Buenos días, amigos

JoseJ: Eso mismo entiendo yo: El que asuma una responsabilidad así, debe cumplirla hasta el final, con todas sus consecuencias, sean favorables o adversas

Ahora el peque ha aprendido a hacer otra cosa que es para desternillarse de risa: Echa a correr poniendo cara de velocidad

O sea, se pone a corretear, generalmente hacia mi esposa o hacia mi, poniendo sus ya bien formadas orejas hacia atrás, con el rabo tieso, a carrerilla y dando algún pequeño traspié de vez en cuando
Cada vez que quiere comer o beber su biberón, llega hasta mis pies, se queda sentado esperando que lo coja y, si no lo aúpo al momento, intenta trepar por mi pantalón. Cuando estando él en el suelo pongo a su alcance mi mano, le pega chupetones o le tira pequeños bocados. Este es el lenguaje que utilizamos él y yo para saber cuándo quiere beber y cuándo comer
Esta noche nos ha dejado dormir tranquilamente. Se tomó su cena (una buena ración de codorniz + otra de biberón) a las 24 horas aprox. y no se ha despertado hasta las 9 h..El tío va aumentando las dosis de todo y espaciando las comidas.
Esta mañana se ha desayunado con 40 ml de biberón. No le he dado carne porque no la puse anoche a descongelar. Pero al medio día se habrá descongelado otra codorniz...que se meterá entre pecho y espalda
He hecho otra experiencia adicional esta mañana: Sobre el suelo de la cocina he dejado abierto su trasportín (que es su "casita"). Pues cuando se ha cansado de corretear, lo he situado enfrente y cerca del trasportín y...allá que te va don Gupi derechico "pa" dentro; él solito. Con esto quiero llegar a dejarlo permanentemente abierto y situado en la terraza (cerrada y acristalada) del salón, para que entre y salga a corretear cada vez que le apetezca.
También le gusta mucho investigar qué hay en cada lugar. Con mi cuarto-despensa tiene una querencia muy fuerte. Cada vez que me descuido y dejo la puerta abierta, se mete dentro a toda velociad para olisquear e investigar toda esa colección de olores de comestibles que hay dentro. Pero no quiero dejarlo campar a sus anchas ahí, ya que existen rincones de acceso incómodo para mi y no quiero que se acostumbre a ellos y tener que sacarlo cuando no le dé la gana salir
Sus ojos van cambiado poco a poco de color. Ya no son azules como al principio, sino que van tornando a marrón claro. Y cada vez utiliza más su sentido de la vista, fijando su atención en cosas que antes le pasaban inadvertidas. Lo que más nos gusta es cuando fija su mirada en las nuestras, con sus ojillos redondos de ratón

Por cierto, en el puesto que utilizo para las esperas nocturnas de jabalí, anteayer descubrí un ratón

. Le prometí que la próxima tarde que vaya le llevaré un trozo de queso.
Un abrazo
El Cabo Pistolo