BlackJack escribió:Es más simple que todo eso, tan simple como que la película El Francotirador es un bodrio apoteósico, hablamos de nivel artístico, lo de la cosecha ideológica, ya lo pone cada uno después.
Y ya puestos, Enemigo a las Puertas es otro medio bodrio, aunque menos que la del super hero yankee sniper.Es la típica visión con bastante sesgo hollywodiano, pese a la participación europea, de algo que deberían haber contado otros más próximos al conflicto vivido, con más sobriedad y menos florituras.
Super Heroe nada.
Un tio que acepta un compromiso con sus paisanos y lo cumple.
Y recordemos que los que van a despedirle no son ni mariano, ni ZP, ni Obama ni el político. Son los propios paisanos los que van a darle gracias y decirle adiós.
Eso no se ha visto ni se verá jamás en España. De entrada porque no comprendemos nuestra libertad, como está instrumentalizada y no hemos luchado por ella. Tampoco al Estado le interesa entrar en detalles.
En el 75 Paco se murió y aquí unos montaron un negocio proporcionando libertad y servicios a cambio de impuestos. Pero ganar como ciudadanos peleando en la calle no hemos ganado una mierda, ni un solo derecho y tal como nos los dieron nos lo quitan o nos los cobran más caros.
Ahora tengo la suerte o la desgracia de estar educando a tres niños en Estados Unidos, y no hablare de las materias ni otras chorradas. Les enseñan a ser ellos, a que el grupo hace la fuerza, y que la pieza más importante del Estado son ellos, luego viene la Familia, la Comunidad, el Condado, el Estado y por último el país.
Les recuerdan todos los días gracias a quienes Estados Unidos es lo que es hoy en día, recuerdan a los indios, a los conquistadores en Octubre, a los veteranos de las guerras en noviembre, y a dios, los dioses o las creencias de cada uno en Diciembre. En Enero se acuerdan de los esclavos, de Luther King y de la madre que lo parió.
Aqui no somos capaces de hablar de la Guerra civil ni de que enseñarles a los niños, y eso que no quedan ni cuatro gatos vivos que la lucharon.
Tiene cosas que no me gustan evidentemente, hacen a los niños supercompetitivos, les tienen continuamente compitiendo unos con los otros, contra ellos mismos, y encima involucran a los padres mogollón en la escuela. Hay que estar todo el día haciendo trabajos, proyectos, y ayudando a hacer fotocopias, abrir botellas de agua en las comidas, o a recoger las clases.
El Estado no da un duro para caridad, aquí hay que estar todas las semanas donando pasta en el colegio o a través de las asociaciones de vecinos. Que si ordenadores para las casas de acogida, que si comida y ropa para los homeless, agua corriente para los haitianos en Puerto Príncipe, Ipads para los soldados, extras para los colegios con menos recursos del condado. Te sacan casi 20 pavos a la semana por niño.
Mi consuelo es que ves donde va casi toda la pasta, aquí no hay listos gestionando la caridad ajena ni profesionales de la gestión o del reparto de la riqueza. Si quieres pones y si no no pones. No te obligan.
Cada vez que llega un soldado de la guerra hay una merienda en el parque, se la al chaval o al no tan chaval la bienvenida y le preguntan sobre lo que ha visto o ha dejado de ver. Lo que te dicen claramente es que no han ido a repartir bocadillos ni coca colas, y algunos están tan desacuerdo con la guerra como los perro flautas locales en España, pero asumen la responsabilidad que aceptaron. Unos están más contentos otros más tristes, pero son consecuentes con las decisiones tomadas, nadie les obligaba tampoco a ir.
Y para los que no vuelven hay una piedra de granito en una esquina del parque que les recuerda.