Pues eso, que lo que dice el conocido refrán sin duda es a menudo cierto, y en ocasiones puede que lo aprendido sean un par de cosas interesantes acerca de tu arma de servicio, como ha sido mi caso en el día de ayer.
Con ocasión de la realización en el día de ayer de un ejercicio de tiro con arma corta reglamentaria (yo por circunstancias llevaba más de dos años sin realizar estos ejercicios) puedo contar un par de cosillas referentes a mi arma, una Beretta 92 FS, que me parecen de interés.
La primera tiene que ver con la dichosa aleta de seguro manual que se halla situada en la corredera de la pistola y que se acciona apretándola hacia abajo. Desde siempre había oído y leído quejas de compañeros y usuarios de este modelo de pistola al respecto de la posibilidad de que el mismo se accionara al tirar hacia atrás de la corredera con la mano libre al montar el arma. Como a mí hasta ahora era algo que nunca me había ocurrido, aunque lo tenía en cuenta no me molestaba, ya que me parecía muy difícil que me llegara a pasar. Bueno, pues como siempre hay una primera vez para todo ayer durante uno de los ejercicios de tiro me ocurrió.
La segunda cosilla a la que quiero hacer referencia es mucho más espectacular. Creo que la mayoría de nosotros habremos visto esa película de acción en la que un afamado actor chino experto en artes marciales (en la peli hace de malo malísimo) en una acción propia de circo desarma al chico de la película cuando este se encontraba apuntándole a corta distancia con su Beretta. No es sólamente que le desarme, sino que en un rápido gesto le desmonta la corredera de la pistola y se queda con ella en la mano. Esto es algo que cuando vemos en una película de acción de Hollywood directamente pensamos "no te jode, vaya patochada, eso no se lo cree ni Dios" (al menos yo lo pensé así). Pues bien, antes de realizar hoy el ejercicio de tiro el instructor del mismo estuvo dándonos una charla acerca de algunas de las posibles situaciones reales en las que pudiéramos llegar a encontrarnos en algún momento teniendo que hacer uso de nuestra arma y hemos podido ver en vivo y en directo cómo el instructor lo hacía, no una sino dos veces. Un compañero le apuntaba desde muy corta distancia con su arma (obviamente descargada) y el instructor en primer lugar con un rápido gesto le impedía disparar el arma al agarrar fuertemente con una de sus manos la corredera de la pistola tirando al mismo tiempo de ella hacía atrás (el martillo de la pistola quedaba desconectado) y acto seguido desmontaba la corredera de la pistola del compañero al tirar hacía sí de ella al mismo tiempo que pulsaba y giraba la palanca de desarmado de la misma. Todo esto en menos de un segundo

Salu2.
