Mensajepor carlos1977 » 10 Ene 2011 10:11
Buenos días,
En primer lugar no sé si mi primer mensaje en el foro se puede escribir aquí sin presentación, ni si se necesita que te apadrine algún usuario, de modo que si es este el caso, pido disculpas por adelantado. Soy familiar del afectado por el accidente en Cantoblanco y vistas las opiniones vertidas en este foro y otros sobre ese hecho concreto, hemos decidido participar para intentar aclarar lo sucedido.
Respecto a la experiencia y licencias del accidentado:
• Está federado en la Federación de tiro Olímpico de Madrid.
• Dispone de Licencias de armas D, E, F y Licencia F categoría 3.
• Dispone de permiso de armas de arma rayada de categoría D ininterrumpidamente desde 1989.
Desde 1989 el accidentado es propietario y ha utilizado asiduamente los siguientes rifles:
• Rifle de cerrojo marca Santa Bárbara 7 mm. Remington Mágnum (vendido)
• Rifle semiautomático marca F.N., 7 mm. Remington Mágnum (vendido)
• Rifle de cerrojo marca Malincher, 30-06 (vendido)
• Rifle cerrojo marca Malincher, 243 Winchester (vendido)
• Rifle exprés marca Pedro Arrizabalaga, 9,3 x 74 R
• Rifle monotiro, marca Blaser modelo K95, 6,5 x 65 R
• Rifle combinado marca Blaser modelo B 95 con cañón superior escopeta calibre 20 y cañón inferior de rifle 7 x 65 R.
• Rifle de cerrojo de cañones intercambiables marca Blaser modelo R 93, con dos cañones, uno de 7 mm Remington Magnum y otro de 375 Holland & Holland Magnum (rifle con el que sucedió el accidente). Esta arma fue adquirida el 10-10-1994 en la Armería Española de Madrid, habiendo realizado con ella de 400 a 500 disparos.
Descripción del accidente:
El día 24 de Julio de 2009, hacia las 12,30, llegó al campo de tiro de la Federación Olímpica de Tiro de Madrid, situada en Cantoblanco - Carretera de Colmenar Viejo KM. 14,500 Salida 15-, con el objeto de poner a tiro su rifle Blaser R 93 con sus dos cañones intercambiables, que pueden ser montados sobre la misma base del rifle y cerrojo:
Cada cañón lo llevaba acompañado de su visor y de su propia munición, o sea:
• Cañon 7mm. Remington Mágnum, con visor Zeiss de 3-12 x 56 con s Remington A-Frame de7 mm. Remington Mágnum y 160 Graims de peso. Esta caja de 20 balas fue comprada en la armería ARGALI de Madrid en Julio del 2009 no habiendo sido usada ni desprecintada hasta este momento.
• Cañón 375 Holland & Holland Mágnum, con visor Zeiss de 2,5-10 x 50 con balas marca Federal Accoubond 375 Holland & Holland Mágnum de 260 Graims. Esta caja de 20 balas fue adquirida en 2008, en la misma armería que las anteriores – ARGALI-, aunque de esta caja había utilizado algunas balas en una montería.
Una vez dentro del recinto y debidamente identificado se dirigió a la galería de tiro de 50 metros, ocupando la posición 54:
• Montó en el rifle el cañón de 7 mm. con su correspondiente visor y con su almacén de plástico de munición de 7 mm. Remington Magnum, realizando 3 disparos con su munición y haciendo las oportunas correcciones en el visor. Los tres disparos acertaron en la diana 54. A continuación procedí a desmontar el cañón de la culata, para que se enfriara.
• Después montó el cañón 375 Holland & Holland con su visor y su almacén de munición de plástico, introduciendo tres balas que fueron disparadas realizando las oportunas correcciones en el visor e impactando en la misma diana 54 que había usado anteriormente. A continuación procedió a retirar este cañón para que se enfriara.
Disparo causante del accidente:
• Solicitó a la persona de servicio de la galería que pusiera una diana en la posición 55 con punto blanco en el centro, con el fin de comprobar las correcciones realizadas anteriormente. Su intención era disparar varios tiros de comprobación con cada cañón, lógicamente cada uno con sus correspondientes municiones.
• Montó de nuevo sobre la culata el cañón de 7 mm. Remington Magnum para efectuar un último disparo de comprobación, introduciendo directamente la bala en la recamara ya que el almacén de plástico (vacío) que correspondía al cañón 375 no había sido cambiado. Este disparo se desvió 2 cm. a la derecha del centro, por lo que decidió hacer un disparo adicional de comprobación.
• Volvió a introducir directamente en la recamara otra bala del calibre 7 mm. Remington Magnum con cuyo disparo se produjo el accidente.
• Aunque es obvio, es importante señalar que física y geométricamente es imposible introducir una bala del 375 Holland & Holland Magnum en una recámara de cañón de 7 mm. Remington Magnum, ya que sobresale unos 20 mm. imposibilitando que el cerrojo se pueda cerrar y, por consiguiente, disparar.
Graves consecuencias del acciente:
El accidentado sufre perdida de visión en ambos ojos y han tenido que reconstruirle el rostro con introducción de tres placas de titanio.
Informaciones posteriores al accidente:
• Sorprendentemente las dianas 54 y 55 no fueron recogidas para su custodia y posterior entrega a la Policía, según ha manifestado el responsable del campo de tiro de Cantoblanco.
• Un socio de la Federación de Tiro Olímpico de Madrid encontró y recogió en el campo de tiro del accidente en la galería de 50 metros en la posición 54 un casquillo de 375 mm H.&H Mágnum marca Federal modelo Accubond, presumiblemente disparado por el accidentado. Todo este material continúa en el domicilio del accidentado y podría aportar información sobre lo acontecido.
• El cañón 375 Holland & Holland Mágnum fue llevado por los operarios del campo de tiro al maletero del coche del accidentado juntamente con los dos visores de los dos cañones, la caja de munición 7 mm Remingtón Mágnum, el maletín del rifle, almacén de plástico de balas de 7 mm. de Remingtón Magnun y demás pertenencias del accidentado.
• Todo este material continúa en el domicilio del accidentado y podría aportar información sobre lo acontecido, a excepción de la caja de munición marca Remingtón modelo A-Frame de 7 mm. Remingtón Mágnum de 160 graim quefue entregada en la Comisaría de Policía del distrito de Fuencarral.
• Nos consta que existe un vídeo del accidente que en varias ocasiones he solicitado, sin éxito, a la Federación Olímpica de Tiro de Madrid.
Decir también después de leer ciertos comentarios que ni Blaser ni Excopesa han indemnizado de ninguna manera al accidentado, ni se han ocupado de ninguna operación o tratamiento médico. De hecho y hasta donde yo sé, ni siquiera se han puesto en contacto con el accidentado o su familia ni para preguntar por su estado de salud.
Ante los comentarios que hablan de silencio por parte del accidentado, comentar que como comprenderá cualquiera que lo piense durante más de dos segundos, éste se ha preocupado más por su estado de salud, y por su adaptación y la de su familia a su nueva situación, que por satisfacer la curiosidad del personal.
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carlos1977 el 10 Ene 2011 11:03, editado 1 vez en total.