Mensajepor RAngel » 27 Feb 2012 18:13
Voy a dar mi opinión sobre el tema de la esfericidad de las bolas. Desde que comencé en esto de la avancarga me llamó la atención el interés mostrado por la misma y, en cambio, la forma de introducir las bolas en el cañón, que en todo caso supone un forzamiento bastante importante sobre un material blando (y blando ha de ser si deseamos que coja la estría), y aún mas si tenemos en cuenta que todos solemos dar unos "golpecitos" para asentar el proyectil, asegurando la homogeneidad de los disparos y eliminando la probabilidad de hernias en el cañón.
Para despejar mis dudas hice un par de experimentos: en primer lugar, con cantidades ínfimas de pólvora, efectué varios disparos de mi Le Page .45 sobre la superficie del agua en un cubo, a fin de recuperar la bala lo más parecida posible a como salía del cañón, antes de golpear un objeto. En todos los casos en que usé la bola de .435 con calepino de .250 (que es la que corresponde a su calibre nominal y, por ello, la que uso habitualmente) esta salía con muy poca fuerza y caía suavemente al fondo del cubo. La forma ya no era esférica, tenía una sección recta en la zona "ecuatorial" y una parte (supongo que la delantera) estaba ligeramente más achatada que la otra. En una palabra, de esfericidad no quedaba nada.
Repetí la experiencia usando bolas de .410 y un calepino mas grueso (tela vaquera, no medi el espesor). Las bolas caían ahora casi esféricas; no se veía esa faja ecuatorial plana aunque había cierto achatamiento en un hemisferio.
Quedaba probar en la galería la bola de .410: un fracaso, los agrupamientos eran mucho peores que los que obtenían con la bola de .435.
Cada cual que saque sus propias conclusiones.
El rodamiento de las bolas yo tambien lo hago, pero muy somero, sólo a los efectos de protección que indica prometeus y, claro, mucho menos tiempo.