El secretario de Hacienda habla con el presidente:
- Tengo que darle dos noticias, presidente. Una buena y una mala.
- Dígame la buena, por favor.
- Acabamos de pagar la deuda externa. No le debemos nada a nadie.
- ¿Y la mala?
- Tenemos que desalojar el país en 24 horas.
Iba un hombre caminando por la selva, cuando de pronto lo rodearon un grupo de salvajes caníbales que no parecían tener muy buenas intenciones.
- ¡La cagué! - gritó el hombre.
En eso, el cielo se abrió, apareció un rayo y se escuchó una voz:
- No, todavía no, lo que debes hacer es quitarle la lanza al jefe caníbal y clavársela a su hijo en el corazón.
Entonces el hombre pelea con el jefe, le quita su lanza y se la clava en el pecho al pequeño que estaba junto a él. El hombre mira al cielo, y se vuelve a escuchar la voz:
- Ahora sí que la cagaste.