Vaya, vaya, vaya… las buenas almas al rescate, poniendo al descubierto la pérfida manipulación de un modesto servidor...

que, además, propugna el voto para un determinado partido, según concluye el Sr. BlackJak, para dejar bien claro el asunto.
¡Qué concepto tan elevado tienen Uds. de sí mismos, y en qué poco valoran a los demás compañeros, a quienes han de iluminar Uds. para que no los pesquen las pérfidas gaviotas (en realidad un charrán, aclaro para los naturalistas amantes de la precisión), porque no saben leer comprendiendo un texto. Vaya, como si fueran analfabetos funcionales, según la UNESCO.
No voy a entrar en su juego. Lo vienen ejercitando ya prácticamente desde el primer momento en el que entraron en el foro. Revientan hilos, desvían y desvirtúan otros para llevarlos siempre al mismo terreno, por no decir círculo. Se podría hacer un análisis cuantitativo de sus intervenciones.
Sólo que a mí me importa muy poco porque no soy moderador; ni administrador. Pero sí respeto la labor de éstos y las normas del foro y sujetaré el teclado para no darles capricho a Uds y tarea ingrata a ellos.
Los foreros son mayores de edad y sabrán sacar sus conclusiones. De lo expuesto por mí y de lo dicho por Uds. No obstante, sí debo aclarar algo que sólo torticeramente puede malinterpretarse: que nos interesa la política de los partidos
respecto del medio ambiente, la caza y las armas. Y he querido poner negro sobre blanco cuál es el pensamiento, palabra y, en la medida que puedan, de obra del Sr. Iglesias y su partido. Igual hubiese hecho si se tratara de otros partidos, porque bastante acosados estamos entre unos y otros como para que nos den otra vuelta de tuerca.
¿Que no les ha gustado que lo ponga de relieve? Uds sabrán por qué. Otros aspectos relacionados con ese partido, el sistema de partidos, la situación de la sociedad española, etc., los mencionan Uds. no yo, que lo único que propugno es que mis compañeros de afición tengan claro que ejercer o no su derecho a voto siempre tiene repercusiones y acarrea consecuencias. Luego, cada cual que haga de su capa un sayo y actúe según crea conveniente.