Casi termino en el hospital

[Zaldiko]

Otro testimonio:

Yo fundo en la terraza, al aire libre pero bajo techo.

En una colada se me ocurrió añadir al hornillo un pedazo de tubo de plomo, comprado hacía tiempo en la chatarrería.

Lo sujeté con unas tenazas, en sentido vertical, y lo introduje en el metal fundido.

Instantaneamente, por el mismo tubo salió disparado el plomo fundido hacia el techo y una buena parte de él se quedo pegado al techo. Las abundantes salpicaduras, por suerte, no me tocaron.
Había dado por seguro que el plomo, comprado hacía tiempo, tendría que estar seco. ¡Pues no era así!

¡Cuidado también con las lingoteras!. El último sobresalto fué con una de ellas, que utilizo para hacer lingotes del plomo ya limpio. Suelo mojar la parte baja del molde para acelerar el enfriamiento, después de cada relleno,(con mucho cuidado porque el vapor que se genera quema), pero
esa vez, en la manipulación, e inadvertidamente, cayeron algunas gotas de agua en el interior de uno de los espacios, y cuando eché el plomo fundido en él se disparó. También con suerte, solo una gota
me cayó en el antebrazo.

¡Despues de todo esto también hay que oir a la parienta!

Moraleja:
Comprobar siempre que el pedazo que se vaya a añadir al plomo fundido esta seco y, mucho mejor, calentarlo previamente antes de meterlo, pues a veces solamente la humedad puede también producir el disparo.

Debe haber algún santo que proteje a los avancargueros.