
Tal y como expuso el presentador, "esta tarde he estado a punto de morir. Cara y cruz de un día en la reserva de Ngorongoro, Tanzania. (...) En el hotel, en mitad de la reserva, un elefante estaba comiendo. Pasé a 6 o 7 metros de él. Se sintió agredido y directamente me embistió. ¡Dios! La gente se asustó. No sé nada de elefantes. Pero lo vi viniendo con sus orejas abiertas y... corrí. Error. Lo último que hay que hacer es correr. El elefante vino a por mí. Mi chica se tiró a la cuneta, y yo sólo pude correr. De repente, un tirón... Caí, y eso me salvó. Al parar yo paró el elefante. Lívido. Vi correr a mucha gente, pero yo era al que seguía el elefante. Gran susto".
Aunque su esposa está ilesa, Sobera ha sufrido una rotura fibrilar en el abductor trasero derecho. "Patri ha sido muy valiente, y más lista que yo. Me advirtió del peligro, y por mi culpa casi le mata el elefante. No sé si lo sabéis, pero alcanzan una gran velocidad". Él mismo remata la historia con humor: "El único problema es que no podré subir la escalera del principio del plató de Atrapa un millón ¡Pero estamos vivos!".