becada_es escribió:Hembra de corzo en batida.
Rifle Benelli ARGO 9,3 x 62
Cartucho Sellier & Bellot 286gr. RN.
Distancia 50 m.
¡¡Enhorabuena!!! becada

Un proyectil tan pesado es, EN APARIENCIA, excesivo para una pieza como un corzo.
Pero digo "en apariencia" y me explico:
Los proyectiles ligeros suelen, casi todos, expandir mucho más que los pesados, esto últimos diseñados sobre todo para pentrar.
¿Qué habría ocurrido de haber usado uno ligero?: Muy probablemente un destrozo, un desaguisado descomunal en el animal, con pérdida de gran parte de sus tejidos.
El proyectil pesado parece haberse comportado de forma más adecuada, puesto que un corzo no tiene masa o cuerpo suficiente como para que tan pesada punta llegue a expandirse.
Los desgarros que se aprecian en la foto, creo obedecen al efecto de cavitación o choque hidráulico de la bala.
El inconveniente de un proyectil pesado estriba en su trayectoria, bastante más curva o con mayor caída (en un recorrido horizontal) que el de uno más ligero.
Personalmente, me inclino mucho por los cartuchos muy potentes, incluso para piezas de tan reducido tamñano como un corzo.
Para mi, que el animal ni siquiera oiga el trueno es lo ideal y, el efecto detestado y siempre a evitar, es que sufra o, peor aún, que huya herido, pues le esperan sufrimientos atroces hasta morir (muy probablemente) de una septicemia.
He ahí la razón por la que yo siempre empleo mi .375 H&H Mágnum.
A base de experimentar mucho, descubrí que en dicho calibre, las puntas que mejor se adaptan a lo que persigo, son las Barnes TSX de 235 grains. Muy ligeras para un calibre así pero, teniendo en cuenta que no contienen plomo y que, por ende, son mucho más largas que si lo contuviesen (al ser el latón mucho más ligero que el plomo), y que por su diseño presentan un coeficiente aerodinámico de alrededor de 500 (altísimo), resultan ser muy apropiadas para largas y muy largas distancias y, de cerca, expanden una barbaridad. Así, en las esperas, suelo llevarme por delante buena parte del gorrino; pero no sufre y, como los colmillos resultan intactos, poco me importa que algún kilo que otro salga por ahí despedido.
Si quisiese cazar una pequeña pieza sin hacerle destrozos, como por ejemplo un zorro para disecarlo, lo que emplearía sería un proyectil de 300 grains sólido. No le hará más daños que los causados por la cavitación a su paso del proyectil que, como tal y aparte ese efecto hidráulico, no le hará más que una herida en sedal.
Si un día me toca la lotería (cosa poco probable porque nunca juego) y me voy a África a por un elefante o un búfalo, igualmente (como para el zorro) necesitaré un proyectil lo más pesado y sólido posible.
En resumidas cuentas: Un proyectil muy pesado (hablo en términos generales), tanto servirá para una pieza diminuta como para una enorme bestia.
Y entre ambos extremos (sólidos muy pesados y muy ligeros y expansivos), tenemos todo un abanico teórico de posibilidades.
Y esto sólo se puede hacer en toda su amplitud cuando el calibre es suficientemente grueso y potente.
Pero para gustos..., los colores
