Ya era hora.
Ya iba siendo tiempo de que alguien como Iurde o Lewis pusieran un poco de sentido común y altura de miras frente a un liberalismo que no es otra cosa que la ideología del "sálvese quien pueda", de la insolidaridad palmaria y del privatizar las ganancias socializando todas pérdidas.
La solución a la crisis pasa, para el tertuliano Litomac, por "reducir cuotas de la Seguridad Social más una bajada del Impuesto de Sociedades, que se compensarían con el mayor número de contrataciones y el ahorro en prestaciones sociales". Esto, siento decírtelo, se ha ensayado ya con resultados catastróficos desde el punto de vista económico y social.
Que se lo digan a Margaret Thatcher o a su amante bandido, Ronald Reagan... Al final la recaudación les cayó en picado y, como buenos liberales que eran, atajaron por el camino del medio mediante el recorte del gasto social. Total, qué más da, ¿verdad? Si ni ellos ni sus familias van a visitar nunca hospitales públicos o pasar por ventanilla para cobrar una renta social que les permita al menos comer todos los días.
Defender a estas alturas de la película una rebaja en el Impuesto de Sociedades (el que grava los beneficios empresariales) resulta, cuando menos, llamativo. Un dato: En el País Vasco su tipo nominal no llega al 30%, pero con una serie de "deducciones" se queda en la mitad, según datos del sindicato ELA-STV nunca rebatidos.
Otro apunte, que hoy estoy que lo tiro. La rebaja que propone Litomac de las cotizaciones a la Seguridad Social entra ya dentro de lo exótico, teniendo en cuenta que España es el país de los falsos autónomos, realidad que evita a sus empleadores gastar un solo euro en cotizaciones. Por no hablar de esos que ganan 800 al mes por nueve horas diarias, mientras que su base de cotización es de 400 como si estuviesen a media jornada...
¿Que luego quiebra el sistema? No pasa nada, que en peores garitas hemos hecho guardia. Le echamos la culpa al inmigrante "delincuente, feo y facineroso"; a los sectores más desfavorecidos de la sociedad, "vampiros gorrones de ayudas públicas", por no enfrentarnos a los verdaderos culpables de la crisis. Y hoy paz y luego gloria. Que se lo digan si no a Le Pen en Francia y a otros que tenemos aquí, mucho más cerca.
Se ha descargado así el peso de la crisis en quienes no la han generado, los trabajadores y trabajadoras, para que los especuladores de siempre puedan seguir haciendo el agosto desde la más completa impunidad. Poniendo y quitando Gobiernos sin pasar nunca por las urnas, como han hecho en Grecia o Italia.
La cosa es laminar el gasto social y dejar en papel mojado el Estatuto de los Trabajadores con tal de no subir impuestos a quienes verdaderamente pueden y deben pagarlos. Pero esa es otra. En la zona más rica del Estado, la media de trabajadores, de asalariados por cuenta ajena, declara a Hacienda 23.000 euros de renta al año. Por el otro lado, empresarios, profesionales y autónomos aseguran ganar 13.200. Viva la madre superiora.
Y no vale el consabido argumento de que "subirle los impuestos a las SICAV alentaría la fuga de capitales y sería pan para hoy y hambre para mañana". La presión fiscal efectiva no llega en España al 38% frente al 50% de Dinamarca. ¿Qué pasa, que allí no hay empresarios? Igual lo que no hay es tanto trilero de meto uno y saco cinco gracias al
buen hacer del concejal del quinto.
¿Alguien se extraña de que, con la que está cayendo, haya un colectivo de indignados en este país? ¿Tan sorprendente resulta que jóvenes y no tan jóvenes digan eso de "hasta aquí hemos llegado"? ¿Que se grite "basta ya"?
El problema de fondo es que, más allá del diagnóstico, hay que aportar alternativas democráticas, pacíficas y civilizadas en un país que tiene el 25% de todos los parados de la UE y el 23% de los del G-20 (foro al que España va por invitación de Sarkozy), cuando a nivel de población la piel de toro no llega ni al 7%.
Urge cambiar el mapa tributario, mejorar la productividad, recuperar el poder adquisitivo de los salarios, invertir bastante más en I+D+I (porque en costes nunca se va a competir con paises como China) y definir un catálogo de prestaciones sociales orientado a quienes más las necesiten. Y todo ello con la mirada puesta en el combate contra el paro para lograr, con la ayuda de la inversión pública, el ansiado empleo. Pero un empleo de calidad, con derechos.
Saludos cordiales.
iurde escribió:Y a mí me gustaría saber cómo demonios se hace para "
crear las condiciones para la contratación privada, vía reducción de trabas e impuestos para la contratación.
Crear condiciones favorables para que se instalen las empresas extranjeras y creen empleo.
Y condiciones para que a las empresas nacionales no les compense irse al exterior."
Porque esto me recuerda a lo que dice Rajoy de "crear confianza para que se invierta y así se cree empleo".
El mecanismo por el cual lo uno lleva a lo otro no lo veo aún claro.
Porque reforma del mercado laboral y todo eso... ya la ha estado haciendo ZP, el mamporrero de "los mercados" (los mismos que ponen y quitan gobiernos sin pasar por elecciones, como en Grecia e Italia).
¿Más reformas aún? No sé, a ver: para crear empleo... ¿que todo el mundo sea autónomo? ¿Que no se cotice a la Seguridad Social? ¿Que los contratos sean por días, de Lunes a Viernes?
Sábados y Domingos, no se cobra ni se cotiza.
Ni vacaciones pagadas, ni jubilación, ni ná de ná.
Como en el siglo XIX.
Los ancianos, acarreando paquetes hasta que casquen en el tajo. Los maestros, comprando ellos mismos la tiza, los libros y las pizarras. Los médicos, siendo pagados en especie: un pollo, un tarro de miel, un conejo... Y los niños, a las minas, que así seremos competitivos.
Sí, con China, Vietnam, Moldavia o Zambia.
Menudos modelos.
Mientras tanto, los ricos-ricos, cotizando al 1% de lo que meten en las SICAV. Para que no se lleven su capital (que de todas formas no invierten en nada productivo ni creador de empleo) a un paraíso fiscal,
hagamos de España un paraíso fiscal.
Bravo, muy buena idea.
Dentro de poco seremos como las Bahamas: Sol, playas y chiringuitos (financieros). Total, el único sector que funciona en España es el turismo... Me veo sirviendo copas a los 67 años.
Tanto estudiar para esto, oiga.
IU, que yo sepa, lo que pide es una reforma fiscal para poder ampliar la Oferta de Empleo Público.
Y apoyar con esa reforma a PYMES y autónomos, que son quienes crean la mayor parte del empleo privado en España.
A ver si va a resultar que el programa económico de IU es el que más se adapta a lo que pide la gente por aquí...
Me iba a reir un buen rato.

Porque... ¿quién se lo iba a esperar?