron cesados, así como el Almirantazgo, que tanto le molestaba al Rey, pues ponía en duda o rectificaba algunas de sus decisiones y don Fernando VII, no era precisamente una persona de normal carácter, en cuanto a autoridad se trataba.

A Ulloa se le encomendó el mando de uno de estos buques, la fragata Viva, tal fue su desagrado y desacuerdo, que se manifestó con firmeza y responsabilidad a tomar el mando de tan nefasto buque, lo que produjo en el Rey y su camarilla un ataque de cólera irresistible.

Aún así, en el año de 1822, se le dio el mando de la fragata Perla, lo retuvo poco tiempo al ser ascendido a capitán de navío, otorgándosele el mando del navío San Pablo, realizando un viaje a las islas Canarias, pero viendo en la situación en que se encontraba el buque, falto de carena y haciendo agua, que resolvió volver al arsenal de Cádiz, cesando en su mando en el mes de octubre del año de 1823.

Estando en esta ciudad le cogió la entrada de los Cien Mil Hijos de San Luis, ejército francés llamado por nuestro Rey, por lo que permaneció en ella mientras duró el sitio.

Fue posteriormente nombrado comisario general del cuerpo de artillería de marina, por el plazo de dos años que estuvo en este mando, redactó dos memorias muy interesantes sobre el artillado de los buques.

Fue ascendido a brigadier en el año de 1825, continuando en el puesto hasta el año de 1827, que se extinguió la plaza.

En el año de 1830 fue nombrado vocal de la Real Junta Superior de Gobierno de la Armada. [por nombre no será], por lo que tuvo que viajar hasta laCorte.

En el año de 1832 fue nombrado ministro de Marina, así mismo el de Guerra interinamente, desempeñando con gran talento y energía, sin por ello descuidar la de su ramo.

Estando en este cargo, tuvo que tomar enérgicas decisiones, para que la princesa Isabel, fuera aceptada como la reina Isabel II, todo esto sucedía cuando Fernando VII, cayó gravemente enfermo, fue ascendido a jefe de escuadra, conservando los honores del Consejo de Estado y nombrado caballero Gran cruz de la orden de San Hermenegildo.

Al fallecimiento del rey Fernando VII, fue reemplazado el gabinete y a Ulloa se le confió la comandancia general del cuerpo de artillería de marina y vocal de la Junta del departamento de Cádiz; siendo elegido por esta provincia como representante de los Procuradores del Reino, estando presente en las legislaturas de los años de 1834 y 1835.

La reina Gobernadora, doña María Cristina de Borbón sentía un aprecio especial por Ulloa, por la firmeza con que había defendido los derechos de sucesión de su hija, haciendo posible su subida al trono, y en reconocimiento a su lealtad le concedió la Gran Cruz de Isabel la Católica.

En los años de 1835 y 1836, rehusó la cartera de marina, por no estar de acuerdo con los programas navales de los presidentes de la nación Mendizábal y Calatrava.

En el año de 1837. volvió a cambiar de presidente, lo era esta vez Bardají, en esta ocasión si acepto la cartera de ministro de marina y la de Gobernación interinamente, salió del Ministerio en diciembre del año de 1837 y Su Majestad le concedió la llave de gentilhombre de cámara.

Poco después fue nombrado vocal de la Junta suprema de Sanidad.

Fue ascendido a teniente general en el mes de abril del año de 1839.

En el año de 1840, fue nombrado vicepresidente de la Junta Superior de la Armada, cesó poco después, quedando disponible en la capital, Madrid.

En el mes de enero del año de 1842, se le otorgó el mando del la escuadra y arsenal de La Habana, como siempre desarrolló una incansable labor, tanto en el arsenal como en los buques, impulsando la construcción de los nuevos y adquiriendo otros.

Desempeño desde septiembre del año de 1843 interinamente la capitanía general de la isla, a la llegada de su propietario al año siguiente, el Gobierno lo premió por sus desvelos y buen hacer concediéndole la Cruz de Carlos III.

Regresó a España en el año de 1846, siendo designado para ejercer de senador y de consejero de Estado, por serlo de derecho propio, tomando parte activa en las deliberaciones.

En el año de 1847, fue nombrado vicepresidente de la Junta Consultiva de la Armada y al establecer, al año siguiente la dirección general, se le nombró presidente y ascendido a la suprema dignidad de capitán general de la Real Armada.

En el año de 1855, fue suprimida la dirección general, creándose de nuevo el Almirantazgo; ya no formó parte de este organismo.

Durante el tiempo que estuvo al frente de la dirección general, se comenzó la construcción de dos navíos, cinco fragatas con máquinas de vapor, una corbeta, cinco bergantines, dos goletas, diecisiete vapores de ruedas, cinco urcas y otros buques de menor porte

Cuando cesó en el cargo de la dirección de la Armada, siguió establecido en la capital.

Falleció en Madrid en el año de 1855, con setenta y ocho años de edad.

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Re: HISTORIA DE MILITARES Y GUERREROS DE ESPAÑA

Mensajepor Brasilla » 14 Abr 2016 21:22

excmo. Sr. D. Valentín CAÑEDO MIRANDA Capitán General Gobernador de Cuba

Se desconocen datos sobre su nacimiento y fecha de defunción, fue Capitán General y Gobernador de Cuba en el periodo de 1852 a 1853.

El general Valentín Cañedo Miranda capitán general de Cuba no tuvo en cuenta ni las reformas de De la Concha, ni los intereses del grupo pro-peninsular....

Resultado: radicalización del enfrentamiento de los distintos sectores de la élite antillana...En 1853 nuevo cambio de gobierno en España, encabeza el gabinete el Conde de San Luis, que releva a Cañedo y nombra en su lugar a Juan de la Pezuela, general antiesclavista (de acuerdo con acuerdos con Gran Bretaña que presionaba desde 1834 contra permisividad esclavista de los capitanes generales españoles).

Desde su llegada, de la Pezuela dicta medidas para limitar trata de esclavos y mejorar situación negros: emancipación, derecho de pesquisas y revisión del trato lo cual atenta contra bases sociedad colonial...El grupo pro-peninsular conspira en Madrid para forzar cambio capitán general, mientras que otros sectores inician nueva conspiración anexionista apoyada desde Estados Unidos que contó con fuerte respaldo interno en Cuba y con la colaboración del general Quitman...

Los pro-peninsulares incidieron en golpe de estado que derribó a Conde de San Luis...Los generales Leopoldo O'Donell, Domingo Dulce, Francisco Serrano y Manuel Gutiérrez de la Concha intervienen activamente en el proceso, así como Julián Zulueta, Sabino Ojero, el conde de la Fernandina o Juan Manuel de Manzanedo...Los generales ultramarinos ahora en el poder y el grupo pro-peninsular, habían acordado que el capitán general de Cuba fuera de nuevo José Gutiérrez de la Concha que llega a Cuba por segunda vez a fines de 1854....
Ver la reseña de este militar en páginas anteriores de este hilo.

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Re: HISTORIA DE MILITARES Y GUERREROS DE ESPAÑA

Mensajepor Brasilla » 14 Abr 2016 22:33

Excmo. Sr. D. Blas Diego DE VILLATE Y LAS HERAS Capitán General Gobernador de Cuba


Militar y noble español nacido en Sestao (Vizcaya) el 3 de febrero de 1824 y muerto en Madrid el 8 de enero de 1882. El título condal de Valmaseda fue creado el 2 de diciembre de 1846 en favor del Teniente General D. Santos de la Hera y de la Puente, que era el presidente del Tribunal Supremo de Guerra y Marina. Blas Diego Villate de la Hera fue capitán general de Cuba en tres ocasiones; capitán general de Castilla la Nueva y director general de caballería. Era también caballero de la Orden de San Hermenegildo y de la Orden de Isabel la Católica. Recibió la condecoración del mérito militar, roja y el Gran Cordón de Santa Ana de Prusia.

Inició su carrera militar en el mes de mayo de 1837, cuando ingresó como cadete en el Colegio General Militar, ese mismo año alcanzó la graduación de cabo. En febrero de 1838 salio del Colegio con la graduación de alférez del cuerpo de caballería. Prosiguió su carrera militar de forma normal y en 1839, cuando ya tenía la graduación de teniente, estuvo destinado en Cuba por vez primera.

En diciembre de 1851 se le ascendió al grado de teniente coronel; en junio de 1854 se situó a las puertas del generalato cuando fue nombrado coronel. En ese mismo año y mes, cuando contaba con treinta años, participó en la sublevación que se originó en Vicálvaro (Madrid) y que fue conocida como La Vicalvarada, sublevación que encabezada por el general O'Donnell tuvo lugar el 30 de junio y que con su triunfo dio lugar al gobierno progresista que permaneció en España entre 1854 y 1858, del que la cabeza de gobierno fue el también general Espartero.

El conde de Valmaseda alcanzó la graduación de brigadier cuando fue ascendido en julio de 1856 por el gobierno de Espartero. Hacia mediados de esa centuria Blas Diego Villate de la Hera estaba ya casado pero su mujer era estéril. Debido a esto ella misma contrató a una joven catalana, María Cabruja, que entró en el servicio de la casa del conde y con la que este tuvo un hijo ilegítimo, el único hijo del conde de Valmaseda, que fue bautizado como José Ramón Cabruja.

En 1858 hubo un cambio de gobierno y subió al poder la denominada Unión Liberal, que gobernó en España hasta 1863. Este gobierno inició una política exterior con la que pretendió ganar prestigio frente a las potencias europeas. Como consecuencia de esto, se inició una campaña en el Norte de África que se desarrolló entre el 22 de octubre de 1859 y el 26 de abril de 1860 y allí fue destinada Blas Villate, que previamente, en junio de 1859, alcanzó un peldaño mas en el escalafón militar cuando se le ascendió a la graduación de mariscal de campo.

Inició su estancia africana en Ceuta y desde allí marchó con el resto de las tropas, con el general O'Donnell a la cabeza, hacia Tetuán y Tánger. En ese mismo año estaba al mando de la brigada de coraceros de la caballería del ejército español. Igualmente como consecuencia de la política exterior de prestigio, la corona de España aceptó la vuelta bajo su soberanía de la República Dominicana; dicho país que recientemente había obtenido la independencia, solicitó su regreso a la soberanía española debido al peligroso expansionismo mostrado desde Haití. Sin embargo la presencia española fue discutida y entre 1863 y 1865 se entabló una guerra entre la población local y las tropas españolas, entre las que estaba Blas Diego Villate. Entre 1865 y 1866, cuando estaba nuevamente en la Península ya que finalmente los dominicanos obtuvieron, por segunda vez, su independencia, recibió el mando de una división del ejército de Castilla la Nueva.

Estancia en Cuba

Entre finales del siglo XVIII y principios del XIX surgió en Cuba una élite dentro de las clases económicas dominantes de la isla. Estos tenían desde el punto de vista político una clara tendencia a la permanencia de la isla bajo dominio de España, como forma con la que mantuvieron su status político pero sobre todo el económico, sin que se arriesgaran a que una guerra de independencia modificase tal situación. Este grupo buscó el control de la situación política e institucional de la isla mediante una serie de vías, entre las que estaba el control de la Capitanía General de la isla, que era la máxima expresión de la presencia política de España.

Esta tendencia se inició el los primeros años del reinado de Isabel II, tan pronto como en 1834, pero alcanzó su máxima expresión con los más significativos mando liberales del cuerpo de oficiales del ejército. Esto supuso para estos militares que muchos de ellos fueran nombrados para ese puesto en virtud de la presión que el mencionado grupo económico cubano ejerció en la Península.

Esta presión era realizada mediante una serie de miembros destacados que volvieron a ella para quedarse, los llamados indianos. Igualmente este grupo económico respaldaba las acciones políticas de estos militares en la metrópoli, como ocurrió con la Vicalvarada, de la que hemos hablado y que fue encabezada por O'Donell, que había sido capitán general en Cuba; del apoyo económico que dieron al régimen de la Unión Liberal; con la Revolución de 1868 en España, que coincidió con el inicio de la guerra de los diez años en Cuba; o con la restauración de Alfonso XII, en 1874-75, tras el golpe de Sagunto, en el que tomaron parte figuras militares que estaban íntimamente relacionadas con la política cubana, como el propio Blas Villate.

De hecho y respecto a esta última cuestión, el golpe de Sagunto fue encabezado por el general Martínez Campos, quien había estado poco tiempo antes en la isla de Cuba como ayudante de campo bajo el mando del conde de Valmaseda. Así, se desarrollaron también una serie de lazos y vinculaciones especiales entre los militares que hicieron carrera en Cuba y que más adelante fueron conocidos como los "oficiales cubanos".

Carrera militar del conde de Valmaseda

Su siguiente destino extrapeninsular le llevó a la isla de Cuba, donde, con algún período intermedio, permaneció durante muchos años. Allí se llevó a su hijo ilegítimo ya que quería que siguiese la vida militar, pero en cambio se hizo músico y se fugó hacia Venezuela. En 1866, cuando estaba allí destinado, recibió el puesto de gobernador militar de La Habana y en 1867, entre los meses de septiembre y diciembre, fue el capitán general de todas las tropas españolas en Cuba, cargo que ostentó de forma interina hasta que desde la Península llegó el titular del mismo.

Entre 1868 y 1870 fue el segundo cabo y jefe de operaciones del ejército que estaba allí. El 10 de octubre de 1868, con el que fue conocido como El grito de Yara, se declaró la revuelta que luego fue conocida como guerra de los diez años. En la misma, Blas de Villate fue el segundo jefe militar español en la isla y se distinguió especialmente por su dureza, así como la de sus hombres, que eran conocidos como los voluntarios de Valmaseda.

Estos cuerpos de voluntarios jugaron un papel significativo en la inserción de las élites económicas hispano-cubanas en el desarrollo del conflicto, ya que miembros de las mencionadas elites actuaban como coroneles de los mismos. Como su segundo en el mando se encontraba Valeriano Weyler, quien más tarde fue también capitán general de Cuba y que también había sido compañero de armas en la aventura dominicana. Entre 1868 y 1870 estuvo destinado en la zona de las Cinco Villas, el área más occidental de la rebelión, y a la que limpió de rebeldes a los que obligó a retirarse hacia Camagüey.

También tuvo destino en Bayamo, zona que limpió de presencia insurrecta, aunque fue acusado de crueldad en el combate, así, el 5 de enero de 1869 entró con sus tropas en Bayamo, pero encontró la localidad quemada por los rebeldes; el 7 de enero de ese mismo año sorprendió al jefe rebelde Mármol en El Saladillo y en la batalla que siguió murieron 2000 rebeldes, la mayoría eran esclavos recién liberados; el 4 de abril se proclamó que cualquier varón mayor de quince años que estuviera ausente de su plantación sin causa justificada, sería fusilado.

En enero de 1870 fue ascendido a teniente general. Ocupó nuevamente el cargo de capitán general, lo que es lo mismo, de gobernador de la isla, entre el 13 de diciembre de 1870 y el 11 de julio de 1872. Hacia 1871 presentó ante el ministerio de Ultramar un proyecto por el que se realizó una línea fortificada entre Júcaro y Morón, de Norte a Sur de la isla, con el fin que desde una parte de la misma los rebeldes no recibiesen refuerzos, línea fortificada que recibió el nombre de trocha y de la que con los años se construyeron otras más, tanto en Cuba como en Filipinas.

A finales de 1872 fue obligado a abandonar su cargo y presentó su dimisión, debido a una serie de escaramuzas que fueron victoriosas para las armas de los rebeldes independentistas. Regresó a la Península y permaneció en Madrid hasta diciembre de 1874. Nuevamente participó en una sublevación, en este caso la que llevó a cabo la restauración monárquica tras el golpe de Sagunto que encabezó Martínez Campos. De hecho, formó parte de la comitiva que en 1874 fue en busca de Alfonso XII al extranjero.

Otra vez regresó a Cuba, esta vez en febrero de 1875, ya con el cargo definitivo de capitán general de la isla, del que tomó posesión oficial el 8 de marzo. Esta vez permaneció en la misma durante poco tiempo y dimitió el día de Navidad de 1875, con lo que regresó a la Península en enero de 1876. En 1879 se le nombró director general de caballería y en 1880 se le nombró Capitán General de la región de Castilla la Nueva, cargo que ocupó hasta su muerte, que le sobrevino el 8 de enero de 1882.

El 6 de marzo de 1886, la reina regente, María Cristina, en nombre del rey menor de edad, el futuro Alfonso XIII, otorgó al título de marqués de Velada el grado de Grandeza de España, grado que Blas de Diego Villate no pudo disfrutar por que murió en 1882, pero que fue concedido por los servicios que prestó a España.

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Re: HISTORIA DE MILITARES Y GUERREROS DE ESPAÑA

Mensajepor Brasilla » 14 Abr 2016 23:13

Excmo. Sr. D. Antonio CABALLERO Y FERNANDEZ DE RODA Capitán General Gobernador de Cuba


Militar español, nacido en Madrid el 3 de abril de 1816 y muerto en la misma ciudad el 26 de diciembre de 1876.

Su vocación militar hizo que iniciase estudios en la Academia de Ingenieros para, finalizados sus estudios en la misma, cambiar al arma de infantería con el grado de subteniente. Con tal graduación tomó parte en la Primera Guerra Carlista, donde demostró un gran valor e iniciativa.

De ideología liberal, participó en 1854 en el pronunciamiento militar de Vicálvaro, conocido como la Vicalvarada, pese a que anteriormente había permanecido fiel al gobierno. Su participación, como la de muchos compañeros, no fue inicial, sino que en las acciones mandadas por el gobierno para reprimir tal movimiento, se pasó al bando de los sublevados.

En los años 1859 y 1860 estuvo destinado con las tropas expedicionarias en África y participó en la guerra de Marruecos, donde su valor e ingenio hicieron que le ascendieran por méritos de guerra, obteniendo el grado de brigadier. A su regreso a Madrid, se inició una cuestión de honor con el orador Nicolás García Rivero, cuestión que se solventó con un duelo en el que éste salió herido. Esta cuestión motivó, por la popularidad del contrincante, un baja consideración de caballero Fernández de Roda.

Como consecuencia de los vaivenes de la política española de ese momento, fue desterrado a Canarias junto con el duque de la Torre y otros militares. Regresó a la Península para preparar el movimiento de 1868, conocido como la Gloriosa, del que fue uno de los más activos precursores. Como tal, firmó el denominado Manifiesto de Cádiz y durante la batalla de Alcolea estuvo al mando de una divisióny contribuyó al triunfo de los sublevados. Dicha intervención hizo que el nuevo gobierno constituido le ascendiese a teniente general.

Nombrado director general del arma de artillería, el gobierno le ascendió posteriormente a capitán general de Andalucía. Participó activamente en la columna que en el mismo año 1868 se empleó a fondo para sofocar la sublevación republicana andaluza. Se le acusó de que para poder conquistar la ciudad de Málaga, situó a la vanguardia de sus tropas a las esposas e hijos de los sublevados. Tras estos hechos un nuevo destino le hizo embarcar hacia Cuba, donde fracasó en su intento de sofocar el movimiento independentista que allí había nacido, por lo que dimitió de su cargo y regreso a la Península en 1870.

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Re: HISTORIA DE MILITARES Y GUERREROS DE ESPAÑA

Mensajepor Brasilla » 14 Abr 2016 23:37

Excmo. Sr. D. Francisco de Paula CEBALLOS Y VARGAS Capitán General Gobernador de Cuba


Francisco de Paula Ceballos y Vargas, I marqués de Torrelavega (Torrelavega, Cantabria, 9 de octubre de 1814 – Madrid, 9 de marzo de 1883) fue un militar español con el rango de teniente general que desempeñó las funciones de capitán general de la Provincias Vascongadas y de Cuba, además de senador vitalicio del Reino por la provincia de Santander.

A lo largo de su carrera militar participó en la I Guerra Carlista, siendo fiel a Isabel II; en la Guerra de Marruecos, junto a Leopoldo O'Donnell; y en contra de la sublevación del Cuartel de San Gil y de la revolución de 1868, que dio inicio al Sexenio Democrático. Sirvió tanto a la monarquía, a Isabel II y a Alfonso XII, como a la I República española.

Fue Ministro de Guerra durante el gobierno de Antonio Cánovas del Castillo, bajo el reinado de Alfonso XII. Además, formó parte del Partido Conservador.

Francisco de Ceballos y Vargas nació el 9 de octubre de 1814 en el municipio cántabro de Torrelavega. Fue hijo de Juan Pablo de Ceballos Prieto, abogado de los Reales Consejos, y de Basilisa Vicenta María Díaz de Vargas Gutiérrez.

Proveniente de una familia con tradición en leyes, desde muy joven mostró interés por iniciar una carrera militar. A los 19 años, el 11 de julio de 1833, ingresó en el cuerpo de Guardia de Corps de Fernando VII; aunque al poco tiempo, el 29 de septiembre de 1833, falleció el monarca y el 6 de octubre, el general Santos Ladrón de Cegama proclamó a Carlos María Isidro de Borbón como rey de España en la localidad riojana de Tricio, fecha en la que comenzó la Primera Guerra Carlista.

Actuación en la Guerra Carlista

A la muerte de Fernando VII, Ceballos apoyó la causa de Isabel II y de la regente María Cristina de Borbón frente al hermano del difunto rey Fernando, Carlos María Isidro. El País Vasco fue uno de los principales escenarios de la Primera Guerra Carlista. Bilbao, núcleo liberal y económico, era un objetivo principal para los carlistas. El General Tomás de Zumalacárregui intentó tomar la villa en 1835, aunque fracasó y resultó herido en las inmediaciones de Begoña, para días después morir en su Cegama natal. Al año siguiente, resistió un segundo asedio en el que Baldomero Espartero derrotó a los carlistas en la Batalla de Luchana. Ceballos participó en el frente norte, desempeñando un papel destacado; en 1836, tomó parte de su primera acción militar en el Ejército de Operaciones del Norte a las órdenes del entonces Coronel, Ramón Castañeda, continuando después a la acción de Castrejana, donde fue herido, y la de Archanda.

En 1838 estuvo presente en las acciones de Gandesa, Daroca y Morella; en 1843 en el sitio de Zaragoza, tras el asedio, participó en las contiendas de los altos de Durango, el sitio de Morella, Cuitorres y Torre Miró. Al concluir la contienda, Ceballos había sido ascendido a teniente coronel y había recibido la Cruz de 1ª Clase de la Real y Militar Orden de San Fernando el 17 de agosto de 1838, por el asalto de Torre Miró, siendo Capitán del Regimiento Provincial Laredo nº 19.

Vicegobernador de Cienfuegos y de Santa Clara

El [21 de marzo de 1845 embarcó en el puerto de Santander con rumbo a la isla de Cuba donde, a petición propia, se incorporó a las fuerzas militares ahí destinadas. En Cuba ocupó diferentes puestos, tanto militares como políticos, desempeñando los cargos de vicegobernador de Cienfuegos y vicegobernador de Santa Clara. Durante su estancia en la isla caribeña, reorganizó la administración pública y dedicó gran atención a la beneficencia pública: a su iniciativa se debió el Hospital de la Caridad de Cienfuegos.

En Cuba cumplió una notable cantidad de acciones favorables a los intereses de la corona de entre los que se destacó su victoria frente a la intentona secesionista del General Narciso López, también salvó del siniestro al barco británico Winlon, lo que le supuso la Gran Medalla de Oro de Gran Bretaña.

A su regreso a España (1859), con el rango de Coronel, fue nombrado Ayudante de Campo del Capitán General del Ejército de África, Leopoldo O'Donnell, tomando parte en la Guerra de Marruecos y participando en las acciones de los Castillejos, los Llanos de Tetuán, el Valle del Samsa y en la batalla de Wad-Ras; Ceballos acabó la contienda con el rango de Brigadier.

El 22 de julio de 1866 intervino en la sublevación del Cuartel de San Gil, un motín contra la reina Isabel II que se produjo en Madrid bajo los auspicios del partidos progresista y del partido democrático con la intención de derribar la monarquía. Ceballos contribuyó desde los primeros momentos en sofocar la rebelión, perdiendo durante la acción a su caballo y recibiendo varios balazos. Al finalizar la sublevación, la Reina lo promovió al grado de Mariscal de Campo. Durante la revolución de 1868, sofocó el levantamiento republicano en Andalucía, que le supuso la Gran Cruz Roja de la Orden del Mérito Militar.

El 11 de febrero de 1873 se instauró la Primera República Española y el Presidente del Gobierno, Nicolás Salmerón, lo nombró Coronel General Primer Jefe del 1º Batallón Distinguido de Jefes y Oficiales que creó el gobierno republicano para la reorganización del ejército. En 1872 fue destinado de nuevo a la isla de Cuba; siendo nombrado Capitán General de Cuba el 11 de julio de 1872, cargo que ocupó hasta el 18 de abril de 1873.

De vuelta en España, fue destinado al sitio del Cantón de Cartagena, que mantuvo su independencia de la República unitaria española durante seis meses entre 1873 y 1874, durante la llamada Revolución cantonal. El 8 de septiembre de 1873 fue designado teniente general por méritos de guerra, habiendo prestado servicios al ejército durante 49 años, 7 meses y 29 días. El 21 de diciembre de 1875 sustituyó a Joaquín Jovellar como Ministro de Guerra, cargo que desempeñó hasta el 7 de marzo de 1879. Uno de sus actos más importantes por aquellas épocas fue su firma como Ministro de Guerra en la Constitución de 1876.

En marzo de 1876 acompañó a Alfonso XII a visitar los hospitales que se habían establecido en Santander para atender a los heridos en la guerra civil y el [15 de marzo se desplazaron a Torrelavega para que el Rey conociera la villa y por cuya provincia (Santander) era Senador vitalicio del Senado de España. Medio año después, el 24 de octubre de 1876, se le concedió el título de marqués de Torrelavega. Entre otros servicios, Ceballos desempeñó la función de Jefe del Cuarto Militar del Rey. Sintió especial predilección por el pueblo de Cohicillos de donde eran oriundos sus padres y el templo románico de Santa María de Yermo que, estando prácticamente destruido, lo restauró a sus expensas.

Tras su fallecimiento el 9 de marzo de 1883 a la edad de 68 años, en Madrid, le sucedió como marqués su hijo fruto de su segundo matrimonio, Pablo de Ceballos y Avilés, casado con Joaquina López-Doriga y López-Dóriga; que llegó al grado de Alférez de caballería.

Condecoraciones y reconocimientos españoles

1838 - Cruz de 1ª Clase de la Real y Militar Orden de San Fernando por su actuación en el asalto de Torre Miró.
1840 - Cruz de la Orden de Isabel la Católica por la acción de Muniesa.
1844 - Cruz de 1ª Clase de la Real y Militar Orden de San Fernando por el sitio y toma de la Plaza de Zaragoza.
1854 - Cruz de la Orden de San Hermenegildo.
1855 - Se le concede el Honor de Benemérito a la Patria
1864 - Comendador de la Orden de Carlos III.
1864 - Gentilhombre de Cámara de Alfonso XII.
1865 - Caballero gran cruz de la Orden de Isabel la Católica.
1866 - Caballero gran cruz de la Orden de San Hermenegildo.
1869 - Gran Cruz Roja de la Orden del Mérito Militar.

Condecoraciones extranjeras

1858 - Medalla de Oro de manos de la Reina Victoria I del Reino Unido.
Caballero gran cruz de la Orden de los Santos Mauricio y Lázaro, de Italia.
Gran Cruz de Nirhan Yfhijar, de Túnez.

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Re: HISTORIA DE MILITARES Y GUERREROS DE ESPAÑA

Mensajepor Brasilla » 14 Abr 2016 23:59

Excmo. Sr. D. Candido PIELTAIN Y JOVE HUERVO Capitán General Gobernador de Cuba


Candido Pieltain y Jove Huergo, nació en Gijón en 1822. y falleció en Madrid en 1888. Alcanzo el grado de teniente general en el ejercito español. Participo en la segunda guerra Carlista y en la de Marruecos. Nombrado Director General de la Guardia Civil, el 19 de junio de 1872, sustituyendo a Serrano Bedoya, que había comenzado su segundo mandato al frente de la Institución el 26 de mayo de 1872 y que había durado tan solo veinte días.

A la edad de catorce años había sido nombrado subteniente y comandante a los veinte, Jefe de Estado Mayor de la división de Prim, de quien era incondicional, mandó la vanguardia en la batalla de Castillejos, valiéndole el ascenso a brigadier.

Durante la regencia de Serrano, con Juan Prim como jefe de Gobierno y ministro de la Guerra, Cándido Pieltan es nombrado subsecretario del departamento. Tras su cese como Director General de la Guardia Civil, fue nombrado Capitán General de la isla de Cuba, del 18 de abril al 22 de septiembre de 1873. Era el primer capitán general enviado por la Republica Española a Cuba. Encontró la hostilidad de los grandes comerciantes españoles y el cuerpo de voluntarios de La Habana.

En su toma de posesión como Director General de la Guardia Civil, dio por sentado que el mando le sería fácil y lisonjero siempre, porque “los que han de obedecer conocen sus deberes y tienen la costumbre de llenarlos cumplidamente con fe, decisión y con inquebrantable lealtad”.

Aparte de otras determinaciones no menos importantes, como la publicación el 23 de octubre del reglamento para la Guardia Civil de ultramar y una reorganización de los altos centros burocráticos de la Dirección General, derivados de la ley de la Amalgama.

Cándido Pieltan sería recordado para la posteridad como modificador de la cartilla de uniformidad de la Institución, llamado impropiamente “uniforme de la república”, debido a que aunque fue aprobado el 15 de enero de 1873, durante los últimos días del breve reinado de Amadeo I, su puesta en uso tuvo lugar durante el régimen político siguiente, aunque el cambio de uniformidad fue breve ya que una vez restablecida la monarquía borbónica el 23 de marzo de 1875 se retorna al tradicional uniforme del período ahumadiano, aunque con ligeras modificaciones de detalle, ante las discrepancias y los desacuerdos de muchos mandos, dado que la nueva uniformidad era mucho más práctica y de menor precio que la antigua.

También durante el mandato de Pieltan, tuvieron lugar algunas mejoras sociales, como la creación el 29 de noviembre de 1872 de la Sociedad de Socorros Mutuos, unificando de esta manera la que ya venían funcionando en algunos Tercios del Cuerpo por iniciativa de sus coroneles, siendo, en principio, totalmente voluntaria la naturaleza de los asociados.

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Re: HISTORIA DE MILITARES Y GUERREROS DE ESPAÑA

Mensajepor Brasilla » 15 Abr 2016 00:10

Excmo. Sr. D. Joaquín JOVELLAR Y SOLER Capitán General Gobernador de Cuba


Joaquín Jovellar y Soler. Militar y político español. Se adhirió a la Revolución de septiembre de 1868 y fue ascendido a teniente general en 1871. Nombrado capitán general de Cuba en (1873-1874; 1876-1878). Presidente del gobierno de España en 1875.

Nació en Palma de Mallorca, España, en 1819. Inició su carrera militar durante la Primera Guerra Carlista, la mayor parte de la década de 1840 estuvo asignado en Cuba. Durante las décadas de los 50 y 60, participó en diferentes campañas militares, recibiendo ascensos y nombramientos. En el año 1873 el presidente de la I República, Emilio Castelar, le nombró capitán general de Cuba. De regreso a España en 1874, obtuvo nuevas designaciones y ascensos. En 1876, fue nombrado otra vez capitán general de Cuba, puesto en el que permanecería hasta 1878. Murió en el año 1892

Durante la Primera Guerra Carlistala inició su carrera militar y en década de 1840 estuvo destinado en Cuba. En 1859 fue secretario de campaña del general Leopoldo O'Donnell en la guerra de Marruecos, participando en algunas operaciones militares, entre ellas la batalla de Wad-Ras, donde fue herido el 23 de marzo de 1860.

En 1863 recibió el ascenso a brigadier y al año siguiente se le nombró subsecretario del Ministerio de la Guerra. En junio de 1866 resultó nuevamente herido al combatir a la sublevación progresista de los sargentos del cuartel madrileño de San Gil, promovida por el general Juan Prim. No obstante, el hecho de que el gobierno le relegara a continuación incidió notablemente en su ánimo, adhiriéndose a la revolución de 1868, que destronó a Isabel II.

Seis años más tarde fue ascendido a teniente general y en el transcurso del año 1873 el presidente de la I República, Emilio Castelar, le nombró capitán general de Cuba. Desde ese puesto tuvo que hacer frente a la delicada crisis del denominado asunto del Virginius, que provocó un incidente internacional cuando apresó el buque Virginus, por su supuesto auxilio a los insurrectos, y ordenó el fusilamiento de miembros de la tripulación sin tomar en cuenta que entre ellos había británicos y estadounidenses. El conflicto estuvo a punto de causar una guerra con Estados Unidos.

A su regreso a España en 1874 fue designado general en jefe del Ejército del Centro, con el que se sumó a los preparativos del pronunciamiento encabezado por el general Arsenio Martínez Campos en Sagunto para restablecer en el trono a la Casa de Borbón.

Desempeñó por primera vez el cargo de ministro de la Guerra en el primer gobierno presidido por el conservador Antonio Cánovas del Castillo, entre diciembre de 1874 y septiembre de 1875, y además recibió el ascenso a capitán general.

Posteriormente fue designado presidente del gobierno que, desde septiembre hasta diciembre de 1875, debía gestionar la celebración de las elecciones para formar las Cortes Constituyentes de la Restauración, y en el cual de nuevo desempeñó el cargo de ministro de la Guerra.

Cánovas le conservó como ministro del mismo ramo en el siguiente gobierno y pocos días después fue nombrado otra vez capitán general de Cuba, puesto en el que permanecería entre 1876 y 1878. Años después fue designado capitán general de Filipinas en 1883. A su vuelta a la península en 1885, ocupó una vez más la cartera de Guerra (1885-1886), bajo el primer gobierno de la regencia de María Cristina de Habsburgo-Lorena, encabezado por el liberal Práxedes Mateo Sagasta.

Capitán general de Cuba

En condiciones desastrosas asumió el 18 de enero de 1876 por segunda vez el mando supremo de Cuba el general Joaquín Jovellar y Soler. El triste privilegio de tomar las riendas del poder colonial en pésima situación no podía, sin embargo, sorprender al Gobernador General.

Su período anterior, tan infausto como breve, se inició al desarrollarse los sucesos, tintos de ignominia y de sangre, del Virginius. Las excepcionales prendas de Jovellar no brillaron entonces, a pesar del juicio del panegirista suyo que lo llamó hombre de acrisolada honradez, militar distinguido, el más dulce y justiciero de todos los gobernantes. Tamaña alabanza rebasó los límites de la verdad. Fuera por debilidad de carácter, fuera por natural inclinación a la práctica de procedimientos violentísimos, Jovellar estuvo muy lejos de resultar justo con motivo de las ocurrencias a que dio lugar la captura del Virginius.

Al tomar de nuevo el mando de la Isla, Jovellar se encontró frente a un tenebroso cuadro político, económico y moral. El conde de Valmaseda, fracasado en sus planes y anuncios de exterminar a los soldados de la Revolución, fue separado de la Capitanía General. Lo sucedió interinamente el Segundo Cabo, Buenaventura Carbó, de quien Jovellar recibió el gobierno superior de Cuba.

Se creyó en la Metrópoli que, ante la ineficaz labor de Valmaseda, debía venir a la Isla un militar precedido de fama entre los peninsulares, y se escogió a Jovellar. Además de conocer, siquiera a su modo, las cosas y los hombres de Cuba, Jovellar había formado parte del Consejo de Ministros y era personaje influyente en la situación alfonsina, como que en Valencia había proclamado soberano de España al hijo de Isabel II.

El desorden administrativo reinante en la Isla y el cúmulo de evidentes inmoralidades realizadas por elevadas autoridades de la administración pública, antecedentes denunciados y comentados por la prensa periódica de Madrid, habían dado motivo para nombrar un Comisario Regio, dotado con treinta mil pesos, a fin de buscar la manera de poner coto a tanto desmán. Recayó la designación en un exministro de Ultramar, en Tomás Rodríguez Rubí. Estas determinaciones molestaron al conde de Valmaseda, que hasta llegó, tan airado como de costumbre, a formular quejas y protestas. Pero, entablada la lucha entre el Capitán General y el Comisario Regio, bien respaldado en Madrid, la caída del Conde resultó inevitable.

Al posesionarse Jovellar del mando de la Isla se hallaba Rodríguez Rubí enfrascado en la instrucción de más de tres mil expedientes. Aunque uno y otro, Jovellar y Rodríguez Rubí, pretendieron sinceramente arrancar de raíz los graves males observados, todo, al cabo, siguió a merced de peculados y dilapidaciones.

El problema económico demandó de Jovellar atención preferentísima. Pudo consagrársela porque también había venido Arsenio Martínez de Campos, para asumir las funciones de General en jefe. Jovellar, desembarazado de la dirección de las operaciones militares, se entregó al estudio de la solución requerida por la hacienda pública.

De acuerdo con el Comisario Regio, expuso en seguida ante la Metrópoli el mal grave y alarmante y señaló los remedios que debían usarse para conjurar la crisis. Los apuros rentísticos de Jovellar no desaparecieron, y momentos hubo en que pareció imposible su sostenimiento. Mas logró que su mando sobreviviese al imperio de la guerra, y desde la Capitanía General, que dejó el 18 de junio de 1878, fue testigo del desastre cubano de el Pacto del Zanjón, principio, después de todo, no de una paz duradera, sino de una nueva tregua para los animadores de la libertad.

Murió en Madrid en 1892.

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Re: HISTORIA DE MILITARES Y GUERREROS DE ESPAÑA

Mensajepor Brasilla » 15 Abr 2016 00:19

Excmo. Sr. D. Luis PRENDERGAST Y GORDON Capitán General y Gobernador de Cuba

El teniente general Luis Prendergast y Gordon, primer marqués de Victoria de las Tunas, capitán general de Cuba (28 nov 1881 – 4 ago 1883).

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Re: HISTORIA DE MILITARES Y GUERREROS DE ESPAÑA

Mensajepor Brasilla » 15 Abr 2016 00:33

[u]Excmo. Sr. D. Ignacio María DEL CASTILLO Y GIL DE LA TORRE Capitán General Gobernador de Cuba[/u]


Ignacio María del Castillo y Gil de la Torre (* Xalapa[cita requerida], México, 1817 - † Madrid, España, 1893) fue un militar y político español. Como militar luchó en la Tercera Guerra Carlista y como político fue senador en varias ocasiones, Gobernador de Cuba (1883-84) y ministro de la Guerra (1886-87) durante la Restauración borbónica en España. El 17 de septiembre de 1887, la reina regente María Cristina de Habsburgo-Lorena le concedió el título nobiliario de conde de Bilbao, con Grandeza de España.

Ignacio Mª del Castillo nació en 1817 en Xalapa, actualmente estado de Veracruz de Ignacio de la Llave en México (algunas fuentes afirman que nació en la ciudad de Veracruz). Por aquel entonces México pertenecía todavía a España, aunque la lucha por la Independencia de México estaba cerca de concluir unos pocos años más tarde (1821). Castillo era un criollo descendiente de españoles.

Siendo muy joven Castillo viajó a España, donde llevaría a cabo su formación académica y militar y nunca más retornaría a su país de nacimiento. Estudió en su primera juventud en el Real Seminario de Vergara (País Vasco).

En 1835 ingresó en el ejército como cadete del Arma de Ingenieros. En 1838 logró ascender al grado de alférez.

Ya en 1839 tomó parte activa en algunos episodios de la Primera Guerra Carlista (Batalla de Ramales) luchando en el bando liberal/gubernamental a las órdenes de Baldomero Espartero. Participó en las operaciones y sitio de Guardamino donde la apertura con explosivos de la brecha y asalto a viva fuerza, le valió el grado de Capitán.

Posteriormente formaría parte de la expedición militar a Portugal que encabezó el General Concha en 1847 y que derrotó al Septembrismo, restableciendo en el gobierno a la reina María II de Portugal.

Fue profesor de la Academia de Ingenieros; y entre 1863 y 1869 Coronel Jefe del Primer Regimiento de Ingenieros, situado en Madrid.

En 1872 estalló la Tercera Guerra Carlista. Ignacio Mª del Castillo, que por aquel entonces había alcanzado ya el grado de brigadier; fue destinado como comandante general de las fuerzas gubernamentales en Guipúzcoa.

En Guipúzcoa hizo méritos militares que le valieron ser nombrado mariscal de campo. Al año siguiente fue trasladado a Bilbao como gobernador militar de la plaza, donde dirigió la defensa de la villa durante el cerco al que la sometieron las fuerzas carlistas. Esta defensa se prolongó desde el 27 de diciembre de 1873 hasta el 2 de mayo de 1874. Gracias a sus conocimientos de ingeniería Castillo organizó una eficaz defensa y evitó que la principal ciudad del País Vasco cayera en manos de los carlistas. La defensa de Bilbao fue una de las claves que contribuyeron a la derrota carlista unos años después y convirtió a Castillo en un héroe. Como recompensa de estos hechos de armas fue ascendido a teniente general.

Tras solventar con éxito el Sitio de Bilbao y aunque la Guerra Carlista aún no había finalizado, fue relevado de su puesto en el País Vasco y nombrado Capitán General de la Región Militar de Valencia.

A finales de 1874 le fue ofrecido por Martínez Campos el mando de las tropas que habían de sublevarse en Sagunto para proclamar la Restauración borbónica en España, pero Castillo no aceptó tal proposición.

Entre 1876 y 1877 fue Senador en Madrid, representando a la Provincia de Vizcaya, donde había obtenido gran popularidad en los medios liberales por su participación en la defensa de Bilbao.

En 1877 fue nombrado Capitán General de Aragón.

En 1883 fue nombrado Gobernador General y Capitán General de Cuba, tomando el gobierno civil y militar de la colonia española. Estuvo en este cargo un breve periodo de tiempo, poco más de uno año, entre su nombramiento en julio de 1883 hasta su dimisión en octubre de 1884.

En 1886 fue elegido por segunda vez senador en representación de la Provincia de Vizcaya.

En 1886, Mateo Sagasta del Partido Liberal le nombra ministro de la Guerra dentro de su gabinete. Castillo ocupará este cargo entre el 9 de octubre de 1886 y el 9 de marzo de 1887.

Durante su mandato se dedicó de lleno a la reorganización del ejército y de la administración militar. Su principal reforma consistió en la supresión del empleo de sargento primero, ya que consideraba que los sargentos primeros solían ser el principal instrumento de las sublevaciones militares.

También desempeñó, entre el 4 de febrero y el 11 de febrero de 1887, y de forma interina, el cargo de Ministro de la Marina.

Tras presentar su dimisión a finales de febrero de 1887, fue nombrado Senador vitalicio (dimitió a los pocos meses). Una vez abandonado su cargo se le concedió el título nobiliario de Conde de Bilbao (4-4-1887) y fue nombrado Comandante General del Real Cuerpo de Alabarderos (29-4-1887).

El 11 de febrero de 1889 cesa como Comandante general de los Alabarderos y pasa a la reserva del estado mayor del ejército.

Murió en 1893 en Madrid y sus restos fueron trasladados a un panteón situado en Bilbao, donde estaban enterrados los que murieron defendiendo la villa en la Tercera Guerra Carlista.

Hay una calle en su honor en el Barrio de San Francisco-Las Cortes de Bilbao (Calle General Castillo).

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Re: HISTORIA DE MILITARES Y GUERREROS DE ESPAÑA

Mensajepor Brasilla » 15 Abr 2016 22:12

Excmo. Sr. D. Ramón FAJARDO E IZQUIERDO Capitán General Gobernador de Cuba


Ramón Fajardo e Izquierdo: Gobernador General de la Isla de Cuba, Capitán General y General en Jefe de su ejército. Realizó gran parte de la carrera militar en la Mayor de las Antillas.

Tomó parte en la Primera Guerra Civil; asistió a la primera campaña de África y a la de Santo Domingo. En 1865 era coronel. En la guerra de Cuba de 1869 le fué concedido el empleo de brigadier general. En 1873 regresó a la Península , cuando ardía con más intensidad la conrienda civil.

En la desastrosa jornada de Lácar logró contener y rechazar, con sólo 50 hombres, a numerosas fuerzas carlistas en Lorca, salvando la artillería y los numerosos heridos, por cuyo hecho de armas fué ascendido aquél año a Teniente General. Desempeñó las capitanías generales de Aragón, Andalucía y Valencia; la dirección de la Guardia Civil, y por último, las capitanías generales de Cuba y Puerto Rico.

Fué Senador por la provincia de Alicante. Tomó parte en la guerra de África entre l859 y 1860 así como en la tercera guerra carlista, ascendiendo a capitán por méritos de guerra llegando a general de brigada en 1874 y Mariscal de Campo en 1878.

El Teniente General Ramón Fajardo e Izquierdo, Capitán General de Cuba desde el 8 de noviembre de 1884 hasta el 25 de marzo de 1886.

El 9 de enero de 1886 fué gravemente herido en el fuerte de San Julián por los amotinados de Rasero. Amputada la pierna, murió en la noche del 10 al 11 de enero. Era entonces gobernador militar de Cartagena y Murcia.

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Re: HISTORIA DE MILITARES Y GUERREROS DE ESPAÑA

Mensajepor Brasilla » 15 Abr 2016 22:15

Excmo. Sr. D. Sabas MARIN Y GONZALEZ Capitán General Gobernador de Cuba


Sabas Marín y González, marqués de Marín1 (Cartagena, 22 de agosto de 1831 – Madrid, 7 de enero de 1901),2 fue un militar español y capitán general de la isla de Cuba en dos periodos, entre 1887 y 1889 y en 1896 de forma provisional, y gobernador de Puerto Rico.

Hijo del distinguido coronel del Real cuerpo de artillería Alfonso Sabas Marín y de María González Momplet, Sabas Marín entró en el ejército a muy temprana edad. Condecorado con la Cruz de San Fernando de primera clase, en su primer mandato de gobierno en Cuba luchó fuertemente contra la corrupción administrativa, a tal punto que a fin de hacer valer su autoridad en un acto de fuerza puso cerco a la aduana y ocupó militarmente el edificio.

En 1882 fue nombrado gobernador civil de la provincia de Santa Clara, en Cuba. En esa época contrajo matrimonio con Matilde de León y Gregorio, cubana oriunda de la ciudad de Trinidad, una criolla ilustre hija de don Carlos de León y Navarrete, coronel de caballería de los ejércitos nacionales y administrador general de correos y caminos.

En 1889 fue sustituido de su cargo y en su lugar fue nombrado el general Manuel Salamanca y Negrete, hasta que en 1896, al ser relevado el general Arsenio Martínez Campos, volvió a ejercer interinamente el mando superior de la isla hasta la llegada del nuevo sucesor Valeriano Weyler, Marqués de Tenerife y Duque de Rubí.

En 1898 regresó a España, donde fallecería en la ciudad de Madrid poco tiempo después. Sus restos se encuentran en el Cementerio de San Justo (Madrid).

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