puzzling escribió:Una cosa bien clara es defenderse en tu propiedad privada, a tí mismo, y a los tuyos... Y otra bien distinta perseguir al agresor una vez ha salido de tus legítimos dominios legales.
Este tipo de erróneas actuaciones no hacen más que ponernos trabas en la consecución de nuestras intenciones. Es decir, terminamos pagando justos por pecadores...
Ahí radica la diferencia entre lo justo y lo abusivo.
Creo que no acabamos de aclararnos. Es evidente que un caso como el de Ferris es inapelable, mientras que el de Corominas es discutible. Sin embargo el problema de fondo es la impunidad del delincuente que padecemos en España. Impunidad favorecida por la actitud de políticos, jueces, periodistas de sesgo amarillo, y en general por una buena parte de la sociedad que sólo sabe aportar soluciones en la barra del bar, mientras que luego se queda completamente callada a la hora de batallar por cambiar la situación. Que Anarma o que este o aquel tirador procure no mezclarse en la defensa de casos discutibles es sólo cuestión de cálculo y correción política. Cálculo y corrección política de lo que saben mucho nuestros jueces, periodistas y políticos.
El problema, señores míos, es que el delincuente en España se considera a salvo en cualquier circunstancia. Puede robar, violar y matar, a sabiendas de que como mucho pasará una temporada corta en un establecimiento con todo pagado y donde podrá disfrutar de piscina y de estudios pagados, cosa que el albanokosovar medio no tiene en su país.
Si los delincuentes estuvieran inseguros de verdad en cualquier parte se acabaría la delincuencia rapidamente.
Dejo un caso de empresario vasco que utilizó métodos expeditivos allá por los años 80. Era vasco de caserío, orgulloso de ser español, empresario de gran éxito amenazado por ETA y que jamás dejo de estar por su tierra. Era Luis Olarra, que ante ciertas amenazas e intentos de extorsión, expuso claramente que tenía una cantidad importante de dinero depositada en una cuenta bancaria. También señaló que había dado una lista de nombres de etarras y de familiares de los mismos a unos sicarios para que en caso de que la pasara algo procedieran...Murió en la cama, jamás le pasó nada. Ya, ya se, modales de Charles Bronson...
Cada pueblo tiene lo que se merece.
Saludos cordiales
El orden humano se parece al Cosmos en que, de vez en cuando, precisa hundirse en el fuego para renacer de nuevo. Ernst Junger. Sobre los acantilados de mármol.