D. CRISTOBAL COLONCristóbal Colón, Cristoforo Colombo en italiano o Christophorus Columbus en latín, (República de Génova,n. 1 1 2 c. 1436-14563 -Valladolid, Reino de Castilla, 20 de mayo de 1506), fue un navegante, cartógrafo, almirante, virrey y gobernador general de las Indias Occidentales al servicio de la Corona de Castilla. Es famoso por haber realizado el descubrimiento de América, el 12 de octubre de 1492, al llegar a la isla de Guanahani, actualmente en Las Bahamas.
Efectuó cuatro viajes a las Indias —denominación del continente americano hasta la publicación del Planisferio de Martín Waldseemüller en 1507— y aunque posiblemente no fue el primer explorador europeo de América, se le considera el descubridor de un nuevo continente —por eso llamado el Nuevo Mundo— para Europa, al ser el primero que trazó una ruta de ida y vuelta a través del océano Atlántico y dio a conocer la noticia. Este hecho impulsó decisivamente la expansión mundial de la civilización europea, y la conquista y colonización por varias de sus potencias del continente americano.
Su antropónimo es un icono mundial que inspiró innumerables denominaciones, como la de un país: Colombia, y dos regiones de Norteamérica: la Columbia Británica, en Canadá, y el Distrito de Columbia, en Estados Unidos.
Perfil histórico
Retrato de hombre, óleo sobre lienzo de Sebastiano del Piombo, fechado en 1519, con una leyenda de dudosa autenticidad que lo identifica como el ligur Colombo, «el primero en entrar en barco en el mundo de las Antípodas» (Nueva York, Metropolitan Museum).5
Monumento a Colón (Madrid), escultura de Jerónimo Suñol.
Cristóbal Colón sostenía que podía alcanzarse el lejano oriente (conocido en la época como «Las Indias») desde Europa navegando por el Océano Atlántico hacia el oeste, y que era posible realizar el viaje por mar con posibilidades de éxito.6 La caída del Imperio Romano de Oriente en poder de los turcos otomanos en 1453, tras la toma de Constantinopla, su capital, provocó el encarecimiento del comercio entre Europa y las regiones orientales.
Aunque en el siglo iii a. C., el astrónomo griego Eratóstenes había calculado con bastante exactitud la medida de la circunferencia de la Tierra; al parecer, la hipótesis de Colón sobre la posibilidad del viaje se basaba en cálculos alternativos (y erróneos) sobre el tamaño de la esfera, ya que suponía que era más pequeña de lo que realmente es.7 8 Ahora bien, Colón aseguraba que había recopilado datos sobre la existencia de tierras habitadas al otro lado del Atlántico. De los mismos deducía que el extremo oriental de Asia se hallaba mucho más próximo a Europa de lo que suponían los cosmógrafos de la época. También era posible que tales informes testimoniaran la presencia de islas que pudieran servir como escalas en un viaje a las Indias.9
Otras teorías sostienen que Colón había oído datos, por habladurías de marinos, sobre la existencia de tierras mucho más cercanas a Europa de lo que se suponía científicamente que estaba Asia, y que emprendió la tarea de alcanzarla para comerciar sin depender de la República de Génova ni del Reino de Portugal. Una de ellas, conocida como la teoría del prenauta, sugiere que durante el tiempo que Colón pasó en las islas portuguesas del Atlántico se hizo cargo de un marino portugués o castellano moribundo cuya carabela había sido arrastrada desde el golfo de Guinea hasta el mar Caribe por las corrientes.10 Ciertos autores incluso dicen que podría tratarse de Alonso Sánchez de Huelva,11 12 aunque según otras fuentes podría ser portugués o vizcaíno.13 Esta teoría sugiere que el prenauta le confió a Colón el secreto.14 15 16 Según algunos estudiosos, la prueba más contundente a favor de esta teoría son las Capitulaciones de Santa Fe, ya que hablan de «lo que ha descubierto en las mares oçeanas»17 al tiempo que otorgan a Colón una serie de privilegios no otorgados hasta entonces a nadie.
Lo seguro es que Colón no sólo logró arribar a las costas de América, sino que regresó a Europa, realizando un total de cuatro viajes y dando origen a una ruta para la navegación periódica y segura entre Europa y América. Aunque es sabido que los siberianos habían llegado a América en el Pleistoceno, y que existe documentación que habla sobre posibles viajes anteriores realizados por los cartagineses,18 musulmanes andalusíes,19 vikingos o chinos.20 No obstante, es a partir de los viajes de Colón, y otros exploradores y conquistadores que le sucedieron, cuando se establecieron vínculos permanentes con Europa y se puede hablar de «descubrimiento», al haber reconocimiento de las naciones implicadas y testimonios contrastables en la época. A partir de este «encuentro» algunas potencias europeas invadieron el territorio americano, imponiendo su dominio, político, cultural y religioso, sobre las culturas locales.
Colón proyectó su viaje con el fin de traer de Oriente mercancías, en especial especias y oro.n. 2 El camino de la especiería que incluía las especias, la seda y otros productos originarios del extremo Oriente, habían llegado a través de los siglos siempre por la ruta comercial que atravesaba Asia hasta Europa, por Asia Menor y Egipto, pero a partir de la expansión del Imperio otomano esta vía se hizo difícil y quedó monopolizada por ellos y sus socios, los mercaderes italianos. El Reino de Portugal y el Reino de Castilla, en ese entonces los primeros estados de la Edad Moderna, querían esas mercancías sin intermediarios.
Debido a que los portugueses habían conseguido su Reconquista contra los musulmanes en el siglo xiii, tomaron la iniciativa en la competencia por alcanzar una nueva ruta de la especiería que fuera una alternativa marítima directa a Asia Oriental. Portugal se lanzó a navegar por el mar océano bordeando África otorgadose el monopolio de dicha navegación por el océano Atlántico a excepción de las islas Canarias.21 22 En 1488 el navegante Bartolomé Díaz encontró el paso por el cabo de Buena Esperanza, que unía el Océano Atlántico con el Océano Índico.
Por su parte, el Reino de Castilla, en el mismo año en que terminó con éxito su Reconquista, buscó una ruta nueva de las especias, y si bien también la buscó en el Océano Atlántico, fijó otro rumbo —hacia el oeste— en aguas alejadas de la costa y desconocidas para los navegantes.
La llegada de Colón a América permitió el desarrollo del comercio y el al envío hacia Europa de gran cantidad de alimentos que se cultivaban en esas tierras, como el maíz, la patata, el cacao, el tabaco, el pimiento, el zapallo, la calabaza, el poroto (nuevas variedades de judía o frijol) o la vainilla, entre otros, que fueron rápidamente adoptados por los europeos y por el resto del mundo. Los investigadores han estimado que tres quintas partes de los cultivos actuales de todo el mundo fueron importadas desde América.23 En sentido inverso, la expedición colombina conllevó posteriormente la llegada a América de la rueda, el hierro, el caballo, el cerdo, el asno, el café, la caña de azúcar y las armas de fuego, entre otras.
En su primer viaje, el navegante alcanzó la isla de San Salvador, llamada Guanahani por los habitantes que encontraron, en las actuales Bahamas. Después de dos meses de travesía, visitando después Cuba y La Española, volvió a España siete meses después de su partida. En su último viaje sólo tardó un mes y cuatro días en alcanzar las costas de América.
Cristóbal Colón, descubridor de un nuevo mundo, muere el 20 de mayo de 1506, pero se desconoce con certeza donde está enterrado. Según nuestros manuales de colegio, era nativo de Génova, Italia, pero en realidad todo lo relativo a su biografía es un misterio, nacido no se sabe cuando, no se sabe donde, hijo de no se sabe quien. Sale repentinamente a la luz de la historia en 1492. Cristóbal Colón tenía un secreto que debía mantener bien oculto, motivo que era bien sabido por aquellos más cercanos, incluyendo a los reyes Católicos y a los reyes portugueses Alfonso V y su hijo Joan II.
Cristóbal ColónPresentó al rey Juan II de Portugal un proyecto para alcanzar ese destino navegando hacia el occidente ya que al no tener conocimiento de otro continente (América) se pensaba que la ruta sería más corta. En Portugal no tuvo buena acogida se presentó en la Corte de Castilla, donde sí fue apoyado.Cristóbal Colón partió de Huelva (Palos de la Frontera) con tres embarcaciones llamadas la Santa María, la Pinta y la Niña. El viaje resultó más largo de lo previsto, debido a la confusión geográfica inicial. En octubre del mismo año, la flotilla alcanzó las tierras de Guanahaní, en las Bahamas, isla que Cristóbal Colón bautizó como San Salvador; después arribaron a las islas Fernandina, Isabela, Santa María, Juana (Cuba) y La Española. En esta última Cristóbal Colón instaló un fuerte y dejó la nao Santa María. Regresó con las otras dos carabelas, que llegaron por separado, una a Galicia y la otra a Lisboa, hecho este que dio origen a una disputa diplomática entre Juan II de Portugal y los Reyes Católicos acerca de los derechos sobre las islas descubiertas. Entre 1493 y 1502 Cristóbal Colón realizó tres viajes más. Primero alcanzó Puerto Rico y Jamaica. En La Española, su fuerte había sido devastado por los indígenas, por lo que hubo de reconstruirlo. Después llegó a la desembocadura del Orinoco, a Trinidad y Venezuela. Por último, descubrió la costa de América Central, a la altura de Panamá, Veragua, Costa Rica y Nicaragua. En 1506 muere en Valladolid, sus restos permanecieron en un convento franciscano de Valladolid hasta 1509 que por deseo de su hijo Diego se trasladaron a la Cartuja de la Cuevas en Sevilla, en 1544 vuelven a ser trasladados, esta vez a Santo Domingo, cuando ya parecía descansar el descubridor en su última morada, España pierde la Colonia a favor de Francia en 1795 y los restos son trasladados a Cuba, y en 1898 vuelven a trasladarse finalmente a Sevilla de nuevo. Anteriormente en 1877 realizando unas reformas en la capilla de Santo Domingo se encuentra una urna con las siguientes inscripciones: “D. de la A. Per. Ate” “, C.C.A.; Illtre y Esdo. Varon Dn. Criftoval Colon”. ¿Dónde está enterrado Cristóbal Colón, en Santo Domingo o en Sevilla?, parece que Cristóbal Colón se empeña aún después de muerto en llenar todo lo relacionado con él de misterio.
Al nuevo Mundo se le llamó América, esto fue posible gracias al oportunismo de Américo Vespucio en connivencia con Fernando II de Aragón (Rey Católico), quien hizo todo lo posible por ocultar la hazaña realizada por Cristóbal Colón al resto de países de Europa.
PROYECTO DE DESCUBRIMIENTO
cristobal_colonEn el siglo XV y XVI no se discutía la redondez de la Tierra, no necesitaba Cristóbal Colón convencer a las distintas juntas de Sabios sobre esta cuestión, pero salvo la de Salamanca todas encontraban un problema infranqueable, y ese problema residía en la creencia Ptolomeica que a partir del grado 90 todos los cuerpos se precipitarían inexorablemente al vacío si antes no eran devorados por terribles bestias. Ptolomeo había dibujado varios mapas que delimitaban la zona habitable y segura, aún habiéndose perdido todos ellos, fueron copiados y reproducidos sin cuestionarse jamás hasta que el Continente Americano fue descubierto. Esta idea y la concepción geocéntrica de la Tierra era la creencia que la Iglesia imponía por buena y determinante.
Cristóbal Colón tenía la certeza empírica del error de esta teoría, para comprobarlo viajó al Sur superando la zona tórrida y a Ultra Thule al Norte, comprobó que las creencias basadas en los mapas de Ptolomeo no eran correctas, esto le acreditó para defender que un viaje al Oeste no tendría por qué acabar en tragedia ya que había demostrado que al norte y al sur estas reglas no se habían cumplido.
Uno de los más acreditados sabios de la época era el florentino Toscanelli, que por cierto creía que Cristóbal Colón era portugués, también, al igual que Cristóbal Colón, consideraba que la teoría de Ptolomeo era errónea, pero a diferencia de Cristóbal Colón nunca salió de Florencia para comprobarlo, ni fue quien de presentar un proyecto de exploración a rey o príncipe alguno movido por la seguridad de sus conjeturas.
Además, Cristóbal Colón estaba convencido que se podría circunnavegar el planeta sin correr más riesgos que los habituales y conocidos, Toscanelli, que era matemático, astrónomo y cosmógrafo, se había carteado tanto con Alfonso V, rey de Portugal, como con Cristóbal Colón defendiendo esta posibilidad, Toscanelli había calculado la circunferencia de la tierra una sexta parte más pequeña de la que es en realidad, y creía que la distancia entre España y la parte oriental de Asia era la que en realidad se encontraba el continente americano. Ni Toscanelli, ni Cristóbal Colón, ni nadie se planteaban la posibilidad que en medio de los continentes Europeo y Asiático existiera otro.
Los cálculos de Toscanelli probablemente beneficiaron a Cristóbal Colón para defender la posibilidad de realizar un viaje, que de conocer la distancia real sería imposible acometer. Si Cristóbal Colón desconocía la existencia de esas nuevas tierras, la fortuna le resultó benévola y el error de cálculo resultó ser providencial, en este caso, tanto Toscanelli como Cristóbal Colón estaban equivocados, eso siempre que hubieran realizado los cálculos por separado, por el contrario, si Cristóbal Colón se fió y dio por buenos los cálculos de Toscanelli con reputación de gran matemático y astrónomo, el único equivocado sería Paolo Toscanelli.
Existe la posibilidad, según algunos, de que Cristóbal Colón conociera la existencia de esas tierras, si así fuera, Cristóbal Colón encontraría coincidente los cálculos de Toscanelli con los suyos, de ser así, Cristóbal Colón que había leído y estudiado los viajes de Marco Polo, que obtuvo información privilegiada sobre las expediciones Portuguesas bordeando África, y que él mismo había participado en una de ellas, tendría una idea aproximada de a que distancia hacia al este estaba Cipango (Japón), si a esta posición se le suma la recorrida por un viajero desconocido desde Europa hacia Occidente, el resultado obtenido coincidiría con la del matemático florentino a la hora de calcular la circunferencia de la Tierra.
cq5dam.thumbnail.624.351
Mapa de Henricus Martellus
Además, si como dicen algunos, Cristóbal Colón se sirvió, de el mapa creado en 1491 por el cartógrafo alemán Henricus Martellus, (que como Toscanelli, desconocía el nuevo continente y creía menor la cirucunferencia de la Tierra), donde aparece Cipango (Japón) situado más al Este, sería fácil entender por qué Cristóbal Colón confundió la costa atlántica del nuevo Continente con la costa oriental de Asia.
Es cierto, no se le ocurrió pensar que un continente de enormes dimensiones podría estar en medio, nadie se lo advirtió tampoco, si alguien lo hubiera hecho ya me dirán que pinta el usurpador Américo Vespuccio en todo esto.
El viaje de exploración sirvió a la humanidad para desterrar muchos mitos, y también, para conseguir avances científicos de valor incalculable para su progreso, Cristóbal Colón no solo descubrió un nuevo Continente, con su determinación y puesta en marcha del proyecto de Exploración, descubrió la declinación de la aguja magnética, que no es otra cosa que un punto de la travesía las agujas de las brújulas cambiaban su posición, cayó en la cuenta que una explicación sería que el Norte geográfico no coincidía de manera muy marcada con el Norte magnético, eso le llevó a ser el primero, que se tenga constancia, en barajar la posibilidad que la Tierra no fuera totalmente redonda, esta comprensión acertada de un suceso desconocido para él, demuestra una formación y aptitudes muy por superiores a la ciencia de su época, pero no solo lo comprendió, si no que fue quien de aprovechar este descubrimiento para situarse señalando la longitud, valiéndose de las variaciones de la declinación magnética, y de determinar la línea sin variación magnética en el Atlántico.
El viaje de exploración tan al Oeste, tan fuera de los límites marcados por Ptolomeo y tan apartado de los límites que la redondez de la tierra, que además se creía más pequeña, permitiría no precipitarse al vacío, tenemos mientras no haya constancia de un hecho similar, el primer hombre que comprobó y demostró la existencia de la fuerza central de la Tierra que mantenía los cuerpos atraídos hacia ella en cualquier lugar del planeta, fue el primero en comprobar que la atracción de la gravedad es una fuerza central.
Pero si esto parece poca cosa para la compresión de un lanero genovés, tendríamos que añadir:
Determina aproximadamente la hora por medio del movimiento de las guardas.
Descubre la excentricidad de la Estrella Polar. Halla la situación de América, valiéndose de los eclipses.
Descubre la dirección de las corrientes marinas, en los mares tropicales; la corriente equinoccial y de rotación.
También descubre la corriente ecuatorial. Aprecia que las carabelas navegan mejor en el Atlántico con velas redondas.
Crea los verbos “nordestear” y “noroestear” que inmediatamente se adoptan en el idioma castellano.
Descubre el mar de los Sargazos. Distingue las focus de dicho mar, de las existentes en las costas de las Azores.
Aprecia que las especies de los árboles americanos son distintas de las europeas, y en las coníferas, distingue las del género monocarpo, americanas, de las del podocarpo, europeas.
Estudia la configuración geográfica de las Antillas y las causas geológicas que la determinan.
Observa la emigración de las especies marinas hacia el Mar de los Sargazos.
Aprecia que la raza de los aborígenes de las tierras descubiertas, es diferente a las demás razas humanas.
Y de paso … descubre un Nuevo Mundo
Si algunos están en lo cierto y Cristóbal Colón fue lanero ayudando a su padre hasta los 22 años, luego marinero enrolado en barcos de comercio en el mediterráneo y luego agente comercial hasta poco antes de naufragar en las costas de Portugal combatiendo contra sus paisanos, que al poco tiempo entra en España con un proyecto de exploración que expone a los reyes y a los mayores sabios del reino en un perfecto castellano, cuando no en Latín, explicando como emprender tamaño proyecto de exploración y aportar a la ciencia tantos descubrimientos y aplicarlos a su fin, puede que nos quedemos cortos al considerarlo una persona excepcional, tendríamos que pensar en considerarlo un prodigio de la naturaleza o un extraterrestre de incógnito que vino a darnos un empujoncito.
Cristóbal Colón: “… puesto a pensar en ello, hallo que el mundo no es redondo en la forma que han descrito, sino que tiene forma de una pera que fuese muy redonda, salvo allí donde tiene el pezón o punto más alto; o como una pelota redonda que tuviere puesta en ella como una teta de mujer, en cuya parte es más alta la tierra y más próxima al cielo. Es en esta región, debajo de la línea equinoccial, en el Mar Océano, el fin del Oriente, donde acaban todas las tierras e islas…”
Cristóbal Colón: “Yo estuve en el Castillo de San Jorge de la Mina de el rey de Portugal, que está debajo de la equinocial, y soy buen testigo que no es inhabitable como quieren algunos”
Nota autógrafa de Cristóbal Colón anotada en el libro “Imago Mundi”: “… navegando de Lisboa hacia el sur de Guinea yo he observado con cuidado el trayecto que hacen los capitanes y los marinos; y en seguida he tomado la altura del Sol con el cuadrante y otros instrumentos en varios sentidos, y he encontrado que ella concordaba con los datos de Alfragán, a saber, que a cada grado corresponden 56 2/3 millas; por ello hay que prestar fe a esos cálculos; se puede, pues, decir que el circuito de la Tierra bajo el círculo equinoccial es de 20.400 millas. Es tal como lo habían establecido el maestro, médico y astrólogo José Vicinho y varios otros que fueron enviados expresamente para esto por el Serenísimo Rey de Portugal”.
Fernando Colón sobre su padre: “Asimismo, en una memoria o acotación que hizo para demostrar que las cinco zonas son habitables, probándolo con la experiencia de las navegaciones dice: Yo navegué el año 1477, en el mes de febrero, ultra Thile, cien leguas, cuya parte austral dista de la equinocial setenta y tres grados, y no sesenta y tres, como algunos dicen y no está dentro de la línea que incluye el Occidente, como dice Ptolomeo, sinó mucho más occidental, y a esta isla, que es tan grande como Inglaterra, van los ingleses con mercaderías, especialmente los de Bristol. Y al tiempo que yo a ella fui, no estaba congelado el mar, aunque había grandísimas mareas, tanto que en algunas partes, dos veces al día, subía veinticinco brazas, y descendía otras tantas en altura.”
Carta de Toscanelli a Cristóbal Colón recogida en la biografía de su hijo: “Traslado de otra carta que hace tiempo yo escribí a un amigo y familiar del serenísimo rey de Portugal, antes de las guerras de Castilla: — Mucho placer hube de saber la privanza y familiaridad que tienes con vuestro genrosísimo y magnificentísimo rey, y bien que otras veces tenga dicho del muy breve camino que hay de aquí a las Indias–“
Segunda carta de Toscanelli a Cristóbal Colón recogida por su hijo: “No me maravillo que tú, que eres de gran corazón, y toda la nación de PORTUGUESES, que han sido siempre hombres señalados en todas las grandes empresas, estéis con el corazón encendido y gran deseo de poner el obra el dicho viaje”
Algunas notas autógrafas de Cristóbal Colón escritas en los márgenes de algunos libros consultados: Subraya en el libro de D’ailly el Imago Mundi: “La Tierra es redonda y esférica”, “El agua y la tierra juntas forman un cuerpo redondo…”, “La distancia entre España y la India por tierra es muy larga”, “La distancia entre España y la India por mar es muy corta”. En una nota marginal escribe: “El eclipse de Luna se debe a la sombra que proyecta la Tierra”
SU ORIGEN
Cristóbal Colón
Retrato de Cristóbal Colón, realizado según las referencias escritas sobre su aspecto y fisonomía. Obra de Marga Millán bajo Licencia Creative Commons
Tanto Cristóbal Colón como su entorno, no quisieron aclarar el asunto de su origen y nacionalidad, motivo por el cual, hoy nos encontramos desconocedores de ello.
Si su nacionalidad es importante para recomponer la biografía de un personaje tan relevante para la historia, tanto más lo es, el motivo por el cual dedicaron tantos esfuerzos en mantener embrollada esta cuestión.
La incerteza de su origen y la causa que motivó tal enigma, es causa de innumerables debates, teorías y conjeturas desde hace más de cinco siglos. Cientos de libros y escritos se han acometido ocupándose de esto, dándose la paradoja que cuanto más lee uno sobre sus muchas biografías e historias, menos conocimiento y certeza cree tener de ninguna de ellas.
Su hijo Hernando es el primero en ocultar y enmarañar todo lo relativo al origen de su padre, el mismo nos lo confiesa:
“…quiso que su patria y origen fueran menos seguras y conocidas”
“…quiso que el Almirante imitase al mismo Cristo, que siendo sus antecesores de la sangre real de Jerusalén, tuvo por bien que sus padres fueran menos conocidos”
“…Fue su voluntad que sus padres fuesen menos conocidos, de modo que cuanto fue su persona a propósito y adornada de todo aquello que convenía para tan gran hecho, tanto menos conocido y cierto quiso que fuese su origen y patria…”.
Habiendo caído Cristóbal Colón en el olvido ya antes de su muerte y no empezándose a estudiar hasta principios del siglo XVIII, fueron sobre todo historiadores extranjeros los que recuperaron al personaje y le dieron la importancia que realmente tenía.
Por otro lado, los pleitos por la sucesión en el mayorazgo (1578 – 1606) no hicieron otra cosa que aportar más dudas a su vida, motivado por multitud de escritos falsos y adulterados, aportados por los litigantes con la única intención de ganar un pleito ciertamente sabroso. El más conocido de todos (1498), es aquel donde aparecen las famosas frases de:
“siendo yo nacido en Génova … della salí y en ella nací…”, también “…ni en otro cabo del mundo no se fallase hombre de mi linaje verdadero que se hubiese llamado y llamase él y sus antecesores de Colón…en tal caso lo haya la mujer mas llegada en deudo y sangre legítima”.
En el testamento de 1498, se advierten bastantes irregularidades:
La firma que aparece no se corresponde con la grafía del Almirante y cometen varios errores al colocar los puntos que Cristóbal Colón situaba a cada lado de las eses.
Se da como vivo al Infante D. Juan cuando había fallecido el 7 de octubre de 1497. Cuando se presentó este documento ya habían pasado 80 años desde los hechos.
No fue elevado a escritura pública.
Varios litigantes sacaron paulinas, eran unos despachos o cartas de excomunión que se expedían en los tribunales para el descubrimiento de algunas cosas que se sospechaba habían sido robadas u ocultas malicio samente, tomaron tal nombre por haberlas instituido el Papa Paulo III.
Aparecen varios renglones tachados y con distintas fechas.
Los giros gallegos que Cristóbal Colón tanto usaba en su habla y escritura, aparecen correctamente en el de 1506 y reemplazados en el de 1498 : aviamiento en vez de aviamento, señalar en vez de aseñalar, sellará en vez de asellará, entienda y entiende en vez de intenda y intende, asimismo en vez de asimesmo, almirantdgo en vez de almirantado, privilegio en vez de privillejo y privillejos, muestre en vez de amostrar.
La institución no era de su letra, al documento le faltaba una hoja, la más importante, y el tribunal con signa que: “no está auténtica ni solemne”
Aparece firmada por los Reyes Católicos y su secretario de Estado, don Fernando Alvarez, que había muerto en 1501 y que desde cuatro años antes no firmaba.
El testamento de 1506, otorgado en Valladolid, fue el único que se tuvo en cuenta como indiscutible para regular la sucesión de la herencia, títulos y privilegios, en él no dice que nació en Génova ni en parte alguna, ni hace mención a ningún pueblo de Italia ni del genovesado, ni distingue entre parientes legítimos e ilegítimos y tampoco figura la exclusión de cualquier apellido excepto los “de Colón”.
Acercándose el IV Centenario del descubrimiento de América, los nacionalistas italianos (Mussolini) encuentran en Cristóbal Colón la figura propicia para enaltecer con tan glorioso personaje a la nación italiana, pero para ello sería necesario crear al personaje, ¿por qué?, por que de Cristóbal Colón solo se sabía lo que habían dicho algunos cronistas, que era genovés, por que así lo habían oído decir . La ciudad de Génova encarga catorce volúmenes entre 1892 y 1896, para así apuntalar la nacionalidad genovesa del almirante, es cuando aparece el “colombo” como solución a tanta desconfianza, mediáticamente resultó efectivo, sin embargo el personaje que se dio a conocer “Cristóforo Colombo”, no encaja con el del descubridor del Nuevo Mundo, “Cristóbal Colón”, resultando un verdadero despropósito y manteniéndose únicamente por una cuestión de fe.
Cristóforo Colombo
Retrato de navegante en Tui, podría ser Cristóbal Colón por su parecido con el de otros retratos
Gracias a esta pretendida ocultación de sus orígenes, se consiguió que su nacionalidad fuese una incerteza, provocando todo tipo de especulaciones sobre ello entre sus coetáneos, así tenemos que, los cronistas y escritores italianos coetáneos de Cristóbal Colón que no lo consideraban italiano, por qué lo desconocían, encontramos a Sabellico en su Rapsodia Historiarum, Venecia 1504, Foresti da Bergamo, en su Suplementum Suplementi, Venecia 1503, Albertino en su Miraviglia Romé, Roma 1509 y Trivigiano. Los escritores italianosAmbiveri, Corbani, Pereti y Franceschi, no lo consideran Genovés ni italiano. El Conde de Savorgnan de Brazza, Pablo Toscanelli y Serpa Pinto, lo suponen lusitano. Y sí lo consideraban español, Giacomo Trotti y Aníbal Juanarius, además del PapaAlejandro VI, que en carta a los Reyes Católicos, llama a Cristóbal Colón, “dilecto hijo de España”.
No es cierto que todos los historiadores contemporáneos de Cristóbal Colón lo supongan genovés, pues muchos le suponen portugués o español y otros ni siquiera mencionan su patria, y de aquellos que escribieron poco después de su muerte, no pueden abrigar la convicción que fuese natural de Génova ni de Italia, o, por lo menos, ninguno puede afirmarlo con hechos y razones, ya que todos se limitan a establecer su patria genovesa, refiriéndose unos a otros, señalando distintos pueblos de Génova, sin pruebas concluyentes y sin datos ciertos, ni de sus padres y demás ascendientes, ni de sus hermanos, ni de su mujer ni de su vida, hasta que llegó a Castilla; por lo cual bien podemos concluir afirmando que la patria de Cristóbal Colón para todos ellos fue un enigma indescifrable.
Durante los veintidós años de su vida pública y conocida en España, desde 1484 hasta 1506 en que falleció, no manifestó jamás que fuese genovés, ni hay documento auténtico que así lo acredite. Siempre procedió como español, y como si fuera natural de España lo consideraban los Reyes que, en abril de 1497, al darle facultad para fundar uno o más mayorzgos, razonaban la merced, entre otros motivos, en que es propia cosa de Reyes y Príncipes “honrar e sublimar a sus súbditos y naturales”.
Hasta el último momento de su vida, quiso llamarse Cristóbal Colón, a la española, y no Cristóforo Colombo, a la italiana. Siempre desdeñó a Italia. Ni un solo nombre de lugar de este país, ni uno solo que recordara a personas o cosas de Colombos en Génova, aparecen en las tierras que descubrió. Todo es hispano (castellano, portugués y gallego). En sus libros apuntó algunas palabras y frases en italiano, con muchas incorrecciones, de donde se desprende que conocía este idioma menos que el portugués y el castellano.
Cristóbal Colón nos dice que tomó parte en una expedición armada por Renato De Anjou en el año 1459 y 1462, Cristóforo Colombo genovés (1451), tendría entre ocho y once años de edad, siendo imposible que con esa edad pudiera capitanear una expedición cuyo objeto era reponer al rey Renato de Provenza en el trono de Nápoles, del que había sido arrojado por Alfonso V de Aragón en 1442, ello, nos lo cuenta Cristóbal Colón en una carta escrita a Fernando e Isabel muchos años después:
“A mí acaeció, que el rey Reynel, que Dios tiene, me envió a Túnez, para prender la galeaza Fernandina, y estando ya sobre la isla de Sant Pedro, en Cerdeña, me dijo una saetía que estaban con la dicha galeaza dos naos y una carraca; por lo cual se alteró la gente que iba conmigo, y determinaron de no seguir el viaje, salvo de se volver a Marsella por otra nao y más gente. Yo, visto que no podía sin algún arte forzar su voluntad, otorgué su demanda, y mudando el cebo del aguja, di la vela al tiempo que anochecía, y, otro día, al salir del sol, estábamos dentro del cabo de Cartagine tenido todos ellos por cierto que íbamos a Marsella”.
Fue tan grade la odisea de este hombre, que es imposible abarcarla toda con amplitud suficiente, valgan estas lineas en su memoria, es tan inmensa su hazaña que varios paises se disputan su origen y nacionalidad, algunos de forma estrambotica, como los franceses, e incluso llegando a auténticos dislates como ocurre con algunos nacionalismos, que nunca han aportado prueba alguna acerca de sus afirmaciones, limitándose a refutar o intentar refutar los que otros si han aportado.
Saludos
