Mensajepor oscashooter » 28 Feb 2015 18:46
Leído en este hilo:
- Como China, que tiene mano de obra barata y está inundando el mundo con sus productos y es una economía creciente. Bien, puede ser, pero ¿acaso alguno de vosotros, trabajadores y clase media (si es que todavía existe) se cambiaría por un trabajador chino? Por mi parte os aseguro que no, que no me tienta ni su régimen de libertades ni su nivel de vida. Otra cosa son los "del pelotazo chino", esos que han comprado ya media España a la chita (o china) callando, pero para eso no hace falta irse tan lejos, que aquí también tenemos nuestro propio cupo de los que en estos tiempos revueltos han medrado sobre el cadáver de nuestro bienestar.
- ¿Es la democracia el mejor sistema? Pues mirad, sin duda alguna. Seguramente es perfectible y en buena medida haya que buscar cauces de participación y control, que actualmente es más partitocracia que democracia, pero sigue siendo preferible a todo otro modelo conocido. El problema no es ni está en la democracia, sino en cómo se entiende, se ejerce y se canaliza. Cuando nació la Constitución, allá por el año 78, entre sus principios se estableció el "pluralismo político", y ha de entenderse en clave de la época y del régimen que se cerraba. Pero el uso y abuso, el entenderlo casi exclusivamente como un juego y coto cerrado encorsetado por los partidos, ha llevado a lo que ahora nos tiene donde nos tiene. La clave está en que lo que no se cumple -y también está en la Constitución- es que cuando habla de partidos políticos establece que: "su funcionamiento deberá ser democrático", y no hace falta decir quiénes y cómo se confeccionan las listas, el peso que tiene el aparato en todos ellos y lo de espaldas que están a la realidad en demasiadas ocasiones. No falla, a mi entender, la democracia, sino que ésta, en buena medida, está mediatizada, prostituida incluso, por el sistema canalizador de los partidos y lo que son los resortes de la Ley electoral: ley D´Hont, listas cerradas, carencia de responsabilidad política (y penal en su caso) por una mala gestión de los administradores y gestores de lo de todos, poca posibilidad de ejercer la acción popular, derecho de petición o control del ejecutivo ya que éste y el legislativo (parlamento) prácticamente se confunden e identifican. Disciplina de voto en las cámaras, el famoso "el que se mueve no sale en la foto" que enunciase Guerra pero han aplicado todos, la sobreabundancia de hombres de talante (el del partido) más y antes que de talento... La lista sería demasiado larga.
-España tiene mentalidad socialista. No exactamente, maticemos: los españoles lo que sí tenemos en nuestra gran mayoría, es conciencia social, algo que es bastante distinto. Conciencia social que es la que se plasma en ese volcarse en los bancos de alimentos, en acudir en ayuda de tal o cual población que ha sufrido una inundación o padecido algún desastre, en el voluntariado, en el número de donantes de sangre u órganos para trasplantes, en tantos y tantos hechos que hacen que uno mantenga viva la fe y la ilusión en este pueblo. Tenemos esa mentalidad, ese carácter, y a ello podemos sumar, historia y sociología en la mano, el que en esta piel de toro los caciques, señoritos y vividores han sido de record Guiness. Por eso mismo, añun sin conocer el enunciado teórico, en eso del ESTADO SOCIAL Y DEMOCRÁTICO DE DERECHO, cargamos las tintas (en alma y mentalidad) en lo de social, y por eso mismo esperamos una cierta intervención del Estado para garantizar ese enfoque social de la economía y las leyes. Ahora bien, siendo ésto una corriente que se instauró con fuerza en toda Europa tras la segunda guerra mundial, también hay que señalar que esa intervención sólo se justifica en la medida necesaria para garantizar unos "mínimos imprescindibles" que define y a los que obliga la dignidad de la persona, a cubrir sus más elementales y básicas necesidades, a establecer el uso posible de su libertad por no estar esclavizado tanto ideológica como económicamente. No se trata de sistema estatalizado, sino que lo que sí se espera del Estado es que marque y garantice un terreno de juego en que la iniciativa privada esté sometida y sujeta al respeto de las más elementales normas que garanticen la dignidad y la libertad. Sería, en suma, una evolución de ese principio de "intervención mínima" tan precioso a la ideología liberal, pero evitando y conjurando esa selva de "la ley del mercado" que de ley justa tiene bien poco, por favorecer siempre a los poderosos.
El problema, por todos conocido, viene cuando los partidos (todos ellos en una u otra medida, que más de uno afirma que la "P" de popular y la "O" de obrero de los dos grandes partidos debieran haberse caído por pura vergüenza torera) entran en ese ciclo de puertas giratorias, caer en gracia a los poderosos guardianes del botín (si quieren con mayúsculas,Botín), plantean amnistías fiscales (regularizaciones lo llaman ellos) para los grandes defraudadores y ordeñan hasta la miseria al común de la ciudadanía. Ésto, así, tampoco puede llamarse Estado "Social" ni "Democrático" de Derecho cuando unos pocos, una minoría privilegiada por quienes nos gobiernan, son quienes tienen todos los ases de la baraja y los demás no tenemos por dónde coger las cartas.
- Votar o no votar y a quién. Buena pregunta, hermoso dilema. Votar es el mecanismo, casi en exclusiva, que tenemos los ciudadanos para ejercitar nuestra participación en la res publica, en la gestión política. El no votar, no decidir, lleva a que otros lo harán, decidirán por ti. El votar a quienes han caído en esa dinámica perversa enunciada más arriba... pues con la que está cayendo parece que tampoco es una opción atractiva: más de lo mismo ya vemos y sabemos a dónde lleva... y si metemos en la ecuación alguna de esas "alternativas" tan en candelero, conforme lee uno lo que lee en sus propuestas, escucha y analiza su tono, en buena parte populista y mesiánico, o repara en que la crítica hecha es como para firmarla al pie, pero las propuestas no tanto y menos si se analizan... pues eso, que menudo lío de nuevo. Como tantos otros -y creo estar en lo cierto- va a resultar que tenemos claro a quiénes no votar, pero nada claro respecto a por quiénes hacerlo. En todo caso, lo que tal vez va mostrándose necesario es el ejercer el voto, que no hacerlo deja abiertas demasiadas vías para que otros se abroguen la representación incondicional e incondicionada de todos nosotros. Conciencia, reflexión, valoración de alcance y consecuencias del voto emitido. No puedo -ni debo- aconsejaros nada más
En fin, ¿nueva crisis para el 2.016? puede ser, es posible que venga una nueva galerna a agitar este barco en que estamos todos antes de que haya pasado del todo la última, en la que nos encontramos... pero, de todos modos y visto lo visto, lo suyo es reforzar las cuadernas, arrizar las velas y procurar tener un tío (o tía) competente al timón, y a capear, que eso, en este país, no es algo que nos caiga de nuevo y vaya si sabemos hacerlo. Seamos, en lo que cabe, optimistas...pero ya sabéis: A Dios rogando y...
Un saludo
Homo sum, humani nihil a me alienum puto