Nikii escribió:Para mi el libro tiene dos lecturas:
Una, para los que solo saben mirarse el ombligo sin levantar la vista y observar su alrededor, esforzarse mucho al principio y dormirse en los laureles pensando que a partir de un punto todos los días son domingo. Los que dan todo por hecho y el día que algo cambia entonan la tan consabida frase de : "No es justooooo" con tono ñoño y sosainas. Cuando se veían cambios hace tiempo.
La segunda lectura, podría ser que si queremos mantener el queso en la primera habitación, no basta con quedarnos sentados y ahí nos las den todas, hay que saber pedir a tiempo y luchar por lo que se tiene para no perderlo. Conocer a quien pone el queso para poder dialogar con él, discutir o pelear.![]()
![]()
![]()
![]()
Un saludo.
Está bien si añades algo así como: pero todo esto no es fácil y mucho menos garantiza el éxito.
Creo que la realidad es menos flexible. A veces sale y a veces no. De hecho en algunos países fracasar varias veces no está mal visto, antes al contrario, es un indicio de carácter emprendedor, de tenacidad. Esta escala de valores hay que tenerla en cuenta en la lectura de "Quien se ha llevado mi queso".
Por eso digo que no es una obra extrapolable a mi manera de entender las cosas y que pertenece a una visión muy particular del hombre que, no teniendo las cosas precisamente difíciles, se hizo a sí mismo y piensa que los demás DEBEN ser iguales porque es una cuestión exclusivamente de voluntad.... Pero no; todos no tenemos la misma inquietud por aprender, la misma ambición ni los mismos objetivos, capacidades, inteligencias, posibilidades económicas... De modo que lo que para uno será fácil, para otro será inalcanzable. Véase la película "Amadeus" en la que el protagonista no es precisamente Mozart sino, como él mismo se define, el rey de los mediocres: Salieri