aeronauta escribió:Seises : Te olvidas de responder a la parte principal de mi respuesta : CON UNA FORMACION ADECUADA
Pero poquito, muy poquito hay que aprender si tienes una papelería, para vender tres bolis y una libreta un sábado por la tarde, excepto al inicio del curso escolar y ahí ya abren diga lo que diga la ley, nadie va a comprar tres kilos de patatas por la tarde y en los barrios que se vende... ya abren por la tarde... y como apuntaba un compañero anteriormente, ir al centro comercial “mola mazo”, pero no vamos a la frutería de la esquina, ahí vamos de lunes a viernes... si necesitamos unos calcetines para una boda el domingo saldremos corriendo “pál” Corte Inglés... pero jamás iremos a “Confecciones Mati” (en todos los barrios siempre hubo una Mati con tienda) y además, a la buena de Mati no le compensa la iluminación calefacción-aire acondicionado para tres calcetines. Todo esto es algo contrastado por todos los estudios de mercado y desde hace mucho tiempo.
Los comercios especializados son dos y medio, tiendas de bicicletas, armerías y poco más... nadie decide -por impulso- comprarse una escopeta... sin olvidar el tramite, nadie decide un sábado por la tarde ir a comprarse unas bielas 48-36-26... es una decisión que tomó sopesando y les da igual recogerla el lunes que el jueves. En cualquier caso el peso de mercado para cualquiera de estas especialidades y similares es minúsculo comparado con el resto, lo que mueve el “cotarro” es la alimentación, textil y calzado y ahí es donde los oligopólicos son imbatibles, abras las horas que abras.
No es cuestión de formación -aunque ayuda- un librero vende libros, se habrá informatizado y tendrá un sistema de pedidos automático con editoriales y distribuidores... pero una librería vende libros y una pescadería pescado, a nadie se le ocurre comprar pescado en una librería ni compra libros en una pescadería.
Si tienes un negocio tradicional y caes en el área de influencia de un oligopólico “vas listo de papeles”... podrás cambiar de actividad -si puedes-... pero eso es otra historia.
Hace treinta años, cuando comenzó fuerte en España el fenómeno de las grandes superficies, solo se abría uno nuevo con autorización del consejo de ministros, ya entonces se comprobó que
por cada puesto de trabajo creado por este tipo de comercio destruía cuatro del tradicional y con un salario inferior al promedio de los cuatro destruidos. Treinta años después han acabado con la libre competencia en muchos subsectores, hoy deciden a cuanto se compra y vende un kilo de “garbanzos”, quien los vende y cuando les saldrá de los “wolings” pagárselos... deben tanto que hundirían a grandes fabricantes... y a los bancos que les financia el “papel”.
Lo que se necesita son unas reglas mínimas de mercado para garantizar la libre competencia, normas que se pusieron en el pasado precisamente para corregir estos desatinos...
aunque volvemos a tropezar con la misma piedra... ya puestos, ¿porqué no puedo ir a realizar gestiones en hacienda un sábado por la tarde? o ¿porqué no puedo ir a “mi” banco a renegociar la hipoteca un domingo por la mañana?... obviamente porque sería un disparate.