Mensajepor Eugenia » 08 Abr 2011 18:32
En mi opinión no existe mayor problema en utilizar proyectiles FMJ en las prácticas de tiro. Las probabilidades de lesiones por rebotes son muy pequeñas. A mi juicio, el problema grave que plantean los proyectiles blindados tiene lugar en el uso policial y de defensa. Ahí, las posibilidades de trayectorias erráticas y rebotes incontrolados son mucho mayores. Como todos sabemos, en numerosas ocasiones, los proyectiles FMJ atraviesan los tejidos humanos, musculares, vasculares, incluso óseos y abandonan el blanco sin ningún control y con trayectorias completamente distintas a la inicial. En tal caso pueden darse dos posibilidades: una, que sin existir rebote, el simple cambio de trayectoria haga que el proyectil alcance a una tercera persona ajena al enfrentamiento con resultado de lesiones o muerte y dos, que, independientemente de su trayectoria de salida, el proyectil incida en una superficie dura con un ángulo tal que produzca un resultado igual al caso anterior. Aquí estriba la gran peligrosidad de la munición blindada en comparación con la de punta hueca. Por ello, es verdaderamente incomprensible, por no decir criminal, cómo los supuestos "expertos" del ministerio del interior, insisten en prohibir la munición JHP, que es la adecuada para uso policial y de defensa. Lamentablemente, España es el país del "sostenella y no enmendalla" y donde se inventó el término "empecinamiento", por lo que no tengo esperanza alguna en que el anunciado Reglamento de Armas modifique en lo más mínimo la absurda situación actual.