– ¿Te acuerdas del visor viejo que quitaste del rifle y me diste para la carabina?
– Sí, el Redfield. Por?
– Pues que tengo dos noticias: una buena y una mala.
– (¡¡HORROR!!) A veeeeer

– Que iba de vicio; pero que lo he desmontado porque le sonaba algo por dentro y con un destornillador me he cargado la crucecita.
– TE MATOOOOOO



¿Por qué, Señor, mandas a este tu siervo estas pruebas de paciencia?